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S E I S | C O N O C I É N D O S E 🏈

«Si quería hacer algo con mi vida, debía empezar a cambiar, al menos para sentirme bien conmigo misma... Aunque luego la realidad fuese otra cosa»

Abby Payne.

Al día siguiente, una joven caminaba tranquilamente por el campus en aquel aire libre mientras se disponía a comer bajo uno de los árboles en los que solía ponerse para desayunar. Se sentía tranquila y parecía haber tenido 2 días buenos en casa, quizás porque Theo pasaba mucho menos tiempo del que solía estar.

Después de haber ayudado como pudo a aquella joven del baño llamada Johanna, se sintió bien, pero a la vez sentía una pequeña punzada porque su muro, el que había construido con el paso de los años, estaba intacto y cada vez más fuerte por miedo a que volviesen a hacerle daño.

Pensó que realmente se veía una mujer increíble, pero Abby no sabía como entablar amistades y siempre tendría ese miedo en el fondo de su pecho. Miedo a tener una amiga y que esa persona la traicionara en cuanto supiese sus secretos, como pasó tiempo atrás.

Sacando su desayuno, que consistía en un simple sándwich que repetía una y otra vez cada día que iba a la universidad y una pequeña botella de agua, hasta que alguien tapó el sol que le estaba dando a la joven.

Abby levantó la mirada costosamente, ya que los rayos solares le dieron de lleno en la vista, se sorprendió cuando vio que la que estaba frente a ella era la joven que ayudó hacía días atrás en el baño.

—Siempre estás sola, ¿verdad? —cuestionó Johanna.

Abby, mirando su desayuno y lo sola que se encontraba bajo ese árbol, movió sus hombros para volver a mirarla.

—Estoy bien.

"Estoy bien" era la frase que siempre decía Abby cuando la realidad era que no era así.

Y Johanna, que se había sentido así muchas veces a lo largo de su vida por motivos distintos y en sitios diferentes, negó con la cabeza para decirle;

—Ambas sabemos que esas palabras se dicen cuando nada va bien.

Abby, queriendo saber porque ella estaba hablándole así cuando no se conocían en lo absoluto, vio como Johanna le empezaba a quitar la bandolera que la joven había dejado en el césped y se lo colocaba en el hombro ante la sorpresa de Abby.

—Espera...

Abby se levantó rápidamente, colocándose la falda, cuando la voz de Johanna contestó;

—Vamos.

Johanna empezó a caminar mientras la seguía por el campus universitario sin entender nada de lo que estaba haciendo.

—¿A donde vas?

Johanna la esperó unos segundos y luego le dijo;

—Al comedor. Vamos a comer juntas y te voy a presentar a mi amigo y a mi novio —respondió como si nada—. Nunca podré agradecerte tu ayuda, pero la soledad nadie la quiere realmente. Así que te vienes conmigo.

El cabello de Johanna estaba más corto que el otro día, debido a la mala jugarreta que le habían hecho en el baño aquellas mujeres. Pero a pesar de ello, seguía siendo una mujer bellísima que hasta Abby se percataba.

La joven de cabello cobrizo, con algo de nerviosismo, sonrió un poco y algo hubo en su pecho que hizo que su corazón caminase más rápido de lo normal. No estaba acostumbrada a ello y no sabía si saldría bien el comer con gente que no conocía. No se le daba bien aquellas cosas, pero Johanna se acercó a la joven, enlazando su brazo con el suyo para guiarla con más ánimo hacia el comedor.

—Te caerán genial, ya verás.

Pero por el rostro de Abby le hace ver que no iba a estar muy cómoda con ello.

—¿Tú crees?

Aquello hizo ver a Johanna que quizás Abby estaba mucho más dañada que ella y la miró a los ojos, parándose justo en la puerta de entrada hacia la universidad.

—Abby, no todos son malos. Solo danos una oportunidad y te prometo que la aprovecharemos para bien.

Abby seguía sin estar convencida, pero Johanna no le dejaba mucho margen para hablar y la volvió a arrastrar hacia los pasillos de la universidad, guiándola hacia el comedor. Y si bien Abby no estaba para nada convencida de ello, si era cierto que aquello marcaría un antes y un después para la vida de Abby.

Al entrar al lugar repleto de estudiantes, al joven observó el lugar al que apenas solía visitar ya que apenas tenía dinero para comprarse comida y lo que había ahorrado en el verano, lo guardaba para momentos importantes.

Johanna parecía muy feliz, deseosa de que ellos la conocieran y fue ahí cuando Abby le preguntó;

—¿Sabes algo de esas mujeres? —Refiriéndose a las que le hicieron aquello a Johanna.

—Si. Expulsaron a 2 y la sobrina de la directora ahora está haciendo trabajos sociales una temporada —murmuró observándola—. Si no es porque tú me acompañaste y me animaste a hablarlo con la directora, quizás las cosas estarían igual o peor.

—No hice mucho, Johanna —respondió ella.

Pero la de cabello oscuro contradijo;

—Hiciste mucho más que nadie.

Abby, al ver la mirada de felicidad de Johanna, sonrió creyendo en las palabras de ella, cuando continuaron caminando hacia una mesa donde se encontraban 2 jóvenes bastante atléticos charlando entre ellos frente a frente, sin tocar la comida, como si esperasen a una persona en la mesa.

Nuestra protagonista, totalmente nerviosa, miró a Johanna que parecía apoyarla en ese momento y que carraspeó hacia ambos hombres. Los 2 la miraron en seguida, atrayendo tan rápido como se giraron la mirada hacia aquella universitaria nueva.

Ante el asombro de Abby que vio a los 2 jugadores de fútbol, bastante guapos mirándola, se quedó totalmente muda en cuanto sus ojos se posaron sobre los de ese hombre rubio. Ambos se quedaron mirando y pareció que el tiempo se detuvo en ese instante, consiguiendo que las cosas cambiasen drásticamente en ese momento. Y aquello no la ayudaba para nada a centrarse. Sobre todo, por aquel joven rubio que estaba en frente y que la observaba con aquellos hermosos ojos azules que atrapaban a cualquiera. Abby disfrutaba mirándolo jugar, sabía que le gustaban los hombres ya que lo había visto con algún universitario. Por ello no comprendía porque algunas mujeres que le parecían atractivo lo miraban como si eso fuese algo malo. A Abby le daba exactamente igual la vida privada de los demás con tal de que cada uno fuera feliz como deseara.

—Johanna, ¿donde estabas? —cuestionó Jonathan observando a su novia preocupado.

Mientras, Abby y Mike seguían mirándose, lo cual la primera en romper aquel contacto visual fue ella.

—Fui a buscar a mi amiga... —Johanna no acabó la frase cuando Mike se la adelantó.

—Abby...

Mike continuaba mirándola hipnotizado y Abby volvió su mirada hacia la de él. Le parecía tan atractivo que juraba que no era normal ver a un hombre universitario tan guapo como él. Podría escribir un libro con capítulos enteros para solo describir sus ojos y lo que podían trasmitir.

—¿Se conocen? —cuestionó Johanna sonriente.

—Si. Nos chocamos el otro día en el pasillo y acabamos de rodillas en el suelo —contestó Mike con aquella impecable sonrisa.

Abby se sonrojó porque parecía que lo estaba diciendo con doble sentido.

—Vaya, vaya —bromeó Jonathan.

—No, no es lo que... —dijo inocentemente Abby.

Y Johanna rio por ello.

—Lo sabemos. Mike es así y luego el idiota de mi novio Jonathan le sigue el juego —contestó. —El pelirrojo con cara de bromista es mi novio y el rubio con cara de modelo es Mike, aunque creo que ya lo conoces. Los idiotas del equipo universitario —bromeó Johanna con aquella última frase.

Abby empezó a ver que estaba quedándose fuera de su zona de confort, que se estaba juntando con universitarios del equipo de fútbol, jóvenes que podrían hacerle daño. No era su sitio y lo supo en ese momento.

—Me alegro de conoceros, pero debo irme. —Se apresuró en decir Abby, temerosa.

Johanna la frenó.

Pero el joven rubio no quería que se fuera y, cuando fue a decirlo en voz alta, la otra joven lo dijo antes que él.

—Quédate con nosotros —sugirió Johanna y el novio de ella, que estaba a su lado con el cabello también cortado como ella, como si se hubiese echo un cambio de look por su novia, dijo lo mismo.

—Creo que es mejor que no —susurró.

Pero esta vez fue Mike quien se levantó del sitio y se acercó a ella.

—Quédate, cuantos más mejor —contestó él con esa voz grave y Abby tragó saliva nerviosa por ese hombre.

Hubo algo extraño entre ellos, al conectar sus ojos, azul con marrón y no dejaron de mirarse por ningún momento. Algo había pasado entre aquellos 2 jóvenes, los cuales, Johanna como su novio observaron con extrañeza por la mirada que Mike le estaba dirigiendo a aquella muchacha.

Abby, haciendo algo diferente, saliéndose de su zona de confort, aunque en el fondo pensaba que solo sería un día, un momento, que no volvería a repetirse, asintió y se sentó al lado de Mike, sonriéndole este último una vez se sentó a su lado, Johanna también se sentó y junto con su novio los miraron, atentos a lo que estaba sucediendo.

—Por cierto, tuve que descubrir tu nombre por terceros. Te fuiste tan rápido que no pude escucharlo de tu boca... Encantado Abby —saludó, extendiendo su gran mano y ella se lo estrechó con fuerza.

—Encantada, Mike —habló con una sonrisa mientras se colocaba las gafas, siendo un gesto bastante repetitivo de ella, refugiándose en sus gafas cuando estaba nerviosa.

Y Johanna se alegró al ver que Mike no dejaba de quitarle el ojo de encima a esa joven, por cosas que habían pasado entre ellos hacía un tiempo atrás. Johanna sabía que Mike no había aceptado que, quizás, no solo le gustaban los hombres, sino que también las mujeres y eso no era malo. Pero Mike no lo veía así, no aceptaba que sus gustos empezaban a expandirse, pero estaba segura que algún día lo aceptaría.

Fue en ese momento que comenzaron una conversación tranquila y divertida donde empezaron a conocerse junto con la nueva integrante del grupo llamada Abby. Quien no hablaba mucho, pero Mike si le daba y mucha conversación.

Y ella se sintió en la gloria al tener al jugador más atractivo del primer año —y quizás de toda la universidad—, a escasos centímetros de ella.

Aunque en el fondo se repitiese que ese no era su lugar, que solo sería un día, quizás las cosas iban a cambiar por fin para Abby.


***

Aquí tenéis un nuevo capítulo :3

¿Que les parece la relación de Johanna y Abby?

¿La escena de Abby y Mike?

¿Mabby?

Nos leemos el jueves con otro capítulo :3

Patri García

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