
C U A T R O | S O L I T A R I A 🏈
«Me sentía nerviosa la mayor parte del tiempo y siempre estaba cómoda sola. Pero a veces la soledad te arrastraba al llanto»
Abby Payne.
Los días en aquella semana fueron pasando lentamente para Abby, la cual caminaba sola por los pasillos repletos de estudiantes de aquella universidad. Nadie levantaba la mirada cada vez que pasaba ya que era una de las mujeres que menos llamaba la atención porque se había esforzado en no ser cercana con ninguno de los alumnos.
Habían pasado días desde que se había estampado con el más guapo del equipo de fútbol de la universidad y no había podido dejar de pensar en aquellos intensos ojos azules que poseía aquel hombre.
Era la solitaria del campus, una mujer que a la vez tampoco se esforzaba por buscar un hueco entre esos estudiantes, encontrar amistades y entablar conversaciones con esas personas. No era así aquella joven solitaria y, aunque costase asimilarlo para muchos, ella se sentía cómoda de esa manera.
Abrazada a suS libros con aquellas gafas algo grandes para su pequeño rostro, siguió su camino, dejando que su pelo recogido en una coleta se moviese de un lado al otro, dejando aquellos mechones salir de aquel confort para disfrutar de la libertad que su dueña podría dejarles. Solo algunos mechones salían de su coleta, cayendo delicadamente por sus mejillas rojas por el frío de aquella época en noviembre.
Abby se sentía la mayor parte del tiempo sola, incluso cuando estaba en casa. Le gustaba, pero estar siempre sola te hacía sentir mal. Porque cuando hasta en tu propia casa al salir de clase seguías sintiéndote así, las consecuencias no eran tan agradables.
Pero, al llegar ese día a la universidad y que nadie la mirase, que la ignorasen, era mucho mejor que el infierno que pasaba en su propia casa. Si, para ella era mucho mejor estar sola en un lugar con miles de universitarios, que en una casa donde vivían 3 personas y la mayor parte del tiempo lo pasabas muerta de miedo.
La joven entró al baño, pero nada más entrar para meterse en uno de los cubículos, escuchó el llanto de una mujer. Aquello la alarmó, trasladándola hacia aquella época del pasado años atrás cuando sufría también en clases cuando estuvo en el instituto por compañeros suyos. Ya eso no ocurría, pero la espina de ello seguía ahí.
Odiando escuchar a alguien llorar, se acercó al cubículo que estaba cerrado donde salía aquel llanto y tocó 3 veces para luego preguntar;
—¿Necesitas ayuda? No soy la mejor pero, podría ayudarte —susurró sin saber muy bien como empezar aquella conversación.
Entonces, dicha puerta se abrió. De allí salió una joven de cabello oscuro con unos ojos azules que estaban totalmente rojos de tanto llorar y ella, tratando de no mirarla, negó con la cabeza.
—Perdón si he hecho mucho ruido.
Se fue a marchar cuando Abby se acercó y dijo;
—Soy una desconocida, pero puedo ayudarte —susurró. —¿Que ha pasado?
Ella suspiró para luego decirle;
—Unas idiotas que conozco de años y me hacen solo la vida imposible.
Entonces fue ahí cuando vio alguna que otra asimetría en el cabello de esta, la cual parecía que se lo habían hecho recientemente. Abby, al ver la gravedad de la situación y pensar que eso nunca pasaría en la universidad, ver la asquerosidad que le habían echo otras personas como si fuese una novatada. Pero aquello a nuestra joven protagonista le pareció repugnante de tan solo imaginarse aquello.
—La directora de la universidad puede expulsarlas si se lo cuentas —susurró Abby.
Pero la joven negó rápidamente.
—No. No lo entiendes, una de ellas es la sobrina de la directora. Nada se podrá hacer —murmuró ella, empezando a esconder su cabello para poder ponerse una gorra.
La universitaria negó sin saber como poder ayudarla.
—Seguramente luego lo suban a sus redes para burlarse más de mí...
Abby elevó las cejas y dijo;
—¿Encima lo suben? —La joven la miró extrañada y Abby continuó. —Ya tienes una prueba de las asquerosidades que hacen.
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Abby se había quedado apoyada en la pared, en aquel pasillo ahora vacío de estudiantes mientras esperaba a dicha joven que terminase de hablar con la directora junto con las pruebas de lo que le habían hecho en el baño.
Sabía que iba a llegar tarde a su casa, que las consecuencias sería una buena discusión con su madre porque no le gustaba que tardase en llegar a casa. Era una zona tóxica su casa y de tan solo pensarlo le temblaban las manos. Pero también sabía que cuanto más tardase en llegar, más tranquilidad tendría y más paciencia.
Mientras continuaba de aquella manera, 2 universitarios que pasaron frente a ella la observaron de arriba abajo con deseo. Le sonrieron tratando de ligar con ella, pero Abby los ignoró, más porque sabía que era mejor así, no tener intereses amorosos por algo que escondía. Nadie se acercaría a ella de saberlo y quería dejar atrás la época del instituto cuando todos sabían su secreto.
Ahora nadie conocía sus secretos y era mil veces mejor así. No iba a cometer los mismos errores del pasado.
La puerta del despacho de la directora se abrió y salió una joven de cabello oscuro con la gorra puesta. Su rostro estaba descompuesto y sus ojos estaban hinchados de tanto llorar. Abby, al verla, se retiró de la pared y se acercó a ella, preocupada por esa joven que ni siquiera sabía su nombre.
—¿Te escuchó? ¿Vio los vídeos? —cuestionó Abby.
Y la joven, que aún no le había dicho su nombre, asintió para luego mostrar una diminuta sonrisa, a pesar de todo lo que había pasado en ese momento. Que la directora la escuchase y pusiera "remedio" le había dado esperanzas.
—Si. Está llamando ya a las 3 universitarias y con su sobrina también va a hablar... Espero que no vuelva a ocurrir —susurró.
Abby se acercó y dijo;
—Ya verás que podrás estar tranquila en la universidad a partir de ahora.
No quería hacerle preguntas de porque estaban esas jovenes tras ella, de porque se metían con ella y le hacían novatadas. Ella misma había dicho que las conocía desde siempre. No quería porque no era momento, ella era una desconocida para esa muchacha y lo último que quería era ponerla peor después del mal día que había tenido.
Por ello dijo;
—Bueno, mucho ánimo, ¿vale? Sé que duele lo que te han hecho, pero el cabello volverá a crecer.
Ella asintió no muy convencida, pero cuando la miró, sonrió;
—Muchas gracias por tu ayuda y por esperarme aquí aún sin conocerme.
Abby sonrió para luego empezar a girarse para marcharse. Pero la voz de ella la frenó.
—¡Espera!
Abby se quedó quieta, el frío empezaba a notarse por lo vacío que estaba el pasillo de estudiantes y cuando la volvió a mirar, vio un pequeño brillo en los ojos de dicha joven.
—Me llamo Johanna, ¿y tu? —cuestionó la joven de cabello oscuro.
Y Abby, no acostumbrada a hacer amigas, ni mucho menos a hablar con gente que apenas conocía, decidió romper una de sus reglas aunque temiese las represalias de abrirse a alguien. Podía ir con pies de plomo y tener cuidado de no mantener ninguna amistad. Era lo mejor para ella para poder protegerse.
Pero por alguna razón, le respondió;
—Abby.
Entonces, sin que se lo esperase, Johanna la abrazó con fuerza, sin importar nada más mientras que Abby, que era un poco más alta que ella, no sabía como tomarse aquello. Le devolvió el abrazo nada acostumbrada a dar muestras de cariño a absolutamente nadie.
—Muchas gracias, Abby... Sin conocerme me has ayudado y me has acompañado al despacho de la directora... Te estaré eternamente agradecida —susurró Johanna.
Tras un rato con Abby sin saber cómo reaccionar demasiado a ese abrazo ya que la palabra amistad no entraba en su diccionario, Johanna se separó de ella y se despidió para decirle que se verían mañana.
Ante la novedad, Abby asintió, pero no muy segura si era buena idea mantener una amistad con otra persona después de todo lo que había vivido en el pasado con la única amistad que tuvo y lo mal que lo pasó después.
Sin dejar de pensar en ello, caminó hacia la parada de autobús más cercana, preparándose un discurso para su madre de porqué había venido más tarde, para así evitar discusiones y un mal momento en dicho lugar.
***
Aquí tenéis un nuevo capítulo :3
¿Que les ha parecido?
¿Que les parece por ahora la nueva versión?
¿La conversación de Abby y Johanna?
Mañana queda otro capítulo más para subirles diariamente esta semana y ya, a partir del próximo lunes, subiría 3 capítulos semanales.
Nos leemos mañana :3
Patri García
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