Veintiocho
JungKook se acercó mucho más colocando su mano en la cintura de la pelinegra, terminó abrazando esa área evitando que se alejara de su cuerpo, JooHee en cambio dejó sus manos en el cuello de la chaqueta del chico sintiendo como su cuerpo dejaba el frío de lado pasando a sentir algo cálido, el beso había pasado a un tono juguetón que robó algunas sonrisitas tontas o risitas bajas en los labios del otro, era la tercera vez que se besaban y parecía ser que en cada ocasión mejoraba. Definitivamente ese sería el beso principal para ambos.
JooHee sintió la pared de ladrillos detrás de su espalda, las cosas estaban subiendo de intensidad y su respiración se estaba entrecortando. JungKook presionó su cuerpo con el de ella sintiendo las manos de la chica en su espalda. Interrumpió el beso un segundo para poder respirar...
—¿Por qué tienes que besarme así?—la escuchó decir con sus ojos cerrados.
Depositó pequeños besos a su boca pasando a su cuello como muchas veces hacía en sueños, JooHee sintió cosquillas en su estómago disfrutando aquello, pudo escuchar la voz de JungKook acariciar su oreja con lo siguiente.
—Quédate conmigo esta noche.
—No puedo—JooHee correspondió los cortos besos que sólo le seguían nublando la cabeza. Intentó hacerle retroceder sin tener mucho éxito, en su lugar, JungKook la levantó apoyándola de la pared enredando sus piernas en su cintura, su mano derecha dolió por supuesto, pero poco le importaba en ese momento. Sus ojos se encontraron con los de él perdiéndose en ellos, conocía muy bien ese brillo, era deseo, aunque un deseo muy diferente al de los hombres en el club.
—Sólo esta noche, JooHee—pidió.
—¿Y luego se acaba?—jugó con su cabello al tener sus manos en su nuca—Conozco esa historia muy bien.
—¿Quieres ser mi compañía cada noche?—bromeó.
"Lo peor es que eso deseo"
Volvió a besarlo escuchando el chasquido de dichos besos, JungKook acarició sus muslos trayéndole recuerdos de los sueños que ella también tenía, JooHee sintió algo duro entre sus piernas tragando con dificultad, un jadeo se escapó de su boca imaginándose muchas posibilidades, ¿Y si decidía hacerlo?, no, no debería. ¿Por qué?
—Esta noche no—susurró entre sus labios. Una de las manos del chico se introdujo debajo de su blusa haciéndola temblar, sus dedos estaban muy fríos, acarició parte de su piel sintiéndola cálida debajo de la ropa—JungKook.
—Al menos no es un no definitivo—depositó un último beso a sus labios dejándola con los pies en el suelo—Salgamos de aquí o no seguiré controlándome.
—Esa sonrisa sólo significa que las cosas con esa chica van enserio—JungKook salió de su ensoñación al escuchar a su madre. Se había servido un tazón de cereales como desayuno—No cometas los mismos errores de esta familia.
—Al contrario, ya hay dos bendiciones en la familia—aquello la dejó paralizada. ¿Había escuchado bien?—Conociste a una de las dos, de hecho.
—¿De qué estás hablando?—la mujer recordó en segundos a esa pequeña personita que se le quedó mirando fijamente—Ya, Jeon JungKook, ¿Estás con una mujer casada?
—No, JooHee está soltera, ya ha tenido suficientes experiencias negativas con idiotas, estoy haciendo lo que esos idiotas nunca hicieron—llevó una cucharada de cereales a su boca. Su mano derecha no estaba tan hinchada, pero dolía un poco. Su madre tomó asiento frente a él sin esperar escucharlo tan entusiasmado.
—Estás asumiendo una responsabilidad que no te corresponde.
JungKook rodó los ojos negando con la cabeza.
—¿Sabes?, JooHee también fue madre sin desearlo del todo, justo como tú y papá—señaló mirándola. Masticó despacio perdiendo lentamente el apetito—La diferencia es que ella ama a esas niñas, daría todo por ellas, algo que tú y papá nunca hicieron conmigo.
Aquello dolió para la mujer, incluso si lo negaba dolía mucho más.
—Eres un grosero.
—Lo soy porque no puedo quedarme callado.
—Serás un problema para esa chica, ya verás. ¿Crees que ser padre es sencillo?—bufó—Cuando tengas los tuyos entenderás que no es así, te quiero ver ser un padre perfecto.
—Necesito que vuelvas a casa, quiero estar solo en mi departamento.
—¿Vas a meter a esa mujer aquí?—el golpe en la mesa por parte del chico le tomó por sorpresa. No era primera vez que veía un gesto así, JungKook era muy distinto en la adolescencia.
—Esta es mi casa, ya te lo he dicho. Si quiero traerla o no es mi jodido problema.
—¿Ya vio quien eres en realidad?—se inclinó hacia adelante—¿Sabe quien es realmente su novio?—sonrió con cierta malicia bajo la seria mirada de su hijo—¿Qué pasará cuando explotes frente a ella?, ¿La golpearás también, JungKook?
—Lo que hice fue...algo...que estuvo mal, les pedí perdón a ti y papá...
—Y te perdoné, ¿Por qué crees que no llamé a la policía esa vez?—insinuó—Cuando no te controles frente a ella hasta allí durará la relación, pobre de ella en realidad, sus dos hijas sufrirán mucho con un hombre que no controla su ira.
—Jamás tocaría a ninguna de las tres, lo que ocurrió en esa oportunidad fue un error, nunca quise hacerlo...
—Pero lo hiciste. En fin, eres adulto y sabrás que hacer, ¿No?—se levantó tomando su tazón de cereales—Prefiero comer en la habitación, no quiero arruinar tu felicidad momentánea.
JungKook la miró dirigirse a la puerta del cuarto, no podía seguir comiendo, su buen humor se había esfumado, su apetito también, él no lastimaría a las niñas y tampoco a JooHee. Lo que ocurrió cuando tenía quince años sólo había sido algo completamente malo que nunca más repitió, quizás por esa razón se fue de casa en cuanto pudo, miró su mano vendada recordando la pelea. JooHee había visto ese lado de él, no, no era un monstruo, podía controlarse, ZiHao merecía un golpe en el rostro por ser un imbécil.
Él protegería a las chicas, estaba seguro...o tal vez no tanto como antes.
—Así que ahora trabajaré en la cafetería de esa calle—finalizó JooHee. Bellina se había reunido con ella en el parque, HeeRan quería jugar un rato con los otros niños, HeeJin se mantenía en su carrito mirando curiosa lo que ocurría alrededor—Debemos ayudarte a buscar empleo—volteó a verla. Ambas mujeres se encontraban en el banco, unos débiles rayos de sol querían escabullirse entre las nubes.
—¿Cómo están las cosas realmente con JungKook?
—Bien.
Bel se encontró con su mirada azul queriendo saber más.
—Sabes que no me conformaré con eso.
—Nosotros...estamos siendo un poco más...cercanos.
—No te escuchas muy segura.
—Es que no lo estoy—se cruzó de brazos al tiempo que cruzaba sus piernas. Miró a HeeRan caminar por aquel puente del castillo donde los niños jugaban—Me ha demostrado que es bueno, sé que no lo conozco cien por ciento aún, pero lo veo tratar a las niñas, lo veo tratarme con esa delicadeza y lo veo ser tan atento...
—Que estás enamorada de él.
—No, claro que no. Esa palabra es muy fuerte para algo que recién comienza.
Bel mantenía su teléfono entre sus manos jugando con él entre sus dedos.
—Entonces están iniciando una relación.
—No lo sé.
—Anda, entra—se asomó en la ventana del taxi esperando que fuera a la puerta de su edificio.
—No me siento bien dejándote sola.
—Yo no me siento bien dejándote ir solo con esa mano así—señaló—Te escribiré cuando esté en casa, ¿De acuerdo?
—Está bien.
El auto se puso en marcha con JooHee dentro. Recostó su cabeza hacia atrás un poco cansada con tantas emociones en una noche, un mensaje en su teléfono le hizo revisar.
JungKook:
No olvides lo de esta noche, por favor.
JooHee:
¿Hablas de la carrera y cómo golpeaste a muerte un tipo?
JungKook:
No me hagas ver tan mal.
Sonrió divertida respondiendo el mensaje.
JooHee:
¿Admites que estuvo mal?
JungKook:
No voy a admitir que estuvo mal golpear a ese tipo, no me hagas disculparme.
Lo imaginó con ese ceño fruncido y la mala cara.
JooHee:
Deberías agradecerme.
JungKook:
¿Por qué?
JooHee:
Por llevarte al hospital, por comprar las medicinas que te recetaron y por llevarte a casa.
JungKook:
Tengo algo más que agradecerte...
JungKook:
Gracias por el beso.
Las mejillas de JooHee ardieron, tuvo que mirar por la ventana unos segundos para calmar su repentina emoción antes de responder.
JooHee:
Así que eso es lo que no quieres que olvide.
JooHee:
Dicen que la tercera es la vencida, ¿Te digo algo?, esta vez no pude evitar emocionarme por un beso.
La respuesta tardó un poco más en llegar.
JungKook:
Esta es la tercera vez que me haces emocionarme.
JooHee:
Mentiroso -.-
JungKook:
Es la verdad.
JooHee:
La primera vez dijiste que no fue así, la segunda vez creo que no dijiste nada.
JungKook:
JooHee, me emociona besarte.
JooHee:
No lo digas, se siente extraño saberlo.
JungKook:
¿Debo considerar este beso el inicio de...?
JooHee:
El posible inicio de algo, tal vez, no lo sé.
:)
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