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Treinta

Canción del capítulo: Taylor Swift - Dancing With Our Hands Tied.

•••

—Gracias por haberla traído—JungKook recibió las llaves de la moto por Tae. Había pasado por la mañana para presentar su reposo en el taller, con su mano así tendría al menos cuatro días, sabía que sanaría rápido, por el momento prefería no hacer fuerza con ella. TaeHyung había cumplido llevándole su moto de regreso luego de que le pidiera el favor. El rubio tenía una curita pequeña en el puente de su nariz, parte de su labio inferior estaba roto por la paliza de anoche—¿Qué te dijeron en el taller cuando te vieron así?

—Hicieron preguntas como era de esperar. Al menos tú luces mejor que yo o Hoseok.

—¿Hoseok también fue golpeado?

—Ambos fuimos golpeados intentando sacar tu trasero de allí—acusó—¿Qué estabas pensando cuando lo golpeaste?, te dije que empeoraría las cosas, JungKook.

—¿Debía dejar que le hablara así a JooHee?—su enojo salió a flote un poco—Admítelo, se lo merecía.

—¿Qué te dijo tu madre cuando te vio así?—señaló su mano.

—Estaba dormida cuando llegué.

—¿Y JooHee?, ¿Está bien?

—Sí—tomó el teléfono de su suéter—Le escribí en la mañana, pero no ha respondido.

—¿Estará molesta por lo que hiciste?

—No lo creo—no después del final de la noche. El beso en ese callejón había sido perfecto, su teléfono sonó con una llamada entrante—Hablando de la persona—le mostró el nombre en pantalla. JooHee estaba llamando, respondió acercándolo a su oreja—Pensaba en escribirte o llamarte...

No esperaba escuchar esa voz infantil del otro lado.

—¿Ahjussi?

—¿HeeRan?—TaeHyung levantó sus cejas queriendo escuchar, JungKook tuvo que indicarle que se mantuviera quieto—¿Por qué estás llamando, cariño?

—Omma no sabe que lo estoy haciendo. Lo siento, no sabía si seguir intentando con Nayeon unnie, vi su nombre y...no sabía que hacer...

—Tranquila, está bien—aunque seguía sorprendido de escucharla—¿Dónde está tu madre?, ¿Tu hermana está bien?, ¿Están bien?

—HeeJin y yo estamos bien, pero omma está muy triste desde que volvimos del parque—JungKook frunció el ceño sin entender—La vi llorando. Dijo que tomaría un baño, fui a preguntarle algo y la puerta está cerrada, la escuché llorando.

"Por eso no me ha respondido el mensaje"

—¿Pasó algo en el parque, HeeRan?, ¿Tu madre habló con alguien?

—¿Qué sucede?—Tae movió sus labios en silencio viendo al chico indicarle que esperara.

—No. Cuando me acerqué una señora le dio un pañuelo, no me gustó verla así—lo siguiente fue menos esperado todavía—Ahjussi...¿Podría ayudarme?

—Iré ahora mismo. Si pasa algo más no dudes en llamarme, ¿De acuerdo?

JooHee secó su cabello con la toalla mirando su rostro un poco hinchado por las lágrimas de hace minutos, había aprovechado su soledad en el baño para llorar aquello que retenía, sus ojos se notaban un poco rojos, sabía que HeeRan preguntaría al verla así. Incluso cuando dejó el agua de la ducha caer sobre su cuerpo seguían los rastros del llanto en ella, desenredó su cabello con el cepillo dejándolo caer húmedo por su espalda, justo cuando se dirigía a la sala para ver a las niñas el timbre de la puerta interrumpió. HeeJin como si supiera quien era fue gateando rápidamente, HeeRan se asomó en el sofá dejando que su madre abriera.

—¿JungKook?

—JooHee—algo jaló de su pantalón. HeeJin le sonrió estirando sus bracitos a él—Y HeeJin—al decir su nombre la vio sonreír más hasta que sus ojos se formaran como dos medias lunas. La cargó entrando al departamento distinguiendo a HeeRan, con un guiño pareció preguntarle si estaba bien a lo que ella asintió con suavidad.

—¿Qué haces aquí?, pensé que estarías en casa descansando...

—Te envié un mensaje, me preocupé cuando no respondiste.

—Lo siento, tuve la cabeza en otra cosa—y su rostro tenía evidencia de ello—Ni siquiera sé donde dejé mi teléfono...

—Aquí está, omma—HeeRan se lo entregó acercándose a ella—Ahjussi, ¿Qué le pasó a su mano?—quiso saber al ver la venda allí.

—Me lastimé en el trabajo—mintió.

—¿Presentaste tu reposo?—JooHee colocó sus manos sobre los hombros de la niña.

—Sí, ¿Ya comieron?

—No, iba a preparar el almuerzo...

—Yo te ayudo.

—¿Quieres lastimarte la otra mano?

—Oye, puedo moverla, sólo debo evitar hacer presión con ella.

—¿Puedo ayudarte, omma?—bajó la vista a HeeRan.

—Alguien debe ocuparse de HeeJin.

—No creo que tengamos problema con ello—la bebé fue colocada sobre los hombros de JungKook quien sintió como las pequeñas manos de HeeJin se aferraron a su cabello dejándoles escuchar su risa—¿Por dónde empezamos?

Era primera vez que tanto los adultos como las niñas experimentaban lo que era cocinar en familia. Se sentía extraño tener una compañía masculina allí ayudando en la cocina, HeeRan ayudaba a JungKook en las cosas que no podía abrir o sujetar correctamente por su venda, para almorzar habían preparado algo de bulgogi y kimbap, éste último el favorito de HeeJin porque podía masticarlo sin problema. JooHee acomodó los platos en la mesa junto a los palillos, la bebé fue colocada en su silla especial una vez todos se sentaron.

HeeRan tomó un rollito de kimbap llevándolo a su boca con los palillos, había ayudado a JungKook a prepararlos añadiendo los ingredientes bajo las indicaciones de él.

—¿Está bueno?—preguntó a la niña quien asintió con entusiasmo.

—Omma, tienes que probarlo.

—¿Van a despreciar el bulgogi que preparé?—fingió estar ofendida. Ambos tomaron una de las tiras de carne marinadas con azúcar, fue gracioso cuando los dos se miraron maravillados por el sabor—HeeJin, esto es tuyo—uno de los rollos de kimbap fue cortado por la mitad para que fuera un pedazo más pequeño. HeeJin masticó aplaudiendo con sus manitos disfrutando también la comida.

—Ya, JooHee, esto está buenísimo—señaló. Con la cuchara recogió algo de arroz uniéndolo con aquellas tiras de carne. HeeRan hizo lo mismo llenando sus mejillas.

—Omma es la mejor cocinando.

—Claro que no, mi conocimiento es muy básico—ella también tomó un bocado de lo que había hecho.

—¿Cuál es tu plato favorito?—JungKook la miró mientras masticaba.

—Jajangmyeon—no tuvo que pensarlo dos veces—Desde niña lo he amado.

—¿Y tú, HeeRan?

—Mandu. Me gusta que al moderlos se deshacen—era la primera vez que bajaba la guardia con él—¿Y usted, ahjussi?

—Samgyeopsal, amo la panceta de cerdo.

—Con Soju—opinó JooHee a lo que él apoyó con un movimiento ligero de cabeza—Para la próxima te haré una.

—Yo quiero también.

—Comeremos la más grande. ¿Te parece?

—Trato.

JooHee sonrió un poco sintiéndose enternecida de verlos así.

Una fuerte nevada comenzó a caer en la ciudad, dentro del apartamento los cuatro estaban calentitos metidos en sábanas y mantas tanto en el sofá como en el sillón. JooHee había propuesto colocar una película animada ya que las niñas estaban presentes, la chica se encontraba en el sofá con HeeRan recostada de su pecho ya que su hermana se había quedado dormida en poco tiempo en el pecho de JungKook quien estaba en el sillón. La mayor terminó por caer dormida a la mitad de la película.

JooHee no había colocado atención ni siquiera al inicio, las palabras de su madre se repetían en su cabeza atormentándola. Una vez las niñas fueron colocadas en su habitación ambos adultos regresaron al sofá compartiendo aquella manta, JungKook supo que era el momento.

—¿Te sientes bien?, te vi distraída en la cocina y en la película.

Por un momento pensó en no contarle, al mismo tiempo borró esa idea. JungKook la escucharía.

—Hablé con mi madre hoy—jugó con sus manos mirando la televisión encendida en un programa de variedades—Después de cinco años me dejó un mensaje en mi cuenta de Instagram queriendo que la llamara—JungKook tomó una de sus manos acariciándola.

—Supongo que no salió bien.

JooHee tragó con dificultad luchando con las tontas lágrimas. Decir que se sentía mal era poco.

—Mis padres saben a lo que me dedico, me vieron en una oportunidad—su voz fue haciéndose más temblorosa—Saben que tuve a HeeJin, un segundo error para ellos—forzó una sonrisa que no duró un segundo. JooHee terminó rompiendo en llanto dejando que JungKook la atrajera a su cuerpo abrazándola—Ellos me odian, odian a las niñas, dicen que cometerán los mismos errores que yo y...siento que nadie reconoce el esfuerzo que hago para mantenerlas bien—acarició su espalda dejando que llorara lo que quisiera—Por un momento creí que las cosas se arreglarían, extraño tanto a mi familia, JungKook, siempre me he sentido sola y ya no quiero estar así.

—No estás sola, ya no lo estás—susurró en su oído—Tal vez por eso nos conocimos, el destino sabe que ya no debes estar sola de nuevo—sintió los temblores de ella—Eres una mujer fuerte, JooHee, no cualquiera hace lo que tú has hecho, has dado todo por esas niñas incluso cuando no las esperabas en tu vida. Eso sólo lo hace una verdadera madre.

—No puedo darles suficiente...

—HeeRan y HeeJin no necesitan lo material—se separó un poco secando sus mejillas—Sí, es cierto que hay gastos que generan, gastos que cualquier niño requiere, pero también he visto en este corto tiempo el amor que le das a ambas junto a la inmensa paciencia que les tienes.

—Dijo que debería mudarme a otra ciudad, que no soportan tenerme en el mismo país.

—En ese caso, creo que ellos deberían mudarse entonces—besó su frente. JooHee cerró sus ojos inhalando profundo—Eso es, respira, si quieres llorar, llora, haz lo que mejor te haga sentir, Song JooHee.

JungKook colocó su frente con ella acariciando sus brazos. La escuchó respirar de nuevo sabiendo que estaba funcionando.

—¿Por qué no llegaste a mi vida hace cinco años?—susurró.

—Porque necesitabas ser madre de esas dos hermosas niñas—sonrió un poco.

—Es raro como contigo estoy en una montaña rusa de emociones—abrió sus ojos separándose sólo un poco para mirarlo—Todavía tengo miedo de lo que hago, el mismo miedo que cuando me echaron de casa.

—Es normal tenerlo, comparto ese sentimiento de la montaña rusa—JooHee pudo notar como aquellos ojos redondos del chico paseaban por su rostro admirándola como siempre—Creí que tal vez era simple atracción.

—¿Y ahora?

Acercó su mano colocando un mechón detrás de su oreja.

—Me importas mucho para ser sólo atracción.

JooHee depositó un corto beso a sus labios que JungKook alargó acercándola a él. La manta fue hecha a un lado cuando se colocó sobre sus piernas abrazando su cuello, la seguridad de ambos se notaba en la forma tan apasionada de besarse, las manos de él acariciaron y apretaron su cintura introduciéndose debajo de su camisa, JooHee llevó su boca al cuello del pelinegro dejando besos húmedos como hacía el ocasiones anteriores, entre respiraciones agitados se detuvieron al ser consciente de donde se encontraba.

—¿Necesitas irte ahora?

—Me quedaré si eso quieres.

Su labio inferior fue mordido por ella causándole cosquillas más abajo del estómago. Se levantó de sus piernas tomando su mano para llevarlo a su habitación, gracias a Dios que el departamento tenía dos habitaciones. JungKook la siguió dejándose llevar, una vez dentro, el seguro fue colocado.

—No hagamos ruido, ¿De acuerdo?

JungKook tomó su rostro besándola de nuevo por unos minutos al darse cuenta de un detalle.

—No tengo condones.

—Tengo algunos en el cajón de la mesa de noche—lo empujó con suavidad a la cama. Solía llevarlos al club, era obligatorio sí o sí, jamás pensó necesitarlos para esa situación, aunque agradecía tenerlos allí o de lo contrario no podrían disfrutar lo que vendría.

Y pues ya, fin :) Gracias por haber leído la historia :D

:D

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