Setenta y ocho
Canción del capítulo: Lana del Rey - Radio.
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Un año después
Encontrar el momento perfecto para la boda fue un poco estresante, JooHee comenzó a estar muy ocupada por el tema de la universidad e incluso cuando tenía vacaciones debía atender a las niñas para darle cierto respiro a JungKook quien necesitaba con urgencia recuperar su horario anterior tomando incluso otro trabajo en otro taller. Quería trabajar duro para mantener a su familia, la pareja sencillamente vivía ocupada las veinticuatro horas del día, el trabajo de JooHee en la cafetería terminó por convencer a la chica de inscribir a HeeJin en una guardería, Nayeon necesitaba total concentración en su nuevo libro, necesitaba diseñar los dibujos, pintarlos, organizarlos, en fin, trabajo. Aunque aseguró que podía cuidar a las niñas, JooHee prefirió probar con una guardería y fue la mejor decisión, HeeJin no causaba problema alguno, las mujeres del lugar la encontraban adorable cuando se quedaba mirando fijo a alguien...y también un poco intimidante.
La boda había llegado, la ceremonia iniciaría justo al caer el atardecer creando una hermosa imagen para todos cuando el sol estuviera escondiéndose en el horizonte del mar. Todo estaba terminando de organizarse para ese festejo, sería una ceremonia pequeña además de sencilla, todos debían vestir de blanco para asistir, el arco donde sería el altar quedaba frente al mar, las sillas estaban organizadas frente a él, dicho arco era una carpa decorada con flores y luces, el camino por donde la novia pasaría tenía pétalos de rosa al tiempo que era iluminado con lámparas de cristal que dentro contenían una vela.
—El día llegó—JaeHyun acomodó el cuello de su camisa con el del saco que tenía—¿Nervioso?
JungKook tomó una bocanada de aire siendo honesto:
—Probablemente me desmaye al verla.
—¿Enserio no la has visto con el vestido?—TaeHyung se sorprendió—Pensé que a estas alturas ya habrías mirado por curiosidad.
—No—una vez listo se miró frente al espejo—Quiero sorprenderme al verla—acomodó su cabello el cual parecía no colaborar mucho, quería llevarlo todo peinado hacia atrás y en su lugar tuvo que arreglárselas para hacerlo ver decente al estar un poco despeinado.
El traje de JungKook era blanco, su pantalón, sus zapatos, la camisa de botones y su saco. Estaba ansioso, más que nervioso, ¿Realmente iba a casarse después de tanta odisea del año pasado?
—Appa—tanto él como Jae voltearon a ver a HeeRan. Ésta se sorprendió al verlos tan elegantes, sobretodo JungKook quien no solía vestir así—Wow—la niña tenía un vestido blanco con un lazo rosa pastel en su cabeza.
—Lo mismo digo de ti, jovencita—Jae sonrió divertido—Luces como una princesa.
—Ella siempre es una princesa—agregó JungKook ocasionando cierta pena en la pequeña—¿Dónde está tu hermana?
—HeeJin está con omma. Vine porque el abuelo Jeon llegó.
HeeRan le decía abuelo al padre de JungKook sólo para molestarlo, al chico le pareció dulce que lo llamara así mientras que a JungSuk al principio le incomodaba, ahora era más costumbre que otra cosa.
—¿Cuántas veces debo decir que no me llames así?—apareció el hombre con vestimenta formal. Miró a los chicos deteniéndose en su hijo—¿Pueden dejarme a solas con JungKook?
TaeHyung extendió su mano a HeeRan, la niña la tomó saliendo de la habitación junto a JaeHyun también. El pelinegro de tatuajes y piercings se mantuvo de pie mirando fijamente a su padre, JungSuk y él no eran la mejor relación de padre e hijo que existiera...pero ahí estaban.
—Una vez tu madre dijo que soñaba verte en tu boda con una buena mujer.
—¿Lo dijo o lo soñaste?—bromeó un poco—Mamá no estaba de acuerdo con cualquier cosa que hiciera, si estuviera aquí no estaría feliz por mí, me recordaría que JooHee no es "pura".
JungSuk se detuvo frente a su hijo colocando sus manos en sus hombros.
—Estás haciendo todo lo que no pude hacer cuando tenía tu edad—decir algo bonito era difícil—No te preguntaré si estás seguro de esto, es obvio que lo estás.
—Gracias.
—Vi a la novia hace segundos. Apenas la reconocí—JungKook sonrió ansioso por verlo por sí mismo—¿Tienes los anillos?
—Sí.
—¿Sabes lo que dirás en el altar?
—Hemos ensayado anteriormente—asintió.
El señor Jeon dio unas palmaditas en sus hombros, para JungKook era extraño. De la noche a la mañana no serían los mejores, algunas cosas no podían borrarse.
—Espero que tengas una buena vida con esa muchacha y sus hijas.
La ceremonia había iniciado, JungKook esperaba en el altar con una mezcla de emociones en su estómago. Tenía náuseas, al mismo tiempo tenía ganas de gritar, era el día de su boda, tenía todo el derecho del mundo de sentirse así, seguía encontrando gracioso como JooHee lo hizo sentar cabeza de esa manera, nunca se imaginó casándose o formando una familia prefiriendo andar por su cuenta hasta que cierta pelinegra de ojos azules apareció atrapándolo no sólo con su belleza, también con su corazón, estaba completamente enamorado de esa mujer, sabía que el inicio no fue lo mejor, pero gracias a todo eso estaban en donde se encontraban actualmente. JungKook miró el brazalete en su muñeca, tocó la perla sabiendo que JooHee sentiría la vibración en su muñeca.
Los invitados ya estaban en las sillas, el padre que llevaría a cabo el casamiento también esperaba en el altar junto al novio. La melodía de las teclas de un piano se hicieron escuchar, la novia haría su entrada. Una sonrisa se dibujó en sus labios por la tierna imagen de HeeRan acompañando a su madre mientras tomaba una de sus manos pues HeeJin iba tomando la otra. La tradición era que el padre de la novia la acompañara en ese camino, pero en este caso eran sus hijas quienes lo harían. HeeJin lucía muy adorable también con su vestido similar al de su hermana y una trenza en su cabello.
La imagen de JooHee lo impactó, el vestido que tenía era suelto en la falda permitiéndole facilidad y comodidad al moverse. Los tirantes de la parte superior abrazaban su cuello, su cabello oscuro había sido recogido en una coleta alta dejando algunos mechones sueltos adquiriendo ese toque angelical, sus labios ligeramente rojos formaron una pequeña sonrisa cuando sus ojos se encontraron con él. JungKook lucía totalmente guapo además de elegante, esperándola allí en el altar hizo saltar su corazón de emoción. Jamás en su vida había estado tan segura de algo. El velo que caía por el cabello de la novia la hacía ver más...perfecta.
JungKook le extendió su mano cuando la tuvo cerca, HeeRan tomó la mano del chico y la unió con la de su madre. HeeJin, quien ahora tenía dos años, se unió a ese gesto sonriéndole a sus padres y su hermana.
—¿Siempre la cuidará?—susurró.
—Siempre las cuidaré—asintió.
HeeRan los soltó encargándose de llevar a su hermano donde Nayeon y TaeHyung estaban sentados. JooHee apretó la mano de su prometido sonriéndole tan emocionada como él mientras el padre iniciaba con palabras. Mientras hablaba, los novios no dejaron de verse asintiendo a las palabras del hombre.
Definitivamente era un día que cambiaría la vida de todos, en especial la de la pareja.
—¿Cómo imaginas tu boda?
—No he pensado en ella, la verdad—se mostró un poco pensativo—Tomaré tu idea prestada—JooHee sonrió negando con la cabeza—Añadiré que me gustaría caminar con mi esposa por la arena mientras el resto disfruta la fiesta.
—¿De qué hablarían?
—Mmm...—mordisqueó su piercing jugando con él con su lengua—Hablaríamos de nuestra nueva vida como esposos, comentaríamos sobre todo lo que pasamos para llegar hasta ahí.
JooHee se detuvo en el acto al recordarlo, la arena era pisada por sus pies descalzos mientras llevaba sus zapatos en la mano al igual que JungKook, éste se había quitado su saco quedando con la camisa de botones, sus mangas estaban dobladas hasta sus codos dejando expuesto parte de su tatuaje, para JooHee era una bendición esa imagen, su novio era hermoso, no, su esposo era hermoso. El pelinegro se detuvo al no sentirla a su lado, giró sobre sus talones mirándola, la noche ya había caído, los demás estaban en la pequeña fiesta luego de haber presenciado la ceremonia, se podía ver a lo lejos la carpa con las velas, la música acompañaba ese grato momento.
—¿Estás bien?—preguntó con el sonido de las olas de fondo.
—Lo tenías planeado, ¿Cierto?—JooHee ya no tenía su velo aunque conservaba su vestido.
—¿Qué?—frunció el ceño acercándose a ella.
—Una vez me dijiste que tu idea de tu boda era caminar por la playa con tu esposa y conversar sobre todo lo que superaron para llegar hasta aquí—al recordarlo sonrió con cierta travesura—¿Pensaste en proponerme matrimonio desde ese momento, JungKook?
—¿Debo responder?—bromeó. JooHee dejó caer sus zapatos golpeando en broma a su esposo, éste soltó los suyos levantándola en brazos como una bebé. La imagen era tierna.
—¿Siempre tienes planeado tu futuro?, ¿Cómo es que consigues todo lo que te propones?
—Le recuerdo, señorita Jeon...—ella sonrió rodando los ojos ante esas palabras—que comencé a hacerlo desde que la conocí—indicó—La culpable es usted.
—Lo siento, pero yo no fui quien insistió desde el principio arriesgándose a todo en sólo días—se defendió cruzándose de brazos. A JungKook le pareció gracioso molestarla—Ahora que lo recuerdo...nos tomó poco tiempo sentir algo por el otro.
JungKook la dejó en el suelo y ella sacudió su vestido.
—¿Hay un tiempo límite para enamorarse?
—No, pero...creo que nos arriesgamos mucho, ¿No te parece?—lo miró apartando algunos mechones de su cabello—Confiaste mucho en una prostituta, pude aprovecharme de ti, usarte para conseguir dinero, al mismo tiempo me dejé llevar por el trato dulce que un cliente me daba—hizo una pausa recordando muy bien las primeras conversaciones—¿Y si hubiéramos sido un peligro para el otro?
—Lo fuimos—tomó su rostro entre sus manos. Miró los ojos azules de su esposa acariciando sus mejillas, JooHee detuvo sus caricias viendo sus manos con las de él llevar con orgullo el anillo de matrimonio—Estuvimos en peligro mutuamente cuando Sehun se negó a dejarte ir.
—Lamento lo que ocurrió con tu madre.
—No fue tu culpa, el culpable ya está tras las rejas—levantó su mirada depositando un corto beso en sus labios. Ella sonrió divertida por la mancha del labial en la boca de su esposo, con sus dedos intentó limpiarlo, en su lugar, JungKook volvió a besarla sin darle tiempo a negarse, JooHee abrazó su cuello con sus brazos dejando que la levantara del suelo entre risitas dulces por parte de ambos.
—¿Qué planes tenemos para el futuro de nuestra familia, señor Jeon?—preguntó dejando cortos besos que le sacaron una linda sonrisa.
—En este momento sé que debemos cumplir el plan que tenemos desde el año pasado—JooHee se detuvo sin entender—He soportado un año para la noche de bodas.
—Ah—se echó a reír siendo colocada en el suelo. Si había sido un año doloroso donde ninguno de los dos tuvo intimidad, todo porque JooHee quería conservar esas ganas para la luna de miel—Te he guardado una sorpresa, espero que te guste, sé que te gustará.
Los ojos de JungKook brillaron mucho más.
—Deberíamos escaparnos de la fiesta...
—No, nada de eso. Podemos soportar unas horas más—se encogió de hombros. El chico rodó los ojos siendo jalado por ella para regresar a los invitados.
—¿Por qué debemos lastimarnos así?—dramatizó. Recogieron sus zapatos caminando de la mano—Siempre pensamos en los demás, nunca pensamos en nosotros...
—Bueno, creo que debemos pensar en las dos niñas que tenemos, ¿No crees?, la intimidad en los padres suele disminuir un poco cuando hay niños en la familia...
—¿Significa que este dolor no cesará?—llevó su mano al pecho. JooHee se echó a reír por ese dramatismo de su esposo.
Todos los reclusos se encontraban en el comedor a esa hora de la noche, era la hora de cenar. El chico tomó su bandeja odiando por completo la comida de la cárcel, era insípida, no tenía sabor y siempre era lo mismo, quería gastar miles de wones en platos exquisitos en diferentes restaurantes, wones que por desgracia ya no tenía, todo porque la maldita de Sana terminó obteniendo lo que quería y todo porque la había subestimado demasiado. La persona más estúpida de todas terminó revelando sus negocios sucios frente a la corte, Sana fue su mayor enemiga junto JooHee. No dejaba de decirse eso, alguien colocó su pie ocasionando que Sehun cayera de bruces al suelo esparciendo la comida por el suelo, la escena llamó la atención de todos.
Apretó su mandíbula apartando los rastros de arroz de sus manos, su primo Suho se encontraba comiendo como si nada con esa sonrisa estúpida, el poder cambiaba de persona, con solo un año Suho tenía muchos "amigos" en prisión, mientras que Sehun pasaba la mayor parte del tiempo solo. Esa noche estaba harto de toda esa mierda, estaba allí encerrado por culpa de ese pendejo.
—¿Qué haces?, levántate, muévete—ordenó divertido causando risas en su mesa.
Sehun bufó incorporándose, tomó la bandeja ahora vacía mirando su cena en el suelo.
—Ahora entiendo porque eres tan feliz aquí en esta porquería—fingió una sonrisa—Eres igual de basura que todos aquí.
—¿Y crees que no eres parte de esa basura, primo?—levantó una de sus cejas—Eres igual que todos aquí, Sehun, aunque creo que esta vez no fuiste tan inteligente.
—Por tu culpa estoy encerrado aquí—acusó—Si hubieras hecho lo que te dije entonces esas putas no estarían disfrutando mi dinero ahora mismo...
—El guardia viene, ve a sentarte—ordenó sin interés. Aquello le causó más rabia todavía, con la bandeja golpeó la cabeza de Suho y éste sin dudarlo dos veces tomó uno de sus palillos derribándolo al suelo. De inmediato los guardias intervinieron apartándolos, aunque esta vez era muy tarde.
—¡Necesito ayuda aquí!—alertó uno de los guardias junto a Sehun quien seguía en el suelo, Suho le había atravesado la garganta con el palillo, el tipo comenzaba a ahogarse con su propia sangre sin poder respirar. Por otro lado, Suho borró su sonrisa cuando notó un cuchillo manchado de sangre en el suelo, una punzada en su abdomen le hizo bajar la mirada a la mancha roja de su uniforme.
Sehun también lo había herido y sangraba demasiado.
Esa escena entre Sehun y Suho me dejó cierta satisfacción. Aquí abajo les dejaré fotos de la boda junto a los trajes de la pareja :3
Se nos casaron ^^
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