Setenta y nueve
Canción del capítulo: Doja Cat - Agora Hills.
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JooHee sonreía ante la imagen de JungKook bailando con las niñas dándoles vueltas que la hacían reír, ambas disfrutaban del momento y su madre adoraba verlas así. Poco a poco su sonrisa fue disminuyendo trayendo amargos recuerdos del pasado, sus ojos dejaron de brillar de alegría al contener las lágrimas, inhaló, exhaló y tragó con dificultad el nudo en su garganta, en el futuro cuando esas niñas fueran mayores...¿Tendría que contarles a lo que se dedicó un tiempo?, las mentiras siempre salen a la luz, el mundo no es un lugar del todo bueno, el destino podría colocarla en una situación donde se vería obligada a contarles, imaginar a HeeRan y HeeJin sintiendo asco de ella le dejó un mal sabor de boca, volvió a respirar profundo apartando las lágrimas silenciosas que habían aparecido, era el día de su boca, sólo debía disfrutar el presente.
—Felicitaciones, señorita Song—JooHee se levantó de la silla dejando que su profesora la abrazara. La profesora Gil había cumplido su palabra de ayudarla a regresar, la mayoría de los profesores en la facultad de Idiomas (por no decir todos), se emocionaron de ver a JooHee de nuevo en las aulas, la recibieron con los brazos abiertos al ser una alumna muy buena y centrada.
—Gracias, profesora—sonrió. Había invitado a la mujer junto a su esposo quien también era profesor en otra facultad de la universidad.
—Te deseo todo lo mejor en esta nueva etapa—tomó sus manos siendo tan cálida como siempre—El matrimonio no es complicado, ni sencillo, es una balanza que debes mantener equilibrada, ¿Entiendes?
—Entiendo—asintió—Gracias por haber venido.
—Gracias por haberme invitado—miró a las niñas entre risas con JungKook siendo juguetón con ellas—Tienes un buen hombre a tu lado.
—Lo sé.
Apenas la mujer se alejó, la novia identificó al señor Jeon acercarse. JooHee había escuchado de JungKook que el señor JungSuk solía golpearlo en ocasiones cuando era "muy" rebelde, JungKook nunca entendió la forma de querer de su madre, ella solía intervenir en algunas de esas palizas defendiendo a su hijo, pero siempre le sacaba en cara que era una carga, algo que sencillamente no debió nacer, parecía que era más una relación de amor-odio que tenía hacia su hijo. Aunque habían compartido algunas comidas con el señor Jeon, seguía siendo un poco incómodo para JooHee, el hombre no la criticaba como HyeJun, sólo la miraba en ocasiones, parecía que la analizaba de más.
—Ahjussi—hizo una pequeña reverencia—¿Está disfrutando la fiesta?, ¿Se siente cómodo?
Después de todo era su suegro, debía mantener una buena relación si él se lo permitía.
—¿Yo?, la pregunta aquí debería ser para usted, ¿Se siente cómoda?
No había ironía ni sarcasmo en su voz.
—Estoy bien.
Ambos miraron a JungKook abrazar a ambas niñas apretándolas con fuerza sacándoles más risas a ambas mientras se quejaban por no respirar.
—JungKook me ha sorprendido por completo—JooHee miró al hombre a su lado. JungSuk mantenía una buena forma al haber sido muy activo con el deporte en su juventud, para ella tenía pequeños rasgos de su hijo—Si hace años me hubieran dicho que este chico se casaría, sentaría cabeza en una relación y sería el padre de dos niñas no lo hubiera creído.
—Su hijo nunca fue una mala persona, ahjussi—JungSuk sonrió de lado con esa típica forma de su hijo.
—No lo es, lo sé—afirmó—Con todo lo ocurrido, es increíble que este muchacho sea de la manera que es—volteó a verla—Felicitaciones, señorita Song.
—Gracias.
Con un pequeño ademán de cabeza lo vio alejarse. Nayeon no dudó en correr a ella abrazándola con fuerza, JooHee la apretó también riendo con su compañía, Sana se unió al abrazo haciendo el trío más escandaloso.
—Nuestra JooHee ya es una mujer casada—Nayeon la mantuvo abrazada, la novia dejó su brazo sobre sus hombros—Estoy realmente feliz por ti, te mereces todo esto al igual que las niñas.
—Gracias por siempre ayudarme, Nayeon.
—Y seguiré haciéndolo no lo olvides.
—No me hagan llorar, mi maquillaje se caerá—bromeó Sana—Felicitaciones, señorita Song, ¿O debo decir señorita Jeon?
Las tres rieron ante eso.
—Las cosas serán buenas ahora, ¿Verdad?
—Claro que sí, no dudes de ellos y si en algún momento necesitas ayuda no dudes en decirnos—Sana la abrazó. Ambas madres habían hecho una hermosa amistad.
—Cierto. Apoyo lo que dijo Sana—Nayeon recordó un dato—No olvides usar el regalo para JungKook.
—Ah—JooHee se sonrojó—Lo haré, no te preocupes.
—Señoritas—JaeHyun intervino. El chico había sido invitado junto a sus padres, JooHee había enfrentado a la pareja cuando se encontraron por casualidad en el mercado, los señores Jeong se disculparon con la chica mostrándose arrepentidos, conocieron a HeeRan siendo muy atentos a cualquier cosa que ella necesitara, eran buenos abuelos. Para la niña fue emocionante experimentar lo que era tener abuelos así—¿Puedo hablar con la novia?
Tanto Sana como Nayeon asintieron dejándolos solos.
—¿Acaso todos se pusieron de acuerdo para felicitarme?—sonrió divertida—Ni siquiera en mi cumpleaños me felicitan tanto.
—Todos están contentos por ti—sonrió un poco—Estoy feliz por ti, JooHee. Sé que JungKook es el hombre que mereces, las niñas lo adoran, ha demostrado ser un buen padre.
La pelinegra dio dos pasos a él abrazándolo, JaeHyun la rodeó con sus brazos dejando silencio en ambos, el abrazo era de dos amigos que en el pasado estuvieron juntos, tuvieron malas decisiones, pero el destino volvía a juntarlos. Ambos estarían unidos por HeeRan toda la vida, era un vínculo de padres que compartirían siempre, lo mejor que podían hacer era mantener una buena relación por la niña.
—Gracias—susurró ella—Estaré agradecida contigo de por vida.
—No tienes que hacerlo.
—Cuando eres madre lo más importante en tu vida son tus hijos o así debería ser al menos—comentó separándose un poco—Sin ti creo que no hubiera podido ganar el caso, te esforzaste mucho, no todo abogado hace eso. Así que gracias.
—Siempre que necesites ayude cuenta conmigo—se ofreció.
—Me parece que Sana también encontró un buen hombre—indicó—No cometas segundos errores, la idea es aprender de ellos para no tropezar con la misma piedra.
—Lo sé—asintió—Felicitaciones.
En cuanto Jae se alejó, las niñas fueron corriendo donde su madre, JooHee se arrodilló abrazándolas fuertemente dejando besos en sus mejillas como siempre. JungKook se acercó a la mesa de los novios bebiendo un poco de champaña de la copa.
—Aigoo, mis princesas hermosas—las miró con dulzura. HeeJin estaba creciendo tan rápido como HeeRan, el tiempo pasaba volando.
—Omma, te quiedo—HeeJin la abrazó de nuevo.
—Y yo a ti, cielo—besó su cabeza—HeeRan, ¿Eres feliz?
La niña sonrió al ser consciente que siempre le preguntaba eso.
—Soy feliz si tú eres feliz.
—Tomemos una foto—JungKook tomó el teléfono de su bolsillo activando la cámara. Llamó a TaeHyung para que capturara la imagen, ambos cargaron a las niñas, él a HeeJin y JooHee a HeeRan, sonrieron a la cámara más felices que nunca siendo una hermosa, significante y dulce foto.
La pareja de recién casados pasaría dos semanas en un Resort de cinco estrellas, todo era tan lujoso que a JooHee la sorprendió, ¿Tenían para pagar todo eso?. Según JungKook, Jung Hoseok les había dado ese regalo por la boda al no poder asistir, todo estaba pago, sólo debían disfrutar sus dos semanas en ese resort fuera de la ciudad, la puerta de la habitación fue abierta dejándolos entrar, era la suite para parejas. La cama tenía un arreglo hermoso con pétalos de rosa, el ventanal dejaba una vista de la extensa playa en la que se encontraban, el mar estaba en calma esa noche.
—Olvidé algo importante—escuchó a JungKook. De repente fue levantada del suelo y llevada a la cama—La entrada típica.
JooHee sonrió divertida negando con la cabeza.
—Creo que la entrada debía hacerse antes de entrar a la habitación.
El chico chasqueó la lengua apoyando parte de su peso en la cama.
—Fallé.
—¿Enserio nos quedaremos aquí por dos semanas?
—¿No te gusta?
—No es eso—se apresuró a decir—Es...que todo es tan...elegante y bonito—extendió sus brazos tocando los pétalos de la cama con sus manos—Recuérdame agradecerle a Hoseok cuando lo vea.
—Lo haré—las miradas se encontraron y la distancia fue haciéndose poca. JooHee colocó un dedo en sus labios deteniéndolo.
—¿Listo para mi sorpresa, señor Jeon?—aquella voz suave le hizo tragar en seco. ¿Por qué sus ojos de repente tenían otro brillo?—¿Qué?, ¿Ya no quieres?
—Lo deseo con locura—contestó dejando un corto beso a sus labios.
Dos copas de champaña estaban servida en la mesa de noche junto a la cama matrimonial. JungKook había dejado el equipaje en un rincón del cuarto mientras JooHee se cambiaba en el baño, le parecía que estaba tardando más de lo normal. Con una mano en el bolsillo y la otra sosteniendo su copa dio un sorbo mirando por el ventanal que había abierto, se recostó de allí con tres botones desabrochados de su camisa y las mangas subidas hasta los codos, mordisqueó su piercing en un acto distraído hasta que sintió que ya no estaba solo, miró hacia la habitación ahogándose con la champaña que bebía ante la imagen que tenía enfrente de su esposa con un atrevido babydoll negro.
JooHee sonrió con fingida inocencia modelándolo para él, tenía un cierre frontal dicho babydoll, un camisón con tiras de malla transparente y aros de encaje, su esposa tenía unas bragas negras de tela muy delgada haciéndole imaginar muchas cosas. JungKook no dejó de pasear la vista por su cuerpo que había pasado tanto como ella, en la actualidad no quedaban cicatrices o marcas en él, la observó dirigirse a la mesa de noche bebiendo una copa de champaña con un largo trago, su cabello negro caía suelto por su espalda en suaves ondas manteniendo al chico bajo un hechizo, no podía dejar de verla. No esperaba eso para nada.
—¿Te gusta?—se acercó con lentitud.
—Es...es...—parpadeó varias veces buscando la palabra correcta—Muy atrevido.
JooHee sonrió divertida jalando de su brazo. Le quitó la copa de su mano dejándola junto a la suya, lo hizo sentarse en la cama quedando ella entre sus piernas.
—Esa es la idea—le recordó. JungKook admiró aquel babydoll más cerca, sus manos no sabían que tocar, en la parte del brasier habían dos botones que llamaron su atención. Cuando pretendía liberar sus pechos JooHee lo detuvo negando con la cabeza—No, cariño.
—¿No puedo tocar?
—Puedes tocar—asintió pasando sus dedos por su cabello azabache, sus manos fueron a sus mejillas acariciando luego sus labios con las yemas de sus dedos, tenía a JungKook en la palma de su mano totalmente hipnotizado—Pero hay que torturarte un poco.
—He sido torturado por un año—intentó besarla ocasionando que se alejara—JooHee...
Depositó un beso en la comisura de sus labios desesperándolo un poco. Desabrochó los botones que faltaban de la camisa de su esposo acariciando la piel que iba quedando expuesta, sus labios parecían dejar un sello en su cuello con los cortos besos, JungKook contuvo el aliento cuando las manos de su esposa bajaron a su pantalón deslizando la cremallera con demasiada lentitud para su gusto.
—¿Qué tanto me necesitas en este momento, cariño?—aquella voz acariciando su oreja le hizo suspirar. JooHee era seductora cuando se lo proponía y esa faceta no la conocía hasta ahora.
—No te imaginas cuanto muero por hacerte al amor repetidas veces—la vio morderse el labio tentándolo demasiado—Escucharte gemir mi nombre mientras pides que no me detenga.
—Suena muy interesante, señor Jeon.
Al estar sentado en la cama, el pelinegro quedaba más bajo que ella, con JooHee de pie frente a él acariciándolo sostuvo sus caderas acercándola más. Apartó la malla transparente del babydoll besando su abdomen, primero besaba y luego succionaba la piel aumentando el cosquilleo en el cuerpo de su esposa. JooHee por su parte acariciaba su cabello dejando que acariciara su cuerpo como quisiera, cerró sus ojos un instante inclinando su cabeza hacia atrás, la sensación de la boca de JungKook dejando besos en ella era excepcional, su corazón latiendo fuerte daba paso a la adrenalina invitándola a seguir. Suspiró disfrutando las emociones del momento, detuvo al chico tomando asiento a horcajadas sobre sus piernas, sus brazos rodearon su cintura y finalmente sus bocas se unieron dejando ver la ansiedad que ambos cargaban por sentir al otro luego de un año de abstinencia.
Las respiraciones se aceleraron en cuestión de segundos, debajo de sus caderas sintió un bulto que no tardó en endurecerse cuando simuló algunos movimientos. JungKook jadeó dejando que se moviera en un vaivén mientras él le seguía el juego sintiendo su miembro tan duro que comenzó a dolerle un poco. JooHee llevó sus manos a su pantalón deteniendo sus movimientos acariciando con su mano la zona íntima de su esposo, sus bocas detenían los besos para gemir sin ningún pudor, no necesitaban tenerlo en esa habitación. JungKook la hizo levantarse deslizando las bragas que tenía por sus piernas hasta dejarlas caer al suelo quedando sólo con la parte superior del babydoll, JooHee le ayudó con sus pantalones liberando el miembro erecto de su bóxer, volvió a acomodarse sobre sus piernas siendo penetrada por él. Gimió extrañando esa sensación aferrando sus manos a sus hombros, JungKook lamió su labio inferior y JooHee entendió entreabriendo más sus labios permitiendo que sus lenguas se encontraran.
El vaivén dio paso al placer, la habitación fue ocupada por los gemidos de ambos, JooHee movía sus caderas sin prisa aferrando sus manos a la camisa de su esposo presionando sus hombros, JungKook la ayudó deteniendo el beso, las respiraciones de ambos chocando se escuchó con claridad, llevó sus manos a los dos botones en el brasier del babydoll, al desabrocharlos los senos de la chica quedaron expuestos, JungKook por supuesto no dudó en usar su boca con ellos. JooHee gimió alto moviéndose más rápido, la posición cambió dejándola a ella acostada en la cama con el chico sobre su cuerpo. Acomodó sus piernas a ambos lados de su cintura, salió de ella volviendo a penetrarla tocando su punto débil y lo supo al sentir que sus piernas temblaron un poco. Los besos volvieron siendo más demandantes esta vez, JooHee se deshizo de su camisa acariciando su espalda siendo testigo de cómo sus músculos se tensaban con cada embestida.
Ésta lo sintió jugar con sus pechos apretándolos con una de sus manos, los masajeó estimulando más el placer, todo sin dejar de compartir besos húmedos y subidos de tono. Lo único que los interrumpía eran los gemidos o jadeos.
JungKook pareció gruñir al sentir las uñas de su esposa rasguñar un poco su espalda, las embestidas se volvieron más fuertes y constantes llevándolos al clímax. El orgasmo llegó a ambos al mismo tiempo deteniendo poco a poco los movimientos, respiraron agitados con un ligero cansancio, JooHee correspondió los cortos besos sonriendo un poco.
—Me encantó...la sorpresa.
La chica dejó escuchar su risita abrazando a su esposo besándolo por más tiempo. Decir que estaba feliz...era poco.
Hice lo que pude, el día que me sienta orgullosa de mis lemons...el mundo se acabará xD
El próximo será el antepenúltimo.
Aquí abajo les dejo el babydoll que JooHee usó 7w7r
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