Setenta y dos
JooHee tomó asiento sintiendo demasiados pares de ojo sobre ella. Inhaló profundo obligándose a mantener la calma, el abogado Choi comenzaría el interrogatorio. Mantuvo sus manos juntas enfocándose sólo en ese abogado, no podía titubear.
—Señorita Song, solía atender muchos clientes en la noche, ¿No?
—Su señoría, no creo que esas preguntas sean relevantes—JaeHyun no dudó en defenderla.
—Tengo mi motivo, su señoría—aseguró el hombre. JooHee asintió no muy contenta de ello—Debe responder en voz alta.
—Sí—era insólito que ese idiota estuviera interrogándola cuando también fue parte de esa clientela—En algunas de las grabaciones del club se puede ver que bebía con esos clientes, ¿Cierto?
—Nunca me embriagué...
—Pero bebía, ¿No es así?
—Sí.
—¿No se supone que eso afecta al estar dando pecho a la bebé?, incluso se puede ver que fuma.
—Cuando eso ocurría no daba pecho a HeeJin hasta el día siguiente que el efecto hubiera pasado...
—¿Por qué no dejó de trabajar cuando supo que estaba embarazada?—la calló.
—Encontrar trabajo estando en estado no era sencillo, los horarios exigen que estés presente en todo momento en tu puesto, además de eso tenía a mi hija mayor...
—Así que la dejaba sola...
—Claro que no—Interrumpió—Las niñas siempre se quedaron con su niñera.
—¿Y dónde está la niñera en este momento?
—¿Con quién cree que estoy dejándolas en este instante?—levantó una de sus cejas diciéndole idiota en otras palabras. Le estaba hartando que todos siguieran tratándola como una zorra o puta, ¡Ella no escogió esa vida!
—Pudo conseguir otro empleo. Aun así, no lo hizo.
—Oh Sehun no me dejaría ir tan fácilmente.
—Mi cliente ha sido responsable con la bebé...
—Usted y yo sabemos que eso no es así, así como también sabemos que si mostramos esas grabaciones sin editar todos sabrían el extraño fetiche que tiene con las niñas.
Los murmuros no tardaron en hacerse escuchar por ese escándalo, JaeHyun con la mirada reprochó a JooHee, debía mantener la calma. El juez Ryu golpeó la mesa con el martillo callando a todos.
—Silencio en la sala. Señorita Song, ¿Tiene evidencia de lo que dice?
—No, su señoría.
—Entonces sólo responda lo que le preguntan—miró al abogado Choi—¿Finalizó su interrogatorio?
—No tengo más preguntas—la verdad era que lo había dejado temblando por esas palabras.
JaeHyun se levantó siendo su turno. Con la mirada le indicó a JooHee que se calmara, ésta asintió sabiendo que debía hacerlo. Sehun estaba furioso, debían sacar el tema de JaeHyun siendo el padre biológico de HeeRan, pero no, su estúpido abogado se dejó manipular ridículamente.
—Song JooHee.
—Sí.
—Hemos escuchado muchas cosas aquí sobre usted, ¿Considera que es una mala madre para esas niñas?
A la mente le vinieron todos esos momentos difíciles con las niñas, principalmente con HeeRan. Ella nunca pidió ser madre, asumió la responsabilidad de permitirles a ambas pequeñas llegar al mundo para experimentar lo que ella no pudo.
—No. He hecho lo que he podido por ellas.
—¿De qué trabaja actualmente?
—En una cafetería, algo cerca del taller donde trabaja JungKook.
—¿Qué ha aportado su relación a su vida y de las niñas?
—Gracias a él salí del club, gracias a él pude permitirme confiar en alguien de nuevo—JungKook sonrió un poco y Tae dio palmaditas a su espalda—Ha traído orden, seguridad...e incluso estabilidad para las tres. Jeon JungKook ha sido un buen hombre para ellas, está atento de lo que necesiten, HeeRan y HeeJin aman estar con él, la menor no puede siquiera escuchar su nombre porque comienza a llamarlo.
JaeHyun notó esa alegría mientras hablaba.
—¿Nunca ha sufrido algún maltrato de parte de Jeon JungKook?
—No. Es el único que me ha ayudado a salir de todo esto.
—No sé usted, su señoría, pero me parece que la joven madre habla con total seguridad y alegría cuando menciona a las niñas con su pareja—indicó—No tengo nada que preguntar cuando todo está claro.
Ahora era el turno de Oh Sehun. Esta vez JaeHyun iniciaría el interrogatorio.
—Señor Oh, si ese club es de su primo y estaba al tanto que la madre de su hija trabajaba para él...¿Por qué no habló con las autoridades desde antes?
—Mi primo es alguien peligroso, involucrarse con él significa estar en constante preocupación—respondió al instante—Llegó el punto donde me cansé de todo, la alarma sonó en mi cabeza cuando me di cuenta que mi hija está en peligro también estando con ese hombre—se refirió a JungKook.
JooHee bufó rodando los ojos. Era la primera vez que se refería a HeeJin como su hija y...sonaba tan falso.
—¿Dónde está su primo en este momento?
—Escondiéndose de la policía. No quiero nada que tenga que ver con él.
—¿A qué se dedica actualmente, señor Oh?
—Estoy a cargo de algunas bienes raíces. Mi padre me dejó una herencia al morir así que en realidad trabajo por gusto—indicó—Puedo ocuparme de la bebé sin ningún problema.
—¿Tiene más hijos?
—No.
Para JaeHyun fue perfecto que dijera eso.
—¿Está casado, señor Oh?
—No.
—No tengo más preguntas.
—Su turno, abogado Choi—el Juez Ryu parecía ir tomando notas.
El teléfono de JooHee estaba en manos de JungKook ya que la pelinegra no podía distraerse en ese momento. Éste vibró con un mensaje, JungKook lo revisó, era Suho.
Suho:
Sana está entrando al tribunal. Cumplan su parte.
—Sana acaba de llegar—susurró a Tae.
—¿Enserio?
—¿Estuvo presente en el nacimiento de la bebé?
—Fui el responsable de llevarla al hospital cuando tuvo sus dolores de parto—asintió.
—¿Ha podido tener contacto con esa bebé?
—He insistido a la madre para verla, pero se niega a aceptar, incluso cuando sigo pasándole dinero no puedo siquiera ver a mi hija—JaeHyun notó a JungKook indicarle que Sana ya estaba allí.
—Su señoría, mi cliente no ha tenido ningún acercamiento a la bebé debido al rechazo de la madre—el abogado Choi se dirigió al juez—Incluso ellos mismos han asegurado que Song HeeJin suele llamarlo papá creando una grave confusión para la pequeña.
La puerta de la sala donde ocurría el juicio se abrió con cuidado, Sana entró con algunas carpetas en sus manos. Llegaba justo a tiempo, Suho le había explicado lo que debía hacer, su corazón comenzó a latir con fuerza. Ella sería la clave de ese caso. Tomó asiento en uno de los últimos puestos dejando que el abogado finalizara con su interrogatorio minutos después dejando a JooHee como una pésima madre.
—¿Algo más que quieran presentar antes de la decisión de este caso?
—Nos queda un último testigo, su señoría—JaeHyun se colocó de pie—Es muy importante para que tome una decisión. Quisiera llamar a Sana Minatozaki, la esposa de Oh Sehun y la madre de la hija que ambos tienen—el rostro de Sehun era un poema. Sana pasó al frente con toda la evidencia física en sus manos.
La evidencia única y real.
JooHee se sintió ansiosa en cuestión de segundos. El juez Ryu frunció el ceño ante las palabras de JaeHyun:
—¿La esposa?
—¿El juez no sabía que Sehun estaba casado?—susurró Tae a su amigo.
—Por su expresión, creo que no.
—¿Desea que use su apellido de casada o soltera?—preguntó JaeHyun.
—Soltera—respondió firme. Se veía tan poderosa, no precisamente por los tacones que llevaba, sino por su actitud—Aquí está nuestra acta de matrimonio donde indica que estamos legalmente casados—le entregó a Jae quien le hizo llegar el documento al juez Ryu.
Eso sólo era el comienzo de las evidencias.
—Señorita Minatozaki, su esposo acaba de negar minutos antes que no tiene una esposa ni hijos, además de Song HeeJin—de inmediato Sana colocó otro documento frente al abogado.
—Es el acta de nacimiento de nuestra hija Oh Naomi.
JooHee buscó a JungKook con la mirada quien le sonrió un poco indicándole que ganarían eso. Sehun en cambio no sabía que hacer y su abogado mucho menos. ¿Qué mierdas hacía Sana allí?, ¿Por qué Suho volvió a joderlo todo? Las chicas del club estaban sorprendidas de esa revelación, nadie sabía que Oh Sehun tenía una esposa y mucho menos una hija...dos hijas en realidad. Una con JooHee, la otra con Sana.
—Así que Oh Sehun nos ha mentido. ¿Qué trae aquí, señorita Minatozaki?
—Evidencia suficiente para que mi querido esposo vaya a la cárcel—la forma en que lo dijo dejaba en claro la rabia que tenía—Pasaportes de mujeres que vendía en el club, porque el verdadero dueño de ese club es Oh Sehun. Están documentos que afirman lo que estoy diciendo—JaeHyun entregó toda la evidencia al juez quien comenzó a revisarla—Todas estas chicas aquí están amenazadas por él, Song JooHee es una víctima más de este hombre—enfrentó su mirada—Su primo sólo es cómplice de lo que ha hecho.
—¿Kim JunMyeon no es el dueño?
—JunMyeon se encuentra ahora mismo en el estacionamiento, estoy diciendo esto con el temor de que tomen represalias contra mi hija y contra mí—coloco un USB frente a ella—Aquí hay una grabación de lo que he soportado junto al hombre que creí amar.
La grabación fue colocada por JaeHyun donde se mostraba lo que necesitaban para ese juicio:
—¿Mi culpa?—bufó—No. Es tu culpa, todo esto lo causaste tú solo, Suho es tu cómplice, la persona que te hace todo el trabajo sucio, haces negocios asquerosos con mujeres que al igual que JooHee no tienen escapatoria, te aprovechas de las mujeres solas y, ¿Sabes qué?, es decepcionante saber que Naomi es tu hija, es asqueroso que una niña tan dulce y alegre como HeeJin es tuya—la bofetada llegó a la mejilla herida de Sana haciéndola callar en el acto. Sehun levantó su mano amenazándola con golpearla de nuevo.
—¿Seguirás diciendo estupideces?
—Golpéame de nuevo, sabes que es la verdad. Usas a todo el mundo, estoy segura que eso también hizo tu padre con tu madre—se atrevió a decir. Sehun la tomó del cabello jalando de éste, la obligó a arrodillarse frente a él disfrutando recalcar quien era superior. Sana rasguñó sus manos sin tener reacción de su parte, alcanzó su rostro dejando un rasguño en su mejilla.
JooHee miró a Sana susurrándole un "lo siento", ésta le sonrió un poco correspondiéndole con un "está bien".
—Por un momento creí que eras inteligente—comentó. Chasqueó la lengua negando con la cabeza—Pero eres una ilusa al creer que ambas pueden vencerme, no me interesa la niña, no me interesa JooHee—se inclinó a ella sin soltar su cabello lastimándola. Sana tenía un fuerte dolor de cabeza, en sus ojos sólo vio la malicia en su estado puro, ese era el verdadero Sehun—Nadie me quita lo que es mío, sin mí, esa maldita zorra no hubiera podido llevar alimento a sus hijas, ese hijo de puta de Jeon JungKook robó mi mercancía, no tolero a los ladrones, Sana. Todo esto es un recordatorio para ambos por haberse metido con quien no debían.
—Estás loco, estás obsesionado con ella...
—No. ¿Sabes lo que haré cuando gane este caso?—tomó su rostro con su mano libre apretándola—Me encargaré de que esa parejita ya no esté en este mundo. JooHee sufrirá demasiado al saber que perdió a su hija, que sus intentos fueron inútiles y le echará la culpa a su novio mecánico.
JungKook miró a Sehun quien sencillamente veía con seriedad ese vídeo. Sana debía presentar la grabación editada por Suho donde no aparecía su nombre, ni ella misma se reconocía, estaba mandando todo a la mierda.
—¿Y la otra niña?, JooHee tiene dos niñas...
—Seré considerado con su madre y la enviaré a ambas al más allá.
La grabación terminó allí ocasionando un desastre, JooHee terminó explotando por ejemplo.
—¡¿Vas a asesinar a HeeRan?!—levantó la voz incorporándose en el acto—¡¿Estás loco?!, eres un monstruo, ¡Tienes que irte a la cárcel por todo lo que has hecho!, ¡Llegas a tocar a mis hijas y seré yo quien te envíe al más allá!
—¡Orden!—el juez Ryu tuvo que intervenir. JaeHyun intentó controlar a la pelinegra—Señorita Song, debe calmarse y tener cuidado con lo que dice.
—Lo siento, su señoría—se disculpó Jae para luego hacer que JooHee se sentara—Tienes que calmarte.
—Él quiere lastimar a HeeRan y llevarse a HeeJin...
—Oye—tomó sus brazos—Te dije que eso no pasaría, ¿Recuerdas?
—Esta sesión se tomará unos minutos para analizar la evidencia entregada—el juez se levantó recogiendo las cosas. JaeHyun había cumplido lo que le dijo, entregar la evidencia física que tanto le pidió.
Sana literalmente llegó valiéndole verga todo y diciendo: Esto lo termino yo.
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