Sesenta y nueve
El juez Ryu parecía buscar excusas o peros donde no los había. JaeHyun presentó el teléfono de la madre de JungKook como evidencia física encajando la hora de la última llamada del aparato con la hora de muerte dada por la morgue. La llamada a JungKook ocurrió unos días después de la muerte de HyeJun, afirmó que la esposa del señor Oh fue quien entregó esa evidencia luego de encontrarla en la caja fuerte que éste tenía. El juez no quiso tomarlo en cuenta por la excusa de que Sana no estaba presente en el juicio para ser interrogada. JaeHyun quien se negaba a darse por vencido, mostró la grabación que hizo cuando Sehun fue a chantajearlo, esa evidencia si se tomó en cuenta cuando la otra parte no supo que decir. En dicho audio, se escuchaba la amenaza de Sehun respecto a la niña mayor, HeeRan.
Se continuó con las grabaciones del club entregadas por el abogado de Sehun, JooHee las reconoció en la pantalla, eran grabaciones de ella con diferentes clientes y entre esos aparecía JungKook en el pasillo. La joven madre sintió una punzada identificando a Bellina en algunas de esas cámaras.
—La señorita Song JooHee es una dama de compañía del club Dreamers—algunos murmuros se escucharon en la sala. JungKook notó a JooHee bajar la mirada con aire avergonzado, el jurado de la corte incluso mostró asco—Como se pueden apreciar en las imágenes, su trabajo era complacer a cada cliente que pedía sus servicios y pagaba por ellos.
—¿Cómo consiguió estas imágenes, abogado?
—Mi cliente las obtuvo mediante un contacto que trabajó en el lugar y conocía a la madre.
Para JooHee eso sonó como Karina o Katie. Aunque Sehun siendo el dueño del club pudo sacarlas sin problema.
—Su señoría—JaeHyun se colocó de pie—Las imágenes de los mensajes dejan en claro que Oh Sehun es el dueño de ese club...
—Objeción, tengo evidencia de que mi cliente no es el dueño—el otro abogado levantó una carpeta con papeles. JooHee frunció el ceño estando tan confusa como JungKook y TaeHyung. Aquellos documentos llegaron al juez Ryu quien los revisó—Como puede ver, el verdadero dueño del club Dreamers se llama Kim JunMyeon, su apodo es Suho.
JaeHyun y JooHee compartieron una corta mirada. Esos si eran documentos falsificados.
—¿Kim JunMyeon es primo de su cliente?—el juez si revisaba esta vez los papeles en sus manos. Para todos estaba siendo exasperante, Sehun estaba mintiendo, ese abogado lo sabía y el juez también, era el descaro por completo.
—Así es, su señoría. La señorita Song ha estado recibiendo semanalmente un pago que el padre de la bebé le ha hecho desde su nacimiento—descaro total—En los registros que le mostré puede ver que es una cantidad aceptable para cubrir los gastos de la pequeña, aun así, la señorita Song insistió al dueño del club para poder trabajar allí incluso cuando supo que estaba embarazada...
—Objeción—JaeHyun se hizo escuchar. Estaba hartándole esa situación—El abogado Choi está colocando en una mala situación a mi cliente, no tiene evidencia de lo que está diciendo.
—Abogado Jeong—el juez acomodó sus lentes dirigiéndose a él de manera seria como se ha mantenido en todo el juicio—Las grabaciones de esta cámara indican que la madre fue dama de compañía en el club.
—Su señoría, eso es...
—No puede venir a reclamar nada cuando es usted quien no tiene evidencia de lo que dice—JaeHyun tensó su mandíbula—¿Hay más pruebas que mostrar?
—Sí, su señoría—el abogado Choi intervino—Tenemos testigos para este caso.
—Bien. Por hoy dejaremos esto aquí, pasado mañana nos reuniremos de nuevo en esta sala.
JooHee salió del cubículo lavando sus manos en el lavabo del baño para mujeres, decir que se sentía tranquila era mentira, no estaba para nada tranquila, tampoco estaba del todo molesto, era una extraña sensación que no sabía explicar. Al salir del baño con sus manos secas caminó por el pasillo acomodando su abrigo, bajando las escaleras se detuvo a la mitad al encontrarse con Sehun, éste sonrió ladinamente acercándose a ella hasta quedar frente a frente, aunque JooHee al estar sobre el escalón quedaba un poco más alta.
—Están esperándote. Vi a tu novio mecánico en el pasillo de planta baja...
—¿Te quedaste para conversar con el juez Ryu?, para repasar sobre las mentiras que dirás pasado mañana.
—No son mentiras, es evidencia.
—Ambos sabemos que el dueño del club eres tú, ni siquiera discutiré o hablaré contigo. Es darte el gusto—pasó a su lado siendo detenida por él al tomar su brazo.
—Deberías despedirte esta noche de HeeJin, decirle que yo me haré cargo de ella.
—Dime algo—se atrevió a hacerle frente—¿Si JungKook no hubiera llegado al club hubieras mantenido oculto que sabías sobre el ADN de la bebé?, tú y yo sabemos que todo esto pasó desde que él llegó a mi vida—se soltó de su agarre—Seamos honestos, gané desde el principio, desde el momento que decidí salirme de tu porquería.
—No creo que vayas ganando en la corte.
—¿Entonces por qué debes sobornar a los que te rodean para protegerte?—insinuó—¿Ves?, ya gané.
Sehun sonrió con ironía asintiendo.
—Está bien, lo que digas. Vuelve a casa con tu intento de familia—y añadió—Ah, cuida a Naomi en estas horas, luego iré por ella.
—Si lastimas a su madre...
—Lo que pase con Sana no es tu problema.
—Es la madre de tu hija.
—¿Debe importarme?
—Es tu esposa, Sehun.
—Son adjetivos que las personas dan a las cosas, así de simple.
Él no cambiaría y no esperaba que lo hiciera. Esa conversación no llegaría a ningún lado, sin decir nada más prefirió bajar las escaleras dejando a ese hombre que ha causado mucho atrás.
La noche había caído dando paso a la nevada. HeeRan desde su ventana podía ver quien entraba o salía del edificio, tenía un rato mirando a su madre entre la nieve cayendo mientras fumaba un cigarrillo, se veía nostálgica además de pensativa, parecía estar muy metida en sus pensamientos. Dio un respingo cuando una mano tocó su hombro, JungKook se acercó para mirar lo que ella veía.
Desde que volvieron del tribunal, JooHee había querido estar sola por un rato, JungKook le había dado su espacio respetando su decisión, pero tenía como tres horas afuera.
—No sabía que omma fumaba de nuevo.
—¿La habías visto hacerlo anteriormente?—miró a la niña quien asintió.
—Sí. Antes de que HeeJin llegara—lo miró también—¿A omma le preocupa algo?
—Tiene muchas cosas en mente, sólo necesita respirar un poco.
—¿Crees que si le preparamos algo de comida se sienta mejor?
—Debo comprar algunas cosas. ¿Puedes quedarte con TaeHyung y Nayeon?
—¿Irás con omma?
—Sí. Volveré pronto.
JooHee llevó el cigarro a sus labios dando una calada, estaba fumando más que antes con la ansiedad constante y el estrés que se rehusaban a dejarla. Miró los copos de nieve que caían del cielo con mucho y nada en la cabeza, no tenía muchas esperanzas con el juicio, era evidente que Sehun había planeado todo aquello. ¿Por qué no la detuvo cuando supo de su embarazo?, ¿Por qué no la sacó del camino en cuanto sospechó?, ¿Por qué esperar que todo eso pasara?
No sabía la respuesta y tampoco intentaría entenderlo. Ya nada debía sorprenderle si venía de él, cuando el cigarro se apagó JungKook se acercaba subiendo la cremallera de su chaqueta, tomó la mano de JooHee sin preguntarle si quería ir o no.
—¿Qué estás...?—comenzó a caminar con él alejándose del edificio.
—HeeRan quiere preparar algo para su madre—frotó su mano al sentirla helada—Tienes mucho rato aquí afuera.
—No tengo hambre.
—¿Enserio?, pensaba que te interesaría un exquisito jajangmyeon—intentó despertar su interés sabiendo lo mucho que le gustaba, aun así, JooHee se mantuvo seria mirando al frente—No sobrepienses las cosas...
—He visto a ese juez en el club—lo interrumpió—Nunca estuve con él, pero recuerdo que pasaba horas en la oficina de Sehun.
—¿Sana sigue sin llamar?
—¿Importa que lo haga?—se detuvo soltándolo—Voy a perder, JungKook, voy a perder la custodia de HeeJin, no importa nada si ella se presenta o no, ese juez no va a creerme. Cada cosa que JaeHyun decía le buscaba excusas, está saliéndose con la suya—sus ojos contuvieron las lágrimas de impotencia—Estoy cerca de volverme loca, todo lo que ha dicho es una maldita mentira.
—Oye—la abrazó con fuerza esperando calmarla un poco—Las cosas pueden cambiar en un segundo.
—¿Cómo va a cambiar cuando todo apunta a su favor?—JooHee escondió su rostro en su hombro—Van a quitarme a mi bebé.
—No lo harán—prometió. Y si llegaba a pasar era capaz de huir con JooHee y las niñas antes de que pasara, todo para que Sehun no lastimara a esas chicas—Confía en mí.
El teléfono de JooHee comenzó a sonar con una llamada, el abrazo se rompió cuando tuvo que revisar el bolsillo de su abrigo, el nombre de JaeHyun aparecía en pantalla.
—¿Hola?—respondió sin muchas ganas.
—Necesitamos reunirnos, estoy conduciendo al edificio.
—Íbamos a comprar unas cosas...
—Esto es más importante, créeme.
JungKook esperaba explicación de lo que pasaba, JooHee apartó los copos de nieve de su cabello sacudiéndolo.
—¿Qué ocurrió ahora?
—Tuve una cena con el juez Ryu, no recordaba la última vez que lo vi, fue una coincidencia encontrarlo en la calle, Sehun no es el único que tiene conexión con él.
Drama on.
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