Sesenta y cuatro
JooHee jugaba con sus manos debajo de la mesa, Sehun estaba frente a ella junto a su abogado, un hijo de puta que había sido cliente de la chica en más de una ocasión, un hombre que disfrutaba el sexo sólo si su pareja actuaba o fingía la voz de una niña. Totalmente asqueroso, JooHee se sentía incómoda, ansiosa e inquieta, sus manos sudaban en frío y su corazón latía con fuerza en su pecho. Agradecía estar sentada o de lo contrario caería al suelo. La reunión tenía casi dos horas.
—JungKook no es un hombre violento—rectificó JooHee.
—Me ha golpeado dos veces—indicó Sehun muy sereno. Daba por sentado que iba a ganar—Me llamó creyendo que su madre murió por mi culpa.
En efecto, había mostrado la llamada que JungKook le hizo acusándolo de haberla asesinado y sí, Sehun sonaba muy tranquilo en la llamada mientras que JungKook estaba alterado. También era obvio que esa llamada no estaba completa.
—Estaba alterado por la muerte de su madre...
—Señorita Song, no creo que la niña deba estar al lado de un hombre impulsivo—argumentó el abogado Bae, quien defendía a Sehun pues ese era su trabajo.
—La pareja de mi cliente estaba muy afectado por la pérdida de un ser querido, ha convivido con las niñas demostrando ser bueno para ellas, incluso la bebé lo ve como una figura paterna—dijo JaeHyun. A Sehun eso le hirvió la sangre, no por el hecho de que su hija lo quisiera, sino por el hecho de lo mucho que Jeon JungKook tenía control sobre JooHee y sus hijas. El muy maldito le quitó lo que le pertenecía.
—HeeJin está completamente bien con su madre—insistió JooHee—Además nunca te ha importado en realidad.
—Se equivoca en eso, señorita Song—el abogado colocó algunas hojas que mostraban un registro de las cosas que Oh Sehun gastaba en la bebé. Mejor dicho, era un registro desde el nacimiento de HeeJin hasta el presente donde indicaba la cantidad de dinero que JooHee recibía para atenderla—Mi cliente ha respondido por la bebé desde el momento que nació.
—Eso es mentira—tanto JooHee como JaeHyun miraron aquel registro, indicaba los gastos en el hospital cuando la bebé nació, los pagos que la madre recibía semanalmente, esos pagos eran dinero que nunca vio en el club—Nunca me diste nada—lo miró—Nunca le compraste nada, deja de mentir...
—Es evidencia, Lianna—la llamó usando ese apodo que le traía desagradables recuerdos—Si no quieres que la custodia sea mía deberías mostrar evidencia.
JaeHyun colocó otros documentos frente a él, esta vez Sehun los tomó revisándolos. Su seriedad se dejó ver cuando identificó fotos de mensajes, mensajes entre él y Suho.
—Si llevamos esto a la Corte creo que perderá la custodia que reclama, señor Oh—Sehun posó sus ojos oscuros en el abogado—Estos mensajes son suyos y de su primo, ¿No es así?, en ellos se puede leer claramente que su primo se hizo cargo de HyeJun.
—No puede mostrar esto en la Corte, revisar el teléfono de...—el abogado Bae se calló cuando Sehun con un gesto le indicó que guardara silencio.
—Sí, son mensajes entre nosotros—asintió. Su mirada fue a JooHee—No tengo problema con llevar esto a juicio, ¿Quieres que le muestre a todos la prostituta que eres?
—Quieres quitarme a HeeJin porque sabes que no voy a salir corriendo para rogarte como lo he hecho—mantuvo la frente en alto—Acéptalo, perdiste. No siempre se puede ganar.
Al inclinarse hacia adelante, JaeHyun colocó su brazo frente a JooHee haciendo que retrocediera en la silla, como si estuviera protegiéndola. Ese gesto pudo ser percibido por Sehun, un abogado no haría eso. Se levantó de la silla al igual que su abogado.
—Nos veremos en la corte—y añadió—Aprovecha este tiempo con HeeJin, no quiero que sea tan dolorosa la caída.
Ambos hombres salieron de la sala, JaeHyun miró a JooHee quien exhaló dejando salir el aire contenido. Sus ojos llorosos parpadearon varias veces intentando no llorar, todo eso era demasiado para ella.
Sana se miró al espejo del baño, su mejilla estaba un poco menos hinchada aunque seguía rojiza, había tomado un baño pensando en lo que Suho le dijo. El chico quería hundir a Sehun siempre y cuando lo ayudara a no caer también, Suho quería quedar impune, Sana no sabía como lo lograría, en su mente se convenció que le haría creer lo que quería para luego entregarlo. Ni loca lo dejaría libre cuando era un asesino. Al terminar de vestirse la puerta de la habitación se abrió, Sehun deshizo su corbata cerrando con un portazo, estaba de un pésimo humor, ella lo sabía. ¿Significaba que JooHee ganó?
—Dime algo, Sana. ¿Qué te hizo unirte a esa mujer?—se acercó a la peinadora dejando su corbata allí. Desabrochó los botones de su camisa dándole la espalda—¿Instinto materno?—al no escuchar nada continuó—Esa maldita zorra no se saldrá con la suya.
—¿Por qué no la dejas tranquila?, ¿Estás enamorado de ella?—quiso saber manteniendo distancia, estaba de pie junto al armario con su cabello húmedo cayendo por su espalda.
El chico de ojos rasgados sonrió con burla deshaciéndose de su camisa. Se deshizo de su reloj y algunos anillos dejándolos en un pequeño cofre de la peinadora, miró a Sana con esa expresión burlona.
—Nunca he sentido algo así, ¿Y crees que voy a enamorarme de una puta?
—Debiste usar protección entonces cuando la trajiste a esta casa—dijo entre dientes—Ella es más que eso, no hables de esa manera.
—Esta es mi casa, Sana, hablo como se me da la gana. ¿Te queda claro?—se acercó haciendo que su corazón se acelerara—Estamos metidos en esto por tu culpa.
"¿Enserio es tan descarado para decirme eso?"
—¿Mi culpa?—bufó—No. Es tu culpa, todo esto lo causaste tú solo, Suho es tu cómplice, la persona que te hace todo el trabajo sucio, haces negocios asquerosos con mujeres que al igual que JooHee no tienen escapatoria, te aprovechas de las mujeres solas y, ¿Sabes qué?, es decepcionante saber que Naomi es tu hija, es asqueroso que una niña tan dulce y alegre como HeeJin es tuya—la bofetada llegó a la mejilla herida de Sana haciéndola callar en el acto. Sehun levantó su mano amenazándola con golpearla de nuevo.
—¿Seguirás diciendo estupideces?
—Golpéame de nuevo, sabes que es la verdad. Usas a todo el mundo, estoy segura que eso también hizo tu padre con tu madre—se atrevió a decir. Sehun la tomó del cabello jalando de éste, la obligó a arrodillarse frente a él disfrutando recalcar quien era superior. Sana rasguñó sus manos sin tener reacción de su parte, alcanzó su rostro dejando un rasguño en su mejilla.
—Por un momento creí que eras inteligente—comentó. Chasqueó la lengua negando con la cabeza—Pero eres una ilusa al creer que ambas pueden vencerme, no me interesa la niña, no me interesa JooHee—se inclinó a ella sin soltar su cabello lastimándola. Sana tenía un fuerte dolor de cabeza, en sus ojos sólo vio la malicia en su estado puro, ese era el verdadero Sehun—Nadie me quita lo que es mío, sin mí, esa maldita zorra no hubiera podido llevar alimento a sus hijas, ese hijo de puta de Jeon JungKook robó mi mercancía, no tolero a los ladrones, Sana. Todo esto es un recordatorio para ambos por haberse metido con quien no debían.
—Estás loco, estás obsesionado con ella...
—No. ¿Sabes lo que haré cuando gane este caso?—tomó su rostro con su mano libre apretándola—Me encargaré de que esa parejita ya no esté en este mundo. JooHee sufrirá demasiado al saber que perdió a su hija, que sus intentos fueron inútiles y le echará la culpa a su novio mecánico.
Horrorizada, esa era la palabra. Estaba horrorizada, ¿Con qué monstruo se había casado?
—¿Y la otra niña?, JooHee tiene dos niñas...
—Seré considerado con su madre y la enviaré a ambas al más allá—sonrió por su plan. Sana había conseguido lo que quería.
—Tienes que hacer que básicamente te diga todo—Suho colocó el brazalete en su muñeca. Una réplica de uno que ella ya tenía.
—¿No es mejor si colocas una grabadora en la habitación?
—No. Las personas como Sehun notan rápidamente esas cosas—Sana miró el accesorio—Dentro de esto hay una grabadora muy pequeña, en cuanto comiencen a hablar toca el dije de la estrella y comenzará a grabar.
—¿Sabes que si lo llevan a la cárcel caerás tú también?
El chico sonrió recordándole la clave:
—Si eso pasa, despídete de tu hija.
JungKook despertó con un ligero dolor en el cuello, llevó su mano a su nuca inclinando su cabeza de lado a lado con una mueca, pudo escuchar algunos huesos sonar ante ese movimiento. La televisión estaba encendida aunque la película había terminado, HeeJin estaba acurrucada en su pierna derecha, la manta cubriéndola la hacía ver como una pequeña polita, HeeRan también estaba dormida con su cabeza en su pierna izquierda abrazando el bol de palomitas casi vacío, en el coche se encontraba Naomi quien también descansaba en medio del silencio.
La atención de JungKook fue a la puerta entreabierta del departamento, agudizó su oído sin escuchar nada más. Con cuidado colocó las cabezas de las niñas en los cojines sin despertarlas, recogió el bol de palomitas dejándolo en la mesa de centro, apagó el televisor dirigiéndose a la puerta, allí en el pasillo que daba vista a la calle se encontró a JooHee fumando un cigarrillo, expulsó el humo de su boca con sus brazos apoyados del borde del muro.
Era extraño verla fumar aunque ya sabía que lo hacía.
La abrazó por detrás apoyando su barbilla en su hombro, hacía frío allí y los copos de nieve no dejaban de caer aumentando el tamaño de aquel manto blanco.
—¿Llegaste hace rato?—susurró cerca de su oído con cierta voz ronca.
—Más o menos. Te vi tan a gusto durmiendo con las niñas que no quise despertarlos—en cambio la voz de ella fue apagada.
Eso no era buena señal.
—¿Qué ocurrió en la reunión?—quiso saber.
JooHee acercó el cigarrillo a su boca dando un calada, expulsó el humo tardando quizás mucho en responder.
—Sehun asistió con su abogado, hizo énfasis que HeeJin está en peligro por mi novio agresivo—dejó caer las cenizas al vacío. JungKook se colocó a su lado queriendo ver mejor su rostro, aun así mantuvo su brazo en su cintura—También recalcó que fui prostituta y mostró un registro de supuestos pagos que recibí semanalmente para la bebé, decía la cantidad de dinero que me dio para la comida, para su ropa, para sus servicios médicos...—pasó su mano por su cabello negando con la cabeza—Es una maldita mentira, nunca recibí nada de su parte, ni sabía que había confirmado el ADN de HeeJin.
—Debí haberte acompañado...
—¿Para qué?, ¿Ibas a golpearlo de nuevo?—ante eso el silencio se hizo presente. JooHee arrojó el cigarrillo al vacío sintiéndose mal al tratarlo así—Lo siento, no estoy molesta contigo, estoy molesta conmigo, con todo realmente—se cruzó de brazos sobre el muro, el chico notó sus ojos llorosos sintiéndose peor—Lo siento.
Por un momento ambos quedaron en silencio, miraron los copos de nieve con muchas cosas en la cabeza, JooHee ni siquiera podía enfocarse en una sola de ellas, JungKook por otro lado esperaba que todo eso acabara pronto o terminaría consumiendo a su novia en la locura. Tanto estrés y presión no era bueno, en algún momento el cuerpo colapsaba, no quería que eso le pasara.
—¿Qué sigue ahora?
—JaeHyun dijo que me llamaría cuando se dictara la fecha del juicio. El abogado de Sehun fue uno de mis clientes, posiblemente el juez sea alguien que conozco, a donde quiera que voy alguien me conoce—cubrió su rostro con sus manos. Inhaló profundo pasándolas por su cabello mostrándose más que preocupada.
JungKook la atrajo a su cuerpo rodeándola con sus brazos, depositó un beso en su frente y ella cerró sus ojos dejándose hacer. Inhaló profundo de nuevo captando el perfume de su novio, eso fue reconfortante.
—¿JaeHyun mostró algunas de las evidencias de Sana?
—Mostró las imágenes de los mensajes entre Sehun y su primo—aferró sus manos a la espalda del chico—JaeHyun no tenía en mente mostrar todo, quería hacerle saber a Sehun que también tenemos evidencia que mostrar.
—¿Has hablado con Sana?—tomó el rostro de su novia acariciando sus mejillas.
—No. No sé nada de ella desde ayer en la noche—miró los ojos oscuros del chico—¿Naomi se ha portado bien?
—Es una bebé muy tranquila—asintió. Dejó un corto beso en sus labios y aunque pudiera parecer tonto, esas caricias trayeron cierta calma a la pelinegra—¿Sabes lo que me dijo HeeRan?
—¿Qué?
—Appa.
JooHee sonrió con ternura por la forma en que JungKook controlaba esa euforia por haber sido llamado de esa manera. La forma en que sus ojos brillaron era muy linda y única.
—¿Te lo dijo esta vez?
—¿Esta vez?—el chico cayó en cuenta—¿Había pasado anteriormente?
—Una vez. Creo que comienza a verte de esa manera e inconscientemente lo dijo—asintió ocasionando una sonrisa en su novio—Oficialmente eres el padre de ambas.
—No creo que sea oficialmente...
—Ambas te ven como la figura paterna que nunca tuvieron, creo que ya es algo oficial para ellas.
—Estaré encantado de asumir ese cargo—volvió a besarla—¿Sabes que deseo y espero que ocurra?—JooHee esperó que siguiera—Subir de nivel en nuestra relación cuando todo esto acabe.
—¿Subir de nivel?—frunció el ceño sin comprender.
—Cuando esto se solucione prometo decírtelo.
Su curiosidad por saber quedó interrumpida por una pequeña que los veía en la puerta del departamento con una sonrisa traviesa. Era primera vez para HeeJin ver a ambos en esa postura.
—Hola, cariño, ¿Quieres venir con mami?
La bebé se colocó de pie caminando hacia ella dejando que JooHee la cargara. Ésta besó sus mejillas redondas abrazándola con fuerza, para JungKook siempre eran adorables esas imágenes, la forma en que JooHee trataba a las niñas era hermosa.
—Omma—HeeJin dejó escuchar su risita cuando su madre comenzó a hacerle cosquillas.
—¿Sabes que te amo mucho?—volvió a llenarla de besos—Omma te ama mucho, mucho, mucho.
—Appa—estiró sus bracitos a JungKook como si quisiera escapar de los apretones que le daba su madre. En realidad, sólo quería la atención de ambos siendo la pequeña más feliz del momento.
Estoy dando paso a la parte más importante: El juicio, tengo escenas en mente que quiero colocar allí.
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