Ochenta
Canción del capítulo: Beyoncé - XO
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Antepenúltimo capítulo
El reloj marcaba las ocho de la mañana, afuera el clima era bastante bueno para la playa. Adentro de la habitación la pareja recién casada había iniciado también de la mejor manera, JooHee dejó que JungKook besara su hombro mientras sus manos acariciaban su espalda, sus caderas eran ocupadas en el vaiven sobre las piernas de su esposo trayendo placer a ambos y siendo la dueña del ritmo que mantenían, apretó sus manos en el cabello del chico, específicamente en su nuca. Ambos sentados en la cama con ella sobre él fundiéndose en el cuerpo del otro, JooHee gimió en la oreja del pelinegro cuando la ayudó a moverse evitando que se cansara tan rápido, las sábanas caían a la cintura de ambos cuerpo dejando sus torsos desnudos expuestos.
Algunos rayos de sol entraron por la ventana tocando la cama, JungKook acarició la mejilla de su esposa admirando ese lindo color de su mirada, sería más hermoso verlo en una pequeña criatura de ambos. Ese pensamiento apareció en su cabeza, JooHee besó su boca de manera dulce y suave, saboreó sus labios dando esa típica mordida en su labio inferior que se había vuelto costumbre. Los movimientos aumentaron cuando su vientre estaba a punto de explotar con el orgasmo, su rostro se desfiguró un poco por la última ola de placer que golpeó su cuerpo, JungKook tomó sus caderas haciéndole dar unos pequeños brincos alcanzando su propio clímax, el beso se volvió apasionado con sus respiraciones fuertes, JooHee sentía como era llenada por el chico disfrutando esa sensación, no debía preocuparse porque siempre estaba cuidándose con anticonceptivos.
Jadeando por aire y con sus cuerpos agotados juntaron sus frentes compartiendo una sonrisa. El sexo dejaba de ser sólo sexo cuando encajabas tan bien con la otra persona.
—Buenos días—la pelinegra dejó salir una pequeña risita al escuchar su voz ronca. Pasó sus dedos por el cabello de su esposo mirando esos ojos oscuros.
—Buenos días, señor Jeon—dejó un corto beso a su boca—¿Durmió bien?
Esta vez fue su turno de reír, no habían dormido nada por esas ganas contenidas en todo el año. Habían hecho pausas de minutos para recuperarse y dar paso a otra ronda, con esa eran cuatro veces que hacían el amor. Y a diferencia del club, JooHee no se sentía cansada ni física, ni mentalmente.
La pareja terminó levantándose al mediodía cuando despertaron con hambre, JooHee se sentía somnolienta. Quería seguir durmiendo, había tomado un baño de burbujas en el jacuzzi junto a JungKook terminando en un momento intenso cuando ambos se dieron placer mutuamente masturbando al otro, ambos tenían aquella bata blanca de la suite desayunando juntos en el balcón de la habitación. JooHee había hecho una videollamada con Nayeon quien cuidaría a las niñas una semana y la otra sería Sana.
—Omma—HeeJin asomó su linda carita en la pantalla—Ven.
—HeeJin, omma estará descansando unos días con appa, ¿Entiendes?—JungKook sonrió mirándola mientras masticaba—Obedece a Nayeon y tu hermana.
—¿Deben ser dos semanas?—HeeRan hizo un puchero.
—¿No crees que merezco un descanso?
—Las familias descansan juntas.
—A veces los padres necesitan un descanso especial—y muchas veces olvidaba que también merecía tiempo para ella, fue una de las cosas que su psicóloga le recalcó, las madres suelen olvidarse de sí misma por dedicarle tanto a los hijos, no estaba mal, aunque tampoco era correcto. Todos merecíamos un tiempo para nosotros mismos—¿Quieres hablar con appa?
—Sí—JooHee le entregó su teléfono a JungKook. Mientras tanto usó un cuchillo para cortar los panqueques en su plato—Appa, ¿Ya nos extrañas?
—¿Lo dudas?—fingió estar ofendido—Claro que sí. Es raro cuando no las escucho—y no mentía.
—¡Appa!—HeeJin le quitó el teléfono a su hermana—Unnie, me golpeó.
Con dos años, HeeJin cada vez se soltaba más con las palabras, era más su necesidad de hablar.
—Dile porque—de fondo se escuchaba a HeeRan. La menor hizo un puchero por el reproche.
—La modí.
—HeeJin, te hemos dicho que eso está mal—JungKook tuvo que mostrarse un poco más serio. Amaba a las niñas, pero en ocasiones debía ser firme con ellas—¿Te disculpaste con tu hermana?
—Sí—asintió.
JooHee se levantó colocándose detrás de JungKook para aparecer en la pantalla. Se inclinó un poco antes de hablar:
—Nada de peleas ni mordidas, ¿Queda claro?—advirtió. HeeRan recuperó el teléfono asintiendo—Y nada de golpear a HeeJin, debes avisar a Nayeon.
—Sí, omma.
—Las llamaré luego, ¿De acuerdo?
—Está bien. HeeJin, despídete de ambos.
La cámara las apuntó a ambas antes de finalizar la videollamada. JungKook dejó el teléfono sobre la mesa y JooHee volvió a tomar asiento llenando sus mejillas. Por un momento estuvieron en silencio con el sonido del mar, JungKook quería tocar un tema, no sabía como hacerlo.
—¿En qué piensas?—JooHee lo veía con atención—Te conozco para saber que quieres preguntarme algo.
—¿Tan predecible soy?—se sirvió más jugo.
—¿Qué ocurre?
Por un momento consideró no decirlo, de no hacerlo seguiría con la duda.
—JooHee...—hizo una pausa inclinándose en la mesa—¿Tú...has pensado en tener...más hijos?
—¿Más hijos?—la idea la asustó. Por su expresión, JungKook pudo deducir su respuesta—No quiero tener tantos hijos. Creo que no podemos mantener otro miembro más en la familia—llevó un pedazo de panqueque a su boca masticándolo.
—Ya veo.
Ella volvió a mirarlo, masticó con calma y al tragar preguntó:
—¿Quieres un bebé, JungKook?
—A veces—se sinceró mirando hacia la playa. La brisa salada era suave—A veces quiero experimentar...esas cosas, amo a las niñas, pero...en la cama...me preguntaba como sería tener un bebé contigo—de nuevo era cauteloso al hablar—Incluso una vez llegué a soñar con un bebé que tenía tus ojos.
—¿Por qué no me dijiste nada?
—Porque sé que no quieres más hijos—volteó a verla—Sé que has tenido dos malas experiencias...
—Nunca he dicho que tener a las niñas fueron malas experiencias...
—No digo que ellas sean malas en tu vida—aclaró colocándose más serio. Parecía que le molestaba no poder explicarse—Hablo de cómo las tuviste, HeeRan llegó cuando eras muy joven y HeeJin llegó de una manera incorrecta—sostuvo su mirada—Si tenemos un bebé quiero que sea planeado y deseado, por ambos, porque así debería ser.
JooHee masticó despacio entendiendo su punto.
—No podemos tener un bebé—él sabía que diría eso—Tienes dos empleos, trabajas mucho para poder darle comodidades a las niñas, tenemos gastos como pareja, tengo un trabajo de medio tiempo en la cafetería y estoy considerando encontrar otro que quede más cerca de la guardería de HeeJin.
—Lo siento.
—No, no te disculpes—tomó su mano sobre la mesa.
—Estoy siendo egoísta.
—No lo eres, yo también he pensado en eso—admitió—Tú lo dijiste, si tenemos un bebé debemos planearlo y desearlo. Mi respuesta es no por ahora—acarició su mano—Si nuestra situación económica mejora podría cambiar de parecer, ¿Está bien?
—Sí, creo que tiene sentido.
—¿Te sientes más tranquilo?
—Sí—besó su mano—Gracias.
La estadía en el resort era perfecta, el paquete para parejas recién casadas mantenía al joven matrimonio ocupado aunque distraído con actividades que eran de dos. Recibieron masajes en el spa del resort relajándose por completo, ambos se habían quedado dormidos unos minutos en las camillas donde recibían esos masajes, luego de eso tenían pequeñas sesiones de pareja en clases de yoga, clases en el mar donde recibieron indicaciones para el windsurf siendo gracioso por las veces que se caían. Por la noche tomaban un baño juntos disfrutando su intimidad mucho más que antes, pedían servicio a la habitación, comían y terminaban riendo por juegos tontos que daban paso a una larga noche de besos y caricias para ambos.
En resumen, todo era de ensueño.
Luego de una semana, ambos se animaron de cenar en el restaurante del hotel. Habían otras personas en las demás mesas cenando a gusto con sus conocidos, JooHee identificó también otras parejas, esa noche en específico se sentía extraña.
—¿Estás bien?—JungKook no tardó en notarlo—¿JooHee?—tomó su mano sobre la mesa. Los dos llevaban con orgullo sus anillos de compromiso junto a los brazaletes de pareja.
—No sé como sentirme—susurró mirando sus manos—Yo...debería estar feliz por la noticia, quizás molesta porque fue demasiado pronto.
—Oye, amor—se encontró con su mirada. Su cabello oscuro iba recogido en un moño—¿De qué estás hablando?
—Lo siento, no tengo apetito esta noche.
—Sé que algo te ocurre, dime—acarició el dorso de su mano.
—¿No lo sabes enserio?—preguntó. Ante el silencio, JooHee tuvo que contarle—Cuando terminaba de arreglarme en la habitación...decidí llamar a Sana para saber como estaban las niñas.
—De acuerdo.
—Ella...no quería contarme por ser nuestra luna de miel...—JungKook estaba desesperándose un poco—Sehun y Suho fallecieron la semana pasada en prisión. En la enfermería de la prisión—la mesa se quedó en silencio unos minutos. El chico acercó su silla a la de su esposa abrazándola, ahora entendía su ánimo, JooHee respiró profundo correspondiendo ese gesto—Se mataron el uno al otro.
—¿Cómo lo supo?
—JaeHyun recibió una llamada de la cárcel. Fue el primero en enterarse.
—¿Quieres que volvamos a la habitación?
—No. Estoy bien—ante eso, JungKook la miró para comprobar que fuera cierto, sus ojos cristalinos no indicaban eso, sabía cuando forzaba una sonrisa—Ellos no podrán lastimar a nadie, hubiera sido mejor que pasaran más tiempo en la cárcel, ¿No?
—Tú lo dijiste, nadie saldrá lastimado—la atrajo de nuevo a sus brazos.
—¿Podemos caminar por la playa antes de subir a la habitación?
—Claro.
El elevador los subió de piso en piso a eso de las nueve de la noche. Todo estaba en silencio desde la cena, JooHee no quería hablar y eso le inquietaba a JungKook, deseaba poder leer su mente para saber que pasaba en esa cabecita. Apretó su mano indicándole que no estaba sola, no se había enterado antes de esa noticia y no podía creer que ni siquiera TaeHyung le hubiera contado de ello. Suponía que intentaron callarlo para no arruinarles sus días de pareja, en la suite, JooHee fue directo a la habitación. JungKook apagó las luces en su lugar encontrándola luego sentada en la cama, sus codos apoyados en sus muslos mientras sostenía su cabeza con sus manos temblando un poco. El pelinegro se acercó despacio, colocó su teléfono en la mesa de noche junto al de ella, se arrodilló frente a frente tocando sus brazos.
—JooHee—susurró. Tomó su rostro entre sus manos cuando ella levantó la cabeza—No me gusta ver a mi esposa llorar, hice la promesa en el altar de que nunca llorarías en nuestro matrimonio, ¿Recuerdas?
Secó sus mejillas apartando esas lágrimas. JooHee tomó sus manos aferrándose a ellas, abrió sus labios para decir algo acabando en llanto. Lloró en el hombro de su esposo, JungKook se acomodó con ella en la cama acurrucándose mutuamente, JooHee escondió su rostro en su pecho tensando sus manos en su espalda aferrándose a la camisa, JungKook por su lado acariciaba su espalda besando su cabeza. Dejó que llorara todo lo que necesitara y cuando se calmó pudo hablar:
—Realmente soy libre—su voz fue un poco baja—No lloro porque esté triste, lloro de alegría. Con Sehun vivo me preocupaba el día que saliera libre, ahora que no está...siento que realmente soy libre.
—Todo lo malo pasó, de ahora en adelante cosas buenas vendrán.
—Pero si acaba de ocurrir una—lo miró separándose un poco—Nos casamos, estás conmigo, yo estoy contigo y las niñas están con nosotros—sus ojos volvieron a brillar por las lágrimas—Ya no debo tener miedo—el llanto volvió.
—Ya no debes tener miedo—besó su frente dejando que se acomodara en su pecho.
Iniciamos los tres capítulos finales ^^
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