Doce
—¿Estuviste con ese hombre durante tu embarazo?
JooHee intentaba encontrar una mínima señal de asco hacia ella con lo que estaba contándole, en su lugar, le parecía que el chico estaba más molesto que nada. Habían terminado de beber sus cervezas encontrándose sentados en una de las mesas fuera del local ya que la pelinegra quería fumar un cigarro, necesitaba fumar al menos uno, JungKook no dejaba de ver la manera tan delicada en la que lo colocaba en sus labios y expulsaba el humo por ellos, él mismo se lo había dado fumando también.
—Necesitaba el dinero, contratar a una mujer embarazada hace que ni siquiera piensen en la posibilidad de darte el empleo—explicó—Si no traigo el dinero a casa mis hijas no comen—señaló lo obvio.
—Espera un momento—intentó asimilar la conexión que había hecho—¿HeeJin es hija del dueño del club?
—Tristemente sí—llevó el cigarrillo a sus labios dando una calada. Fue más sencillo para él entender porque JooHee no podía retirarse—En una oportunidad llegué temprano a su casa, mientras lo esperaba tomé un hilo de cabello del cepillo que estaba en la peinadora. Hice la prueba cuando HeeJin tenía pocos días de haber nacido.
—¿Por qué sospechaste de él?
—Fue el primer que tuve en mente, el único que podía investigar ya que deducir con que cliente estuve era imposible—bufó dejando caer las cenizas del cigarro al suelo—Nayeon no sabe de esto, no sabe que Sehun es el padre de la bebé—lo miró—¿Entiendes ahora porque debes reconsiderar tu ayuda?
JungKook jugó con sus dedos sobre la mesa pensando en una solución. Ambas niñas eran el punto débil de la chica, pero HeeJin era la más vulnerable de ambas, Sehun podía quitársela si se iba del club y era algo que JooHee no soportaría.
—¿Este tal Sehun lo sabe?
—No, no sabe la verdad y tampoco le interesa. He visto tantas cosas de él, he escuchado tantas cosas que prefiero seguir manteniendo la mentira.
—Eso puede volver más sencillo esto—ambos se miraron. JungKook dejó caer su cigarro al suelo pisándolo con sus zapatos—Te ayudaré con lo que necesites mientras buscamos un empleo para ti, en el taller donde estoy sólo hay hombres, el jefe no quiere mujeres allí.
—JungKook, en el momento que deje de ir al club, Sehun enviará a alguien a buscarme.
—Por eso te mudarás.
—¿Sí?—se echó a reír con ironía—¿A dónde?
—Vivirán conmigo mientras tanto.
—Apenas te conozco, no voy a llevar a mis hijas con un desconocido...
—¿Por qué aceptas mi ayuda entonces?—se cruzó de brazos esperando una respuesta.
—Porque no dejas de insistirme—arrojó el cigarro al suelo—¿Por qué quieres ayudarme realmente?, todavía no encuentro una explicación.
—¿Necesito una explicación en esta situación?—bufó—¿No te parece que tú misma me has dado razones para ayudarte después de lo que ví?
—Oh, entonces si no lo hubieras visto no hubieras ayudado.
—Hablaré con un amigo para conseguirles algo y así podrán mudarse, de ese modo Sehun no podrá encontrarte.
JooHee negó con la cabeza.
—¿Crees que eso lo detendrá?
—Un paso a la vez. Primero debemos encontrarte un empleo, mientras tanto me encargaré de conseguirles algo donde puedan estar las tres...
—Nayeon me ayuda mucho con las niñas. Si ella no...
—Puedo cuidarlas.
La pelinegra lo miró incrédula. Una cosa era aceptar su ayuda y otra diferente dejarle a cargo sus hijas, todavía no tenía suficiente confianza para hacer eso. Se cruzó de brazos sobre la mesa imitando su posición.
—No lo tomes a mal, por el momento prefiero seguir confiando en Nayeon, las niñas se sienten muy bien con ella, yo me siento tranquila dejándolas con ella. Tú lo dijiste, un paso a la vez—JungKook sonrió de lado aceptando.
—Tienes razón, lo siento—sus ojos pasearon por su rostro mirando aquellas partes maltratadas—¿Qué te dijo HeeRan cuando te vio así?
—Se puso a llorar—JooHee apartó la vista—Le dije que intentaron robarme y me defendí. Me siento mal mintiéndole, pero no puedo decirle la verdad.
—Conseguirás un empleo, ya verás.
—¿Y si Sehun termina descubriéndome?, ¿Y si...se encarga de deshacerse de mí?—ante la sola idea sus ojos se volvieron llorosos—No puedo dejar a esas niñas solas, no puedo...dejarlas a alguien más, son mis hijas, las amo incluso cuando llegaron inesperadamente a mi vida e...incluso así las amo con todo mi corazón—llevó sus manos a su cabeza—Vivo con miedo de que alguien las lastime, de que ocurra por mi culpa.
—Por esa razón debes dejar todo eso...
—No es tan sencillo...
—JooHee—tomó sus manos apartándolas de su rostro, ambas estaban heladas. JungKook prefirió quitarse sus guantes para colocárselos a ella, la pelinegra miró en silencio ese gesto, ¿Cómo debía actuar de nuevo?—Te sacaré de allí, te ayudaré con los gastos referentes a las niñas mientras te acomodas en un nuevo empleo, cuando te hayas mudado entonces dejarás de ir a ese club, Sehun no podrá saber a dónde fuiste.
Ella seguía dudando de ese plan. Tenía miedo, una vez sus manos fueron protegidas por los guantes, JungKook dió un suave apretón a ellas mirándola fijamente con una pequeña sonrisa, una pequeña sonrisa que le mostró las intenciones que tenía. No quería ser tan ingenua, ¿Por qué sentía una especie de corriente en su cuerpo con sus manos siendo tomadas por las de él?, ¡¿Qué era todo eso?!
—No me decepciones—fue su advertencia.
A JungKook le dolió escucharlo, incluso sus ojos parecían suplicarle por eso.
—No lo haré. Yo, Jeon JungKook, te doy mi palabra, las sacaré de allí.
Bellina había recibido un mensaje en su teléfono de parte de Lianna, quería que se vieran en el parque ya que quería que hablaran sobre algo. La chica de cabello largo y de castaño oscuro cruzó la calle adentrándose al parque donde algunas personas se encontraban, no le tomó mucho tiempo enfocar a JooHee...mucho menos al chico junto a ella. JungKook notó la venda en su mejilla derecha, sintió impotencia de que esas chicas tuvieran que soportar tanto, fue muy diferente para él verla fuera del club sin esa actitud coqueta o vestimenta seductora.
—Tú de nuevo—la chica se detuvo al llegar frente a ellos.
—¿Cómo te sientes?
—Estoy bien, me enviaron algo para el dolor, nada grave—le aseguró. Miró a JooHee antes de preguntarle—¿No irás al club tampoco?
—No. Me tomaré la noche.
—Decidí hacer lo mismo, conociendo a Sehun dudo que quiera vernos por hoy.
—Ah, Bellina, él es Jeon JungKook, sé que ya se conocían, pero...
—No usemos los apodos fuera del club—pidió recordándole al chico cuando JooHee dijo lo mismo—Soy Seo BoYoung—hizo una pequeña reverencia guardando sus manos en los bolsillos de su abrigo.
—Eres muy diferente fuera del club—JungKook las miró—Igual que JooHee.
Ambas chicas sonrieron con un toque amargura.
—Digamos que dentro del club jugamos papeles, fuera de él somos lo que ves—se encogió de hombros—¿Le contaste lo que ocurrió con Sehun?—miró a la chica.
—Sí—JooHee respondió—A eso iba. JungKook quiere ayudarme para salir de allí y pensé en ti, quiero que también aceptes esta ayuda...
—¿Ayuda?—se burló negando con la cabeza—Eso es una condena, no es ayuda—regresó su atención al chico de piercings—Sehun te matará antes de que hagas algo por nosotras.
—¿Eso te ha hecho creer?
—BoYoung, de todas las chicas en el club sé que quieres salir de esto también—JooHee avanzó a ella esperando que escuchara—Te conozco desde hace dos años.
—Escucha, que los haya ayudado una vez no significa que quiero ayuda para mí—retrocedió. Para JungKook fue sencillo notar el miedo en ella—Mira lo que me hizo por mentirle, ¿Sabes lo que nos hará cuando sepa la verdad?, ¿No te importan tus hijas?
—Por eso acepta mi ayuda, porque le importan—la voz masculina fue seria. JungKook no pretendía obligar a nadie—Ese Sehun se ha encargado de lavarles el cerebro con cualquier mierda para poder crearles miedo y hacerles creer que no pueden dejarlo.
—Y yo pensaba que eras más inteligente.
—BoYoung, ¿No tienes sueños o metas?, ¿No ves más allá de lo que haces?
—Estoy sola, JungKook. A nadie le importa si salgo o no de ese club.
—¿Pero a ti te importa al menos?—señaló—¿Quieres seguir allí coqueteándole a cualquier idiota que llegue y te ofrezca lo que tenga en su billetera?—JooHee los miró a ambos. Realmente quería que Bellina aceptara—¿Y si llega el día en que no le sirvas más a ese Sehun?, ¿No importará lo que haga contigo porque a los demás no les interesa?
BoYoung rodeó los ojos pensando en esas palabras, sabía que tenía razón y era difícil aceptarlo. Sehun se deshacía de lo que ya no generaba ingresos al club, todos lo sabían, ella misma había visto a muchas chicas pasar por ese club, desaparecían de la nada y nadie decía nada, su mayor miedo era ese, que su vida terminara en manos de un proxeneta que se creía con suficiente derecho para jugar a ser Dios al escoger quien vivía y quién no. JooHee tomó su mano, la miró un tanto seria.
—¿Puedo contar contigo?
—Te odio por meterme en estas cosas—notó su sonrisa—Y tú—miró a JungKook—Si no cumples lo que prometes seré yo quien vaya por ti.
—No hará falta.
Foto arriba de Bellina :)
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