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Diecinueve

HeeRan miró el que sería su nuevo cuarto al igual que el de su hermana, tenía a HeeJin en brazos quien también miraba curiosa el nuevo ambiente que sería el hogar de las tres. La mudanza había iniciado a primera hora de la mañana, los adultos estaban ocupados terminando de verificar que no faltara ninguna caja. La habitación de las niñas era pequeña, tenía una ventana que daba hacia la calle permitiendo ver quien entraba o salía del edificio de cuatro pisos donde vivirían. Las paredes en blanco lo hacían ver más amplio de lo que era.

—¿Te gusta nuestra habitación, HeeJin?—preguntó a la bebé quien con ojos curiosos seguía mirando.

Algunas cajas que pertenecían a ambas se encontraban en una esquina de la habitación. HeeRan dejó a la bebé en el suelo permitiéndole gatear, JungKook entró al cuarto con dos cajas en los brazos. Las colocó junto a las otras un poco cansado, las mudanzas siempre eran agotadoras. Junto a TaeHyung habían ayudado a JooHee, HeeJin jaló del pantalón del chico de piercings llamando su atención.

—No puedo cargarte ahora, princesa—acarició su pequeña mano—Estoy ocupado ahora.

—Ahjussi, ¿Vive cerca de aquí?—su atención fue a la niña mayor.

—No mucho. En moto me toma minutos.

—¿Visita a su amigo muy seguido?

—En ocasiones, me he quedado a dormir en su departamento—revisó en sus bolsillos consiguiendo lo que quería. Se agachó frente a ella colocándole algunos caramelos en las manos—No sabía que sabores les gustarían, decidí comprar uno de cada sabor.

HeeRan contó siete caramelos. HeeJin estiró su pequeño brazo queriendo tomar uno y su hermana se lo negó.

—Omma no te deja comer caramelos, estás muy pequeña todavía.

La bebé hizo un puchero amenazando con llorar.

—HeeRan, sé que tu madre posiblemente te haya dicho esto, pero quiero hacer énfasis—aprovechó para decirle—Si en algún momento alguien fuera a buscarte al preescolar que no sea tu madre nunca permitas que te dejen ir con esa persona—y la forma seria en que le estaba hablando hizo que HeeRan colocara mucha atención—Insiste que llamen a tu madre incluso cuando digan que ya lo hicieron, ¿Entiendes?

—Entonces no debería aceptar caramelos de un extraño como usted—le devolvió los dulces—No lo conozco—y acto seguido salió de la habitación. JungKook miró los caramelos en sus manos un poco decepcionado de fallar de nuevo, HeeJin lo miró como siempre sin entender lo que la rodeaba.

—Lo estoy intentando, ¿De acuerdo?, no me veas así—la bebé sonrió estirando sus bracitos a él—Creo que eres la única a quien le agrado realmente—terminó por cargarla haciéndola más feliz todavía. Salió del cuarto con ella en brazos tocando sus piercings con curiosidad, JooHee estaba en la cocina respondiendo algunos mensajes.

JungKook también recibía un mensaje en ese momento, al revisarlo se extrañó de ver ese nombre allí.

Mamá:
Estoy en la puerta de tu departamento, ¿Dónde estás?, necesito que seas un hijo atento con su madre en este momento.

—¿Qué demonios hace allí?—susurró. HeeJin y él intercambiaron una mirada ante la mala palabra—Lo siento, las niñas bonitas como tú no repiten eso, ¿De acuerdo?—sólo obtuvo una dulce risa de la bebé.

JungKook:
Estoy ocupado. No puedo ir ahora.

Sus padres nunca se agradaron, eso lo sabía, sólo terminaron viviendo juntos cuando supieron que por dejarse llevar con las hormonas terminaron teniendo un hijo que nunca desearon. JungKook creció en un hogar donde las discusiones eran el pan de cada día, odiaba eso y se había ido de casa lo más pronto posible, pues ese ambiente estaba dañándolo sin que se diera cuenta.

Mamá:
Soy tu madre, JungKook. ¿Qué es más importante que yo?, esto es importante. Necesito que vengas.

Rodeó los ojos un tanto harto de ese drama.

JungKook:
¿De nuevo discutiste con papá?, ¿Eso es todo?, he escuchado ese cuento tantas veces que ya sé el final de memoria.

Dejó a HeeJin en el suelo recibiendo una llamada entrante.

—Mierda—chasqueó la lengua respondiendo al colocarlo en su oreja—Estoy ocupa...

—Tu padre se fue de casa, terminamos—la escuchó sollozar. Eso no era común—Creo que esto se veía venir, pero ahora que no está me duele tanto, JungKook.

TaeHyung agradeció a los hombres de la mudanza al igual que JooHee, todo estaba en el departamento listo para ser ordenado. La puerta se cerró dejando a los chicos con muchas cajas por abrir.

—Está bien, voy en camino. Te enviaré el nombre de una cafetería, no quiero que esperes en el frío mucho tiempo—y colgó—JooHee, debo irme por una emergencia, ¿Puedes ayudarla mientras no estoy, Tae?

—¿Está todo bien?—el rubio se preocupó al verlo algo inquieto.

—Luego te explico.

—Ve, no pierdas tiempo—JooHee también lo alentó.

La señora Jeon era una mujer que pocas veces había demostrado cariño y amor a su hijo, JungKook creció acostumbrándose a ello, no se quejó ni lo tomó como algo malo, pero cuando veía a sus compañeros de la escuela recibir afecto de sus padres se sentía extraño, si ellos fueran así de afectuosos se asustaría. La relación con sus padres nunca fue del todo buena, sabía que era un estorbo para ellos, que había arruinado sus vidas y el resto era historia.

—Un Cappuccino espumoso—la chica que servía las mesas colocó la bebida frente a JungKook. Éste le agradeció dando un sorbo al vaso, aquella cafetería estaba decorada con adornos navideños.

—¿Pediste permiso en tu trabajo?—la señora Jeon había pedido un café sencillo y simple. Su cabello oscuro caía liso por sus hombros, tenía unas ligeras arrugas en sus ojos. El parecido de JungKook a ella era escaso al igual que con su padre.

—Me tomé el día de hoy—mantuvo una expresión seria—¿Qué fue lo que pasó exactamente?

—Tu padre y yo tuvimos una discusión que comenzó por ti—acusó, parecía que estaba acusándolo—Dijo que por mi culpa nos odiabas, que por eso preferías estar lejos de nosotros, le dije que él también era culpable de esto.

El chico jugó con sus dedos en el vaso conociendo esa historia.

—¿Por eso se fue?

—No. Comenzamos a sacarnos cosas en cara y...él dijo que se marcharía—la mujer fue dejando su enojo de lado pasando a un semblante triste—Es un idiota. No esperaba que recogiera su ropa, se fue sin decirme nada.

Aunque las discusiones eran algo cotidiano en esa casa, que su padre haya hecho eso era nuevo.

—Mamá, ¿No crees que es mejor?—ambos se miraron—La relación de ustedes era muy tóxica, era una tortura, nunca hubo amor allí...

—Yo si lo amaba, JungKook—lo interrumpió—Amaba a tu padre, por eso soporté tanto con él, lo odiaba y lo amaba al mismo tiempo.

—¿Te estás escuchando?, ¿Cómo odias y amas a alguien al mismo tiempo?—quiso saber—Desde que tengo memoria parecían perros y gatos, nunca los vi demostrarse cariño, ¿Ahora dices amarlo?

Incluso la señora Jeon estaba confundida.

—No me juzgues, siempre haces eso.

JungKook no iba a discutir.

—Si tan malvado soy, ¿Por qué viniste a verme?—señaló la maleta junto a ella y el bolso.

—¿No puedo venir a ver a mi hijo?

—Mamá.

—No quiero estar sola, ¿De acuerdo?—aquello lo sorprendió. Por un momento dudó en creerle, la mujer avergonzada no pudo mirar a su hijo, admitir que tenía miedo de algo no era sencillo—No...no puedo estar en la casa sola, tanto silencio...sólo me hace pensar en las cosas.

—Apenas ha pasado horas desde que se fue...

—Tu padre se fue hace tres días.

—¿Esperaste tres días para decírmelo?—intentó no enojarse. Incluso si no se llevaran bien lo que ocurriera con sus padres le importaba, eran sus padres después de todo. Negó con la cabeza llenándose de paciencia, colocó las llaves sobre la mesa obteniendo una mirada sorprendida de su madre—Ya conoces el piso y la puerta del departamento, esas son las llaves. Acomódate allí, cuando vuelva ya hablaremos.

—¿No te quedarás conmigo?

—Debo hacer otras cosas antes—bebió de su Cappucino para luego revisar en sus bolsillos sacando algunos billetes—Si hace falta algo en el refrigerador cómpralo de aquí.

—Ya, Jeon JungKook, dijiste que tienes el día libre, ¿A dónde vas?, soy tu madre, debes...

—Mamá, deja de repetir eso, no intentes usarlo de excusa—la mujer apretó sus labios al ser pillada en su táctica—Volveré luego, ¿Necesitas ayuda con tus cosas?

—No, vete.

Estoy sorprendida por el interés que han demostrado por la historia. Sé que lo repito mucho, pero gracias :)

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