JooHee:
¿Cómo está HeeJin?

Nayeon:
No ha tenido fiebre, ahorita está jugando con su hermana.

Aquello le trajo más alivio, había tenido el temor de ser llamada de nuevo por la chica comentándole lo opuesto. JungKook notó el suspiro en la chica a la vez que escribía algo en su teléfono.

—¿Una buena noticia?—quiso saber intentando no ser tan...entrometido.

—No hablemos sobre la vida privada del otro, por favor—indicó dejando el móvil en la mesa de centro inclinándose hacia atrás en el sofá con sus brazos cruzados—¿No deberías volver con tus amigos?

Una sonrisa arrogante apareció en sus labios.

—Sólo uno de ellos es mi amigo, no te preocupes por eso—del bolsillo de su pantalón sacó una pequeña caja de cigarrillos junto a un encendedor. Lianna lo miró darle una calada al cigarro recordando cuando ella también fumaba antes de saber que estaba embarazada por segunda vez, lo había dejado, aunque en ocasiones sentía la necesidad de volver a probarlo. JungKook notó su mirada en él, le extendió la caja de cigarros a lo que ella negó.

—Ya no fumo.

—¿Desde cuándo?—expulsó el humo de su boca.

"Tiene unos labios bonitos, debo admitirlo"

Pensó ella.

—Desde no te importa.

—Estoy siendo amable contigo, no seas tan dura. Pensé que hacía lo correcto salvándote del idiota ese.

Y ahí iba de nuevo, ¿Salvándola?

—¿Eres consciente de mi trabajo, chico?

—Soy JungKook—se presentó—Y sí, sé que tienes un trabajo difícil dónde debes complacer cualquier cosa que tu cliente diga, es...un poco molesto saber que estos clubes venden a las chicas como tú.

—¿Y por qué pagaste si te molesta?

—Ya te lo dije, estaba salvándote del idiota—dio dos toques al cigarro dejando caer las cenizas en el cenicero de cristal, Lianna lo observó llevar aquel objeto a sus labios dando otra calada y expulsando el humo, los piercings en la comisura de su labio inferior y en una de sus cejas se movían cuando hablaba o hacía un gesto con su rostro—¿Quieres preguntarme algo?

—No.

—Por tu forma de mirarme deduzco que sí—sonrió de lado. Una sonrisa cálida que a ella le gustó.

—Gracias—se atrevió a decir—No te agradecí ayer por haberme llevado al hospital.

—No te preocupes. Te veías muy preocupada, debe ser alguien importante para ti.

Lianna asintió.

—Lo es.

Odiaba hablar de eso con sus clientes, aunque estos no se mostraban interesados en su vida privada, sólo querían coger y ya. La chica posó su atención en los tatuajes que sobresalían de las mangas recogidas de su suéter.

—Hace mucho que quiero hacerme uno—señaló. JungKook expulsó el humo de su boca de nuevo mirando su antebrazo de tatuajes—He estado dudando un poco.

—¿Tienes un diseño en mente?

—No, sólo quiero hacerme uno aquí—señaló su clavícula.

—Conozco un buen lugar que podrían diseñarte cualquier cosa.

—Creo que incluso si pudiera, no lo haría—pareció sincerarse un poco—Los clientes que tengo les gusta el hecho de que mi piel es "perfecta"—dibujó las comillas en el aire. En la mesa de centro habían diferentes tipos de botellas con licores desde el más costoso hasta el más económico. Los vasos estaban a un lado esperando ser llenados.

JungKook por un momento pensó preguntarle sobre escoger otro trabajo, sabía que no tendría el mismo dinero que allí, pero ninguna de esas mujeres merecía estar en ese mundo tan bajo.

—¿Has probado en otros lugares?

No era primera vez que Lianna escuchaba eso. Ser madre soltera y tener que criar dos niñas no era sencillo, requerían gastos, además de eso estaba el pago de los servicios como la luz, el agua, el gas, el alquiler, todo se juntaba creando deudas y más deudas, su temor era quedar en la calle con las niñas, también estaba la educación de ambas. Prefería ocuparse de HeeJin durante el día ahorrándose tener que llevarla a una guardería, era muy pequeña para eso, también ayudaba a HeeRan con sus deberes, si había alguna actividad en su escuela podía asistir sin problema.

Muchos pros y contra sobre conseguir otro trabajo.

—Creo que deberías irte—recogió su teléfono levantándose—Debo volver a mi trabajo...

—¿Enserio quieres dejar que un tipo te toque como un pedazo de carne y no tomar de excusa este descanso?

—Mira, volveré a decírtelo, esto no es un lugar para conversar, si quieres hablar entonces invítame al parque—usó el sarcasmo sin saber que lo tomaría en serio. JungKook dejó el cigarro en el cenicero al apagarlo colocándose de pie.

—Quiero invitarte al parque.

—¿Qué?

—Tú lo dijiste.

A Lianna le estaba poniendo nerviosa. Se cruzó de brazos enfrentándolo, aunque debía levantar ligeramente su rostro.

—¿Por qué tanta fascinación conmigo?, ¿Eres un acosador?, por eso me ayudaste.

—Te ayudé anoche porque estabas realmente desesperada, esa fue la primera vez que te ví en realidad y fuiste tú quien pidió ayuda—le recordó—Además de eso, si fuera un acosador dudo mucho que estuviéramos hablando en este preciso momento ya que estaría emocionado de tenerte a solas—imitó su gesto levantando una de sus cejas haciéndole sentir nerviosa de nuevo—¿Debo ser más explícito?

—Mi respuesta es no, estoy ocupada.

—¿Durante el día trabajas también?

—No salgo con clientes.

—No te pagaré, eso me hace un no cliente.

—Eso lo convertiría en una salida y en las salidas se dan detalles sobre la vida del otro, no, gracias—fue hasta la puerta quitando el seguro—Buenas noches, JungKook.

—Gracias por tus servicios, Lianna—lo miró incrédula ante eso, no iba a quedarse callada.

—Cuando quieras—y se fue de la sala.

—¿Te dijo que quería hablar?—Nayeon acomodó a HeeJin en sus piernas distrayéndola mientras su madre preparaba el desayuno.

—Fue extraño—JooHee se movía por la cocina—Nunca había estado en una situación así, me sentí...extraña, no sabía cómo tratarlo o qué decirle.

—¿Lo habías visto antes?, ¿Era un cliente nuevo?

—Nunca lo había visto—confesó. Tomó el pan tostado de la tostadora colocándolo en un plato—Bueno, antes de ayer tuve que pedirle el favor de llevarme al hospital, él estaba allí, no pasaba taxi y bueno, le pedí el favor.

—Siempre he creído que hay una minoría de hombres que son diferente al resto—miró a Nayeon. La bebé tenía sus pequeñas manos en su boca manteniéndose serena, su hermana todavía dormía—Tal vez ese chico lo sea, ¿No crees?

JooHee no supo que pensar.

—Espero no verlo de nuevo, me hizo sentir nerviosa.

—¿Es atractivo?

—Lo es, pero no es por eso que me sentí así, sus ojos...grandes y oscuros me miraban de una manera...tan distinta a los demás clientes—indicó—Agradezco ese "descanso", pero no quiero sentirme así de nuevo.

A Nayeon le pareció notar que su amiga sólo tenía miedo de ser tratada con amabilidad y respeto, JooHee se había olvidado de lo que era ser tratada como dama sin necesidad de aprovecharse de su cuerpo. JungKook sólo la hizo entrar en pánico sin saber cómo reaccionar, si algo debía admitir es que le había gustado ese pequeño descanso en la conversación.

Nuestro Jk impactó en JooHee y ella en él también.