Dos platos de sopa habían sido colocados frente al hombre y su hijo. JungKook apenas sentía ganas de comer algo, tenía un nudo en el estómago el cual le estaba dando náuseas con todas esas emociones negativas por la muerte de su madre, su padre le había dicho para verse en un local mientras comían algo juntos, Jeon JungSuk era de la estatura de JungKook, quizás unos pocos milímetros más alto, se mantenía fuerte a pesar de su edad debido a lo mucho que le gustaba el deporte cuando joven, mientras llevaba la cuchara a su boca miró a su hijo jugar con ella en su plato, sus ojos estaban hinchados por haber llorado, su nariz estaba algo roja y desde que llegó no dejaba de morderse el labio en un gesto de ansiedad.

—Come algo—ordenó.

—No puedo comer, si lo hago siento que acabaré vomitando—dejó la cuchara en la mesa  con la cabeza baja—Mamá intentó comunicarse contigo desde hace semanas, ¿Por qué no respondías ni siquiera mis llamadas?

El hombre sorbió primero de su cuchara antes de hablar.

—No tenía nada que hablar con tu madre y mucho menos contigo—volvió a señalarle el plato—Come.

—¿Dónde estás quedándote?

—Sólo come y cállate, JungKook.

—No, tú cállate—aquello le hizo verlo con ojos muy abiertos—Te llamé porque supuse que al menos te importaría un poco saber que la mujer con quien viviste por años y con quien tuviste un hijo falleció—indicó—Te llamé porque no pienso armar ese funeral solo. Te guste o no, ella era tu familia. Así que si tu actitud de mierda será lo único que tendré, pues déjame decirte que no estoy para soportarte—advirtió.

El señor Jeon dejó de comer inclinándose hacia atrás en la silla. Entre él y HyeJun, quien solía golpearlo más era JungSuk.

—Y tampoco estoy para tolerarte tu actitud rebelde.

—Rebelde porque a ambos les duele que les diga la verdad. ¿También vas a decirme que tus padres te echaron de casa cuando joven por mi culpa?—se cruzó de brazos con una sonrisa ladina—Déjame recordarte que yo no pedí nacer. Supéralo y actúa como un hombre.

Probablemente si estuvieran solos, le habría arrojado un golpe para callarlo o "corregir" su actitud. JungKook siempre le dio dolores de cabeza incluso desde antes de nacer.

—Yo si quería el aborto, fue decepcionante que tu madre no lo hiciera a tiempo.

El chico se levantó dejando unos billetes en la mesa.

—¿Sabes qué?, sólo encárgate del funeral de mamá. Vine a la ciudad para identificar su cuerpo, ahora te toca hacer tu parte—guardó su billetera. Salió del restaurante sin ver atrás, se acercó a su moto subiendo a ella, las lágrimas amenazaron con salir haciéndole sentir ardor en sus ojos, la culpa lo estaba matando. Antes de encender la moto recordó a JooHee, ella quería que siempre usara su casco.

—Desde ahora tienes a alguien preocupándose por ti—dijo cerca de su oído—¿Es suficiente por ahora?

Una sonrisa divertida se dibujó en sus labios.

—Más que suficiente.

Bajó de la moto sacando su casco del asiento. Se lo colocó volviendo a subirse a ella, su teléfono comenzó a vibrar en el bolsillo de su chaqueta, al ver su nombre no dudó en responder esta vez.

—¿JungKook?—podía notar la preocupación en su voz. Al parecer los únicos que se preocupaban por él eran personas que no pertenecieran a su familia—Lo siento, sé que Tae me dijo que esperara tu llamada, pero...tenía un mal presentimiento...

—No vengas a la ciudad.

—¿Qué?

Tomó una bocanada de aire mirando a las personas en la calle.

—Estoy bien—mintió—Son...cosas que debo arreglar antes de volver a Daegu.

Ella lo conocía muy bien para saber que no estaba del todo bien.

—¿Ocurrió algo con tu madre?

Tuvo que hacer un enorme esfuerzo por no desmoronarse allí, en realidad quería que la chica fuera hasta él y lo abrazara, que le dijera que todo estaría bien incluso cuando no era cierto, su mente era un caos, no terminaba de asimilar que su madre ya no estaba en ese mundo. El nudo en su garganta se hizo tan fuerte que no pudo hablar, apartó las lágrimas de sus mejillas volviendo a sollozar.

—Ella murió.

Su voz rota sólo aumentó el mal presentimiento de JooHee.

—¿De qué estás hablando?

—La policía encontró a mi madre muerta en el departamento—intentó detener el llanto sin conseguirlo—Si no la hubiera echado de la granja esto no hubiera pasado, JooHee—colocó su mano en su frente sintiendo que se hundía—Es mi culpa.

—No, no, no lo es—JooHee no dudó en decir lo siguiente—Iré a la ciudad, envíame tu dirección...

—No. No quiero que vengas, Sehun...

—No me importa eso ahora, no puedes estar solo en este momento. Envíame tu dirección, iré de inmediato, ¿Dónde estás quedándote?

Ahora era ella quien estaba atenta a él.

—En un hotel.

—Ve al departamento de TaeHyung, hay una llave debajo de su alfombra—recordó—Espérame allí, en cuanto llegue al mío iré a verte. ¿Sí?—aquel tono dulce le hizo sentir más ansias de tenerla allí, no fue capaz de pedirle que se quedara en la granja.

—No vengas con las niñas.

—Está bien, recogeré mis cosas y te escribiré cuando vaya en camino.

—¿No podemos ir contigo?—HeeRan veía a su madre guardando sus cosas en el bolso.

—No, cielo, las necesito aquí.

—Ahjussi, ¿Estaba muy mal?—abrazó sus piernas mirándola.

JooHee dejó de guardar sus cosas tomando asiento en la cama. Atrajo a la niña a ella rodeándola con sus brazos.

—JungKook necesita compañía en este momento, los funerales son tristes y no me gustaría que HeeJin o tú fueran a uno—besó su frente—TaeHyung me acompañará, su familia te cuidará mientras no estoy, ¿Puedes cuidar de tu hermana también y ayudar si es necesario?

HeeRan asintió no muy segura.

—Esa ahjumma no me caía bien, pero no quería que algo así le pasara.

—Nadie lo quería, cielo.

—¿Si volverás?

—Claro que sí, nunca dudes de eso—pellizcó su nariz.

—¿Puedo hacerle una carta?

—¿Quieres enviarle una carta?—ella asintió—Está bien. Ve rápido, terminaré de arreglar las cosas.

HeeRan bajó de la cama saliendo de prisa del cuarto, TaeHyung apareció segundos después acercándose.

—Tengo todo listo. Mi padre nos llevará al terminal para tomar el tren.

—Sólo me faltan guardar unas cosas. Le escribiré a JungKook cuando estemos en el tren.

—¿Crees que...esto sea obra del...padre de HeeJin?—bajó la voz con cierta duda—Sé que su madre no era del todo amable, pero no merecía esto.

—Lo sé. JungKook está destrozado, era su madre después de todo—ella también sentía algo de culpa—Y respondiendo tu pregunta...no debo creerlo, sé que fue él.

Tae tragó con dificultad, mentiría si dijera que no le preocupaba su familia.

—¿Sabes algo de Nayeon?

—Está con su familia por navidad, ¿Por qué?

—Simplemente acabo de pensar en ella.

JooHee terminó de guardar sus cosas en el bolso y en otro. Tae la ayudó con el más pesado saliendo con ella, bajaron a la sala donde el resto se encontraba, HeeJin estiró los brazos a su madre encontrándose en la alfombra de la sala.

—HeeJin, mami debe irse por unos días—la bebé la miraba como si pudiera entender lo que decía. Esa típica mirada fija que muchas veces ponía nervioso a cualquiera—Vas a quedarte con HeeRan, con los padres de TaeHyung y sus abuelos, ¿Puedes ser una buena niña?

—Omma—colocó sus manitos en su rostro.

—Volveré con JungKook pronto.

La bebé reconoció ese nombre.

—Appa—sonrió.

—Las cuidaremos bien, JooHee—la abuela Kim tocó su hombro—Ve con ese muchacho, debe sentirse muy solo en este momento. Lamento mucho su pérdida.

—Gracias, ahjumma.

—¡Lo tengo!—HeeRan apareció corriendo con la carta en su mano—Dile a ahjussi que la lea cuando se sienta triste.

JooHee tomó la carta con una sonrisa pequeña. Aunque HeeRan podía estar insegura con la relación de ellos, debía admitir que trataba mucho mejor a JungKook. Dejó a la bebé en brazos de la abuela Kim dejando un beso en su mejilla, abrazó a HeeRan haciendo lo mismo despidiéndose de los demás.

JungKook estaba con ella cuando lo necesitaba y ahora le regresaría esa compañía. No podía dejarlo solo.

JungKook :(