Cuarenta
HeeRan y HeeJin irían al pueblo con las mujeres, TaeHyung y JungKook. JooHee quien seguía dormida se quedaría en casa con el padre y el abuelo de Tae...HyeJun había decidido quedarse en casa también. HeeRan había preguntado por su madre, JungKook tuvo que mentirle diciéndole que había dormido mal y se sentía cansada, el pueblo quedaba un poco distanciado de la granja, la madre de Tae fue quien condujo hasta allí, había decoraciones por todos lados, nieve por todos lados, tiendas en cada rincón, cafeterías pequeñas, restaurantes que ya estaban abiertos esperando a su clientela, los turistas se tomaban fotos en cualquier rincón, mientras las mujeres comprarían algunos ingredientes que hacían falta en casa, los chicos pasearían con las niñas, JungKook tomó algunas fotos a ambas en la plaza, TaeHyung hizo lo mismo y fue inesperado cuando la niña preguntó lo siguiente:
—Ahjussi, ¿Puede tomarse una foto con nosotras?
Tae sonrió sabiendo que HeeRan cedía poco a poco a pesar de tener sus dudas aún.
—Yo la tomaré—el rubio preparó su teléfono retrocediendo.
JungKook se colocó a HeeJin sobre los hombros, le causaba ternura cuando ésta aferraba sus pequeñas manos a su cabello por instinto. El chico colocó una de sus manos en el hombro de HeeRan sonriendo a la cámara, la segunda foto fue de él a la altura de las niñas siendo una adorable imagen, cuando Tae participó en las fotos se convirtió un desmadre ya que parecía otro niño más, todo fue risa tras risa convirtiéndose en un momento inolvidable para HeeRan.
Caminaron por el pueblo visitando las tiendas, JungKook llevaba a HeeJin tomando sus manos permitiéndole caminar por su cuenta, la bebé quería moverse rápido para seguir a su hermana llegando a cansarse muy pronto acabando por sentarse.
—Tienes que hacerlo despacio, preciosa—volvió a colocarla de pie—Vamos, intenta caminar.
—Appa—levantó su cabeza a JungKook sacándole una sonrisa por su tierna manera de llamarlo.
—¿Puedes decir HeeRan?, ¿Puedes decir el nombre de tu hermana?
La pequeña miró a Tae quien iba más adelante con HeeRan, intentó caminar rápido de nuevo teniendo el mismo resultado. JungKook tuvo que cargarla permitiéndole descansar.
—Sigo sin saber como alguien tan cruel como Sehun tiene una hija tan dulce como tú—susurró.
—Unnie—HeeJin señaló a su hermana.
—Así es, muy bien—la felicitó—¿Cómo se llama él?
TaeHyung y HeeRan esperaron a ambos quienes se habían quedado atrás.
—Oppa.
—¿Puedes decir Tae?
HeeJin miró al rubio, JungKook se detuvo al llegar con ellos. Regresó su atención a su "padre" sonriendo con inocencia.
—Appa.
—¿Qué tanto están hablando ustedes?—TaeHyung entrecerró sus ojos.
—Intento que hable un poco más.
—HeeJin, él no es appa—corrigió HeeRan.
—Appa—repitió de nuevo.
—Ahjussi, no deje que siga llamándolo así—pidió de manera seria, TaeHyung le había comentado que la niña no se sentía a gusto con ese detalle.
El señor Kim había pasado por la habitación donde JooHee descansaba, al encontrarla despierta no dudó en acercarse siendo tan amable como su esposa. La chica quedó sentada en la cama sintiendo su cuerpo pesado todavía, aquellos calmantes hicieron efecto, pero su culpa y preocupación seguían presente. No estaba sorprendida de lo que hizo Sehun, una vez BoYoung lo había dicho, desechaban a las chicas que ya no necesitaban, todo era un vil mercado en ese mundo.
—Las niñas se fueron con los chicos y las mujeres al pueblo, ¿Necesitas algo, muchacha?
—Mi cabeza duele un poco.
—¿Quieres que te prepare un té?
—No quisiera molestarlo, ahjussi...
—Nada de eso, no tengo nada que hacer tampoco—le sonrió con un estilo similar al de su hijo. Ya sabía de donde Tae sacó esa sonrisa cuadrada—Lamento lo que le pasó a tu amiga—añadió un poco más serio—JungKook nos dijo que era alguien cercana a ti.
Sin saber que decir se limitó a asentir. Si esa familia supiera a lo que se dedicaba no estarían siendo tan amables, sólo en ese momento se dio cuenta que también estaba afectando la vida de TaeHyung, sólo eran más víctimas para Sehun, el señor Kim salió del cuarto prometiendo volver con un té de hierbas, JooHee al estar sola apartó las lágrimas silenciosas de sus mejillas, se obligó a respirar profundo varias veces, se levantó de la cama sintiéndose débil, con náuseas por tantas emociones y con un dolor más fuerte de cabeza. Sehun tenía razón, el mayor error que cometió fue entrar a trabajar en el club Dreamers.
—Ya estás despierta—volteó encontrando a la madre de JungKook entrar por la puerta y cerrar detrás de ella—Por tu evidente preocupación deduzco que estoy en lo cierto, esa chica de la noticia murió por algo que te involucra.
"No tengo ánimos de soportar a esta mujer"
—Ahjumma, no me siento muy bien en este momento...
—¿En qué estás metida realmente, JooHee?, sabía que debía tener cuidado contigo, además de usar a mi hijo estás poniéndolo en peligro, ¿No?
—No sé de qué está hablando, le pido que salga de la habitación...
—No me creas estúpida, vi tu reacción cuando apareció esa noticia. Esto va más allá que la muerte de una simple amiga y sabes que tengo razón.
Tal vez había sido muy obvia o quizás su intuición respecto a JooHee estaba acertando.
—Ahjumma...
—Las personas que le hicieron eso están relacionadas contigo—eso no era una pregunta—¿Están buscándote?—la ansiedad estaba creciendo en la pobre chica quien tomó asiento de nuevo en la cama. Sus nervios estaban despertando de nuevo—Lastimarán a JungKook porque insiste en estar a tu lado y cuidar de esas niñas cuando no son suyas—JooHee tragó con dificultad conteniendo las lágrimas—Estás siendo masoquista al tenerlo a tu lado, si llega a pasarle algo serás la culpable.
La voz de Sehun hizo eco en su mente.
"Recuerda lo que te dije, Lianna. Lo que suceda será tu culpa"
—Lo siento—absorbió por su nariz con voz rota—Le he dicho a JungKook que se aleje, no quiere escucharme, sigue insistiendo que quiere protegernos—las lágrimas terminaron por salir dando paso al llanto. JooHee cabizbaja sollozó sin poder verla—Nunca he querido ponerlo en peligro, ahjumma—HyeJun la escuchó en silencio de pie frente a ella—No sé que vio su hijo en mí, no sé porque es tan bueno con nosotras, estoy agradecida con él, me gusta, me hace sentir viva de una manera que nunca había estado y...esto sólo me hace querer estar lejos de él para evitar ponerlo en peligro.
—Tienes dos hijas, ¿No deberías pensar primero en ellas y no aferrarte a un chico?—reprochó sin intenciones de comprenderla.
Claro que pensaba en las niñas. Ese sentimiento de ser una mala madre volvía después de tanto, la burbuja en la que había estado con JungKook se estaba desmoronando en cuestión de segundos.
—Mírame—ordenó. JooHee temblorosa obedeció con ojos rojos e hinchados—Quiero que te alejes de JungKook, lleva tus problemas a otro lado, no necesita esta porquería, lo que él crea saber no importa, lo de ustedes es diversión, sólo tú estás enamorada de él—aquello dolió aprovechándose de su malestar haciéndole sentir peor—Si trata bien a las niñas es para poder acostarse contigo. ¿Sabes cuántas aventuras ha tenido?—JooHee bajó la cabeza y ella la obligó a mirarla tomando su rostro con una mano—No seas estúpida, piénsalo, tienes demasiados problemas encima, no arrastres a los demás a ellos, enfréntalos por ti misma.
—Lo siento, ahjumma.
—Termina lo que tengan y aléjate con tus hijas.
HeeRan se había enamorado de unas pulseras coloridas perfectas para su edad, tenían nombres de la persona que fuera a comprarla, para ella fue emocionante ver que colocaran su nombre en una de ellas. JungKook le había regalado una tanto a ella como a HeeJin la cual fue más pequeña, a la medida de su muñeca. TaeHyung le regaló algunos dulces mientras la llevaba en su espalda. Tomaron un descanso en una de las cafeterías siendo atendidos con amabilidad por el personal, JungKook le entregó a HeeJin a su amigo saliendo del local para llamar a JooHee.
La llamada nunca fue respondida, intentó una vez más terminando por pensar que tal vez seguía dormida. Entró en la opción de mensajes enviándole uno.
JungKook:
Las niñas están divirtiéndose con Tae y conmigo, volveremos pronto. Respóndeme en cuanto leas esto, por favor.
—¿JungKook?—el chico levantó su cabeza al escuchar su nombre. Sus cejas se levantaron de sorpresa al identificar a la chica, tenía un diminuto lunar cerca de la comisura de sus labios, su cabello iba suelto cayendo por su espalda, tenía un gorro en su cabeza, sus ojos café le trajeron algunos recuerdos y la sonrisa que se formó en el rostro de la muchacha demostraba estar contenta de verlo de nuevo—Hace mucho que no te veía.
—¿Karina?
El viaje a la granja no está saliendo como esperaban.
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