Cincuenta y uno
JungKook se levantó en el acto apresurándose hacia Sehun, lo empujó contra la pared llamando la atención de todos los presentes, el silencio fue inevitable y JooHee al notar aquello volteó hacia donde ocurría todo. Palideció en cuanto vio a Sehun allí, ¿Qué demonios estaba haciendo?, Tae intentó alejar a JungKook sin éxito.
—¿Qué carajos haces aquí?, ¿No fue suficiente para ti asesinarla?
—A veces el dolor por perder a alguien te hace dudar de quien no debes—acomodó su abrigo—¿Quieres hacer un escándalo, JungKook?
—Fuiste tú, lo sé—señaló.
—¿Y por qué la policía no ha hecho nada? No hay evidencia, no puedes demostrar nada.
—Hijo de puta—lo tomó del cuello apretando sus manos en él. El señor Jeon se acercó en cuanto vio aquello y JooHee no se quedó atrás—Sé que asesinaste a mamá, lo hiciste porque sabes que JooHee no irá corriendo a ti, sabes que puedes perderlo todo y tienes miedo.
—JungKook, suéltalo—JungSuk hizo presión en sus manos. TaeHyung intentó alejarlo necesitando más fuerza.
—Oye, no vale la pena, tienes que soltarlo—JooHee intentó enfocar su atención en ella. JungKook tensó su mandíbula queriendo muerto a ese idiota—JungKook, mírame—se encontró con su mirada—No vale la pena.
—Él la asesinó.
Los murmullos entre las personas no se hicieron esperar.
—Este no es el lugar—tocó su brazo—Suéltalo.
Sehun comenzó a toser en cuanto sus manos liberaron su cuello.
—¿Se encuentra bien?—JungSuk se mostró preocupado.
—Llama a la policía.
—Tienes que calmarte y dejar de actuar como un loco—reprochó. Era absurdo que su padre estuviera defendiendo a ese hombre.
—Estoy bien, no se preocupe, creo que su hijo está cegado por sus emociones.
—Tienes que irte—JooHee intervino—Te diré lo mismo, este no es el momento, Sehun.
—Pero si vine porque me lo pediste—todos la miraron. Era claro que estaba mintiendo—Dijiste que sería buena idea si me presentara.
—¿Ocasionaste esto, muchacha?—JungSuk no parecía contento. Ante sus ojos, JooHee estaba causando desastre en el funeral de su mujer.
—Está bien, me iré. Pero antes dejaré mis condolencias—entró a la habitación donde hace poco estaba con su padre. JungSuk lo detuvo ordenándole que se comportara, por un momento se alejó cuando uno de los ancianos de la mesa lo llamaba.
—¿Qué hace él aquí?—susurró Tae a JooHee quien no tenía idea.
—Yo no le escribí y mucho menos lo llamé.
JungKook lo vio dejar una de las flores frente a la foto de su madre. Se mantuvo de pie observándolo presentar sus respetos al arrodillarse y agacharse como todos los demás, Sehun se levantó acercándose de nuevo al pelinegro, pasó a su lado susurrándole...
—Debiste responder la llamada, creo que pensó en ti hasta el último momento.
JungKook no se resistió más arrojando su puño a su rostro causando revuelo en aquel funeral.
TaeHyung intentó llamar de nuevo a Hoseok, esta vez no respondía poniéndolo nervioso. JungKook necesitaba un abogado, con el desastre en el funeral la policía llegó deteniéndolo, Sehun tenía golpes mientras que su atacante estaba ileso, a los ojos de los policías el chico tenía un grave problema de ira. JooHee estaba adentro sentada en una de las sillas en recepción, no podía ver a JungKook hasta que su abogado no se presentara, Sehun estaba recibiendo atención médica, su abogado estaba en camino también.
Se sentía ansiosa además de inquieta, todo estaba saliendo peor, estaba segura que Sehun asistió al funeral para provocarlo y ocasionar ese desastre, JungKook quien todavía cargaba culpa además de odio no pudo contenerse. Se levantó dispuesta a salir para buscar a Tae, no fue necesario pues al colocarse de pie identificó al rubio con Hoseok, la tercera persona fue la que hizo que se paralizara.
—Me alegra verte de nuevo, JooHee—Hoseok sonrió un poco al verla—Le dije al abogado que esto era urgente.
JooHee miró aquel abogado, lo conocía, claro que sí y jamás imaginó que Jung Hoseok conociera a Jeong YunOh, en el pasado, durante la secundaria todos lo llamaban JaeHyun. Tenía traje y corbata, su cabello azabache dejaba expuesta su frente, era delgado aunque de buen físico, tez pálida, ojos oscuros y labios rosados por el frío de afuera. Su maletín colgaba de su hombro, por su expresión, JooHee supo que también la había reconocido.
Cinco años sin verse, el destino hacía de las suyas otra vez.
El equipo de baloncesto había obtenido el puntaje mayor ocasionando que todos enloquecieran en la cancha. JooHee estaba allí con las chicas de su clase, en ese entonces era una adolescente de diecisiete años, celebró con gritos y aplausos que el equipo de su escuela hubiera ganado contra su oponente. Aunque en realidad, celebraba más por uno de los jugadores. Sonrió sintiendo la emoción del momento, su sonrisa se borró cuando JaeHyun la buscó entre la multitud de las gradas, al encontrarla sonrió en su dirección, había visto a la chica asistir a sus prácticas o mirarlo desde lejos.
Estudiaban el mismo año de secundaria, eran tímidos frente al otro, con esa victoria, JaeHyun se sentía muy seguro para hablarle. Cosa que hizo cuando la vio en la salida de la escuela despidiéndose de algunas compañeras.
—Oye, Jae, iremos a comer algo de pizza. ¿Quieres venir?—invitó un amigo.
—Lo siento, debo llegar temprano a casa. La próxima será—se apresuró en llegar a su bicicleta. Le quitó su cadena con la cual la aseguraba cada mañana al llegar a la escuela, subió a ella con su bolso en la espalda. JooHee caminó por la acera con la cabeza en el examen de mañana, tenía que estudiar al llegar a casa, ver el partido de baloncesto escolar le hizo sentir confiada. Una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar que JaeHyun la había mirado, ¿Debería hablarle finalmente?
—Hola—dio un respingo cuando cierto chico apareció a su lado en una bicicleta. Su corazón se disparó al ver quien era—Eres Song JooHee, ¿No?
La JooHee adolescente tenía un flequillo sobre sus cejas y el cabello corto por sus hombros, caía liso en ellos, con el sol cayendo en ambos los ojos de la chica le recordaron al cielo en verano.
—Sí—respondió finalmente un poco nerviosa—Hola. ¿Nece...necesitas algo?
—Te he visto en mis prácticas con los chicos—eso la hizo sonrojar. Quería morirse de vergüenza—Estudiamos juntos, eres una de las mejores alumnas del salón.
—Y...tú eres...un excelente jugador de baloncesto.
JaeHyun sonrió un poco encontrándola tierna.
—¿Vas a la parada de autobuses?
—Sí.
—¿Puedo invitarte un helado?
JooHee sonrió sin evitarlo. El chico que le gustaba finalmente la invitaba a comer algo, asintió sintiéndose en las nubes.
—Me encantaría.
—¿JooHee?—Tae tocó su brazo—¿Estás bien?
JaeHyun era el padre biológico de HeeRan, el hombre del cual se enamoró como tonta y terminó dejando su casa para ir con el "amor de su vida", el hombre que la dejó cuando supo que estaba embarazada mediante una carta. Al parecer, uno de los dos si pudo continuar con su vida con total normalidad, demasiadas emociones le hicieron sentir náuseas, ¿Las paredes se estaban cerrando?
—Voy a...llamar un momento a la granja—dijo a Tae. Salió de la comisaría sintiendo que no podía respirar, llevó sus manos a su cabeza sin saber que hacer.
JungKook estaba dentro, Sehun también y ahora JaeHyun era el abogado que supuestamente la ayudaría con el caso de HeeJin.
¿Cómo no colapsar con todo eso?
Entramos al drama, señores. No quisiera ser JooHee en estos momentos.
Foto arriba de JaeHyun.
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