Cincuenta y nueve
Canción del capítulo: Kat Dahlia - I Think I'm In Love.
•••
Las niñas regresarían mañana, el departamento tenía pocas decoraciones navideñas y JungKook quería mejorarlo. Había ido en compañía de JooHee a una tienda cercana del edificio, ninguno de los dos podía saber que de lejos Suho los vigilaba con el propósito de encontrar a Nayeon. De regreso en casa colocaron más luces, más adornos, más detalles, incluso el árbol de navidad parecía más brillante, con el mensaje de Sana contándole lo que descubrió en la oficina de Sehun se sintió de muchas maneras, todo eso era clave fundamental en el caso, con todo eso claramente debían darle la custodia completa de HeeJin.
Por la mañana fue a visitar a Nayeon mientras JungKook acompañaría a TaeHyung al terminal para tomar el tren a Daegu, luego se reuniría con ella.
—¿Puedes caminar?—preguntó a su amiga dispuesta a ayudarla a levantarse. Con algunas muecas de dolor pudo hacerlo, el cuerpo de Nayeon estaba muy maltratado.
—Duele todavía.
—Tranquila, sólo caminemos en este cuarto, ¿Sí?
—¿La policía sabe algo de Suho?—movió sus pies despacio con JooHee ayudándola.
—No, están buscándolo.
—TaeHyung me contó lo que pasaba, te juro que no sabía que Sehun y él se conocían, mucho menos que eran familia, no recuerdo ningún familiar cuando estaba en secundaria.
—Está bien, no te culpo de eso. Lo importante es que estés bien.
—Realmente espero que ganes contra él, JooHee.
—Yo también. Por el momento parece ser así.
—Debes tener muchas cosas en la cabeza...
—Quisiera mentirte, pero sí. Estoy volviéndome loca con cada día que pasa.
Nayeon se detuvo un momento, el dolor en el cuerpo hacía de las suyas cuando se mantenía de pie por unos minutos, JooHee al notarlo la ayudó a volver a la camilla permitiéndole sentarse.
—El abogado Jeong...es el padre de HeeRan...
—Ujum—subió las piernas de la chica a la camilla.
—¿Vas a decirle que su padre apareció?
—No. Al menos no por el momento—la cubrió con la manta. Nayeon apreciaba mucho la atención que le estaba dedicando—JaeHyun tampoco ha demostrado interés en su hija, no me sorprende—acercó una silla tomando asiento en ella—Es irónico como un hombre que no comparte absolutamente nada con ellas se ha convertido en el padre que merecen tener—sonrió de lado negando con la cabeza—He tomado muchas malas decisiones en mi vida, quiero hacer las cosas bien.
—¿Le ocultarás a HeeRan la verdad?
—Ella no sabe que su padre se fue por ser un maldito cobarde, no sabe que su madre tuvo que sacrificar su vida entera por darle un plato de comida—señaló—HeeJin por otro lado es muy pequeña para entender siquiera lo que ocurre.
—Sólo por curiosidad, ¿Estás cuidándote?
—¿Qué?
—Bueno, JungKook y tú son pareja, no me sorprendería que fueran activos en el sexo, es normal, no debería opinar sobre esto, pero si un bebé más llegara en este momento...
—No, no—se apresuró a decir negando con la cabeza—Ambos nos cuidamos, no he dejado de tomar mis anticonceptivos y él...se cuida, ya sabes—aseguró.
—Cuando todo esto acabe...—hizo una pausa—¿Dónde te ves con él?, no creo que JungKook te deje ir tan fácilmente, el hombre ha demostrado estar contigo en cualquier momento. TaeHyung me dijo que ayer habló con el abogado Jeong...
—Fue un milagro que no lo golpeara—murmuró. Nayeon la escuchó sonriendo un poco—Antes de que me llamaras estuvimos hablando sobre el matrimonio.
—¿Ya están pensando en casarse?
—No, nada de eso, sólo hablábamos sobre nuestra boda ideal.
—JooHee, ¿Qué harías si te pide matrimonio?, ¿Lo aceptarías?
—No quiero pensar en eso ahora.
—Conociendo al chico, yo diría que lo hará.
—No lo hará.
—¿Por qué?—quiso saber.
—No quiero hablar de eso, tengo cosas más importantes en mi mente.
El tren saldría en una hora, TaeHyung se mantenía en contacto con su madre informándole de la situación, se acercó a su amigo tomando asiento junto a él en aquel banco del terminal. Le pareció que estaba pensativo, distraído mejor dicho, podía imaginar porque.
—Las niñas estarán en casa esta noche—comentó. JungKook asintió siendo consciente de ello—La hora feliz se verá interrumpida por ellas.
—JooHee quiere tenerlas cerca, no está acostumbrada a esto.
—Sólo han pasado dos o tres días...
—Si te soy sincero, también extraño tenerlas en casa—miró a TaeHyung—Aunque me siento un poco nervioso por HeeRan, cuando sepa sobre su padre...me rechazará de nuevo.
—¿Qué?, ¿De dónde sacas eso?
—JooHee me había dicho que la niña anteriormente le preguntó por su padre, poco a poco HeeRan se ha abierto conmigo...
—Sí, tienes razón, sé que las cosas han tardado un poco con ella, aun así no creo que te rechace.
—¿Y si pasara?
TaeHyung negó con la cabeza en desacuerdo.
—No me parece que el abogado esté interesado en acercarse a su hija.
JungKook se cruzó de brazos mirando algunas personas pasar frente a ellos.
—Le mostré una foto de la niña, la forma en que sus ojos se vieron por un instante fueron similares a los de JooHee. Es como ese brillo de orgullo que muchos padres tienen por sus hijos—tomó una bocanada de aire—Puedo actuar como un padre para ellas, pero nunca lo seré realmente.
—A veces el ADN no habla por nosotros. Has sido más padre para ellas de lo que él pudo ser—aun así no se sintió mejor—¿Te gustaría tener un hijo con JooHee?, ¿Lo has pensado siquiera?
—No.
—No te creo.
—Hablo enserio. Tengo planes para ambos cuando todo esto pase, al mismo tiempo tengo cierto temor de que ella quiera terminar con la relación, no quiero presionarla.
—¿Enserio crees que JooHee haría eso?, si ustedes se separan...—hizo una pausa dramática—Lloraré—JungKook sonrió divertido negando con la cabeza—Hablo enserio, mira lo que están arriesgando y lo mucho que se apoyan mutuamente, JooHee no pensó dos veces en venir para apoyarte por la muerte de tu madre—recordó otro tema—Oh, por cierto, ¿Y tu padre?
—Debe estar en la habitación que alquila—se encogió de hombros—Le dije que si notaba algo extraño me llamara sin dudarlo.
—¿Verán al abogado hoy?
—Sí, la esposa de Sehun se reunirá con nosotros para mostrar la evidencia que tomó de la caja fuerte—inclinó su cabeza hacia atrás expulsando vahío de su boca—¿Sabes?, JooHee y yo conversamos sobre el matrimonio.
—Vas a proponerle matrimonio.
—No te adelantes mucho—dijo divertido y un poco nervioso.
—¿Y...?
—Por un momento me imaginé esperándola en el altar, me gustó la imagen que vi en mi mente...—completó—Y sí, tienes razón, pensé en eso.
Tae sonrió más que emocionado.
—Miren a Jeon JungKook sentando cabeza finalmente con una mujer que vale la pena.
—Eres la primera persona que escucho decir eso, al parecer todos ven a JooHee como algo abominable que no debería siquiera existir—un ejemplo era el atrevimiento de todos al juzgarla, sí, fue prostituta y sí, no era algo agradable de escuchar, pero cuando recordaba que gracias a él la vida de la chica fue mejorando le hacía sentir mejor—He hecho un enorme esfuerzo para controlarme.
—Fui una de esas personas que no estaba seguro de la relación que tenían—TaeHyung lo recordó perfectamente—Sabía que traería problemas y...lo hizo, te trajo problemas, aunque al mismo tiempo te trajo felicidad. Mírate con las niñas, te adoran...y JooHee te ama, ambos se han apoyado mutuamente, has sido una pieza importante en su vida.
—Espero que esto acabe pronto—chasqueó la lengua guardando sus manos en los bolsillos de su abrigo—Si Sehun se queda con la custodia completa de HeeJin...
—No creo que eso pase, si su esposa tiene toda la evidencia que lo colocará entre la espada y pared, no tendrá como escapar—JungKook lo miró estando sorprendido de su seguridad—Sé que JooHee dijo que puede hacer cualquier cosa para salirse con la suya, ningún mal dura cien años, ¿No crees?
—Wow, Kim TaeHyung está siendo más sabio de lo que alguna vez imaginé—bromeó. El chico dejó ver su sonrisa cuadrada orgulloso de ello. El llamado en los parlantes avisó a los pasajeros con el tren a Daegu que debían ir abordando.
—Ya debo irme. Les escribiré cuando esté de regreso con las niñas.
Ambos se levantaron y JungKook lo detuvo al pensar en algo.
—No le escribas a JooHee, mejor envíame un mensaje.
—¿Qué?
—Confía en mí.
Sana terminó de arreglarse revisándose una vez más frente al espejo, Naomi se encontraba en la cama profundamente dormida luego de haberse alimentado del pecho de su madre, tenía un mal presentimiento o tal vez eran los nervios colocándose en su contra. Inhaló y exhaló varias veces acercándose a la cama para cargar a la bebé, no quería sacarla de casa, pero tampoco quería dejarla en ella considerando la situación, no confiaba en nadie, ya no se sentía segura con su esposo luego de lo que había descubierto en la oficina.
Se excusó con las mujeres de servicio diciendo que saldría a pasear con la bebé, en su auto la acomodó en su silla especial teniendo un nudo en la garganta, tenía miedo, ese miedo la estaba dominando. Frente al volante encendió el vehículo alejándose de la casa, al detenerse en el primer semáforo comenzó a preguntarse si sería mejor volver a casa, si simplemente debía hacerse la ciega y oídos sordos ante todo eso. Recordó los pasaportes de la caja fuerte, los documentos, las nuevas remodelaciones del club, Sehun la veía como alguien tonta que no sería capaz de hundirlo, su esposo la subestimaba.
La veía como una mercancía especial sólo por estar casada con él, tensó sus manos en el volante mirando por el retrovisor a Naomi. ¿Realmente era capaz de ignorar todo eso cuando ella también tenía una hija?, debía ayudar a JooHee, ni siquiera tenía que pensarlo, ella misma se lo dijo, por los hijos se hacía cualquier cosa. Esa mujer no merecía eso, ninguna persona lo merecía. Sus ojos picaron al contener las lágrimas, intentó calmarse llevando sus manos a su rostro, si Sehun la descubría iba a lastimarla, podría alejar a la bebé de ella y era lo que más miedo le daba.
No podía volver con la bebé, si Sehun no sabía donde estaba Naomi no podría lastimarla con ella.
—¿Qué estoy haciendo?—se dijo así misma—No tengo donde dejar a la bebé, no conozco a nadie que no tenga conexión con Sehun—algo hizo clic en su mente. En la pantalla táctil del auto presionó la opción de llamar, no tardaron mucho en responder:
—JungKook ya está en camino para vernos donde el abogado.
—JooHee, ¿Dónde estás ahora mismo?—volvió a conducir cuando la luz cambió.
—En el hospital con mi amiga, ¿Por qué?
—Necesito un enorme favor de tu parte, eres la única a la que puedo confiarle lo más preciado en mi vida.
—¿Qué ocurre?
—Te explicaré al llegar.
Aquí es donde empezamos a unir las cosas, espero no fallar.
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