Cincuenta y cinco
El desayuno fue llevado a la cama para su novia, JooHee disfrutaba más la comida cuando era JungKook quien la preparaba. Para el chico fue satisfactorio ver a su novia llenar sus mejillas mientras masticaba con ganas, ladeó su cabeza admirándola con su cabello suelto cayendo por sus brazos, las sábanas cubrían su desnudez, la piel que quedaba expuesta se veía totalmente diferente a cuando la conoció, JooHee había sanado en lo externo, pero internamente...era lo difícil, tomaba más tiempo. Ante el silencio, ella lo miró dejando de masticar sonrojándose, JungKook sonrió como tonto aumentando ese sonrojo en su novia.
—¿Por qué me ves así?—cubrió su boca con su mano avergonzándose.
—No es nada, sólo me gusta verte—se encogió de hombros.
—Pues no lo hagas tanto, puedes desgastarme—masticó ofreciéndole un poco al chico quien aceptó dejándose alimentar.
—Hay algo que quiero preguntarte—comentó. Su torso estaba desnudo llevando sólo sus pantalones, JooHee tenía algunos chupetones en el cuello que tendría que esconder con la bufanda o el maquillaje—Dijiste que...querías casarte, ¿No?
—Ujum—asintió colocándole atención.
—¿Ya no lo quieres?—sintió cierto temor de saber la respuesta.
—No lo sé—dejó los palillos en la bandeja, pasó su mano por su cabello dejando expuesto el lado izquierdo de su cuello—Creo que he hecho todo al revés, me convertí en madre sin tener nada estable en todos los aspectos.
—¿Entonces...tienes miedo del matrimonio?
—No, el matrimonio sigue pareciéndome algo bonito y hermoso, aunque a veces en vez de unir a las parejas puede separarlas—indicó.
—¿Cómo te imaginas tu boda?—quiso saber. Colocó la bandeja en la mesa de noche regresando su atención a ella, JooHee todavía no se acostumbraba a esa manera de mirarla, incluso cuando se conocieron esos ojos oscuros se endulzaban al verla.
—En la playa. Me gusta el sonido del mar, me gustaría algo pequeño y sencillo en la arena, el océano de fondo mientras los novios intercambian anillos...—en su mente todo se veía tan bonito que imposible para JooHee no sonreír—Las niñas llevarían los anillos, aunque antes de eso serían las niñas de las flores, todos usarían blanco, la novia tendría un vestido sencillo aunque hermoso para la ocasión...—miró a JungKook—Lo siento, es muy tonto, ¿Verdad?
—No, es muy interesante escucharte entusiasmada por algo.
—Me gustan las bodas—admitió con algo de pena—Ahora tú dime.
—¿Qué te digo?—jugó con uno de los mechones de la chica.
—¿Qué piensas del matrimonio?
—Creo que es algo que la pareja debe hablar, debe pensarse seriamente cuando se quiere dar un paso más firme y estable en la relación—contestó.
—¿Cómo imaginas tu boda?
—No he pensado en ella, la verdad—se mostró un poco pensativo—Tomaré tu idea prestada—JooHee sonrió negando con la cabeza—Añadiré que me gustaría caminar con mi esposa por la arena mientras el resto disfruta la fiesta.
—¿De qué hablarían?
—Mmm...—mordisqueó su piercing jugando con él con su lengua—Hablaríamos de nuestra nueva vida como esposos, comentaríamos sobre todo lo que pasamos para llegar hasta ahí.
JooHee volvió a sonrojarse, sonrió dulcemente al darse cuenta que se imaginaba con JungKook de esa manera, que se lo imaginara no significaba que pasara, las cosas siempre tomaban otro rumbo y no quería hacerse falsas ilusiones. En su lugar depositó un corto beso a su boca acariciando sus mejillas.
—Tomaré prestada tu idea.
Él sonrió volviendo a besarla, esta vez por más tiempo. El sonido del teléfono de la pelinegra interrumpió el momento, venía de la sala. JungKook se levantó y regresó a la habitación entregándole el móvil.
En la pantalla aparecía un número desconocido, había estado rechazando las llamadas de un número no agendado, si insistía tanto tenía que ser por algo, ¿No?, colocó el alta voz al responder.
—¿Hola?
—JooHee—identificó la voz quien rompió en llanto preocupándola.
—¿Nayeon?
—Ayúdame, por favor—suplicó. La pareja intercambió una mirada sin entender que ocurría.
—¿Qué sucedió?, ¿Pasó algo con tus padres?
—No, ellos...ellos creen que estoy en el departamento, les dije que regresaría para pasar la navidad con unos amigos—su voz se quebró—Él me dijo que la pasaríamos juntos y...no fue como creí, por favor tienes que ayudarme, si me encuentra me lastimará.
—¿Dónde estás?, iré de inmediato.
JooHee bajó de la moto deshaciéndose del casco, JungKook había llegado con ella a una cabina telefónica que quedaba casi escondida entre callejones. La nieve caía mientras el frío congelaba a más de uno manteniendo la mayoría de las personas en sus casas.
—Tuvo que llamar de aquí—señaló la cabina mirando alrededor.
—Y esta fue la dirección que dijo—agregó JungKook bajando de su moto también. Dejó el casco colgando de su brazo, JooHee se asomó en el callejón cercano a la cabina telefónica. Allí junto al contenedor de basura vio un cuerpo temblar de frío.
—Nayeon—en cuanto dijo su nombre volteó a verla. La pobre chica estaba golpeada, su nariz tenía sangre seca, su ojo derecho estaba hinchado, apenas podía abrirlo, su ropa tenía algunas roturas mientras sus pies descalzos pisaban la nieve, JooHee se acercó de inmediato abrazándola dejando que llorara lo que quisiera—Dios mío, ¿Quién te hizo esto?
JungKook miró alrededor, a simple vista sólo ellos tres estaban ahí.
—No le digas a mis padres, por favor, no quiero preocuparlos—pidió entre lágrimas.
—Estás helada, mírate como estás temblando—se deshizo de su bufanda colocándosela. Se quitó su chaqueta abrigándola con ella sin importarle el frío, JooHee intentó ayudarla a colocarse de pie sin mucho éxito.
—Mi cuerpo duele mucho, no puedo moverme del todo.
—Yo la cargaré, pide un taxi, la llevaremos al hospital—JungKook intervino. A Nayeon le agradó verlo con su amiga, aunque sintió mucha vergüenza de estar en esa situación—¿Puedes subir a mi espalda?
—Lamento que deba verte así.
—Tranquila, no pienses en eso—sonrió un poco. JooHee la ayudó a subir en la espalda de su novio escuchando algunos quejidos de parte de su amiga quien estaba muy adolorida, de su teléfono pidió un taxi que por suerte no tardó en llegar.
—Eres un idiota—Sehun no estaba contento en la llamada y Suho mucho menos.
—No te llamé para que me reclames.
—Pues no es mi jodida culpa que tu noviecita se haya escapado—acusó—Tal vez debiste tratarla mejor y dejar tus estúpidos juegos de psicópata.
Suho tenía cierta adicción con la violencia. Le gustaba maltratar a sus novias, fingir ser el chico perfecto al conocerlas y atraerlas como abejas a la miel, una vez las tenía consigo les mostraba su verdadera forma de ser, un hombre abusivo y maltratador que disfrutaba del sexo rudo, disfrutaba drogarlas o drogarse con ellas mientras se aprovechaba de la situación. Una escoria total, no sabía como demonios la estúpida de Nayeon se escapó de la habitación donde la tenía encerrada, nunca la imaginó capaz de eso, era tan ingenua que se confió demasiado.
—No te olvides de que sin mí estarías perdido—advirtió—Consigue a la chica.
—Tengo cosas más importantes que hacer, usa tu cabeza si tienes una y no me molestes—colgó.
—Maldito Sehun, es un hijo de puta—arrojó el teléfono a la cama. Pasó su mano por su cabello pensando rápidamente, el equipaje de Nayeon seguía en la habitación. Revisó en el bolsillo de su pantalón tomando el otro teléfono, el de la chica, revisó en su galería encontrando la foto que quería—Cierto, es amiga del juguete de Sehun—en la foto aparecía JooHee con ella sonriendo—En donde está la zorra...la conejita también estará allí.
No le había dicho a su primo quien era Nayeon en realidad, ni siquiera le había dicho su nombre, sólo que era una víctima de la secundaria y que era un nuevo juguete para él. Si le decía que se trataba de Im Nayeon querría usarla para su plan, eso le molestaba, Nayeon era SU juguete, él decidía por ella y no dejaría que Sehun metiera sus narices en el asunto.
Estamos llegando a la punta del drama para luego descender al final :D
PD. Sí, colapsé con esas imágenes del JungKook en el gimnasio y luego en el baño (casi quemo mi desayuno viéndolo) xD
PD2. Intentaré aplicarlo en alguna escena de esta historia.
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