2 Falta poco...
El día transcurrió tranquilo, entre charlas, comidas y algunos dulces, no me cansaría de decir cuánto extrañaba estar junto a ellos y lo afortunada que me sentía de tenerlos presentes, aunque fuera solo en pequeños momentos de mi vida.
Neilyn vino a casa y corrí a sus brazos al verla de nuevo, sus padres entraron junto a ella y por un momento espere verlo a él, parado bajo aquel marco, pero no fue así, él, no había venido a verme...
Luego de unas horas, ya eran pasadas las 2 de la madrugada, el día se nos fue volando a todos, al estar tan metidos en la conversación.
Neilyn les dijo a sus padres que se quedaría conmigo en casa y ambas subimos a mi habitación, al llegar, deje la maleta en la puerta, y ví como Neilyn se lanzaba sobre mi cama aún con los zapatos puestos.
Mi mejor amiga podía ser la persona más desastrosa que existía en el mundo.
Yo por mi parte, aún estaba parada en la puerta de la habitación, mirando todo a mi alrededor, no negaría que me gustaba estar aquí, pero....
Había algo...
Un aura extraña y de mucha pesadez se extendía sobre mi habitación, la sensación de incomodidad que sentí en el auto cuando venía en camino al recordar mi infancia, se hizo presente, y comencé a sentirme asfixiada.
Lance todos los pensamientos a algún rincón de mi cabeza y me permití disfrutar de estar aquí, había pasado meses pensando en que haría cuando estuviese aquí y ahora, sentía todo muy extraño.
Con respecto a mis cosas, las acomodaría mañana, estaba cansada y lo menos que quería era sacar todo de la maleta y tener que acomodarlo.
Me quite los zapatos y me acosté en la cama junto a Neilyn, saque mi celular del bolsillo de mi pantalón y revise mis redes sociales.
—Ya me hacía falta tenerte por aquí —mencionó ella a un lado de mi— Te extrañe, es aburrido tener que compartir con el troglodita de mi hermano —Dijo haciendo una mueca de disgusto.
—También me hiciste falta, la mayoría de las chicas en la preparatoria son rubias sin cerebro —dije mientras soltaba una pequeña risa.
—Dijo la rubia frente a mi —mencionó ella riendo.
—¡Hey, no te burles! —me defendí —Para tu información, a diferencia de ellas, yo si tengo cerebro, se sobre arte, literatura, música, historia, y muchas otras cosas. Ellas solo piensan en una cara bonita, carros de lujo, joyas, y un cuerpo atlético.
—Puedes ser muy inteligente y todo lo que quieras, pero te gusta él y ya con eso has bajado de categoría como 10 escalones —volvió a decir ella riendo.
Levanté la almohada que tenía a un lado y me permití pegarle con ella por estúpida, escuché un pequeño grito por parte de ella y Neilyn me quito la almohada de las manos y me dió una mala mirada.
—Habia olvidado lo rústica que podías llegar a ser, cuando te lo propones —se quejo ella devolviéndome la almohada.
Le saque el dedo medio y agarre mi celular de nuevo para hablar con mi abuela, me había escrito recordando que debía descansar y que ya me extrañaba.
Falta poco...
Escuché a alguien decir cerca de mi.
—¿Como? —pregunté volteandome a ella.
—¿Que? —Dijo Neylin mirándome extrañada.
—Dijiste algo... ¿Falta poco para que? — pregunté aún confundida.
—No entiendo de que hablas Sabri, no he dicho nada —volvió a decirme confundida.
—Que raro, pensé que.... Ahg, olvídalo —dije sin ánimos— Creo que ya estoy delirando por el cansancio
—Si, creo que deberíamos descansar —mencionó ella, volviendo a recostarse junto a mi.
Me voltee para apagar la luz de mi pequeña lámpara de noche y me cubrí con la sabana de mi cama, sentía una pesadez grandísima encima, lo mejor sería que descansará para recuperar energías.
"Sentí una mirada pesada sobre mi, abrí los ojos despacio y busque por toda la habitación, intentando encontrar a quien me estaba observando.
Aún estaba acostada sobre mi cama, gire en busca de Neilyn para contarle lo que estaba sintiendo, pero al voltearme no estaba aquí conmigo.
Escuché un ruido dentro del closet y me levanté para ir a ver lo que era, si era Neilyn la que estaba escondida allí, juro que voy a matarla con la almohada.
Una sensación de temor me recorrió todo el cuerpo al estar parada frente a mi closet, sentí como mi cuerpo se erizaba al acercar mi mano al pomo de la puerta, ignore el sentimiento de alerta que mi subconsciente me envió y abrí la puerta del closet de un solo golpe, esperando encontrarme a Neilyn detrás de la puerta lista para asustarme, pero al abrir la puerta....
No había nada...
Mi closet estaba vacío...
Me di media vuelta para volver a mi cama, pero al voltearme, un grito escapó de mis labios.
Había alguien de pie frente a mi.
Una silueta sin forma humana...
Mis sentidos de alerta me decían que debía correr, gritar y pedir ayuda, pero mi cuerpo y mis cuerdas vocales no reaccionaban.
La extraña figura se poso frente a mí, sentí un frío agrio asentarse en la boca de mi estómago.
Vi como levantaba una especie de mano hacia mí y todo sucedió muy rápido, cosas sin sentido comenzaron a suceder, muchas escenas se presentaron como si de un trailer de alguna película se tratase.
Sentí como mi pecho comenzaba a arder al ver cada una de las escenas, y un dolor inmenso se asentó detrás de mi oído.
Abrí mi boca tratando de pedir ayuda pero mis cuerdas vocales seguían sin pronunciar sonido alguno...
Las escenas que estaban pasando frente a mí se detuvieron y lo que ví, me desestabilizó por completo."
—¡No! —grite exaltada mientras me sentaba de nuevo en la cama.
—¿Sabri, que paso? — pregunto ella preocupada.
Sentí que mi corazón quería salirse de mi cuerpo, al latir tan rápido dentro de mi pecho.
—Tuve... Era.. Solo una pesadilla —Dije entre jadeos, tratando de recuperar el aliento.
—¿Quieres contarme mientras te calmas? —preguntó preocupada.
Le conté un poco de lo que había soñado, pero algunas cosas me eran un poco difíciles de recordar, pequeños flashbacks de algo similar a recuerdos se hicieron presentes y comenzó a dolerme la cabeza intentando recordar todo lo que había soñado.
—Nena, es mejor que descanses, fue solo una pesadilla, no le hagas mente —me aconsejó.
Y tenía razón...
Había sido solo un sueño después de todo...
¿No?...
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