17 de mayo de 2015

Cuatro meses , casi cuatro meses habían pasado desde que me entere de la maldición que me acompañaba desde mi nacimiento, y desde que ocurrió la trágica muerte de mi madres.

Mi hermano menor Owen lleva desde entonces desaparecido, la única noticia que he tenido de mi padre fue un mensaje que dejo en mi buzón de mensajes, básicamente dijo que estaba en Hungría por su trabajo y que no estaba seguro de cuando iba a poder regresar, que lamentaba lo que le había pasado a la casa y que me quede con Hector y Lina, luego de eso me dijo que soy libre de hacer lo que quiera.

Vaya padre el que tengo yo, en el audio se le escuchaba sereno y casual, no estaba triste porque su esposa murió ni porque su hijo menor desapareció, la única que sobrevivió fue su hija mayor y en casi cuatro meses solo dejo una nota de voz en el buzón de mensajes.

¡Ah! Y la cereza del pastel.

La llamada la hizo desde un teléfono desechable, lo que nos hace imposible intentar llamar porque claramente el mejor padre del mundo ya desecho el celular.

En serio ¿Qué tan mierda se puede ser en la vida?

-Buen día linda -dijo Lina al verme entrar en la cocina, su barriga estaba mucho más grande, casi como un globo a punto de estallar.

-Buen día -dije con una pequeña sonrisa.

No había sido para nada fácil acostumbrarme a salir de la cama y no encontrar a mi madre en casa, el tiempo había pasado rápido, y aunque los Herrera se esforzaban constantemente por hacerme creer que todo estaba bien y que podía seguir con mi vida, aun era muy difícil para mi acostumbrarme a todo esto.

-¿Cómo has dormido? -preguntó, dejando un cuenco con cereal frente a mi.

-Excelente -mentí con una sonrisa, no quería preocuparlos mas de lo que debería.

Desde esa noche, había tenido muchas pesadillas, no lograba entender el motivo de estas, ninguno de ellos lo sabia, a excepción de Neilyn, que había estado presente en cada una de ellas, y era quien me despertaba cuando yo misma no lograba hacerlo.

-¿Dónde esta Hector? -pregunte, al no verlo en la cocina.

-Salió temprano, dijo que iría al mecánico por un ruido extraño que tiene el coche, llega mas tarde -dijo Lina, sentándose frente a mi en la mesa- Por cierto, faltan algunas cosas aquí en casa, ¿Neylin y tu, pueden hacerse cargo de ellas?

-Claro, ¿Qué hace falta? -pregunte mientras desayunaba.

-Les dejare todo por escrito, aquí tienes la tarjeta de Crédito, pero por favor, Sabri... No dejes que Neilyn cargue la tarjeta, se vuelve loca cuando tiene dinero -menciono riendo.

-Tranquila, yo hare las compras, y la obligare a que ella cargue las bolsas -dije y ambas comenzamos a reírnos.

Luego de desayunar, ayude a Lina a recoger y limpiar la cocina, con el embarazo le resultaba un poco difícil hacerlas ella misma, ella se despidió para irse al trabajo y yo me quede en la sala, esperando a que Neilyn bajara.

Los recuerdos del sueño, de la noche anterior se hicieron presentes, subí las escaleras y encendí la laptop que Gabriel me había prestado para usar mientras estaba aquí en su casa.

"Un pasillo enorme se mostraba frente a mi, gritos desesperados se escuchaban a mi alrededor, no podía ver mucho por la falta de luz, camine por aquel pasillo enorme en busca de una salida

Pude ver una sombra a lo lejos, era una figura femenina, lucia esbelta, conforme avanzaba podía ver mas a detalle los rasgos de aquella persona y el largo pasillo detrás de ella.

El largo cabello cobrizo caía sobre su espalda, y un largo vestido negro cubría su cuerpo, pude apreciar algo similar a un corset sobre su abdomen, lo suficientemente ajustado para definir sus curvas, esa chica, desprendía un aura de oscuridad, vi, como poco a poco se giraba de frente a mi, y cuando estuve completamente cerca de ella, pude escuchar que me decía algo, luego... me desperté"

-¿Sabri? -dice Neilyn suavemente al levantarse de la cama

-Hola bella durmiente, son las diez, ¿ya dormiste tu siesta para embellecerte? -pregunte, volteándome hacia ella.

-No, aun me faltan dos hora mas de sueño, pero no pude seguir durmiendo gracias al sonido del teclado -dijo, aun con voz dormilona- ¿Qué haces? ¿Sigues buscando noticias de Owen?

-No, solo... Estaba escribiendo algo que ha estado rondando por mi cabeza, desde que me levante... Además, lo de Owen me tiene preocupada, pero tu padre dijo que se haría cargo de eso, y que lo encontraríamos.

-Sí, no te preocupes, ya veras que pronto lo encontraremos -dijo, levantándose de la cama y acercándose a mi para darme un abrazo- Te quiero, pero mi estomago muere de hambre -comento riendo- ¿Me acompañas a ver que encuentro para desayunar?

-Esta bien -acepte separándome de ella, y levantándome de la silla- Por cierto, tus padres salieron y me dejaron encargada de hacer las compras ¿Me quieres acompañar?.

-¿Tengo qué? -pregunto mientras se quitaba las lagañas de los ojos.

-Sí -dije sin titubear-. Además, no vas a caminar, iremos en el auto de... Mi madre -se sentía extraño mencionarla después de lo que había sucedido, me esforcé por mostrar mi mejor sonrisa.

Debía acostumbrarme a que ella ya no estaba, mientras mas rápido lo aceptara, mas fácil seria para mi.

-Vale -Soltó un gran suspiro y camino junto a mi, chocando con la puerta en cuanto salíamos de la habitación- Dame un chance, el Windows no cargó bien.

-Te espero abajo -dije luego de soltar una carcajada.

¥

-Huevos, queso, Jamón, pan, pollo, carne, cereal, pañales, toallas y leche -enumera Neilyn frente al carrito de compras en voz baja.

-¿Tenemos todo? -pregunto mientras empujo el carrito lentamente

-Creeeeo que sí -responde Neilyn sin seguridad en sus palabras.

-¿Cómo que creo? Neilyn ¿No trajiste la lista? -pregunte, conociendo la respuesta

-Se me olvidó en la cocina -dice mientras me sonrie tiernamente y me enseña sus dos pulgares -Pero tranquila, todo está aquí adentro -apunta a su cien.

-Mejor me reservo los comentarios, vamos a cancelar en caja.

-¡Espera! Falta algo muy importante -comienza a caminar- Sígueme.

Comencé a caminar detrás de ella, esperando que lo que faltara, si fuera algo importante.

Llevábamos varios minutos, buscando un pasillo en especifico, el cual yo desconocía y terminamos en la sección de licores.

-¿Exactamente qué es lo que falta Neilyn? No recuerdo que tu madre me dijera algo referente a algún licor -digo, tratando de recordar si Lina me había dicho algo al respecto.

-¿Dulce o seco? -pregunta ignorando completamente lo que dije.

-¿Está el vino siquiera en la lista de tu madre?

-Me gusta más el chardonnay, pero quiero probar este Riesling -agarra ambos vinos y me los muestra, ignorando de nuevo, lo que acabo de decirle

-Ignórame malnacida.

-¿Sabes qué? Llevemos los dos -pone ambos vinos blancos en el carrito de compras- ¿Malnacida? Mi mami me dijo que nací bien, mírame -da una vueltita en sí misma- Además, con toda la insistencia de Gabriel en ti, y toda la historia que tuvieron ustedes hace un tiempo, debes tener algo en casa, para que puedas hacer algo con el tarado si se presenta la oportunidad y después culpar al alcohol, por tan mal gusto en chicos -menciono riendo

-A veces me cuestiono ese cuento de que naciste bien, sigo pensando que el doctor te dejo caer cuando naciste -comienzo a caminar detrás de ella- Voy a cancelar antes de que asaltes completamente el pasillo de licores, y por favor, deja el tema de Gabriel, no hare nada con el -dije, caminando a la caja

-Ujum si, no harán nada, ya lo veremos...

Antes de poder finalmente cancelar, Neilyn siguió metiendo cosas que actualmente si estaban en la lista de compras que había dejado en casa, o al menos eso es lo que me gustaría pensar.