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Extra dos: Inesperado.
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Los planes avanzaban acorde a lo esperado. KyungSoo se sentía un poco satisfecho de su plan, puesto que hasta el momento todo había salido como lo había previsto.
Su misión era esa vez en realidad algo muy simple, tanto que cuando JunMyeon se la encomendó, había rodado los ojos y le había fruncido los labios porque creía que era una misión tan sencilla que podría hacerla algún agente menor, alguno de sus subordinados.
Pero JunMyeon simplemente se mantuvo serio esa vez, con una ceja arqueada mientras lo observaba con una serenidad que él en realidad sabía que era un mero disfraz de un montón de palabrería sobre el trabajo y el profesionalismo, además, por supuesto, de que le diría que trabajaba para él y le recalcaría que tenía que acatar órdenes.
Así que simplemente la había aceptado, le había hablado a JongDae y ambos se habían subido al siguiente avión a Japón. El hombrecillo nunca se había destacado por renegar de sus misiones, mucho menos se había revelado a acatar órdenes de un superior como JunMyeon, que a final de cuentas veía por él siempre.
Por ello es que se había puesto guapo, había elegido su mejor traje ajustado y JongDae le había repetido lo caliente que se veía esa noche, dándole incluso una nalgada al salir de la habitación, que le costó un puñetazo en el pecho bastante doloroso porque «Tú a mi no me nalgueas, déjate de bromas».
La seriedad en las palabras del muchacho habían hecho que JongDae se hundiera de hombros y le sonriera, porque no estaba para peleas, KyungSoo solía relajarse pero estaban de trabajo y en ese momento no se sentía de buenas, considerando que tenía que hacer lo que menos le gustaba: coquetear.
La víctima era un hijo de un empresario millonario, un Coreano bastante tradicionalista que había mandado seguir a su hijo con la finalidad de saber si es que era un mariquita, según las propias palabras escritas en el reporte de la misión.
KyungSoo había sido seleccionado para coquetear con él y para llevárselo a algún otro lado. JunMyeon le había dicho que no era necesario el sexo, que simplemente tendría que corroborar lo que el hombre quería y nada más.
Y una mierda, ¿por qué el padre no podía simplemente preguntarle a su hijo? JunMyeon le había dicho, por supuesto, que lo había hecho, con un par de bofetadas para sacarle la verdad. Incluso lo había encerrado en el sótano para que reflexionara sobre sus actos cuando el rumor de que su hijo se había besado con un tipo en un bar llegó a sus oídos.
La palabra tradicionalista le sabía mal a KyungSoo, sabía que significaba problemas y él creía que coger con otro hombre en ese y cualquier otro tiempo, no tenía algo de malo, pero aunque JunMyeon pensara lo mismo, le había explicado que no podían negarse a aceptar su petición de misión, debido al poder económico y moral que el tipo tenía en el país.
No les era conveniente ni aunque tuviese mil agentes, el meterse con un hombre como ese, el llevarle la contraria sería echarse la soga al cuello.
Así que después de haberse mentalizado para la ocasión, recordándose a sí mismo que él también sabía coquetear sin ayuda de nadie y que podía obtener un buen acostón si lo deseaba, pese a que aquello no estaba dentro de sus planes y tampoco dentro de su ética profesional, KyungSoo se había encaminado a la barra del bar de aquel lujoso hotel, donde ya tenía ubicado al chico en cuestión.
Era alto ㅡ al menos más que élㅡ, fornido, sus brazos hacían que resaltara toda su espalda y su trasero se veía bastante bien en aquellos pantalones de vestir a la medida. Así que cuando KyungSoo le vio la cara, se dijo a sí mismo, que podía coquetear descaradamente. Al fin que JongIn no tenía por qué saberlo.
JongIn estaba a kilómetros de ahí. En el mismo país, pero en otra ciudad, afortunadamente.
ㅡ Y entonces... ¿Me decías que estás de vacaciones? ㅡ El tipo lo sacó de sus pensamientos, volviéndolo a la realidad con un par de pestañeos en sus grandes ojos.
KyungSoo asintió. ㅡ Así es, he tenido mucho trabajo, pero al fin puedo relajarme.
ㅡ Entiendo... es agradable conocer gente del país por aquí, es gratificante hablar el mismo idioma. ㅡ HoSeok, como el chico le había dicho que se llamaba, le respondió.
Para KyungSoo, su juventud y también su inexperiencia coqueteando con desconocidos no le pasó desapercibido, así que decidió tomar cartas en el asunto.
ㅡ ¿Te gusta mucho venir a Japón? ㅡ preguntó KyungSoo entonces, tomando el pequeño vaso de su trago y llevándolo casual a sus labios.
El muchacho lo observó perplejo, siguiendo cada movimiento del hombre mayor, mientras asentí.
ㅡ Me gusta mucho...
ㅡ A mi también, es un país demasiado... libre y discreto. ㅡ KyungSoo se encogió de hombros, pero después infló el pecho, haciendo que su presencia fuese más notoria para el muchacho.
ㅡ Sí, eso me han comentado... en realidad es la segunda vez que vengo. Mi padre siempre está vigilándome.
ㅡ ¿En serio? ㅡ KyungSoo arqueó una ceja y después le sonrió, apenas un atisbo de sonrisa dibujándose en sus labios pomposos ㅡ Bueno, es un padre precavido... tiene que cuidar todo esto.
La mano de KyungSoo se aventuró, acortando la distancia al punto de casi tocar el brazo del muchacho, pero deteniéndose al final, sin hacerlo, simplemente lanzando el azuelo para tentarlo, el mayor lo miró directo a los ojos, con intensidad, mientras que el chico observaba su mano casi rozándolo y después tragaba saliva mientras lo observaba de regreso.
Era tan caliente, el ambiente se sentía tenso, HoSeok estaba casi temblando y tenía muchas ganas de acercarse un poco más, para que la mano del hombre terminara de tocarlo, se sentía realmente necesitado por ese toque y se extrañó por ese mismo hecho. Le gustaba, era sexy, varonil y le había visto el culo un par de veces, tenía unas piernas no más gruesas que las suyas, pero seguramente el hombre haría un buen trabajo con él, si se atrevía.
Sólo tenía que terminar de cruzar la barrera, estaba coqueteando con él, estaba jugando con él y le encantaba, comenzaba en verdad a gustarle el país, sus amigos le habían dicho que era el mejor lugar para coger libremente y él, reprimido en su casa y en su entorno, tenía muchas ganas de experimentar.
ㅡ Quizá estás exagerando, KyungSoo...
Oh, el chico había pasado a llamarlo simplemente KyungSoo, ese era un punto estratégico que le decía que podía avanzar.
ㅡ Quizá, eso sólo podríamos descubrirlo de una manera.
KyungSoo se relamió el labio inferior con cierto descaro y su lengua se movió en el interior de su boca en un claro gesto obsceno y también bastante sugerente, haciendo sonreír complacido al muchacho.
ㅡ Deberíamos descubrirlo, podríamos irnos ahora. Ahora mismo.
La mano de HoSeok se posó atrevidamente sobre su pierna y la recorrió sin permiso alguno, acercándose, haciendo a KyungSoo rechistar porque esos muchachos de hoy en día creían que podían tenerlo todo desde el primer avance, desde el primer acierto. Eso para él le quitaba lo divertido del asunto.
Pero lo que realmente lo descolocó, no fue la mano de HoSeok tocando su miembro por encima de los pantalones, en pleno bar, sino la mirada de un hombre que conocía bastante bien a un par de metros. KyungSoo arrugó las cejas y sus ojos enfocaron su silueta, con la esperanza de darse cuenta de que estaba alucinando, pero lo cierto era que no, aquello no era una imagen mental, aquel tipo junto a la pilastra, con los ojos fijos en ambos, era JongIn, con los puños apretados a los costados de su cuerpo.
ㅡ Mierda... ㅡ murmuró KyungSoo y tragó saliva, porque se suponía que JongIn no debía estar en ese lugar y eso sólo le acarrearía problemas.
ㅡ ¿Pasa algo? ㅡ Murmuró HoSeok, sin importarle la mirada del barman que estaba viéndolos sin censura, por el toque atrevido y el murmullo cerca del otro. ㅡ ¿Quieres que subamos a mi habitación?
ㅡ Pasa que necesito ir al baño, tengo un imprevisto. ㅡ KyungSoo murmuró, totalmente desconcentrado del coqueteo anterior.
ㅡ Puedo bajarla para ti, me han dicho que la chupo bien.
KyungSoo negó rotundamente y se aclaró la garganta, empujando levemente al muchacho para hacerse espacio y bajar del taburete donde había estado sentado.
ㅡ No bebé, déjame atender un asunto y después hablamos de qué tan bien lo haces.
HoSeok lo observó extrañado y después asintió, sentándose de nueva cuenta mientras el barman le lanzaba una mirada curiosa a ambos.
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ㅡ ¿No tendríamos que haber regresado a Seúl? ㅡ SeulGi comentó, bastante exhausta, después de haber corrido como loca desde el aeropuerto de Tokio para seguir a JongIn, que iba completamente perdido en sus pensamientos, una vez más.
MoonKyu resopló cuando al fin llegaron al hotel en que JongIn se había metido y se pegó a una de las paredes mientras negaba en silencio. ㅡ Esto es una mierda.
ㅡ Dejemos que el hombre haga lo que tiene qué hacer ㅡ WonSik se hundió de hombros y tomó asiento en uno de los lujosos sillones para los clientes en la recepción. ㅡ No es nada del otro mundo.
ㅡ Es que... ahh, le daré quince minutos o me voy. ㅡ SeulGi murmuró.
ㅡ No puedes abandonar el quipo, niña, esperemos a que JongIn atienda sus asuntos.
El equipo ochenta y ocho estaba cansado, habían tenido que infiltrarse en una galería privada para comprobar que una pintura reconocida era robada y después de haber trabajado sin descanso todo el último día, habían terminado corriendo detrás de Kim, cuando el hombre recibió un mensaje de Byun. Había tomado el primer vuelo directo a Tokio y no sabían ni siquiera por qué, hasta que se toparon con JongDae.
JongIn estaba furioso. Había observado con claridad la mano de ese chiquillo fortachón recorrer las piernas de KyungSoo, mientras el otro le reía de manera coqueta, aprobando el gesto. Sin lugar a dudas estaba bastante clara la intención. El chico esperaba coger y él no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.
¿Acaso KyungSoo iba a engañarlo de esa manera? El moreno suspiró. Estaba bien, ambos tenían un acuerdo, hacía cinco meses que se acostaban de manera consecutiva y habían acordado hacerlo como adultos, aunque algunas veces encontrar los tiempos era todo un reto.
Así que de vez en cuando, cuando podían, se encontraban después de terminar sus misiones y tenían una buena velada, noches que habían pasado de sexo necesitado a cenas, salidas y también sexo antes de dormir.
Por lo que estar ahí, viendo como su hombre coqueteaba con un chiquillo, lo hacía sentir con ganas de romperle la cara, aunque no tuviera motivos. JongDae le había explicado la misión, pero él no creía que KyungSoo se prestara a ese tipo de misiones, porque no le gustaba coquetear con los clientes, o las víctimas, como ellos les llamaban.
ㅡ ¿Qué estás haciendo aquí, JongIn?
La voz de KyungSoo salió seria y desconcertada, mientras él lo seguía y se metía al baño de hombres con él, cerrando la puerta y resoplando sin poder contenerse. Hacía días que no se veían, más de una semana y eso era lo único que tenía para decirle.
ㅡ Vine a verte, me enteré que estabas de misión. ㅡ JongIn respondió con voz claramente afectada por los celos. ㅡ Pero ya vi que estás bastante ocupado.
KyungSoo suspiró. ㅡ Estoy trabajando, estoy en una misión.
ㅡ ¿Vas a acostarte con él? ㅡ JongIn arqueó una ceja ㅡ ¿Dejarás que lo haga él o te lo follarás tú?
ㅡ Basta de caprichos, JongIn. ㅡ KyungSoo habló con firmeza. ㅡ No es como si tú no fueras por la vida coqueteando con las víctimas.
ㅡ No lo hago, lo evito. ㅡ JongIn se hundió de hombros y KyungSoo arrugó el ceño, porque no se había esperado esa respuesta ㅡ No te has enterado de que me acueste con alguien porque no lo hago, no porque les prohíba que te lo digan.
KyungSoo se sorprendió ante la información, aunque en realidad se sintió aliviado, porque en efecto, en los meses que habían compartido, después del acuerdo maduro de sexo al que habían llegado, nadie le había comentado alguna aventura de JongIn, ni sonaba por los pasillos su actitud pedante que había destacado al principio.
ㅡ Bien, entonces me parece justo decirte que no, no voy a acostarme con él. Sólo quería comprobar si es gay, si aceptaría hacerlo.
ㅡ Pues yo lo vi muy dispuesto, ahí tienes la respuesta.
ㅡ ¿Estás celoso? ㅡ KyungSoo arrugó la nariz y JongIn resopló.
ㅡ Por supuesto que sí, KyungSoo... estoy que ardo porque estaba tocándote el puto pene, en un bar de un hotel, ¿cómo se supone que me sienta si se te para con otro? ㅡ JongIn abultó los labios de inmediato y se cruzó de brazos, porque sabía que aquella discusión no los llevaría a ningún buen lugar, simplemente se enojarían más y seguramente terminarían mal.
ㅡ Eres un niño grandote ㅡ KyungSoo negó, sonriendo con cierta ironía mientras se acercaba a su amante, tocándole la mejilla y levantándole el mentón lo suficiente como para que lo viera a los ojos, para que dejara de ver el piso del baño. ㅡ ¿Quieres saber qué es lo que realmente me pone caliente? ¿Hmnn?
JongIn asintió en silencio, mientras observaba los ojos brillantes del agente doce, a la par que lo observaba sonreír con malicia.
ㅡ Que seas tan berrinchudo, me excita demasiado. ㅡ KyungSoo le habló despacio y atrapó una de sus manos con la suya y la atrajo hacia él, hacia su cadera, desviándose hacia la entrepierna para que lo tocara.
JongIn suspiró, inflando el pecho con orgullo al sentir el miembro abultado de su amante y se inclinó para terminar con su agonía, JongIn lo besó con fiereza mientras que KyungSoo lo sostenía con ambas manos, ambos manteniéndose contra la pared de aquel baño, besándose finalmente después de haberlo estado deseando por días.
ㅡ ¿Me extrañaste? ㅡ JongIn preguntó después de un rato, cuando sus labios se separaron en busca de aire ㅡ Te extrañé.
ㅡ Te extrañé un montón, JongIn.
ㅡ Quiero estar contigo, KyungSoo, ahora mismo ㅡ JongIn murmuró entre besos, mientras tomaba de las caderas al bajito y las apretaba con fuerza.
ㅡ Tengo qué volver al trabajo, aún no termino. ㅡ KyungSoo se aclaró la garganta y después lo observó a los ojos, mientras le acariciaba el mentón una vez más.
ㅡ ¿Con una erección? ¿Con ese chico? Voy a ponerme celoso. ㅡ JongIn refunfuñó, haciendo un puchero con sus labios mientras KyungSoo le sonreía divertido.
El bajito se acercó a su oído entonces, con su voz quedita y melosa mientras jugueteaba con él, haciéndolo sentir necesitado a cada instante. ㅡ En realidad... esperaba que me la chuparas antes de regresar.
JongIn cerró los ojos y sonrió, con las manos recorriendo la cintura del hombrecillo sensual y demandante frente a él, asintió mientras lo observaba y le desabrochó el pantalón, bajándole el mismo junto con la ropa interior para observar su erección al aire libre en aquel baño.
ㅡ ¿No es más caliente de esta forma? ㅡ JongIn le guiñó y KyungSoo se extrañó por el comentario.
El moreno lo sostuvo por la cintura y lo ayudó a subirse al lavado, para tener un mejor acceso entre sus piernas, el bajito se recargó sobre el mismo, sintiendo un escalofrío por sentir el frío del mosaico sobre sus nalgas desnudas.
KyungSoo seguía sin comprender a qué se refería JongIn con aquel comentario, pero se olvidó de todo cuando la boca de JongIn tomó la punta de su miembro, tembló, se aferró a él, a sus hombros anchos mientras sentía la sensación expandirse por todo su cuerpo, JongIn metió todo su miembro a la boca y lo chupó una vez antes de sacarlo nuevamente, haciendo que KyungSoo gimiera bajito.
ㅡ Ah, extrañaba tu boca ㅡ KyungSoo se quejó, suspirando mientras el otro lamía de la base a la punta y lo metía de nueva cuenta en su boca, comenzando a chupar con un ritmo suave que lo hacía enloquecer.
Se sentía tan bien, sentir a JongIn engullirlo hasta el final, delineando su pene con su lengua mientras él le tomaba por los cabellos y sus caderas se movían sin poder evitarlo. Con los ojos cerrados mientras intentaba controlarse, mientras intentaba no soltar algún murmullo sonoro que atrajera la atención.
Estaba ardiendo, el ritmo de la boca de JongIn subiendo y bajando sobre su longitud lo hacía enloquecer, tanto que cuando se abrió la puerta, no pudo más que arquearse y soltar un quejido profundo a la par que le follaba la boca a su amante.
KyungSoo colapsó sin poder evitarlo, abriendo los ojos cuando la puerta estaba cerrándose de nueva cuenta, con el semen saliendo de su interior y llenándole la cara al moreno, que complacido lo tragó casi por completo.
ㅡ Maldición... ㅡ JongIn se levantó de su posición y se acercó a KyungSoo para besarlo, para que probara de sus labios su propia esencia. ㅡ Voy a necesitar más que un premio por esto, mi amor.
KyungSoo, completamente extasiado, asintió y se abrazó del hombre, que lo ayudó a subirse los pantalones y acomodarse la ropa de nueva cuenta para quedar presentable.
ㅡ Ya veré cómo lo arreglo, no te preocupes.
ㅡ ¿Cómo arreglas qué? ㅡ Preguntó extrañado KyungSoo, mientras se mordía el labio inferior.
ㅡ Se me olvidó ponerle seguro a la puerta... ㅡ JongIn se hundió de hombros y el bajito lo observó, alarmado.
ㅡ ¿Alguien nos vio? ㅡ las mejillas del hombre se colorearon de inmediato y JongIn chasqueó la lengua, decidiendo que decir la verdad en ese momento, no era lo más conveniente.
ㅡ No, pero casi.
ㅡ Eres un estúpido.
ㅡ Pero así te gusto. ㅡ JongIn sonrió confiado y KyungSoo lo atrapó del rostro una vez más para besarlo.
ㅡ Voy a premiarte más tarde, ahora tengo que terminar mi trabajo.
ㅡ Va a irle mal al chico ese, ¿no es verdad? ㅡ JongIn bajó la mirada al piso, mientras su amante se terminaba de abrochar los pantalones.
ㅡ Seguro su padre va a matarlo. ㅡ KyungSoo murmuró, suspirando.
ㅡ Podríamos mentir... una pequeña mentira.
ㅡ Nos despedirían, o quizá nos maten a nosotros también. ㅡ KyungSoo negó. Aunque no le gustaba el hecho de darle al chico a su padre en bandeja de plata para que lo maltrataran o que le hicieran algo malo, ojalá ese mundo fuera mejor y todos como ellos pudieran demostrarse lo mucho que... se gustaban, sí, que se gustaban.
Los pensamientos de KyungSoo se sentían demasiado aturdidos por la adrenalina que recorría su cuerpo a causa del reciente orgasmo. No era la primera vez que JongIn lo llamaba «mi amor» después de terminar, y él nunca le había dicho algo, porque no pasaba nada.
Además, él también alguna vez le había dicho que lo quería, de vez en cuando, después del sexo, o cuando le mensajeaba a JongIn que le apetecía hacerle el amor ese día, que se hiciera un espacio para verse.
No pensaba que estuviese mal, no era que se estuviese emocionando o ilusionando, simplemente eran cosas que no pensaban y lo decían así sin más. No afectaba su acuerdo como adultos. Al menos eso era lo que él creía.
ㅡ Ve a mi habitación, estaré ahí en algunos minutos. ㅡ KyungSoo le entregó la tarjeta llave de su habitación y JongIn la aceptó con una sonrisa enorme y los ojos brillantes. ㅡ Ponte cómodo, muy cómodo...
ㅡ Me pondré súper cómodo para ti... te espero.
Era así, algunas veces JongIn irrumpía en su camino después de terminar una misión, otras veces casualmente él se escabullía al lugar donde el moreno estaba y tenían sexo esa noche, compartían cama o simplemente se enroscaban a dormir después de besarse hasta que terminaban cansados y con mucho sueño.
Por ello, cuando se acomodó los cabellos y salió del baño, sintió pena por HoSeok, que le coqueteaba descaradamente al barmar del hotel, y sabía que estaba mal, pero él tenía mucha felicidad aunque nadie lo supiera y creía que el chico podía hacer lo mismo. Que podía arreglárselas y vivir feliz sin que su padre se enterara.
ㅡ Deberías ser más discreto, con tu padre... ㅡ fue la única advertencia que pudo darle antes de darle unas palmaditas en el hombro.
El semblante del muchacho fue un caos completo, pero permaneció en silencio y después de tragar saliva asintió, porque sabía, sabía que las cosas no serían fáciles para él a partir de ese momento.
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ㅡ ¡OH POR DIOS! ¡OH POR DIOS! ㅡ SeulGi estaba verdaderamente alterada, abría la boca con sorpresa y después la cerraba sin poder articular más palabras que esas.
ㅡ ¿Vas a decirnos qué rayos pasó o no? ㅡ WonSiK habló finalmente, después de un largo bostezo. ㅡ ¿Encontraste a JongIn?
SeulGi asintió, completamente sonrojada. Habían pasado los quince minutos que había dicho que le daría a su jefe como advertencia. Así que lo había ido a buscar por todo el bar, hacia donde vieron que se había dirigido, para reclamarle, para decirle que tenía sueño y que quería dormir.
Había preguntado a unas chicas por si lo habían visto, mostrándoles su foto y ellas encantadas le habían dicho que sí, que se había metido al baño. Así que ella como buena chica se había esperado un par de minutos más afuera, por si su jefe estaba haciendo sus necesidades. Pero al no ver que saliera, SeulGi se había armado de valor para entrar, porque ya estaba cansada de esperarlo.
Había abierto la puerta valientemente y lo que menos esperó encontrar, fue a KyungSoo, el chico con el que supuestamente su jefe peleaba por las misiones, sentado sobre el lavamanos, con los pantalones en las rodillas mientras que JongIn estaba casi arrodillado, con su boca enfrascada en el pene del otro.
¡Estaban teniendo sexo oral! Su jefe y el chico bajito y recatado de la agencia... SeulGi se había quedado perpleja, se había llenado de vergüenza y había cerrado la puerta, incapaz de pronunciar algo cuando escuchó al bajito quejarse de placer, mientras su jefe lo succionaba de aquella manera tan... deliciosa.
Las mejillas se le colorearon de solo recordarlo y cerró los ojos, intentando hacer desaparecer el recuerdo, el semblante extasiado del agente Do, los gemidos queditos que inundaron sus oídos. Aquellos segundos habían sido mejor que cualquier película porno que hubiera visto y no sabía cómo sacarlo de su cabeza.
SeulGi se llevó las manos a la cara y negó mientras suspiraba sin poder evitarlo.
ㅡ Lo encontré, sí... tenían razón.
ㅡ ¿Sobre qué de todo? ㅡ Murmuró WonSik y ella le dio un manotazo para que dejara de ser tan engreído.
ㅡ Creo que esos dos tienen una relación.
ㅡ ¿Tu crees? Pero si Do no es del tipo de JongIn ㅡ Murmuró MoonKyu, extrañado. ㅡ ¿Por qué lo dices?
ㅡ Es que estaban... discutiendo algo, estaban... hablando.
ㅡ Chicos...
La aludida escuchó la voz de su jefe y decidió no voltear a verlo, cosa que WonSik no pasó desapercibido, el moreno les sonrió a todos con gran felicidad, haciendo que los muchachos se desconcertaran, porque había llegado demasiado molesto hacía apenas una hora.
ㅡ Vamos a dormir aquí y mañana nos vamos, ya es tarde y deben estar cansados. ㅡ JongIn asintió y MoonKyu arqueó una ceja, extrañado por el cambio de actitud de su jefe y amigo.
ㅡ ¿No tendremos problemas por eso?
ㅡ Nah, yo me encargo... ahora vayan a registrarse.
ㅡ ¿Te pido una habitación? ― preguntó MoonKyu ㅡ o quieres que compartamos y sólo pedimos dos.
ㅡ Ehhh... no, yo tengo unos asuntos que atender ㅡ JongIn tragó saliva y decidió que lo mejor era intentar improvisar. ㅡ Me encontré con KyungSoo y JongDae, están de misión y bueno, puedo dormir con JongDae.
ㅡ Sí, claro... ㅡ murmuró SeulGi y rodó los ojos, tomando sus cosas para apresurarse al vestíbulo.
ㅡ Está bien, entonces nos vemos mañana.
ㅡ Hasta mañana chicos, descansen.
JongIn les dedicó una sonrisa más, esperaba que solo hubiese sido su imaginación y que su subordinada no lo hubiese visto hacía un rato, esperaba que en realidad todo pasara desapercibido, aunque sabía que estaba rayando en lo obvio, en ese momento no le importaba.
Llegar a la habitación de KyungSoo, desvestirse, tomar un baño y esperarlo desnudo en la cama, eso era algo que realmente le importaba, era lo que necesitaba después de tantos días sin verlo. Iba a tener un buen premio esa noche y no podía esperar a que KyungSoo llegara para poder sorprenderlo.
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Notas:
Bueno, oficialmente llegamos al final.
Muchas gracias por haber leído, la historia es rara pero quería escribirla :) así que espero que les haya gustado.
Espero leerlos en alguna otra de mis historias, estoy con otro proyecto que pronto comenzaré a postear. Si es que le dan una oportunidad :3 aunque siendo honesta me siento desanimada al respecto xS, a ver qué tal va.
Gracias por haber leído hasta el final, por sus votos y comentarios valiosos, y por apoyar la versatilidad, ya sé que eso no genera muchas lecturas, pero me siento cómoda con ello y es lo que me gusta escribir :)
besos posholatosos
🌠ary.
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