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08: Plan
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El sonido del elevador lo sacó de sus pensamientos, KyungSoo se adentró en él, seguido por JongDae, que había permanecido en silencio hasta ese momento, cosa que KyungSoo agradecía.
ㅡ Tendré un poco de problema si ella movió los papeles de lugar, la última vez que hablé con ella, las cosas con Huang no andaban nada bien.
JongDae lo escuchó con tranquilidad y después asintió, metiéndose las manos a los bolsillos, mientras sentía que tenía que preguntar, tenía que cerciorarse de que todo estuviese en orden.
ㅡ Te acostaste con JongIn, ¿no es así?
El hombre de baja estatura se quedó helado al escuchar aquellas palabras, sintió que el corazón le daba tumbos a toda velocidad en el pecho y que después su propia respiración lo traicionaba, aunque fuese solo una fracción de segundo. ¿Cómo era que JongDae salía con esa pregunta en ese momento en estpecífico?
ㅡ Espero que los papeles sigan en el despacho.
ㅡ Así que lo hiciste ㅡ JongDae chascó la lengua y después negó ㅡ mierda, KyungSoo. ¿Estás bien con que él se acueste con ella?
El bajito frunció el ceño, a sabiendas de que su mejor amigo lo conocía y como él lo conocía también, sabía de antemano que intentar cambiar el tema no le traería nada bueno, por el contrario, aceptarlo y decir la verdad le beneficiaría más si terminaban de hablar antes de que el elevador terminara de subir.
ㅡ Fue solo sexo, JongDae. ㅡ KyungSoo intentó mantenerse con la cabeza recta, con el orgullo intacto. ㅡ Sí, nos acostamos un par de veces, pero no tenemos una relación como para que yo me ponga celoso.
JongDae rodó los ojos y bufó, mientras la puerta del elevador se abría en el piso que él debía bajarse, unos pisos más debajo de lo que KyungSoo debía ir.
ㅡ ¿Entonces estará todo bien? ㅡ JongDae preguntó, preocupado.
Y KyungSoo asintió, observando el piso del elevador sin intentar visualizar el aspecto del rostro de su amigo, aunque por su voz, se notaba como si realmente lo hubiera sabido.
ㅡ ¿Cómo lo supiste? ㅡ Preguntó repentinamente y JongDae salió del elevador, asegurándose de poner el pie para que la puerta no se cerrara.
ㅡ Los dos son muy obvios. ㅡ El muchacho se hundió de hombros ㅡ pero me preocupas más tú. No digo que JongIn sea un jugador, pero tú no sueles hacer esa clase de juegos.
ㅡ Estaré bien. ㅡ KyungSoo lo observó entonces directamente a los ojos y JongDae sacó el pie, para que las puertas comenzaran a cerrarse.
ㅡ Te escucho por el auricular a partir de ahora, no estás solo, iré tras de ti si me necesitas.
KyungSoo asintió y le sonrió por última vez a su mejor amigo. JongDae se dio cuenta entonces de que definitivamente las cosas no estarían bien para KyungSoo. Al menos no tan bien como él lo suponía.
Observó cerrar las puertas del ascensor y se dio la vuelta hacia el pasillo, caminando a toda prisa para ingresar a la habitación, donde había dejado el ordenador encendido, listo para ponerse a trabajar.
Se aseguró de observar a KyungSoo en la pantalla gracias al chip rastreador que había colocado en su pantalón ㅡpor aquello de que se deshiciera de su saco por algún motivoㅡ y después respiró profundamente intentando relajarse.
ㅡ ¿Me escuchas? ㅡ JongDae habló, acomodándose el micrófono en la camisa, por si es que necesitaba servir de apoyo.
ㅡ Te escucho...
La voz de KyungSoo sonó tranquila y distante, un poco baja, se encontraba en el ascensor todavía, estaba a punto de salir de él.
ㅡ Bien, vamos a ello bebé, tomemos esos papeles para irnos a casa.
ㅡ No soy tu bebé.
ㅡ Vamos a ello, sígueme.
KyungSoo rechistó pero no dijo nada, seguiría las indicaciones de JongDae al pie de la letra como lo habían acordado. Cuando las puertas del elevador se abrieron, el bajito pensó que había transcurrido mucho tiempo.
Era la hora de actuar y él necesitaba concentrarse. El pasillo era ciertamente más lujoso, las níveas paredes estaban adornadas con algunos cuadros de pinturas elegantes que por supuesto serían imitaciones, pero podría a sus ojos considerar de buen gusto.
Había unas cuantas mesas con flores de tonos agradables, y una que otra silla esparcida por el largo del pasillo, con salida a algunos estrechos balcones, por si es que sus huéspedes deseaban pasar tiempo viendo el océano, que seguramente en el día les mostraría una implacable vista, singularmente hermosa.
Y pese a que no se veía demasiado, solamente el oleaje tranquilo gracias a la claridad de la luna aquella noche, Do pudo ver cómo el agua acariciaba perezosamente en la lejanía, la arena. Siguió sus pasos entonces por el lugar, con una mano en el bolsillo mientras que con otra se acomodaba el nudo del moño que JongDae le había insistido en anudar, porque según él «parecía más James Bond si usaba el traje apropiado». Aquello por supuesto le parecía hasta cierto punto gracioso, considerando la profesión que ambos tenían, pero por sus manejos, quizá el sobrenombre le quedaría mejor a Kim.
Viendo que desafortunadamente, de alguna manera sus pensamientos traicioneros lo llevaban de regreso a él, KyungSoo se aclaró la garganta y repentinamente escuchó la voz de JongDae en el auricular diminuto que se había colocado con anterioridad.
ㅡ Bien, es la última puerta, estoy viendo dos personas, custodios. No parecen armados pero...
ㅡ Seguramente lo están ㅡ KyungSoo murmuró entre dientes, cuando sus ojos ㅡcon pupilentes, por supuesto, para evitar el destrozo de sus gafasㅡ le mostraron la silueta de dos hombres de mediana edad, más altos que él, pero no demasiado corpulentos.
ㅡ No puede entrar aquí, señor. Seguramente se equivocó de lugar ㅡ uno de los guardias que estaban en la puerta, al verlo, se alejó de la misma, para hablar con él.
KyungSoo colocó su mejor expresión de asombrado y asintió, observando el piso una vez más como si estuviese buscando ver algo, que le dijera que estaba en el piso correcto. ㅡ ¿ En verdad? Juraría que éste es el piso doce.
ㅡ No señor, es el piso treinta y cuatro.
ㅡ Oh vaya... hahaha creo que presioné muy arriba ㅡ KyungSoo se hundió de hombros y el guardia asintió, dándole una reverencia servicial que el agente tenía qué aprovechar.
Y es que cualquiera podría decir que por su estatura, el ser considerablemente más bajo que los demás agentes de su empresa, le pondría muchas dificultades. Sin embargo, aquello nunca le impidió moverse con agilidad. Do era muy hábil en cuanto a lo físico y siempre lo dejaba bastante claro.
Por ello, cuando el hombre le reverenció y él levantó el brazo derecho, usando su codo como su arma mientras se aproximaba el escaso paso que lo dejaba de diferencia, el guardia se alertó demasiado tarde, cuando el golpe había dado justo en su hombro, el cuerpo del hombre fue impulsado hacia el piso, siendo contrarrestado por el pie del agente, cuya rodilla se dobló para hacer que se golpeara en la misma con el impacto.
Lo escuchó quejarse y moverse con agilidad, su mano dirigiéndose hacia su cintura para tomar su pistola, pero KyungSoo se adelantó, tomando su puño para doblarlo, dándose cuenta de que el quejido fue sonoro y que el compañero del guardia venía a apoyarlo.
Do tomó la pistola y después golpeó con ella al guardia en la nuca, haciéndolo caer de manera sorprendente sobre el piso, mientras que se preparaba para recibir el primer golpe de su segundo oponente.
Noquearlo era lo único que necesitaba, y sin embargo el golpe le llegó de lleno en la mejilla, siendo empujado hacia atrás unos cuantos pasos.
ㅡ Uy, este tiene fuerza.
KyungSoo escuchó a JongDae en el auricular y respiró profundamente, mientras se balanceaba hacia el frente y empuñaba la pistola, sin pretender usarla más allá de golpearlo, porque no quería tener que inmiscuirse en un asesinato innecesario, así que simplemente le devolvió el golpe en la cara con la pistola incluida, haciendo que el guardia se quejara de lo lindo por la fuerza con la que había propulsado el golpe.
ㅡ Hijo de puta. ㅡ Se quejó el chico y Kyungsoo arrugó la nariz, como cada que lo insultaban de esa manera.
El hombre se talló la mejilla y después de impulsar sus pies sobre el piso salió disparado hacia KyungSoo, para teclearlo de una maldita vez, se agarró de su cintura y el bajito puso toda su fuerza en sus pies que le fuera posible, golpeándose contra la pared a la vez, sintiendo cómo el hombre comenzaba a propinarle golpes en el estómago, mientras que él se liberaba del agarre de la mano y finalmente lo tomaba por los cabellos, jalándoselos a la par que empuñaba de nueva cuenta la pistola y le dejaba un tremendo golpe en la cabeza.
¿Dónde habían entrenado a esos guardias? Se extrañó de la clase de seguridad que Huang había contratado y después se preguntó si aquello no sería una especie de trampa. Sin embargo, con el festejo de JongDae sobre su oído, decidió que amarrar a los guardias era lo más conveniente, por si decidían despertar.
ㅡ Llévalos dentro, pero primero, al entrar al pasillo hay una cámara.
KyungSoo respiró profundamente y después abrió la puerta con cuidado, observando hacia arriba para terminar de percatarse de que en efecto, la cámara estaba justo encima de la puerta.
ㅡ Es por si entras no la veas de golpe, pero la cámara si te grabe a ti.
ㅡ No contaban contigo.
ㅡ Así es bebé.
ㅡ Deja eso de una puta vez.
ㅡ Te voy a lavar la boca con agua y con jabón cuando regreses.
JongDae sonó malhumorado y KyungSoo se metió la mano al bolsillo, tomando un aerosol diminuto que su amigo le había dado especialmente para eso. KyungSoo hacía tiempo se había reído por el tamaño del artefacto, pero después de que le pareciera efectivo en otras ocasiones, en momentos como aquel, le tenía mucho respeto a las decisiones que tomaba su amigo. Por ello se apresuró a tomar el spray y después se puso de puntitas para que al presionarlo, lograra cegar la cámara con la pintura.
ㅡ Ahora corre el tiempo. Hazte cargo de los hombres en el pasillo.
ㅡ Claro, patrón.
Así que con todo el esfuerzo, arrastró a los hombres dentro de la puerta y los metió en el primer cuarto despejado que JongDae le había dicho que había.
ㅡ Hay dos personas más en el despacho. Dos hombres, están armados. Ten cuidado.
KyungSoo asintió, como si JongDae pudiera verlo, aunque posiblemente lo hiciera. El hombre se había dado a la tarea de entrar al sistema de seguridad y vigilancia del hotel, para poner en marcha el plan con toda perfección. Así que JongDae básicamente era sus ojos a través de las cámaras de seguridad y por el chip rastreador que llevaba. Sin embargo, cámaras como la que estaban colocadas en la entrada y que él había cegado, eran seguridad propia de Huang, independientes del hotel.
ㅡ Espera, espera... regresa ahora.
KyungSoo se detuvo por completo y al escuchar el tono autoritario de voz en JongDae, retrocedió sus pasos hasta la habitación donde había metido a los otros guardias.
ㅡ Están moviéndose, uno de ellos recibió una llamada, así que probablemente... espera. ㅡ JongDae volvió a decir y KyungSoo aguardó, cerrando casi por completo la puerta para poder ver un poco hacia fuera. El bajito escuchó los pasos sobre la madera de los guardias y se mantuvo completamente alerta.
Los pasos se aproximaron hacia donde él estaba, pero pasaron de largo, directamente hacia la puerta principal de la suite. KyungSoo no sabía si sentirse relajado por completo, pero escuchó a JongDae relajarse al otro lado del auricular e intentó hacer lo mismo.
ㅡ ¿Dónde rayos están Lee y Wang? ㅡ el bajito escuchó a uno de ellos quejándose y el otro le respondió.
ㅡ Quizá les avisaron primero. Andando, a la señorita no le gustará vernos aquí.
ㅡ Pero trabajamos para Huang.
ㅡ Deja de ser idiota. No nos metemos en sus asuntos.
KyungSoo escuchó la puerta cerrarse por completo y decidió que era hora de movilizarse. Se apresuró a dirigirse hacia el despacho, desviándose en la sala de estar, contrario a la habitación, al otro extremo, para finalmente llegar a su cometido.
ㅡ Bien, tenemos menos tiempo campeón.
ㅡ ¿Y las cámaras? ㅡ KyungSoo preguntó aunque prácticamente ya sabía la respuesta.
ㅡ Déjamelo a mí, ni siquiera estará el video mañana.
ㅡ Eres un genio. ㅡ KyungSoo mencionó con una ligera sonrisa en sus pomposos labios, mientras
Y entonces, KyungSoo puede observar debajo del escritorio, una pequeña caja de metal, la caja que tanto había estado buscando.
[ ▪︎ ▪︎ ▪︎ ]
Había visto a la señora Kim alejarse unos instantes, le había pedido que la esperara con una sonrisa descarada, a lo que JongIn había asentido solemne.
Mientras ella regresaba, JongIn se dedicó a revisar su teléfono, por su tuviera algún mensaje de JongDae, alguna complicación o algo por el estilo. En verdad a esas alturas pensaba que era mejor hacerle segunda a Kyungsoo, que estar perdiendo el tiempo de esa manera.
Al notar que solo tenía el puñado de mensajes que ya le eran normal, de su grupo de chat en el que hablaba con su equipo y donde siempre le preguntaban qué tal iba todo, JongIn no respondió y los dejó hablar sobre cómo gastarían su fin de semana o lo aburridos que estaban porque ellos también hubiesen preferido salir de misión.
Todos habían expuesto sus quejas de que JongIn no hiciera por llevarlos y bueno, quizá había sido lo mejor, o quizá hubiese sido mejor llevarlos, abogar por ellos, puesto que serían de utilidad en ese momento. Pero entonces, JongIn sabía que de haber sido así, no hubiera pasado el suficiente tiempo con KyungSoo como para acostarse con él.
Y maldición que no se arrepentía de eso.
Desvió entonces su vista hacia el amplio salón, observando a Huang rondar entre los invitados con una sonrisa pedante en el rostro. Esbozó una sonrisa sarcástica entonces, porque le parecía bastante gracioso ver al hombre pavonearse entre la multitud, mientras su novia se besaba con un extraño en el mismo lugar y le había aceptado la invitación de subir a su habitación.
Pese a que ella estuviese borracha, JongIn había visto en sus ojos ese brillo que identificaba como venganza. Sabía que si aceptaba su propuesta de acostarse era para vengarse, probablemente del idiota de Huang, él no sabía exactamente sus motivos, pero era lo que había y lo que tomaría.
ㅡ Listo, ¿nos vamos?
La voz de NaYeon lo sacó de su ensimismamiento y asintió de inmediato, poniéndose de pie y alcanzando a la mujer para tomarla por la cintura. Ella se colgó de la cintura de JongIn y caminó un poco temblorosa en los tacones altos que llevaba.
ㅡ ¿Estás bien, bebé?
ㅡ Sí ㅡ respondió ella mientras esperaban a que la puerta del elevador se abriera. ㅡ Me encargué de sacar a unos estorbosos tipejos de la habitación, no quiero que nos molesten.
ㅡ Me parece perfecto. ㅡ JongIn sonrió con confianza, esperando que aquello de alguna manera ayudara a KyungSoo en su misión ㅡ no queremos que nos escuchen, quiero que seas ruidosa hoy, bebé.
ㅡ Uh... me encanta ser ruidosa. ㅡ Ella sonrió mostrándole sus dientes, justo cuando la puerta del elevador se cerraba, una vez que ambos estaban en la privacidad del mismo.
NaYeon se giró hacia él y le observó, pasándole las manos por el pecho con detenimiento mientras JongIn respiraba profundamente y se inclinaba, ella se puso de puntitas y lo besó, dejó que sus labios se apoderaran de los suyos y se movió ágil sobre su boca, mientras que JongIn la tomaba por la cintura y ella bajaba una de sus manos traviesas por su pecho de nueva cuenta, acariciándole la cintura y bajando peligrosamente por su pelvis.
JongIn le mordió el labio inferior cuando ella lo tocó por encima de la ropa y el sonidillo del elevador lo hizo percatarse de que habían llegado finalmente a su piso.
ㅡ Cárgame, como si fuera tu novia.
ㅡ Lo que mi bebé quiera ㅡ JongIn murmuró y la tomó entonces entre sus brazos, haciendo que ella se sonriera por completo.
Ella se agarró a su cuello y le besó la comisura de los labios, sintiéndose insatisfecha, así que le besó el cuello y parte del mentón, hasta que el moreno llegó a la habitación del final del pasillo.
Entonces ella sacó la llave y se giró para abrir desde sus brazos, un poco incómoda pero bastante satisfecha. La señora Kim se sintió soñada cuando JongIn la metió a la habitación en sus brazos, como nunca había hecho su marido cuando se casaron.
Así que cuando ambos llegaron a la cama y él la dejó caer sobre la misma, ella se echó a reír, bastante entretenida por el rumbo que llevaban las cosas. JongIn era guapo, alto, moreno y bastante amable también. Por supuesto que su marido no era considerado el más guapo del mundo, pero el color de su piel de alguna manera le recordaba a NamJoon y eso la hacía sentir extraña.
ㅡ Ahora ven aquí... ㅡ NaYeon se mordió el labio inferior y JongIn sonrió, tragando saliva mientras se subía a la cama para encontrarla.
Esperando que en realidad las cosas salieran como él había planeado y no como ella esperaba, porque no quería que si KyungSoo estaba en la otra habitación, tuviese que escucharlos.
[ ▪︎ ▪︎ ▪︎ ]
KyungSoo no podía evitarlo, se había sorprendido cuando había escuchado el ruido de la puerta. Había sacado la pistola para tenerla a la mano en caso de necesitarla, sin embargo, cuando escuchó las voces conocidas, su corazón se aceleró de inmediato.
Era JongIn, su voz no podía pasarla desapercibida, además de que había hablado con NaeYeon antes y sabía que se trataba de ella también, después de todo en eso consistía el plan, ¿no era así?
Aún con ello, Do se sentía extrañamente mal, sentía que las manos le temblaban y maldijo por lo bajo al moreno, por no ser capaz de llevar a la mujer a algún otro lado para no distraerlo. No, tenía que meterse a la misma habitación donde él estaba para que se la cogiera mientras él trabajaba.
El bajito podía escuchar sus bocas ruidosas en lo que debían ser besos apasionados y se sintió arder, estaba celoso y lo sabía, era fácil aceptarlo incluso si no era conveniente y mucho menos era lo que esperaba. Pero lo estaba.
Le emputaba saber que JongIn la estaba besando y acariciando de la misma manera que lo hizo con él y bueno, aquello simplemente le parecía estúpido, por el hecho de que sabía que JongIn y él no eran algo, y que Kim había tratado a sus amantes igual que lo había hecho con él antes.
Sin embargo, escucharla gemir leve desde la otra habitación, hacía que quisiera lanzarse por la ventana.
ㅡ Concéntrate. Entra a la computadora y cerciórate de que no hayan copiado la información.
La voz de JongDae le venía de maravilla, lo sacaba de sus estúpidos pensamientos y aún con ello se le dificultaba pensar. Tenía que darse prisa. Probablemente los guardias se habían ido porque ellos vendrían y necesitaban privacidad. A Kyungsoo le urgía darles esa privacidad que tanto requerían.
ㅡ Entró. ㅡ KyungSoo se mordió el labio inferior y se dirigió hacia las carpetas, dándose cuenta de que la computadora estaba casi vacía. Encontró entonces un archivo que tenía contraseña y resopló, porque de nueva cuenta tendría que seguir las indicaciones de JongDae y esperar a que abriera el archivo.
ㅡ Mientras me encargo, fíjate en la caja, ya pasó el tiempo.
KyungSoo asintió como si estuviera al lado de JongDae y después se agachó bajo el escritorio para ponerse manos a la obra. Por supuesto que ninguno de los dos había tenido la clave de acceso, pero ese era trabajo para JongDae, uno de esos de los que estaba bastante orgulloso y KyungSoo agradecía, porque seguramente si no la abría, terminaría frustrándose y tomando la caja para largarse con todo y ella.
Y después de que la misma se abriera finalmente, suspiró al encontrar un montón de papeles y algunas fajillas de dinero que no necesitaba.
Así que tomó las carpetas y comenzó a husmear un poco, cuando JongDae lo interrumpió y también se quedó helado al escuchar un ruido proveniente de la otra habitación. Sonaba como si la cama se hubiese movido demasiado o quizá como si alguien se hubiese caído de la misma.
ㅡ Ya está, bebé, el archivo. ㅡ JongDae, que también había escuchado por el micrófono, le habló para hacerlo reaccionar, porque sabía que el trabajo estaba siendo demasiado pesado para él en ese entorno.
ㅡ Voy.
KyungSoo se sentó de nueva cuenta en la silla y entonces se encargó de pasar los archivos que había en la carpeta, borrándolos un instante después y asegurándose de no dejar rastro de ellos.
Era hora de irse finalmente. Se puso de pie y se sentía tembloroso, de saber que JongIn seguía en la otra habitación. Y que probablemente era lo mejor.
Le había gustado, no podía negarlo, la manera en que JongIn lo había hecho sentir, como si el mundo no importara, absolutamente nada, como si lo suyo fuera lo mejor y como si nadie lo hubiese hecho sentir antes algo así.
Follaron y le gustó, le gustó estar abajo y eso ya daba mucho qué decir, pese a que KyungSoo era versátil, no había tenido demasiadas buenas experiencias siendo el de abajo. Así que esa quedaría como una de las buenas y nada más.
Al final de cuentas, la misión había sido extraña, creía que se toparía con más dificultades, y probablemente el hecho de que JongIn estuviese en ese cuarto era un beneficio para él, pero era algo desagradable a la vez. Aunque tenía que ver el lado positivo de las cosas, en ese momento lo único positivo que sentía era que podía marcharse.
Tragó saliva cuando al salir de la habitación escuchó a la mujer quejarse una vez más y a JongIn reír del otro lado de la puerta. Así que, con todas las fuerzas del mundo decidió que eso era todo. Que JongIn había sido un buen amante, pero nada más.
Las cosas cambiarían a partir de ese momento.
ㅡ KyungSoo, te espero en el elevador, date prisa. Mejor nos vamos.
Y KyungSoo asintió, saliendo de aquel lugar, dejando a JongIn atrás, y todo lo que había pasado en aquella semana llena de locuras.
[ ▪︎ ▪︎ ▪︎ ]
Notas:
¡Hola!
Espero que les haya gustado el capítulo, siento que me quedó rarito pero está bien. Esto ya casi termina ;) pero no se acaba hasta que se acaba, así es.
Gracias por leer y pues nos vemos pronto, así es.
¡Por favor apoyen a KyungSoo! está nominada su canción en Show Champion, no les cuesta más que unos minutos para votar ;3; es su única oportunidad, nosotros podemos uwu
besos posholatosos
🌠ary
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