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04: Hora de Min.
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JongIn se sentía un poco frustrado, había salido de su habitación como un rayo, sin siquiera decir absolutamente nada, de cualquier manera, la situación en la que se había encontrado no era buena, así que simplemente decidió huir.
Era por eso que ahora estaba ahí, en el pasillo, frente a la puerta de la habitación compartida que no quiso elegir, por la que había hecho un drama porque no quería estar cerca de KyungSoo, sin embargo... las cosas se veían un poco diferentes en ese momento.
Y no lo malentiendan, no era que JongIn aceptara que quisiera estar junto a él o algo por el estilo, por supuesto que para su beneficio había aceptado que el hombrecillo era guapo y que irremediablemente estaba bueno, buenísimo, pero aún con ello, no significaba que aceptara que estaba queriendo tocar su puerta para ver si es que estaba ahí o si es que había terminado saliendo para follar con el tipo de la playa.
Era algo que JongIn quería evitar a toda costa, el que su imaginación grande le mostrara a KyungSoo acostado con otro tipo que bueno... le había faltado el respeto de aquella manera.
Estaba bien, eso sonaba incluso en su cabeza como una excusa de mierda, pero no podía decir que era porque en realidad estaba celoso. Que casi había saltado sobre el otro porque joder, el acababa de descubrir ese bendito trasero redondo la otra noche y ahora otro estaba tocándolo, cuando hacía minutos atrás podría decirse, podría considerarse, que habían coqueteado un poquito, sólo un poquito, pero lo suficiente como para hacer que JongIn reaccionara así.
Aunque no era justamente por eso que se encontraba en el pasillo, la historia por supuesto que era más complicada que solo su calentura. Esa vez también inmiscuía la calentura de alguien más. Y es que JongIn había decidido bañarse y tumbarse a dormir, para tener las pilas bien puestas al día siguiente.
Sin embargo, sus planes cambiaron rotundamente cuando tocaron a la puerta, JongIn se preguntó quién podría ser e incluso se arregló un poco la camiseta arrugada, por si es que era Do quien estaba afuera. Pero cuando abrió la puerta, JongDae estaba sonriéndole de oreja a oreja, una risa un poco peligrosa.
Pero no fue hasta que se instaló en la cama, que JongIn supo hasta qué punto aquello iba a ir a dar. JongDae había traído su computadora portátil, donde se suponía tenía la información.
Le había dicho que en unas horas tendría información para compartirles a ambos, pero que KyungSoo estaba un poco insoportable y que le había dicho que buscara otro lugar para tener su hora de Min, así que, prácticamente lo había echado de la habitación.
ㅡ ¿Te corrió? ㅡ JongIn preguntó extrañado, puesto que sabía que esos dos eran inseparables y no concebía que algo así pudiese haber pasado.
JongDae asintió sin más, sin hacer problema alguno por ello. ㅡ Sí, dijo que quizá saldría, creo que se consiguió una cita caliente.
Ante aquello, JongIn rodó los ojos y bufó un poco, porque eso significaba que casi se partía la cara con el otro tipo para defenderlo y él pensaba darle el culo de todas maneras.
Decidió que no quería saber más y se metió a la ducha, para quitarse la molestia. Después se acomodaría en una orilla de la cama y dormiría, dejando al otro trabajar en paz.
Pero cuando salió del baño, JongIn palideció, observando a JongDae recargado sobre la cabecera de la cama, con la laptop a un lado, hablando por teléfono. Aquello era algo normal, por supuesto, hasta el momento en que prestó un poco de atención a lo que decía. El moreno se puso un poco colorado, las mejillas se le incendiaron cuando vio la mano del mayor viajar por su estómago directo hacia su vientre, hacia el cierre de sus pantalones y fue justamente ahí cuando decidió marcharse sin decir palabra alguna.
JongIn incluso llevaba la toalla en los hombros todavía, se había puesto unos pantalones deportivos y una camiseta, por suerte, pero estaba en sandalias y no muy presentable. La noche estaba un poco fresca pero él no sabía a esas alturas si es que podría dormir en su habitación, si es que JongDae se estaba masturbando en ella. Arrugó la nariz en automático al pensar en ello y se sacudió los pensamientos mientras intentaba decidirse a tocar a la puerta de la habitación de KyungSoo.
JongIn respiró profundamente, a sabiendas de que no sabía qué era lo que encontraría, o más bien si encontraría a Do en ella. Ante la incertidumbre, el moreno decidió que debía terminar con aquello y tocó un par de veces a la puerta antes de arrepentirse.
Permaneció algunos segundos sin escuchar respuesta alguna y cuando sus nudillos estaban listos para tocar de nuevo, la puerta se abrió ante él, mostrándole a un KyungSoo recién bañado, envuelto en una bata de baño.
El bajito lo observó de pies a cabeza y arqueó una de sus frondosas cejas, mientras que JongIn se aclaró la garganta para poder hablar.
ㅡ ¿Puedo... pasar? ㅡ JongIn preguntó con un intento de sonrisa amable en los labios, que lo hacía lucir bastante gracioso.
ㅡ Claro... ㅡ KyungSoo se quitó de la puerta y avanzó hacia la cama, esperando a que el moreno terminara de meterse en la habitación y la cerrara detrás de él. ㅡ ¿Necesitas algo?
ㅡ Sólo estar un rato aquí... después me iré, lo prometo. Pero no quería parecer un ladrón o algo en el pasillo. ㅡ JongIn sonrió con cierto nerviosismo y KyungSoo asintió, junto a la mesita de noche.
ㅡ JongDae está en tu habitación. ㅡ Aquella no era una pregunta, era una afirmación y JongIn sólo pudo asentir ante ello.
ㅡ Sí, estaba bañándome y cuando salí bueno... estaba hablando por teléfono.
ㅡ Ese cabrón, caliente de mierda. ㅡ KyungSoo negó con una sonrisa traviesa ensanchándose en sus labios gruesos. ㅡ Es así, no te preocupes. Aunque supongo que ver a otro hombre masturbarse sería demasiado gay para ti.
ㅡ No es eso... simplemente me sorprendió.
ㅡ Bien ㅡ KyungSoo asintió ㅡ terminé de bañarme, voy a cambiarme, puedes girarte si te sientes incómodo.
JongIn permaneció inmóvil al escucharlo y KyungSoo se desabrochó la bata de baño, mostrándose desnudo por completo ante el moreno, sin prestarle demasiada atención, se giró entonces y se encaminó hacia el pequeño armario para sacar una camiseta vieja que usaba por pijama y ropa interior.
Mientras tanto, JongIn lo observó todo, cada pequeño movimiento que el otro hacía, sus ojos delinearon las ligeras curvas del cuerpo de su compañero y después lo recorrió de pies a cabeza, cerrando los ojos porque no necesitaba tener un problema entre sus piernas en ese momento.
ㅡ Deberías cubrirte, vas a resfriarte.
ㅡ Gracias por tu preocupación. ㅡ KyungSoo se mofó de sus palabras y se agachó para ponerse la ropa interior. ㅡ ¿Es que nunca has visto a un hombre desnudo?
JongIn se aclaró la garganta ante el tono divertido que el otro había usado para burlarse de él y asintió, intentando quitarle un poco de seriedad a la situación.
ㅡ Claro, no eres el primero. ㅡ JongIn decidió sentarse en el pequeño sillón que estaba junto a la ventana y suspiró entonces, sin poder remediarlo.
ㅡ Menos mal, no quisiera que tu amiguito despertara con sólo verme.
JongIn se sintió un poco molesto con el comentario, sin entender muy bien el por qué, si por el hecho de que KyungSoo había acertado y estaba por tener una maldita erección si el otro no se cubría las piernas o porque estaba jugando con él, estaba burlándose de la simple posibilidad.
El moreno sabía que él siempre se había comportado demasiado altanero, pero que KyungSoo se comportara así lo cabreaba, porque tenía razón y él no podía admitirlo en voz alta, por supuesto.
ㅡ ¿No tienes algún pantalón que ponerte? ㅡ JongIn preguntó y KyungSoo arrugó la nariz.
ㅡ Por supuesto que tengo, no quiero usarlo. Estoy en mi habitación, Kim. Y no me da la gana de ponerme uno. ㅡ KyungSoo refunfuñó y el moreno asintió.
ㅡ Estás jugando con fuego, KyungSoo. ㅡ JongIn declaró, bajando la mirada hasta sus sandalias, para evitar mirar al rostro de su compañero de trabajo, para evitar que viera en sus ojos lo mucho que le gustaba, lo mucho que le encantaba la idea de que no se pusiera nada, de que lo dejara ver sus piernas lampiñas un poco más de cerca.
KyungSoo se llevó las manos a las caderas y resopló. ㅡ No le temo al fuego, Kim. Pero está bien que no quieras quemarte. ㅡ el bajito le sonrió con cierta coquetería y JongIn negó de inmediato.
ㅡ No es como si me afectara lo que haces.
ㅡ Por supuesto.
KyungSoo se giró, listo para ir del otro lado de la habitación por un poco de agua, cuando sintió la mano firme de JongIn sobre la suya, deteniéndolo, para inmediatamente después sentir la otra mano en su cintura, ayudándolo a girarse de nueva cuenta hacia él, para que lo viera a los ojos de manera apropiada.
El corazón de KyungSoo latió desbordándose en su pecho, el golpeteo era tan fuerte que al bajito le dio pena pensar que el otro pudiese escuchar lo acelerado que estaba. Pero JongIn no dijo nada, simplemente se mantuvo así, con la mano en su cintura, sosteniéndolo con firmeza como si el otro fuese a escapar.
KyungSoo pensó entonces que quizá Kim JongIn sí se veía afectado con lo que le había mostrado, que quizá JongDae tenía razón y él podía lograrlo, lograr tenerlo si se lo propusiera, aunque en realidad no sabía si debía hacerlo o no.
JongIn le gustaba, por supuesto, no era tan infantil como para negarlo. Siempre había pensado que era un chico apuesto, que era un niño grande y bastante sexy, con una energía que lo atrapaba, con la mirada que lo hacía querer conocerlo pero a la vez, tomar precaución.
Él siempre se mostraba indiferente porque hacerlo era una de las cosas que mejor sabía hacer, y por supuesto que también porque sabía que no iba a suceder nada entre ellos, aparte de que JongIn subiría su ego hasta el techo o quizá más allá, o quizá se burlaría de él por tener esa clase de pensamientos.
Aún con ello, en ese momento, con el corazón acelerado, KyungSoo decidió que no importaba, le importaba un carajo lo que JongIn pensara de él, lo que JongIn estuviese pensando no era de su interés, pero sí que lo era el jugar un poquito más.
Así que después de esbozar una ligera sonrisa en sus labios pomposos, KyungSoo se puso de puntitas para alcanzar a JongIn, dejando que sus manos acariciaran su pecho con cuidado en el proceso, JongIn tragó saliva de inmediato y tembló, las piernas le temblaron por primera vez en mucho tiempo, cuando KyungSoo se mostró tan cerca de su rostro.
La boca de Do estaba tan cerca de la suya que si se estiraba un poquito más, seguro lo besaría. Sucumbiría, JongIn podía hacerlo, sólo necesitaba moverse, necesitaba acercarlo más, sentía que se quemaba, con cada roce de los dedos del mayor sobre su pecho, ardía por las ganas de besarlo, de tenerlo entre sus brazos y que todo lo demás terminara valiendo nada.
Todo quedaría reducido a cenizas cuando terminara con él, pero pese a que su mano se mantuvo firme sobre su cintura, cuando JongIn se sintió dispuesto a terminar con la diminuta distancia de sus labios, KyungSoo se alejó, bajando de nueva cuenta al piso por completo sin besarlo, sin esperar a que él terminara lo que el otro había empezado.
¿Estaba jugando con él? Puta madre, JongIn sentía su miembro endureciéndose en sus pantalones y lo que menos necesitaba era esa mirada retadora, lo que menos necesitaba era esa sonrisa traviesa que le decía que lo había tentado.
ㅡ No fuiste a tu cita ㅡ JongIn recalcó y KyungSoo quiso dar un paso hacia atrás por el rumbo que tomaría el tema, pero JongIn no lo dejó, lo mantuvo firme por la cintura para que no se moviera.
ㅡ No tenía ganas.
ㅡ ¿En serio? ㅡ JongIn sonrió un poco confiado, quizá demasiado confiado, pero no le importó, tenía a KyungSoo frente a él y no había ningún estúpido entre ellos, nadie con quien el otro pudiese jugar.
KyungSoo iba a asentir, pero JongIn se inclinó lo suficiente como para que sus narices chocaran con suavidad, haciéndolo paralizarse en su lugar, sintiendo el aliento caliente del moreno sobre sus labios, a tan solo unos milímetros de su boca.
El bajito sintió que todo a su alrededor dejaba de tener color, que podía cerrar los ojos aunque no quisiera, porque no quería rendirse, no quería que JongIn pensara que podía tomarlo y después mofarse de ello.
Sin embargo, JongIn lo acercó de un jalón más hacia él, atrayéndolo sin mucho cuidado, inclinándose a la vez de tal manera que pudiera besarlo. JongIn tomó sus labios de golpe, sorprendiéndolo con el choque de sus bocas que lejos de ser doloroso, lo hizo todo más placentero.
KyungSoo estaba sorprendido, se acaloró por completo cuando los labios de JongIn se movieron impulsivos contra los suyos y sin poder evitarlo suspiró. Sus manos recorrieron ágiles el pecho del muchacho y se enroscaron en su cuello con presteza. JongIn se ladeó para besarlo mejor y KyungSoo lo siguió, decidió dejarse llevar y ser arrastrado por el ritmo apresurado y apasionado de los labios de JongIn.
Besaba tan bien, KyungSoo gimió cuando el otro le recorrió la espalda baja con sus manos y JongIn sonrió sin poder evitarlo, acercándolo más a él, dejándose caer contra la cama porque no podía simplemente detenerse.
Sus manos parecían tener voluntad propia, adueñándose de su espalda y recorriendo su trasero con habilidad, apretándolo con fuerza mientras escuchaba al bajito quejarse contra sus labios. Le gustaba la idea de estar encima de él, de rodar por la cama y dejar que el otro hiciera lo que quisiera. Le gustaba cómo KyungSoo tomaba ventaja de la situación y lo besaba de regreso, apoderándose del ritmo del beso, haciéndolo trizas con sus labios.
KyungSoo, que estaba recostado plenamente sobre el cuerpo del otro, quiso erguirse un poco para acomodarse y sentarse sobre su regazo, pero JongIn lo impidió y volvieron a rodar en sentido contrario, para posicionarse sobre él una vez más y besarlo de nueva cuenta, robándole el aliento por completo hasta que no pudiera más, hasta que tuviera que separarse de él por falta de oxígeno.
Se vieron a los ojos entonces y KyungSoo sonrió con cierto orgullo mientras JongIn le acariciaba las piernas en el proceso y se inclinaba de nueva cuenta para besarlo e inmediatamente bajar por su cuello, lamiendo delicadamente pedazos de piel, adueñándose de la piel blanca para morderla y lamerla inmediatamente después, escuchando al mayor quejarse con el mero contacto.
JongIn sonrió sobre la base de su cuello y después atrapó un pequeño pedazo de piel, que comenzó a succionar levemente mientras escuchó al otro quejarse por la sensibilidad que sus labios dejaban sobre la zona.
Y cuando estaba dispuesto a dejarle una marca, a succionarlo hasta escucharlo gemir placentero, unos golpes en la puerta los distrajeron. Alguien llamó a la puerta y ambos se quedaron en silencio, con mucho pesar, la boca de JongIn abandonó el cuello de KyungSoo y se observaron por unos instantes, mientras que tocaban la puerta otra vez y escuchaban la voz de JongDae desde fuera.
KyungSoo lo empujó entonces, para quitárselo de encima e ir a atender la puerta, pero el moreno lo encarceló de nueva cuenta con sus brazos y lo besó una vez más, antes de que KyungSoo volviera a empujarlo para quitarlo de encima.
JongIn rodó por la cama y se sintió morir, se sintió más frustrado que cuando estaba parado en el pasillo con la toalla en los hombros puesta, porque puta madre, JongDae se había divertido de lo lindo en el teléfono con su novio y ahora que él estaba teniendo un poco de acción, cuando finalmente se había atrevido a tomar a KyungSoo para besarlo... se atrevía a interrumpir.
JongIn observó las piernas blancas de KyungSoo y suspiró, cubriéndose con las sábanas y terminando de meterse bajo las mismas, porque tenía una erección encima y no necesitaba que su otro compañero la viera.
Pero de algo estaba seguro, JongIn no iba a regresar a su habitación esa noche, JongDae podía quedarse con ese cuarto para tener más privacidad. Él todavía tenía que atender un asunto pendiente con Do.
Uno que a esas alturas, pensaba que no podía dejar pasar por nada del mundo.
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Notas:
Espero que les esté gustando
besos posholatosos
🌠ary
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