Y todo se volvió oscuro, me preguntaba a pesar de haber quedado inconsciente que era lo que había ocurrido, solo vi cuando algo se nos cruzo frente a la moto y tan solo pude oír el grito desgarrador de Edward. Y fue cuando abrí los ojos mis piernas no estaban bien del todo, me duele todo mi cuerpo, estoy aturdido aún solo éramos nosotros en un callejón oscuro que apenas era alumbrado por una luz.

- ¿ Edward estás bien ? ¿ Edward?

Mi mente no analizaba la situación y resultaba que mi compañero estaba frente a mi, para cuando me di cuenta de que era él, me arrastre hacia donde estaba , cualquier movimiento que hacía era como si mil puñales atravesarán a la misma vez mis piernas, pero no podía permitir preocuparme por el dolor hasta verle.

Habíamos ido ya camino a casa después de la cena de Navidad a casa de mis padres y como ya se hacía un poco tarde teníamos que ya regresar. Y llegue en frente de su cuerpo, estaba tirado en la carretera con su rostro lleno de sangre, yo lo puse entre mis brazos y le limpie el rostro.

- Amor mio abre los ojos. ¿Amor ?

Mis palabras eran como mi aliento en estos momentos y me estaba quedando sin ambos al darme cuenta que lo que yacía entre mis brazos era el cuerpo de mi amado, mi mente comenzó a dar vueltas analizando todo lo sucedido, aún pensando que estaba durmiendo y que esto era un mal sueño, Edward estaba muerto y en mi bolsillo el anillo con el cual le pensaba proponer matrimonio cuando llegará a casa, no podía ser esto cierto. Comencé a reanimarlo y después de unas cuantas veces de intentarlo no logré nada.

- ¡ EDWAAAAAAAAAAAAARD !

Mis lágrimas comenzaron a caer como si dentro de mi tuviera el mismo mar, me levanté a pesar de todo y aún arrastrando una de mis piernas seguí caminando siguiendo el camino con el cuerpo de mi amado a mis espaldas. De momento todo se detuvo, el aire se sentía pesado y de repente ya Edward no estaba conmigo y vi a alguien con un aspecto oscuro delante de mí, sus cabellos blancos como la luna y un aspecto rudo, al verlo detenidamente le tenía a él y como si me leyera el pensamiento se acercó a mí tan rápido que apenas lo noté.

- No te asustes, soy yo el que se encarga de las almas que abandonan la tierra.

En ese momento era el quien se despojaría de el cuerpo de aquel a quien le jure amor eterno como si fuera una túnica sucia al suelo, mi sangre en ese momento hervía y sin saber exactamente quien era esa cosa trate de darle un golpe y tan solo pude sentir su risa burlona, en lo que el en segundos se dirigió hacia mi agarrándome de mi ropa y sentí como si cayera en un hueco profundo.

- Grita, quieres hacerlo-Se burlaba el mientras caímos.

Sólo podía sentir su risa, para cuando abrí los ojos estábamos en un lugar totalmente oscuro con una luz al final del camino.

- ¿ Qué tan grande es el amor que le tienes a él ?

Le respondí que era capaz de dar mi vida por la de él mientras mis pulmones trataban de buscar aire. En ese justo momento su rostro cambio en su totalidad.

- Entonces así será, presta atención porque solo lo diré una vez.

Mientras se preparaba para dar una explicación iba caminando a mi alrededor.

- Tendrás la oportunidad de salvar a tu chico pero tendrás que pasar por pruebas y de esta forma obtendrás lo necesario para poder liberarle. Tendrás que acudir a tres diosas Freyja, Deméter y Afrodita, ellas serán las únicas que te darán las llaves para que solo al final del camino verás a Edward y liberandoló volverá a vivir.

Parecía una oferta tentadora y una que me regresaría a mi hombre, al decir esto Hades se corrió hacia mí y de sus manos apareció un contrato y una pluma, yo haría de todo por tenerle entre mis brazos de nuevo, así que mi destino estaba ya escrito en las letras de ese contrato.

- Pero solo una cosa más, de tu boca salió que darías la vida por él, así que tomando tus palabras debo decirte que cuando lo liberes, serás tú el que muera en su lugar.

Mis palabras se quedaron atoradas queriendo salir de mis labios , mis lágrimas se secaron así como un río que va muriendo y era eso realmente, estaba muriendo poco a poco y al final de esto terminaran mis días, todo por amor, esa frase se repetía una y otra vez en mi mente. Edward es un hombre espectacular, tanto así que le iba a pedir matrimonio y ya pensaba en la idea de poder tener nuestros hijos y si el estuviera en mi lugar haría lo mismo que yo, de eso estoy seguro, así que daré la vida por él.

Cogí la pluma y firme el contrato que desaparecería de sus manos, ya había firmado mi muerte pero no importa, era yo el que pasaría por pruebas para hacer valer todo en lo que creo, soy un guerrero. Sentí esa sensación nuevamente de que caía, sentía como el aire hacia de mi cuerpo lo que quería sintiendo como si pequeñas cuchillas me cortaran.

Caí en un lugar lleno de casas algo rústicas, era como un pueblo en ruinas después de una guerra, tanto así que el aire se hacía difícil de respirar, así que aquí comienza el camino hacia mi primera prueba.

- Aquí comienza tu viaje, debes de buscar a Freyja, ella será la que te pondrá la primera prueba para ver si eres merecedor de la primera llave, buena suerte.

Mi cuerpo lo cubrió un escalofríos que me dejó sin aliento pero no podía detenerme, ahora no puedo, soy un hombre, soy un guerrero y mis ganas de vivir por él no se acabarán aunque mi luz desaparezca de a poco, levanté la vista y seguí mi camino.

- Voy a por ti, mi amor.