Capítulo 23
Dos años después.
Mientras cepillaba al hermoso caballo de colores gris y negro, escuchó unos pasos y luego una conocida voz.
—Hola principito.
—Hola, tío Nath –lo saludó con gusto.
—¿Cómo estás? ¿Como está tu costilla? –juguetoneamente con su dedo indicie le picó la costilla, Noah dio un pequeño salto.
—Ah... –el mayor se alarmó.
—Oh, Dios... Lo lamento, no quería... ¿Estás bien? –el joven, de ahora 17 años, rio.
—Estoy bien, tío. Solo me hiciste cosquillas –Nathaniel suspiró aliviado –¿Qué haces aquí?
—Vine a ver a mi familia. Hacía tiempo que no lo hacía –Noah le sonrió –. ¿Cómo has estado, principito? A parte de crecer hasta ser más alto que yo –lo miró con recelo a lo cual el príncipe rió.
—A mi también me sorprende considerando que estuve varios meses en cama, fuera de eso he estado bastante bien, tío Nath.
—Qué bueno... ¿Y tu novia?
—¿Novia? –lo miró extrañado.
—Si, hace dos años, Hai dijo que tenías novia.
—Ah, Lauren –asintió –Ya no somos novios... Desde hace un año.
—¿Qué pasó? –Noah sonrió un poco y se quitó el cepillo de la mano.
—Bueno, un tiempo después del accidente y en cuanto yo ya estaba mejor, ella tuvo que regresar a su pueblo –tomó la mano de su tío, le dio el cepillo y la dirigió al lomo del enorme animal –. Era yo quien tenía que viajar para verla y con mis deberes de príncipe heredero era un poco difícil –Nath cepilló totalmente extrañado al caballo mientras el chico se daba la vuelta –. Así que decidimos terminar la relación.
—Lo lamento, Noah.
—No hay problema, ella fue quien tuvo la idea. Además es una preocupación menos –Nathaniel asintió.
—¿Y las competencias? ¿Seguiste en ellas? –Noah suspiró.
—El año pasado no.
—¿Porqué no?
—Se suponía que después de las dos semanas de rehabilitación que tuve, podría volver a montar, pero para ese momento faltaba un mes para la competencia y no había entrenado absolutamente nada a Mazuri –Noah le acarició el lomo y le colocó una manta en él –. No quise volver a intentarlo sin él, empezamos en ello juntos –alzó del suelo la pesada silla y se la colocó haciéndolo tambalearse un poco – y debemos seguir así.
Nathaniel le sonrió pero recordó porqué estaba ahí y su sonrisa se tornó un tanto divertida. Noah se extrañó.
—¿Alguna vez has estado en México?
—No, nunca ¿Porqué?
—¿Te gustaría ir?
—Suena interesante, pero tengo deberes qué... –el mayor lo interrumpió.
—Hablaré con tus padres –se dirigió a la salida del establo hacia el castillo dejando el cepillo en una extraña mesa para monturas. Noah parpadeó perplejo y terminó de ensillar al caballo.
—Tío Nath esta más raro que de costumbre... Vamos amigo –y salió hacia el Jardín Primario para empezar con el entrenamiento diario.
Un rato más tarde cuando regresó al castillo sacudiendo su traje, se encontró con sus padres en el Gran Salón hablando con su tío, en cuanto notaron su presencia los tres lo miraron fijamente.
—¿Sucede algo? –preguntó erguido y caminando hacia ellos. Nathaniel lo miró perplejo. Para ser un muchacho menor que él se veía tan imponente como Mark y Azura.
—Tu tío Nathaniel nos comenta que estás interesado en ir a México con él esta semana.
—Él fue quien lo mencionó, yo... –su madre lo interrumpió alzando una mano.
—¿Tu quieres ir?
—Suena interesante, pero yo... Es decir, mis deberes como príncipe, no los puedo dejar así de pronto y...
—Creo que le haría bien al joven príncipe viajar y distraerse un rato. Además, creo que a tu hermana le encantará que estés ahí el día de su cumpleaños –Noah sonrió y miró a sus padres, por un momento toda su elegancia y aspecto real desparecieron dejando ver a un joven alto con expresión de niño pequeño.
—¿Puedo ir? –Mark rió y miró a su cuñado.
—Ya que has demostrado que puedes hacerte cargo de Hai, confío en ti para cuidar a Noah –miró a su hijo con una sonrisa – Puedes ir con él, Noah –el chico sonrió e hizo una reverencia.
—Gracias papá.
—Bueno, principito, haz tus maletas. Nos vamos mañana en la noche. Debo ir a casa, papá quería que lo ayudara con algo. Adiós hermanita, es decir, con su permiso reina Azura y rey Mark –ambos reyes mandaron rodar los ojos.
—Si fueras otra persona ya te habríamos encerrado por insolencia –dijo Mark, a lo que el joven solamente rió y se retiró.
—Algún día deberían espantarlo –Propuso el Noah haciendo que su padre riera con fuerza –. Supongo que iré a empacar.
—Adelante hijo y no te preocupes por tus deberes. No tienes pendientes de nada. Tómalo como unas vacaciones bien merecidas.
—Gracias, mamá –hizo una leve reverencia y se retiró a su habitación. Los reyes se miraron.
—Si, se lo merece –Azura le estrujó la mejilla y le dio un beso lo que lo hizo reír –. Yo también te amo, mi reina.
—¿Tienes el regalo de Hai?
—Ah, si. Lo puse en su habitación. ¿Le diremos a Noah que se lo entregue? –Azura asintió –De acuerdo entonces.
—Yo lo haré –el rey asintió viendo como su esposa caminaba hacia la enorme escalera.
Mientras Noah hacía su maleta se imaginaba como sería México, su hermana le había contado un poco sobre el cambiante clima y sobre sus vecinos pero solo lo hacía querer verlo con sus propios ojos. Escuchó algunos toques en la puerta y se dirigió a abrir.
—Hola mamá ¿pasa algo?
—No, mi amor. Solo quería hablar contigo –el príncipe la dejó pasar y se encaminaron a la cama –Tu padre y yo tenemos un regalo para Hai por su cumpleaños número 20, que cómo sabes, será en esta semana –el príncipe asintió –¿Tu podrías entregárselo?
—Desde luego, mamá –Noah tomó con delicadeza la caja rosa de regalo que su madre le entregó y la puso dentro de la maleta. Posteriormente, Azura le ayudó a empacar su ropa y algunas otras cosas.
—Veo que estás emocionado.
—Por lo que Hai me ha contado sobre México solo ha despertado más mi interés en ir ahí –Azura sonrió –Y claro, también quiero verla, ver que hace y cómo lo hace. Y sobre todo cuánto ha cambiado y cuánto ha aprendido.
—Mi amor, no te enfoques en eso. Si tu hermana aprende algo o no es cosa de ella. Tu disfruta el viaje y relájate. Yo me encargaré de las clases de equitación y de seguir entrenando a Mazuri.
—Eres la mejor, mamá –ella le sonrió con ternura.
—Ten mucho cuidado allá, no te separes de tu tío ¿de acuerdo?
—De acuerdo, mamá.
Al día siguiente, Noah trataba de controlar su emoción mientras esperaba a que su tío llegara. No había podido dormir bien la noche anterior, por lo que pasó gran parte de la noche mirando por su balcón o intentando leer algún libro.
Revisó por ultima vez sus pertenencias, cepillo de dientes, ropa interior, ropa extra, el regalo de Hai, el cuadro que había hecho Yena, loción, su cargador, su laptop, su cámara, sus audífonos y unos cuantos libros. Suspiró y miró su enorme habitación.
—¿Qué es lo que...? Ah, claro... –caminó hacia el escritorio para tomar su teléfono y sonrió –Creo que estoy listo –el aparato vibró y Noah lo revisó.
Increíblemente genial tío Nath: Estamos en camino, principito ¿Estás listo?
Noah: Estoy más que listo.
Tomó su maleta y su mochila para dirigirse a la puerta. Había quedado con su tío de esperarlo en la entrada del castillo. El enorme y esponjoso San Bernardo corrió fuera en cuanto él abrió la puerta, rió y caminó detrás de su mascota.
Al final de las escaleras divisó a sus padres y a la ex reina Sylvia, en cuanto lo miraron les hizo una reverencia.
—¿Emocionado? –preguntó la mayor de todos.
—Anoche no pude dormir –admitió con una sonrisa, la mujer rió con fuerza.
—¿No olvidas nada? –preguntó su madre.
—No lo creo, revise mi equipaje más de cinco veces –hizo una pausa e hizo amago del volver a abrir la mochila para revisar una vez más pero la voz de su abuelo lo detuvo.
—¡Zuri-zu! –Azura sonrió y caminó para abrazar a su padre. Al parecer jamas iba a dejar de llamarla así.
El canoso y enorme hombre hizo una reverencia antes de abrazar con fuerza a su hija. Después abrazó con la misma emoción a Mark. No obstante también estrujó con fuerza a Noah.
—Am... Abuelo, no respiro –el hombre lo soltó.
—Lo siento, hijo ¿Estás listo para viajar al otro lado del mundo?
—Estoy muy emocionado –su abuelo soltó una carcajada.
—Entonces, vamos, que se hace tarde –Noah comenzó a caminar –¿No vas a despedirte de tus padres? –el príncipe se volvió en secó, el mayor volvió a reír.
—Ah, es cierto –caminó rápidamente hacia sus padres y los abrazó a su madre quien soltó una risa –Lo siento mamá.
—No te preocupes, mi amor. Diviertete y cuidate mucho. Nath, no lo pierdas de vista, por favor.
—Azura, no es un niño pequeño –sin soltar a su hijo, la reina lo miró severamente, haciéndolo tragar duro –. No te preocupes hermanita, yo lo cuidaré bien –Azura sonrió y le dio un beso a Noah, quien rió y se apartó para abrazar a su padre y a la ex reina Sylvia.
Escuchó un fuerte ladrido y giró para ver a los enormes perros mirándolo mientras movían la cola, sin dudarlo se agachó para acariciarlos.
—Volveré pronto –anunció una vez que estuvo de pie.
Noah, Nathaniel y Lucas caminaron hacia la puerta principal, donde los guardias los escoltaron no sólo al auto, sino hasta el aeropuerto de Londres.
El príncipe abordó el avión junto a su tío con emoción, pero estado sentado miró que en el apartado donde estaban, no habían muchas personas. Se acercó un poco a su tío.
—¿Esto es... Primera clase? –Nathaniel lo miró por un segundo mientras hojeaba una revista.
—Si –el príncipe lo miró mal, el mayor lo volvió a mirar –. No me mires a mi así, tu padre pago los boletos de ida y vuelta. Además hay guardias en todo el avión.
—¿Guardias? ¿En serio?
—Si, guardias en cubierto. Tienen que proteger al príncipe y al actual heredero –murmuró, Noah miró a algunos puntos específicos donde rápidamente identificó a los guardias.
—Creo que ahora entiendo lo que decía Hai... –el mayor lo miró, pero el príncipe respiró profundo y sonrió mientras veía por la ventana, por lo que regresó a su revista. Luego de unos minutos volvió a hablar –¿Cuánto falta?
—Noah, despejamos hace apenas una hora –respondió riendo y colocándose un antifaz de color negro con el logotipo del avión –Te recomiendo que duermas un rato, es un viaje largo.
Noah suspiró y miró el techo del avión, las luces estaban apagadas y la mayoría de los pasajeros dormían, otros cuantos utilizaban sus teléfonos viendo alguna película o serie, otros hojeaban la misma revista que su tío. Decidió encender la tenue luz encima de él y rebuscar en su mochila hasta dar con su libro y comenzó a leer hasta quedarse dormido.
—Pasajeros, les pedimos que ajusten su cinturón de seguridad. Estamos a punto de aterrizar en el aeropuerto internacional.
Despertó de golpe mirando a todos lados, pero Nathaniel le sonrió.
—Tranquilo, Noah. ¿Dormiste bien? –el chico frotó su cuello.
—Algo... ¿Ya llegamos?
—Si, ya llegamos –trató de contener su emoción mirando por la ventanilla esperando ansioso por salir y conocer el país... O al menos esa ciudad.
En cuanto salió del avión, la fuerte brisa ardiente le golpeó literalmente de la nada. No era como su hermana lo habría descrito, era mucho peor. Sonrió y bajó animado.
Dentro del aeropuerto divisó un letrero donde decía la hora y la temperatura actual.
—¿32 grados? Eso es increíble.
—Esa temperatura se considera agradable, Noah. Aquí han soportado hasta más de 40 grados –dejó caer la mandíbula casi hasta el suelo, hasta escuchar un carraspeo a su espalada, por lo que se irguió y giró.
—Alteza –era uno de los guardias –. La misión que el rey Mark nos confió era acompañarlo en el avión hasta asegurarnos de que llegara a salvo. Mi fiel compañero, el guardia Gabriel Smith –señaló detrás de sí a un hombre relativamente joven y un tanto fornido que hizo una leve reverencia –. Se hospedará a unas calles del hogar del joven Nathaniel y estará a sus ordenes protección en lo que sea.
—Les agradezco mucho el habernos cuidado durante todo el viaje, oficial Henderson. Tengan un buen viaje de vuelta –el hombre miró a todos lados asegurándose de no ser visto y le hizo una reverencia y se retiró, Gabriel se acercó.
—El rey alquiló un auto, yo los llevaré a casa –hizo una reverencia y comenzó a caminar.
Noah estaba totalmente impresionado, pero también estaba seguro de que no había sido así con su hermana.
Miraba emocionado por la ventanilla del auto mientras hacia algunas anotaciones en una pequeña libreta con el logotipo del reino de Cadah. Nathaniel indicaba el camino más rápido a su hogar y las medidas de seguridad que debía tomar mientras el atardecer hacia presencia sobre el horizonte. De pronto el mayor envió un mensaje.
Nana: En camino ✌.
Sylvia sonrió al lee el mensaje y caminó hacia el comedor.
—Nath is coming –anunció a su sobrina y miró a los demás jóvenes –. Si van a quedarse a cenar, uno tendrá que ayudarme a cocinar.
—Safo* –dijo Miranda.
—Safus –siguió Frida.
—Paso –terminó Hai y todas miraron a un aturdido Fernando que aún asimilaba lo que acababa de suceder. Sylvia rió con fuerza y tomó al chico de la camisa para arrastrarlo a la cocina.
—Vamos, Fer te enseñaré a preparar Cornish Pasty.
—Bueno, no sé qué diablos sea eso, pero lo haré solo porque quiero consentir a mi novia.
—Awwn... –expresaron Frida y Miranda mientras Hai mandaba rodar los ojos y continuaba tecleando en su computadora.
—¿No es el mejor novio del mundo? –dijo Frida mirándolo.
—No lo creo –la chica le arrojó una bola de papel a Hai –Auch, Frida...
—Al menos podrías fingir que lo es ¿no? –Hai resopló.
—Si, amigas. Fer es el mejor novio del mundo –dijo con sarcasmo. Miranda soltó una carcajada al ver el rostro de indignación del chico –. Continuemos con esto. Ya casi terminamos.
—Pero, Alex... Es para el próximo lunes –la castaña se estiró levemente el cabello con frustración.
—Fri tiene razón. Esto solo es un avance del proyecto final y ya llevamos más de lo que pidió el profesor. ¿Porque no revisamos lo de la exposición de Historia Universal?
—Tengo otra queja –Frida se acomodó en la silla –¿Porqué nos asignó el país china? ¿Que Alex tenga ascendencia asiática, no significa que todas sepamos hablar chino. Y estoy segura de que ella tampoco sabe...
—Wân shâng hâo, nî hâo ma. Bù hâo yì si, wô méi tīng dông –Todos la miraron perplejos, hasta su propia tía.
—Ah, claro. La morra sabe chino –Miranda soltó una fuerte carcajada y Hai sonrió –¿Hay algo que esta mujer no pueda hacer? –todos rieron.
—Es una ventaja si nos pide decir algo en chino –se encogió de hombros –. Y no se preocupen, estuve investigando un poco de la cultura china ayer, sólo habría que ponerlo en el Power Point y listo.
Ambas chicas la abrazaron con fuerza haciéndola reír levemente.
—Okey, yo también las quiero chicas. Pero debemos seguir antes de que éste lista la cena.
Durante un largo rato, las tres se pusieron a trabajar en sus respectivas computadoras hasta que la puerta se abrió.
—¡Llegamos! –Hai y Sylvia se miraron extrañadas.
—¿Llegamos? –Nathaniel apareció desde la puerta quedándose de piedra al ver a los amigos de su sobrina. Inmediatamente giró hacia atrás, donde se escucharon los pasos de Noah ingresar al comedor.
—Esto... Am...
Hai no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, mientras que los de sus amigas se abrían como platos. Inmediatamente Fer cubrió los ojos de su novia y ella se lo quitó de encima. Pero Hai se levantó con torpeza y caminó hacia él.
—No... Tu... You are...
—Hai, sister** –y como si hubieran pasado mil años, Hai se lanzó a su cuello para abrazarlo haciéndolo tambalearse dejando a sus amigos totalmente perplejos –También me da gusto verte.
—¿Qué rayos haces aquí? ¿Cómo es que tu...? ¿Porqué estás tan alto? –se apartó y lo miró hacia arriba –Responde... –escuchó un carraspeo y giró en seco –Oh am... Chicos, él es mi hermano Adrien... Adrien, ellos son Frida, Miranda y Fer –Noah los miró y sonrió con amabilidad.
—Es un placer conocerlos a todos –los miró a los ojos hasta encontrarse con su tía quien le sonrió –Tía Sylvia –ella se aproximó a abrazarlo también mientras Hai se acomodaba la ropa un tanto azorada.
—No sabíamos que vendrías tu también –el chico se vio confundido y miró a su tío, Sylvia lo entendió y miró a su hermano gemelo quien se encogió de hombros.
—¿Sorpresa? –la mujer mandó rodar los ojos.
—Bien, Nana lleva las cosas de Adrien arriba mientras término la cena. ¿Porqué no lo acompañas, Adrien?
—Claro tía –miró a los jóvenes –. Es un placer haber conocido, con su per... –estuvo a punto de inclinarse pero su hermana habló.
—No hagas... –se irguió de pronto y sonrió dirigiéndose a las escaleras, en cuanto desapareció por ellas miró a sus amigos –. Me disculpo por eso, no había visto a mi hermano desde hace tiempo y no sabía que él vendría con mi tío.
—Jamás te disculpes por emocionarte al ver a tu familia –dijo Miranda –. Es genial que haya venido hasta acá solo para verte, Alex. Ahora, ¿tu hermano tiene novia o...? –todos rieron pero Hai se acercó a ella con media sonrisa.
—Tiene 17 y te prohíbo corromper a mi hermano –le pegó con los nudillos levemente en la cabeza.
—Au, está bien, está bien. Lo lamento.
Hai miró hacia las escaleras y suspiró. Su pequeño hermanito estaba en su habitación, no tenía idea de porque pero se sentía sumamente feliz de volver a verlo. Después de cenar sus amigos se despidieron de todos.
—Fer conduce con cuidado.
—Claro, jamas podría en peligro la vida de...
—De tu novia, lo sabemos. Ya vámonos –dijo Miranda saliendo de la casa mientras todos reían y la pareja se sonrojaba.
Fer y Frida se despidieron nuevamente y salieron, entonces Hai tomó de la mano a su hermano y caminó a las escaleras.
—Estaremos arriba, no tardo –Los gemelos rieron. En cuanto llegaron a su habitación Hai miró a Noah –Bien, ¿vas a responder ahora?
—Con gusto –carraspeo y colocó las manos en la espalda mientras caminaba por la habitación –Tío Nath me invitó, no sabía que no te lo había dicho. Lo lamento. Estoy aquí por ti, hermana. Y realmente tampoco sé cómo es que estoy tan alto –Hai al rio y volvió a abrazarlo con fuerza, Noah rio y le acarició el cabello.
—Me alegra que estés aquí, Noah –pero al instante se alejó –Oh, por Dios, tu costilla.
No obstante el príncipe volvió a acercarse a ella y la abrazó nuevamente.
—Mi costilla sanó hace dos años, pero no recuerdo cuando fue la ultima vez que abracé a mi hermana.
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*safo y safus significa literalmente "paso". Lo decimos los mexicanos cuando no queremos hacer algo. Generalmente se dice cuando en un grupo de personas se propone algo, el último que lo diga es al que le toca realizar la propuesta o actividad.
*Hai, sister es un juego de palabras en ingles: Hi, sister.
Hola!
Sé que ha pasado un tiempo desde la ultima actualización.
Empecé un nuevo semestre en la facultad y pues tengo mucha tarea que hacer. Aun así trato de escribir, editar y por ahora publicar.
Mientras me acostumbro a mi nuevo horario, no podré publicar tan seguido, pero no se preocupen, esto no será para siempre. NO dejare de actualizar, aquí estaré.
Espero que el capitulo de hoy lea haya gustado, dejen su opinión en los comentarios.
Feliz inició de clases a quienes ya hayan empezado, éxito!
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