Capítulo XII. Mundo onírico
«Loki, debe ser cosa de Loki», fue lo que pensó al instante en que vio el rostro carente de expresión del mayor de los Odinson.
—¿Qué ha dicho el rey? —Fingió ignorar su nuevo descubrimiento—. Alguna nueva misión para nosotros.
Se acercó a la barra y vislumbrando un jarrón de cerveza, se lo llevó a los labios. La taberna era el sitio perfecto en el cual reunirse.
—No, tomaremos unos días para reponer fuerzas —dijo con voz ausente y un atisbo de realidad le golpeó—. ¿Cómo está Hogun?
«Al menos recuerda qué pasó ayer», lo observó y dejó que Volstagg respondiera.
—Lo suyo va más allá de lo físico —explicó con pena tiñendo sus palabras—, creo que necesitará más que unos días.
—Iré a verlo —dictaminó.
—Ahora es mejor darle espacio —rechazó con gentileza su intención—, eventualmente, él regresará con nosotros por su cuenta.
Una Aesir se acercó para llenar sus jarras vacías y el espadachín aprovechó y le guiñó un ojo.
—Fandral —notó que omitía algo importante por la forma en que dijo lo último—, ¿hay algo de lo que no esté enterado?
Volstagg buscó su mirada, él no soportaba ocultar lo que escuchó del Vanir; por eso pidió con palabras mudas que fuera él quien explicara a Thor la situación.
—Nada relevante —dijo ignorando la inquietud del otro guerrero.
—Igual quiero escucharlo —contestó sin dejar espacio para réplicas.
—No son más que disparates. —Se atrevió a decir Volstagg.
—¿Qué es? —preguntó a punto de perder la paciencia.
El guerrero volvió a buscar ayuda en el espadachín.
—Hogun mencionó escuchar a la primogénita de Ymir conversar con Loki —respondió soltando un suspiro. No quería hablar del hechicero.
—¿Qué escuchó? —Su expresión no manifestó interés.
—En verdad que no es nada... —Suspiró, rendido al sospechar que el rubio no lo dejaría por la paz—. Ni siquiera él está completamente seguro... cree que escuchó que Atali llamaba hermano a Loki.
—Eso es absurdo —dijo con una ceja en alto.
—Te dije que no valía la pena —hizo una pausa para aclarar lo verdaderamente importante—, Hogun parece vivir una especie de bucle con ese momento.
—Creemos que su percepción de la realidad se distorsionó —agregó, preocupado, el guerrero que amaba la comida.
—Es cuestión de tiempo —reiteró Fandral, convencido que su amigo solo ocupaba poner sus ideas en claro.
—¿Y Loki? —Interrumpió el otro—. ¿Él cómo está? —preguntó de repente.
Aquello logró perturbar, un poco, la postura del hijo de Odín.
—Él también necesita estar solo —guardó silencio pensativo y agregó—: Tiene que superar aquel encuentro.
—Atali es más fuerte de lo que creímos, quizá lo mejor habría sido que uno de nosotros ayudara a Loki.
—Es tarde para pensar en el hubiera. —Se descubrió queriendo escapar, quería evitar a Thor, y a su constante preocupación por Loki—. La próxima vez seré de más utilidad.
El espadachín de ojos miel, con destellos color oro, se levantó y despidiéndose con una sonrisa, se marchó.
Era muy bueno con las armas blancas, su resistencia era envidiable incluso entre los Aesir, ni hablar de su suerte con las doncellas, si se lo proponía, podía competir con Thor, y era justo lo que hacía. Helga no era su tipo, no estaba seguro de tener uno, pero cuando menos lo esperó ya estaba detrás de ella, de hecho, tras todas aquellas que alguna vez despertaron interés en el hijo mayor de Odín. Un día, sin mayor explicación que una fuerte e insana admiración por Thor, notó la necesidad extraña de ser más cercano. Fue estúpida la forma en que lo logró.
Mientras se alejaba del lugar en el que dejó a Volstagg y Thor, pensó en sus últimas palabras, no fueron más que una evidencia de los celos que le provocaba el hechicero. Su magia le resolvía la vida, y tenía muy claro que hace mucho tiempo dejó de depender de su hermano, hace tanto que Thor no ocupaba defenderlo, y lo sorprendente era que a pesar de aquello, al final siempre terminaban juntos. Buscándose y compartiendo. Fandral jamás podría estar tan cerca como Loki, por eso se inventó una forma de conseguirlo.
—Buen día —saludó, tomando por sorpresa al guerrero.
—¡Freya! —ocultó sus penas y se concentró en su agradable presencia—, ¿sigues trabajando con los elfos de luz?
La Aesir, una ex Valkyria, de inigualable belleza y de carácter particular, le dedicó una arrebatadora sonrisa.
—Su lengua es complicada y Odín me ha pedido traducir algunos libros extra —explicó, acercándose para conversar—. Sif comentó que estaban en Vanaheim, creí que no estarían por acá hasta la próxima temporada, escuché que su misión era especialmente peligrosa.
—Lo fue —respondió sin entrar en detalles.
—Luces decaído, ¿algo salió mal? —preguntó con auténtica angustia.
Esbozó una, aparente, tímida sonrisa y se encogió de hombros.
—Salió mejor de lo que debería —dijo sin más—, los seres a los que nos enfrentamos estaban a un nivel superior.
—Vamos —habló con incredulidad—. Thor no es precisamente un ser cualquiera, ustedes son los tres guerreros, y Loki maneja muy bien la energía...
—Dos de nosotros se llevaron la peor parte, no —recordó que después de todo, el rubio siempre se mantuvo al frente y las decisiones difíciles las tomó él—, también Thor, pero al final parece que a él nada logra afectarle —reconoció bajando la voz gradualmente.
—Es muy fuerte, el impresionante hijo de Odín. Será un estupendo rey —dijo con un tono que a Fandral le resultó familiar.
—Bueno, es mejor no adelantar los hechos —intentó cambiar de tema—. ¿Te diriges al castillo?
—Todos sabemos quién será el próximo heredero —sus labios se curvaron en una sonrisa desconcertante—, no hace falta fingir ignorancia.
—En mi caso, yo no lo daría por sentado. —Consiguió mantener su expresión serena.
—Acaso ¿no crees que Thor sería el rey perfecto? —preguntó cómplice.
Creyó que la actitud de Freya era poco apropiada para tratarse de ella, quizá estaba jugando o bromeando.
—La perfección es un concepto muy ambiguo... —Quería terminar ya esa conversación que no le llevaba a ninguna parte.
—Fandral, eres muy allegado a Thor, no deberías dudarlo —dijo con cierta compresión en la mirada.
«Eso es incorrecto, Loki ocupa el lugar más cercano», pensó sin atrever a evidenciarse.
—No estoy dudando de su capacidad, solo creo que cuando el día llegue, la decisión de Odín será la más acertada, sea Loki o Thor el que ocupe el trono.
—Tus palabras son muy amables, pero tus ojos no pueden mentir —dijo sin romper el contacto visual—. Para ti, Thor es perfecto.
—¿Qué estás diciendo? —bufó intentando reprimir su nerviosismo.
—Odín puede equivocarse y elegir a Loki, ¿qué harías en esa situación? —Sus ojos chispeaban de inteligencia, una sumamente conocida.
—¿No sé a qué te refieres? —Sí sabía, lo que no creía era que fuera ella precisamente quien le cuestionara.
—¿A quién le debes lealtad? ¿A Odín o a Thor? Escuché que los tres guerreros son fieles al hijo mayor del rey, especialmente tú.
—Soy leal a los dos... —contestó, y estaba a punto de decir algo más cuando fue interrumpido.
—Es normal, creciste junto a los Odinson, todas las locuras que vivieron y lo mucho que te protegió...
—¿Lo mucho que me protegió? —Está vez él no la dejó terminar.
—¿Lo olvidaste? —dijo con voz particularmente dulce—, de pequeños él siempre te elegía, siempre te mantenía a su lado, sabía que los demás niños debían odiarte por ser su amigo más cercano y se encargaba de dejar en claro que si algo malo te ocurría no les perdonaría.
—Nuestra amistad no interfiere con lo demás, si me disculpas. —Hizo amago de reanudar su camino.
—Supongamos —obtuvo su atención de nuevo—, Odín elige a Loki. ¿Podrías ser leal a él? Yo creo que por Thor traicionarías a cualquiera.
«Loki», pensó con temor, quizá el hechicero abrió la boca de más.
—¿Tú qué harías? —Decidió responder con otra pregunta.
—Lo correcto —dijo sin más.
Asintió y con un gesto de la mano se despidió, concluyendo aquel encuentro tan extraño.
Cuando la figura galante se volvió un pequeño punto a la distancia. Freya, que en realidad no era otro más que Loki, tomó su verdadera forma.
—El que duda no puede avanzar sin caer —habló absorto en sus pensamientos—, te necesito seguro.
[...]
Frigga invitó a sus dos hijos, y a su esposo, a cenar juntos como la familia que eran. De pequeños, Odín hacía el esfuerzo por llegar en las tardes para acompañarlos, ahora que sus hijos tenían la edad suficiente para cargar con parte del deber de proteger Asgard, la familia solo se reunía en ocasiones especiales, todos tenían sus ocupaciones y rara vez se encontraban en el castillo al mismo tiempo, sobre todo Odín y Thor, Frigga y Loki preferían proteger su mundo desde ahí, pero si la situación lo ameritaba, no dudaban en salir.
Se sentaron todos en la larga mesa que ya les esperaba con un espléndido banquete servido minutos antes.
—Me alegra mucho que se encuentren bien —dijo tomando las manos de sus hijos, se habían sentado cerca para conversar—. Cuando llegué de Nidavellir su padre me pidió que los alcanzara.
—Pero llegaron antes de que ella estuviera lista —completó su relato.
—Madre, ¿todo se resolvió con los Dvergr? —preguntó con interés el mayor de sus hijos.
—Los enanos son testarudos, nada que no pueda manejar —respondió con una sonrisa.
—Nadie es mejor que su madre para cerrar tratos complicados —dijo con orgullo.
Se miraron por un instante con aquella complicidad y Frigga regresó para expresar su preocupación.
—Hace tiempo que no escuchaba de Atali, debió ir Sif con ustedes, ella no habría caído en su trampa.
—No, padre hizo lo correcto en encomendarnos aquella misión a los cinco —interrumpió Thor.
—Algunos Vanir se unieron a ellos, un grupo de guerreros ya está investigando su paradero, que Sif cayera en su trampa, o no, no habría significado diferencia. —Odín comentó en medio de un bocado.
—Loki —los ojos de la hechicera se fijaron en el menor que hasta ahora se había mantenido en silencio escuchando la conversación—. Su magia es poderosa, ¿cierto?
—No tanto como la nuestra. —Estaba por terminar su platillo y se limpió la comisura de los labios—. Aquellos libros que me prestaste fueron de gran ayuda.
Ella lo observó con los ojos brillantes y contuvo el impulso de apretar su mejilla, lucía cansado, y hasta un poco distante.
—Cuando llegue el día te revelaré un par de hechizos que te serán de utilidad —alzó la voz Odín.
«No necesito nada de ti, ya me has dado suficiente», pensó con amargura, en cambio dijo:
—Esperaré por ese día. —Aparentó que creía en sus promesas.
[...]
—Me sorprende que no sospechen que utilizamos magia negra.
Era muy tarde para que estuvieran despiertos, incluso para ellos; pero la luz astral, contenida en una lámpara de la biblioteca, brillaba incansable.
—Están desconcertados de que la magia que madre me enseñó sirviera contra ellos, desconocen que puedo utilizar, al igual que padre, esa magia destructiva —respondió apartando la vista de las hojas del libro que tenía en las manos.
—¿Cómo es que sabes tanto? ¿Es todo gracias a los libros? —Señaló el grueso tomo que leía segundos antes.
—Una gran parte —admitió y dejándose llevar por aquel ambiente de confidencialidad añadió—: también escuchando.
—¿A quién? —Nunca creyó que Loki se abriría de tal forma, tal vez se debía a, su ahora, íntima relación.
—A todos, te sorprendería lo mucho que pueden decir los seres maduros a los niños, recuerdo que una vez padre nos llevó con los enanos, ellos hablaron tanto frente a mí... Por aquella época absorbía todo sin dejar que nada se me escapara.
—Yo no recuerdo más que los combates que organizaba con Fandral, creo que mientras tú estudiabas yo me dedicaba a jugar. —Desde el diván, observó a Loki que estaba sentado frente a él.
—Thor, no jugabas, entrenabas... —comentó al aire.
Las cosas no habían cambiado para bien, que estuvieran allí, conversando al punto que Loki confesaba un secreto, recordando el pasado, el que no compartieron del todo; no significaba que su unión fuera pacífica, que los problemas estaban resueltos, o que la distancia se había evaporado repentinamente. Solo lo habían aplazado para después.
—Yo me divertía, me gustaba... Me gusta luchar —corrigió al darse cuenta que no había cambiado tanto.
—Lo sé —cerró el libro de golpe y concentró, en él, su mirada.
Habían compartido la cama dos noches atrás, cuando Thor despertó el menor no estaba a su lado, no sintió decepción, de hecho, le habría asombrado lo contrario, después de todo Loki era Loki. No le consumía una furiosa pasión por repetirlo, ni al menor, pero no negaba la existencia de una diminuta llama en su interior que esperaba arder en cualquier momento.
—¿Qué más sabes? —preguntó con curiosidad al observar una sonrisa brotar de sus labios.
—Más de lo que puedes soportar escuchar, debiste ser más atento cuando eras un crío. —Se levantó y se sentó a su lado.
—Tienes razón, ahora sería el mejor hechicero. —Sus cejas gruesas se alzaron y una hermosa sonrisa surcó su expresión.
—Entonces olvídalo, ya eres bueno en combate, en estrategia, en encandilar a todos los seres y...
—¿Encandilar? —Torció los labios.
—Déjame a mí la magia y la labia. —Hizo lo posible por no prestar atención al rostro de Thor, pero al final se encontró riendo por su clara confusión.
—Yo no encandilo a nadie. —Se defendió, inseguro de la conclusión a la que él mismo llegó.
—Si solo fueras más consciente —respondió con ironía, pero se alegró que, al menos, en ese aspecto el mayor fuera ingenuo.
—Tú sí logras confundir, engañar, liar... Tienes una lengua privilegiada. —Cuando pronunció lo último se dio cuenta del gran error que cometió.
—¿Ah, sí? —Lo observó de forma seductora.
Al menos él se sintió seducido.
—Debería comprobarlo.
Tomó su barbilla y se acercó con lentitud, algunos mechones negros caían en sus hombros, los apartó para tomar su delgado cuello.
—Yo también estoy comprobando lo mucho que puedes encandilar.
—¿Quién será mejor? —preguntó contra sus labios, como deseando que se tragara sus palabras.
No esperaba respuesta y tampoco la obtuvo, solo cerró los ojos y permitió a la lengua de Loki abrirse paso en su boca.
[...]
Un pequeño Loki, con la piel pegada a los huesos, con heridas y manchas moradas, con hilillos de sangre azul brotando como riachuelos, con la visión del mañana como una pesadilla, escondido en el templo, esperando en medio de la guerra. A lo lejos sus ojos vislumbran una figura imponente acercarse, una figura que por supuesto él mismo se encargó de llevar hasta allí. Un Loki mayor, uno anciano que trazó a su conveniencia su destino, hasta obligar a Odín a adoptarlo.
Despertó con la respiración errática y algunos cabellos negros pegados en la frente, con el cuerpo entero sudoroso, y no por la actividad que realizó hace un par de horas, sino, por un extraño sueño, uno que volvía a repetirse por tercera ocasión. Aquello no debía ser tan simple, tenía que descubrir de qué se trataba. Se levantó con cuidado de no despertar a Thor que yacía en la cama, en un mundo onírico que comenzó a envidiar, sus sueños no eran pacíficos como los del mayor.
N/A: En el capítulo anterior no quise dejar una nota final tan larga para no arruinar el ambiente, pero por si olvidaron aquel pequeño hecho, sí, Fandral aquí está enamorado de Thor, es raro porque no recuerdo haber leído antes que alguien tomara al personaje y lo manejara de tal forma que sintiera atracción por Thor y no por Loki, incluso hay fanarts muy bellos de Fandral y Loki, aunque no soy muy fanática de Fandral y Thor juntos (y creo que nadie), por obvias razones (me encanta el Thorki y no los imagino de otra forma que no sea juntos), aquí el coqueto y lindo rubio tendrá un papel fundamental. Me refería a esto cuando hablé de que me salía un poco de contexto. ¿Qué opinan de Fandral y Thor? ¿Creen que se pueda dar algo entre ellos?
La última parte es una muestra de que estoy intentando combinar los cómics y las películas con la historia que estoy creando, un agradecimiento especial a Chyntia por los consejos que me dio para adaptar los cómics al fanfic, y la idea de recrear el Ragnarok no como las películas, entonces, ya sabrán qué rumbo tomará... La verdad estoy muy emocionada, el primer arco está por llegar a su fin, bueno, cálculo que en unos 3 o 4 capítulos terminará, luego inicia un segundo, después un tercero, y quizá un cuarto, depende que tanto desarrolle el tercero.
Les agradezco mucho por acompañarme hasta ahora, he intentado con todas mis fuerzas no dejar botada la historia, porque las ideas son muchas, en verdad que está todo en mi cabeza y cuando me pongo a escribir me agobia ver que no avanzo mucho, vamos, ya quiero escribir cuando muere... (Ok, sin spoilers, pero sospecho que ya saben de qué hablo).
¡Gracias por leer! Es muy lindo ver que no soy la única a la que le gusta la historia :') Si quieren darme algún consejo, opinión, incluso una idea, la historia está estructurada, pero siempre hay detalles que puedo agregar (como ciertas partes que pasan en los cómics), mi bandeja de mensajes está abierta de par en par para ustedes, o por aquí, como gusten.
*También recibí el consejo de poner a Frigga como en los cómics, pero me pareció muy cruel para Loki.*
*La inspiración no llegó y me puse a editar los capítulos anteriores, no es necesario volver a leer, solo modifiqué pequeños detalles y en general la puntuación de los diálogos. Si encuentran un error con total confianza pueden decirme, no me siento mal, al contrario, se los agradezco un montón.*
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