Algo acaricia mi mano, mientras despierto poco a poco tengo un leve dolor de cabeza. Hago un esfuerzo por abrir los ojos reconociendo el hombre a mi lado, mi voz sale más ronca de lo normal:

—Papá—susurro.

—Oh, EunSeo, ¿Te sientes bien?—inconscientemente hago una mueca de dolor—Tranquila, el doctor dice que estarás adolorida unos días. ¿Quieres que avise a una enfermera para que te coloque un calmante?

—¿En qué momento llegué al hospital?—con su ayuda intento sentarme, logro hacerlo sintiendo un leve mareo.

—Yo le avisé—dice Jimin. Ni siquiera lo había notado en la habitación, el recuerdo viene a mi mente—Tuviste una terrible caída en el salón de baile—cuando intenta tocar mi mano, la alejo con disimulo.

—Nos diste un susto, cielo.

—¿Puedes traerme algo de agua, papá?

—Claro que sí.

—Yo me quedaré con ella—comenta mi novio. Una vez nos quedamos solos en la habitación evito verlo—Lamento lo que pasó...

—Tú me empujaste.

—No fue así, amor. Tropezaste con tu bolso...

—Jimin—lo interrumpo negándome a escuchar esa porquería de justificación—Debemos terminar.

—¿Qué?—busca mi mirada. Cuando lo veo, noto terror en sus ojos, parece asustado por mis palabras—EunSeo, si es por lo que pasó lo siento, no quise...yo...lo siento.

—Yo también lo siento.

—Piénsalo bien, nuestra relación tiene futuro, podemos seguir adelante juntos, si te quedas...

—Ese es el problema, no voy a quedarme. Voy a irme porque mi futuro parece estar allá en España, no aquí—hablo con firmeza. Amo a Jimin, amo la relación que teníamos, pero no quiero estar con un hombre que puede lastimarme como él lo hizo. Conozco ese tipo de relaciones, ya lo he visto en mis padres cuando niña y no quiero eso para mí—No te preocupes, no le diré nada de lo sucedido a mi padre, no quiero que te vea con otros ojos.

Noto como su mandíbula se tensa.

—No puedes dejarme, me niego a aceptar esa ruptura.

—Si quieres apoyarme como yo lo he hecho contigo, bien.

—¿Estás diciendo que de igual manera romperías esta relación porque tú te caíste?

—No me caí—corrijo—Tú me empujaste.

—Pero amor—toma mi mano—Tú comenzaste la discusión, ¿No sería tu culpa?

Resopló sin creer lo que escucho. Suelto su mano esperando ser más clara.

—Jimin, quiero que te vayas. Terminamos aquí.

Por un momento se queda de piedra, su mirada ya no demuestra miedo, parece...molesto. Para mi sorpresa, no dice nada, sólo sale furioso de la habitación dejándome más dolor de cabeza.

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—¿Entonces terminaron?—pregunta EunSung, mi prima. La videollamada en mi laptop permite que ambas nos veamos mutuamente—¿Así como así?

Ella no sabía la verdadera razón. Cumpliría mi palabra con Jimin sobre eso, no le contaría a nadie que fue él quien me empujó realmente, al salir del hospital por la mañana hubiera creído que lo encontraría en el estacionamiento, pero no, apenas salí con papá tomamos su auto para venir a casa.

—Él no...está muy contento con la idea de que me vaya a España—uso eso como excusa, aunque no se aleja del todo a la verdad—Pensé que se alegraría cuando le dijera que podré dar mis propias clases de baile.

Durante mis veintinueve años he probado con diferentes estilos de danza acabando en danza árabe. Me siento más cómoda con ese estilo, amo los trajes y los movimientos en él, algo que muchas veces me trajo discusiones estúpidas con Jimin por ser "demasiado sensual".

—Pensé que lo de ustedes iba enserio, ¿Cuánto tiempo llevaban saliendo?

—Mmm...—pienso un poco—Tres años exactamente. Lo conocí cuando entré a las clases de baile en la academia, él era uno de los profesores nuevos de danza contemporánea.

—Te cautivó con sus movimientos—EunSung sonríe con picardía. Ella no conoce tanto de mi relación con Park Jimin.

—En realidad un poco, la primera vez que lo vi bailar fue en una de las presentaciones de la academia, lo había visto por los pasillos anteriormente, pero hablamos por primera vez en el auditorio ese día.

Y me había demostrado ser un hombre dulce, comprensivo y atento además de romántico. La atracción estuvo desde el primer momento.

—Oye, ¿Te sientes bien?

No me doy cuenta de que la sonrisa se ha borrado de mi rostro. En su lugar, me veo en la pantalla notando la nostalgia en mi cara, inhalo profundo restregando mis ojos con mi mano.

—Creo que estoy sintiendo los efectos secundarios de la ruptura—susurro—EunSung, ¿Hablamos luego?, estoy un poco cansada.

—Está bien. Descansa, toma tus medicinas.

—Sí, está bien—la videollamada finaliza. Dejo mi laptop a un lado en la cama, recuesto mi cabeza cuidadosamente en la almohada teniendo un leve dolor en ella, según el doctor, me tomaron cuatro puntos para cerrar la herida en la parte de atrás de mi cabeza. Mis ojos pican, Jimin debería estar aquí para consolarme, debería estar abrazándome ahora mismo.

Mi teléfono vibra junto a mi almohada. Tengo un mensaje nuevo.

Mis dedos vacilan un poco. ¿Debería ignorarlo?

Por la rapidez al responder supongo que está en línea.

Miro la pantalla y leo ese mensaje repetidas veces. Me recuesto de lado teniendo una batalla interna, hace años, cuando era niña, tuve una situación similar con papá, el hombre tenía un tipo de dependencia hacia mamá, luego de cada discusión terminaba disculpándose por cosas que sencillamente no merecían una disculpa de su parte, ¿Soy dependiente de Jimin?, no, claro que no.

Pasan exactamente cinco minutos antes de que escriba:

Portada y banner hechos por StaylaV

PD. La chica de multimedia es EunSeo.

PD2. ¿Quieren que use el diseño de mensajes normal como anteriormente lo he colocado o prefieren este nuevo diseño? Lo que los haga sentir más cómodos, los estaré leyendo.