chapter :⠀ ✿. eight
♥︎ 𓂃 christmas ⊹ . ♡ ۫ .

Alhena dio vuelta al pasillo para dirigirse a su siguiente clase cuando sintió un brazo rodeando sus hombros. Frunció el ceño pero antes de que pudiera reaccionar, escuchó una voz que la hizo sentir un fuerte escalofrío por toda la espalda.

—Hermanita, que gusto verte —era Thaddeus.

—¿Te puedo ayudar en algo? —lo miró de soslayo.

El chico sintió la frialdad de sus palabras, pero no quitó aquella sonrisa de superioridad que adornaba su rostro. Alhena escuchó un par de pasos más detrás de ella.

—En realidad sí— se aclaró la garganta en un intento de que su voz sonara más amable— he notado que te juntas mucho con ese tal... ¿cual era su nombre? —fingió pensar un momento— ah, si... Ron Weasley.

—Sí, ¿y? Es mi amigo y estamos en la misma casa.

Thaddeus detuvo el paso y tomó a su hermana de los hombros con ambas manos. Alhena lo miró directamente a los ojos casi como si lo estuviera retando. Thaddeus sonrió, mirando a su hermana como si fuera una pobre tonta e inocente niña que no sabía nada del mundo exterior y él fuera quien le mostraría todo.

—El problema es que nosotros no nos juntamos con... ellos— hizo una expresión de desagrado— entiendo que no lo comprendas, pero te aseguro que nuestros padres no permitirían una amistad así.

Alheña lo miró con incredulidad. ¿Hablaba en serio? Honestamente no entendía cual era el problema.

—¿Por qué? —preguntó con auténtica curiosidad. En su cabeza no había ninguna razón por la que no debería de hablarle a Ron o cualquiera de su familia. Todos habían sido muy amables con ella hasta el momento.

Thaddeus suspiró dramáticamente pero entendiendo que debía explicarle a su hermana un poco más la grave situación.

—Los Weasley son unos traidores a la sangre y nosotros como familia de linaje puro no podemos involucrarnos con gente de ese tipo.

Alhena alejó los brazos de su hermano con brusquedad sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos.

—Me alegra no haber sido criada con esa mentalidad. Y para tu información, Ron seguirá siendo mi amigo.

Sin decir otra cosa, la rubia siguió con su camino mientras su hermano la miraba alejarse. ¿Cómo se atrevía esa niña a hablarle de esa manera?

🗡️

El primer partido de quidditch con Harry como buscador emocionó a más de uno y enfado a otros cuantos. Luego del incidente con el troll en el baño de las niñas, un partido de quidditch alegraba a cualquiera. Incluso a Alhena.

Sin embargo, Alhena tomó con mucha fuerza el brazo de su nuevo amigo, Neville cuando Harry casi cae de su escoba. Y corrió hasta el campo, cuando el azabache terminó en el pasto por agarrar la snitch. Había sido todo muy emocionante, pero la chica no podía dejar de sentir su corazón acelerado por la emoción.

—¿Estás bien, Harry?— le preguntó al niño bastante preocupada.

Harry le sonrió.

—No fue nada.

Alhena también sonrió y abrazó a su amigo, aliviada de que siguiera en una sola pieza. Sin embargo, aún así se dirigieron a la enfermería sólo para asegurarse de que todo estaba bien.

🗡️

Faltaba poco para navidad y Alhena era la más confundida al respecto. Había recibido cartas tanto de su padre como de su tutor diciéndole que podía ir a casa para navidad.

Nunca había pasado navidad con sus padres pero le dolía pensar que Kilgarah estuviera solo en esas fechas. Era todo un dilema para ella.

—¿Irán a casa para navidad?— preguntó la rubia a sus tres amigos.

Estaban desayunando. En una semana salía el tren rumbo a Londres y aún no había decidido qué hacer.

—Yo no —habló primero el pelirrojo— mis padres irán a Rumania con mi hermano Charlie.

Alhena asintió y luego miró a Harry.

—Dudo que mis tíos quieran verme, pero aún así no planeaba ir. Prefiero quedarme aquí. Es más divertido que ver como mi primo abre sus miles de regalos.

—Yo si iré a casa —dijo la castaña— mis padres están muy emocionados y quieren que les cuente cómo me ha ido en el colegio.

Alhena sonrió mientras asentía.

—¿Y tu? —preguntó Ron.

La niña puso su codo en la mesa y recargó su cabeza en la mano mientras pensaba.

—No lo sé, mi padre quiere que vaya a casa con él pero mi tutor también. Pero no sé con quien ir.

—¿Por qué no te quedas? Así no tendrás que decidir con quién ir —propuso Hermione.

—Creo que es la mejor opción, aunque me da un poco de tristeza imaginar que Kilgarah estará solo.

—O tal vez saldrá de fiesta cuando le digas que prefieres quedarte —bromeó Ron.

Todos los presentes rieron.

—Además estarás con Ron y conmigo. Tal vez podamos divertirnos aquí los tres —habló Harry.

—Es verdad, creo que mejor me quedaré en el castillo.

—¿Neville irá con su abuela?— preguntó Granger.

—Sí, eso dijo. Aunque no parecía muy contento por ir pero dijo que era lo mejor.

Esa misma tarde le escribió a su padre y a su tutor para decirles que prefería quedarse en el castillo con sus nuevos amigos, y cuando recibió la carta con la respuesta fue agradable su sorpresa.

Kilgarah mencionó que en ese caso iría con su viejo amigo Roger a pasar navidad en una cantina y su padre dio a notar su tristeza, no sin mencionar que esperaba que pasara unas agradables fiestas.

El día de navidad, despertó a primera hora y muy emocionada por ver a Ron y a Harry. Salió de su dormitorio, el cual había quedado completamente libre para ella, ya que las demás chicas habían ido a sus casas con sus familias. Llegó corriendo a la sala común donde ya estaban sus dos amigos.

—Feliz navidad, Alhena —dijeron al mismo tiempo los dos niños.

—Feliz navidad, chicos.

—Hay algunos regalos con tu nombre —dijo Ron mientras comía un dulce.

Alhena sonrió emocionada y se acercó a mirar.

Su primer regalo era de su padre, era una cajita musical donde podía guardar algunas cosas de pequeño tamaño. Sonrió al pensar que su padre realmente se había esforzado en buscar el regalo adecuado y Alhena estaba bastante feliz con ese detalle.

El siguiente era de su tutor, era un libro... pero no cualquier libro. Este parecía extremadamente viejo y que podría romperse en cualquier momento. Lo abrió por mera curiosidad y no encontró ningún título pero si un pequeño y muy breve escrito. "Propiedad de Merlín" era lo que decía. Quedó sorprendida al leer aquello pero lo cerró con fuerza, llamando la atención de sus dos amigos.

—¿Está todo bien?— preguntó Harry.

—Sí, es sólo que mi tutor siempre me regala libros de plantas curativas y esas cosas en cualquier evento y esta no fue la excepción— mintió y ni ella estaba segura de por qué lo hizo. Simplemente salió de manera natural.

—Que aburrido— dijo Ron— al menos hubiera sido uno con dibujos.

Alhena le sonrió sin mostrar los dientes y siguió mirando.

"De Harry" decía el empaque y miró a su amigo quien también la miraba muy nervioso por averiguar si había hecho una buena elección de regalo.

Con cuidado quitó el papel y sonrió al ver un par de guantes de invierno y un gorro a juego. Eran color rojo oscuro, en la parte de la muñeca estaban afelpados y el gorro tenía una bolita de peluche. 

—Muchas gracias, Harry. Son perfectos— el nombrado sonrió tímidamente y asintió.

—Ahora ve el mío— le dijo Ron con una gran sonrisa.

Eran algunos dulces.

—Gracias, Ron.

Alhena rió internamente al pensar que Kilgarah no aprobaría en absoluto aquel obsequio y sólo por eso fue de sus favoritos.

También había uno de Hermione y otro de Neville. Un tintero con su pluma y una bufanda bastante anticuada respectivamente.

—Por cierto, mi madre te hizo un suéter igual que a Harry.

Alhena estaba segura que esa era la mejor navidad de toda su vida.

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