Jaehyun salió del salón casi llorando de los nervios. Apenas salió su novio se acercó a él para abrazarlo y acariciarle la espalda.

— ¿Cómo te fue, Jae? — preguntó con dulzura acariciando sus mejillas.

— Mal de seguro. - murmuró correspondiendo el abrazo y escondiéndose en su cuello.

— A ver, soy testigo de los días y noches que haz estudiado, incluso te ayudé y di tips para recordar todo. — dijo Doyoung. — Sí no llegas a pasar el exámen ten por seguro que culpa tuya no es, porque haz estudiado durante mucho tiempo prácticamente todo el día y te vaya bien o mal, te esforzaste e hiciste absolutamente todo lo que podías.

Jaehyun sonrió levemente soltando algunas lágrimas.

— Bien, ahora vamos a casa a hacer cualquier cosa y olvidate de ese exámen hasta la otra semana que dan los resultados. — el castaño asintió y se separó un poco.

Doyoung limpió sus lágrimas con los pulgares. — Ya, deja de llorar hombre, quiero verte sonreír hoy y todos los días. — estiró los lados de sus labios un poco provocandole una risa al menor.

— Mejor vámonos, conejito. — tomó su mano y empezaron a caminar hacia la parada de buses, en la cual justamente había llegado el que los llevaría directo a casa.

Una vez en casa fueron a su habitación y prendieron la televisión.

— ¿Quieres ver Harry Potter? — preguntó Doyoung viendo que darían la saga en unos 10 minutos en un canal internacional.

— Ni siquiera deberías preguntarme, voy a hacer palomitas mientras. — dejó un beso en su frente y bajó a la cocina para hacer las palomitas.

El chico que se quedó en la habitación sonrió levemente y se levantó de la cama, fue al armario y sacó un par de prendas, se las pusó y se acostó de nuevo.

Cinco minutos después Jaehyun ya había vuelto con las palomitas en una bandeja junto a dos latas de gaseosa.

— Ya vi... — alzó la mirada viendo a su novio. — ¿Qué te pusiste? — soltó una carcajada y dejó lo que había traído en la mesita que había a un lado de la cama.

— Mi túnica y corbata de Ravenclaw. — sonrió orgulloso. — Ahora anda a ponerte tus cosas, señorito Gryffindor.

El castaño sonrió y sacó sus propias cosas, poniéndoselas por encima de lo que ya traia puesto.

Se acostó a su lado y lo abrazó suavemente. — Dongs. — susurró cuando la película empezó.

— ¿Mhm? — preguntó acomodándose más cerca.

— Te amo, mucho. — Doyoung sonrió y volteó a verlo a los ojos.

— Yo también te amo, mucho más de lo que tu a mi. — dejó un beso en sus labios aún con una sonrisa.

Vaya recompensa por el exámen pensó Jaehyun y sonrió de lado.