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Capitulo 2

Ropa linda, zapatos, muñecas y juguetes..., todo lo que yo quería podía tenerlo. Mis padres trabajaban muy constante, lo que hacía que yo me la pasará día y noche sola. Por supuesto, uno que otro día con mi madre o la nana que tenía...

Siempre estuve sola. Incluso cuando yo quería algo, siempre podía conseguirlo..., era una niña después de todo. Fue hace más de once años que conocí al amor de mi vida: pensé para mí misma que lo quería a él. Todo esto fue gracias a mi madre. Aquella mujer que había cruzado la puerta había saludado a mi madre con normalidad a lo que mi madre le correspondió con una sonrisa simpática ¿Hace cuanto no veía está sonrisa? me pregunte en cuanto la mire.

Aquella persona traía consigo aún joven alto de cabello castaño y una mirada un tanto aburrida, sostenida también de una chica de mi misma estatura que me miraba con entusiasmo.

--Izary...- Dijo aquella persona que saludo a mi mamá.--Mami ya se va. Así que quédate en casa de Otome y diviertanse. Son de la misma edad así que creo no tendrán problemas en jugar juntas ¿Si?

--Claro!.- Dijo la pequeña niña.-- Llevemos bien, Otome.

La chica era simpática, la verdad es que no me caía mal de vez en cuando jugar con alguien. Siempre iba y venía de la escuela esperando tal vez que alguien me hablase para jugar alguno que otro juego divertido... pero no fue así. Yo, por al contrario de muchas niñas de mi edad, nadie me soportaba ¿La razón? todavía la desconozco, tal vez era mi cabello rosado o tal vez simplemente no soportaban la idea de que era más lista que ellos, pero Izary fue la excepción; se acercó a mi y me arrastró. Mi madre se quedó frente a la puerta platicando con aquella persona mayor y aquel joven; mi mirada no se despegó de aquel chico.

Mientras yo intentaba contener el avanzaba de la castaña, mire al chico..., era la primera vez que sentía un cosquilleo como esté.

Los días pasaron como de costumbre aunque con esta vez..., si que había una diferencia; la familia Hyodou se había mudado aún costado de mi casa por lo que para Izary esto le parecía de perlas ya que le había gustado jugar conmigo.

-¡Izary!.- La hermana de nuestro vecino resonó por mi casa.- ¡Vuelve aquí que no has terminado tu tarea...! Esa mocosa... en verdad lo lamento Otome, pensé que enseñarles juntas serviria para que aprendiera algo pero parece que ella nunca cambiara...

-Esta bien Issei sempai.- Dije intentando sonar lo más neutra posible.- Al menos ya entendí un poco matemáticas.

-¿Un poco? Hahaha. Yo diría que "poco" queda muy corto.- Dijo el castaño. El chico se acercó hasta quedar a escasos centímetros del rostro de la chica.- Mi hermana puede que sea una tonta pero tú lo estás haciendo perfecto.

-G-gracias.

Día con día ambos chicos visitaban mi casa por órdenes de su mamá. Entre esos días, descubrí que mi mamá y mi papá le habían pedido al hermano de Izary que cuidara de mi por los próximos meses. Mi mente quería indagar un poco más pero me contradecía al instante al tener cerca al único chico que me hablaba con naturalidad.

-Issei sempai.- El castaño la miro con un "¿si?".- Usted cree que pueda ingresar a la universidad que yo quiera.

-Que cosas dices Otome.- El chico sonrió una vez mas, lo que causó un pequeño sonrojo de parte de la peli rosa; quien se tuvo que agachar brevemente para evitar que viera sin sonrojo.- Eres una excelente estudiante y viendo que puedes resolver esto rápidamente..., creo que hasta puedes llegar aún más lejos.

-De verdad lo crees...- El castaño asintió. No parecía haber falsas esperanzas en la respuesta del chico.-Y crees que algún dia p-ueda ser una gran espo-osa...

Sabía que era ridículo preguntar esto..., pensé que se reiría de mi o tal vez me dijera algo como "No deberías de estar pensando en esto" "Aún estás joven" e innumerables otros comentarios diciendo que aún no estaba lista. En verdad lo sabía.

Pero no fue así.

-Creo que serás un excelente partido. Sea quién fuera esa persona..., se que estará feliz de tener a alguien tan bonita como tú.- Dijo el castaño.

No importaba como fuera o si mis padres no me prestaban atención..., lo único que necesitaba era que él me prestará atención. El único que me entendió; esa persona de la que siempre llevaré en mi corazón.

Así es. Yo en verdad siempre te e amado y es por eso que sin duda alguna...

-¿Otome chan...?.- Dijo el castaño un poco aturdido...

-Ha pasado un tiempo Sempai.- La chica sonrió.- Lamento haberle mostrado esta fase de mi pero... ¿Cree que pueda ayudarme a levantarme? Mis piernas se entumecierón.

El castaño espabilo e inmediatamente se agachó en cunclillas para poder así sostenerla con delicadeza. Otome correspondió la mano de Issei.

-Pero que rayos haces a esta hora aquí, ya es demasiado tarde como para que una chica como tú salga....- El chico sabía que no era tan tarde que digamos pero... viendo a la pequeña niña que cuido en su época universitaria le hizo estremecer y preguntarse "Cuánto med... ¡Eres estúpido o que! ¡Ella es apenas una niña!".

-Se que es tarde. Pero me preocupa mi hermana que no a llegado a casa.

-¿Hermana? Hablas de la pequeña hana...- Otome asintió. Inmediatamente la peli rosa decidió contarle que estaba preocupada ya que su hermana solo le había mandado un mensaje con solo una palabra "Espera...".- Entonces saliste a buscarla.

-Si. Ella a crecido bastante desde la última vez que te fuiste.

-Ha pasado un tiempo eso sí.- Dijo el castaño.- Pero veo que tú no has cambiado mucho que digamos.

-¡Eso no es cierto!

-Claro que lo es. Tan solo mirar ese ceño fruncido me hace darme cuenta que aún eres una niña.- El castaño se arrepiento a los segundos al recibir u golpe en su hombro.- Vamos vamos, solo bromeaba. Mejor no perdamos más tiempo.

-¿Dijiste perdamos?.- La chica arqueó una ceja en señal de confusión

-Si claro.- Otome parecía estar confundida a lo que el chico decidió responderle directo.- No dejaré que andes por ahí sola a estas horas. Necesitas ayuda si quieres encontrarla, yo te ayudaré.

-No espera.- El castaño cogió la mano de la chica.- No puedo aceptar tu ayuda. Mañana posiblemente vayas a ir a trabajar y no quiero que llegues tarde por mi culpa.

-Para tu mala suerte no tengo trabajo mañana. Así que vamos, y esa es mi última palabra.

Nunca olvidare mi primer amor...
•••

El sonido del vidrio roto hizo eco en aquella sala. Era extraño ver esto y más al saber que cierta peli negra fue la causante de esto último.

Sona siempre había sido una chica serena si de un problema se tratase; la chica lanzo otro vaso de vidrio.

Estaba arta, arta que todas las cosas le salieran mal, la chica se había sentido sola desde que se casó con cierto castaño. Extrañaba esos momentos de universidad donde el chico le demostró que no solamente existían los libros y libros; aquel recuerdo donde el castaño la tomo de la mano para escabullirse, hizo que su corazón latiera.

¿Cuánto tiempo había pasado? Se pregunto la chica mientras sentía como su corazón se estrujaba al ver la carta que le dejo este último chico.

"Sona, ya que hemos tomado caminos diferentes. E decido irme primero de la casa antes de presentarnos a un abogado para saber que cosas le pertenecen a cada uno..., solo espero que seas feliz y si quieres llamarme hazlo.
La próxima semana iré a la casa para retirar mis cosas: por supuesto que solo ropa será. Preferiría evitarte pero se que eso no es posible o al menos cuando traiga mis cosas...."

La carta fue arrugada repentinamente. Aún faltaba más texto por concluir pero a la chica no le importo más...

-¡¡Te odio!!.- Exclamó sona. La chica tiro la carta hacia la ventana.

Ese último encuentro que tuvo el castaño con ella le hizo pensar en si todo esto estaba bien... "¿Acaso fui yo la culpable?" se pregunto la peli negra una vez que su mente se estabilizó.

Tal vez para muchos la respuesta merecía un rotundo "si" pero eso es todo lo contrario; aquel beso que tuvo por accidente había causado un gran revuelo en su relación. Issei, había tomado la decisión de divorciarse a no entender el "porque" no lo dejaba tener sexo con la peli negra. Esto por supuesto, hizo que Sona se preguntará si todo esto era normal en una relación...

El chico siempre fue gentil al inicio; alegre en las citas que tenían, un caballero en todo el sentido de la palabra. Esto último tal vez hizo que la mente de sona se acostumbrara a ello. Tal vez y solo tal vez, esto hizo que las ilusiones de Sona se destruyeran en cuanto Issei la tocaba.

Ella quería que el chico la tratara como siempre la había tratado al inicio; no como una cualquiera, sino como alguien especial...

Aquella primera escena donde Issei quería tener sexo, fue la primera gota. Una por una como si de una lluvia se tratase fue invadiendo la casa; conflicto tras conflicto.

Ambos no sabían que estaba pasando...

Fue en ese entonces que pasó. Un chico la había sujetado para besarla, aquel beso fue sin su consentimiento por supuesto; no fue como otros periodistas piensan o otras personas empezaron a divulgar.

La lluvia se detuvo y ahora ¿Que era lo que había? ¿Que debía de hacer...? su cabeza seguía dando vueltas una y otra vez...

-...- La peli negra ladeó su cabeza.

En aquellos cortos segundos pensó en aquella caricia que le daba el castaño cada vez que se sentía estresada. La chica llevo su mano a su hombro y se sobo suavemente. Estaba furiosa..., el sonido de cierta puerta la hizo espabilar y mirar a dónde provenía el pequeño tintineo. "Extraño" pensó Sona; eran apenas las ocho de la noche por lo que me esto último le pareció realmente raro... quién podría ser a esta hora.

-¡Pedi que me dejaran sola!.- Exclamó Sona.- Si eres la chica que hace el aseo, olvídate de venir. Notificaré al gerente de ello si no te vas ahora mismo.

-Parece que alguien está enojada.- Dijo la voz que provenía del otro lado de la puerta.- Soy yo amiga.., Rías. ¿Puedo pasar?
••••

-Entonces..., ¿Tu hermana es ella verdad...?.- Otome asintió mientras se encontraba columpiando suavemente.- Si, no hay duda alguna. Se encuentra en mi casa así que no tienes de que preocuparte más.

-Gracias a dios.- Dijo Otome.- Realmente estaba preocupada. Muchas gracias sensei.

-No tienes nada que agradecerme, además, mi hermana tuvo la culpa.- Dijo el castaño. La mirada del chico parecía sería pero realmente se estaba riendo por dentro al ver qué la chica no había cambiado en absoluto.- Y déja de llamarme sensei por favor..., ya no soy tu maestro recuerda.

Una vez dicho esto, Otome se estuvo en seco y rápidamente se levantó hasta quedar frente a frente del chico. Estaba enojada por lo visto.

-¡No!.- Las palabras del chica tal vez tenían magia en ellas; el chico retrocedió temeroso pero fue detenido por un barandal.- Usted me enseñó desde que era niña.

Los cachetes de la chica se habian inflado levemente mientras mostraba su grandes rasgos femeninos. "De verdad..., esta chica no tiene vergüenza"

-S-si.- Dijo Issei quien miro hacia el otro lado para evitar aquella mirada sedienta de placer.- No me gusta q-que me llames pero, si no hay de otra, que puedo hacer contigo....

-Lo ves.- Dijo la chica.- Usted no a cambiado demasiado sensei. Después de tantos años sin vernos: sigue siendo el mismo chico que es fácil de persuadir.

-Eso no es...- Otome se inclino aún más, causando que su escote sobre saliera un poco.- B-bueno... ¿Te estás burlando de mí?

La chica esbosaba una gran sonrisa.

-Por supuesto que no...- Dijo Otome para posteriormente volver a aquel columpio y sentarse en seco en el.- Es solo que ha pasado mucho tiempo de no vernos, estoy muy...

Antes que la peli rosa siguiera, una llamada hizo que el castaño llevará su mano a su pantalón.

El castaño pensó inmediatamente en sus padres. Debía de llamarlos y avisar que Izary había llegado sana y salva o eso fue lo que acordaron antes dejar al castaño en casa.

-Un momento..- Otome no hizo ninguna afirmación ante esto dicho por el castaño.- ¿Si?

-¿Dónde estás...?.- Era de nuevo esa voz.- Acaso te quedarás afuera toda la noche.

-... Creí haberte dejado una nota.

-¿Entonces no vendrás...?.- Issei no creía posible que su "ex esposa" aún siguiera preguntando cosas acerca de él.- Es muy tarde para andar en la calle.

-Lo se.- Dijo Issei tratando siempre de sonar lo más neutro posible.- Y entiendo tu segunda pregunta pero la primera no la entiendo. ¿Por qué debería decirte donde estoy? ¿Acaso se te olvidó lo que firmaste?

-Tan poco inteligente como siempre.- Dijo sona.- Solo preguntaba para saber si ya venías a casa..., cambie la clave así que pens...

-Excelente.- El castaño no parecía para nada sorprendido. Digo, era normal después de todo ¿No?.- ¿Y puedo saber cuál es?

-¿Vendrás?

-No.- Dijo el castaño.- Solo quiero que me des la contraseña para sacar mi ropa de ese lugar y quitar algunos adornos que me dieron mis padres. Se que no tienes inconvenientes con ello así que..., me tomé la libertad de llamar a unas personas y sacar mis cosas de tu casa.

-Esta bien.- Respondió la peli negra.- Te mandaré el código de la casa por mensaje..., hasta pronto.

-Hasta entonces.- Con cierta amargura en su más profundo ser..., respondió.- Sona.

La llamada había concluido por fin.

Aquel dolor de cabeza volvió. Porque tenía que pasar esto, porque tenía que enamorarse profundamente..., su corazón seguía latiendo cada vez más pero no por amor, sino más bien por aquel otro sentimiento; el castaño llevo una de sus manos a su pecho e intentaba contener ese sentimiento reprimido cuando estuvo con su madre.

-Ese nombre que dijiste...- Issei alzó la vista y miro a la chica.- Es tu esposa ¿No es así?

-...Si.- Dijo Issei, la verdad es que el chico nunca fue de esas personas que dibagaban sus asuntos personales con otra gente. No quería decirle a la chica la verdad... y no quería pensar más en ello.

-Entonces tenía razón...- Escucho Issei.- Nunca pude conocerla en persona por los problemas de mis padres, así que solo escuchaba los rumores que daba tu mamá. ¿Esta todo bien con ella? No parecías muy feliz que digamos...

-Todo está...- Tomando unos segundos para que su cerebro fuera capaz de mentirle a la peli rosa. Dijo sonriendo.- Bien. La verdad es que estamos tomando pequeñas dificultades, eso es todo.

-... Y esas dificultades tienen que ver con el cambio de "cosas".- Dijo Otome.- Sensei, no soy tan tonta como crees.

Otome hizo una seña para que el castaño se acercase y se sentará en el segundo columpio. El castaño no quería pero tenía que relajarse de alguna manera.

El chico acepto la solicitud de la peli rosa y se sentó en el segundo columpio.

-Una pareja de esposos tomándose "tiempo" no suena nada bien.- Dijo la chica.- ¿Hubo algún problema acaso?

-No puedo mentirte ¿Verdad?.- El castaño suspiro resignado al ver qué la chica asintió.- Sabes muy bien que yo no soy de esas personas que cuentan sus problemas..., pero siendo tu, creo haré una excepción.

El castaño tomo un par de segundos para posteriormente decidir contarle todo lo que había pasado. En un principio le había contado sus primeros días de casado, donde ambos jóvenes decidieron por fin consolidar su amor bajo la luz del atardecer: muchas personas fueron testigos de aquel casamiento de una joven que aspiraba a ser una gran reportera y una estrella de la televisión; mientras que por el otro, solo había un joven que suplicaba a los dioses ser feliz con aquella chica de ojos púrpuras. A pesar de toda esta felicidad que radiva por el lugar, también existía aquellas personas que se negaban a este casamiento..., tal vez está palabra no era la correcta... más bien era "ella".

Su madre siempre había sido estricta en cuanto a sus estudios de su hijo se tratase; la castaña sabia perfectamente que a pesar que su querido hijo había concluido totalmente la carrera de medico, aún faltaba el verdadero obstáculo para ser un "médico general". Era esta misma razón por la que no quería que se casase a la edad de 26 años.... al final, no pudo convencer a su hijo de cancelar este compromiso, lo que la llevo a no ir a ese casamiento salvo su propio padre.

"No te preocupes por ella..., ya se le pasara" Fue la respuesta de su propio padre "Solo se feliz ¿De acuerdo"

Y eso fue lo que siempre había querido. Aquellos años fueron los más felices de su vida; los besos, el cariño de una mujer a pesar del estrés que tenía por su trabajo, sus futuros planes que ambos tenían..., ambos adultos fueron testigos de cada momento, cada segundo, cada esfuerzo y cumplimiento de su objetivo..., todo iba bien y los años siguieron pasando hasta que llegó aquel beso que había visto.

El chico había sido sincero con Otome quien solamente se encontraba a la espectativa por saber más detalles de esto último.

-¿Me estás tomando el pelo verdad?.- "Eso quisiera realmente..." respondió el chico.- ¡Pero que impocrita! ¡Y aún así te sigue llamando!

-Tranquila...- Dijo Issei.- Realmente todo esto lo que te estoy contando fue hace dos semanas. Lo pasado es pasado y ahí se quedará. Siento que pude haber hecho algo más para evitar esto..., ¿Sabes? Es gracioso porque realmente no sentí nada..., no sentí "irá" al enterarme que otro tipo la beso tal vez sea ¿Yo? quién realmente no actuó como debería.

¿Era esto realmente lo que sentía? fue esta misma pregunta que siempre había buscado pero jamás la encontró está acabar con esta relación...

Sus espabilarón al sentir como alguien lo tomaba de la cabeza y la giraba bruscamente. Sus manos eran suaves y su tez de piel hacia mucho juego con la brillante que luna que se encontraba en su punto más alto.

-¡No! ¡No tienes porque sentirte asi!! ¿No te dio explicaciones verdad? Entonces no te sientas culpable por algo que no tuviste la culpa.- Dijo Otome.- Se que nunca fui a tu boda y jamás la pude conocer, tal vez fue una buena persona o una excelente esposa pero de algo estoy segura... ¡Tu eres mejor que ella!

Los pómulos del chico estaban más que aplastados por las manos que presionaba la chica de cabello rosa. Esta era un truco que siempre usaba la madre del castaño con el..., y eso lo sabía él.

-Esta tal vez sea una señal de que ella no era la correcta.- Dijo la chica.

-S-si..., po-dr-rias.., gracias.- La peli rosa apenas se había dado cuenta de la gran preción que estaba ejerciendo en las mejillas del chico; retiró su manos y pidió disculpas por ello.- Está bien, no te preocupes... aunque realmente lo necesitaba y te lo digo de verdad, muchas gracias.

Con esto dicho, tanto la peli rosa como issei decidieron abandonar el parque e ir directamente a la casa donde se encontraba su hermana y la hermana de la chica.

Al llegar a la casa del chico....

-Ne san...- El castaño ya estaba a punto de detener a la chica ya que creía que le iba a regañar de alguna que otra forma dolorosa.- ¿Cómo...? ¿Por qué estás aquí...?

-Querida hermanita...- Dijo Otome quien se inclino para abrazarla. La chica llamada "hana" solo sintió el afecto de la peli rosa.- Porque no me dijiste que estarías aquí. Estaba muy preocupada por ti.

-L-lo siento....- Dijo la chica.- Hace días que estaba tratando de decirles que quería venir a una pijamada de una amiga..., pero tanto mamá como tú estaban ocupadas, y no encontraba la manera de decirles...

-Aun así debiste de haberme dicho....
•••

—Gracias.- Dijo la peli rosa al recibir un vaso de agua.— ¿Beberás lo que compraste?

-Ahhh...- Suspiro el castaño cuando sintió el alcolchonando sofar entre sus muslos.— Quisiera pero sería una falta de respeto para mí visita....

El chico sonrió

-¿Ya se han dormido verdad...?.- Pregunto la peli rosa, a lo que el chico le respondió con una afirmación.- Muchas gracias en verdad, realmente pense que me tardaría horas de ser necesario en buscar a mi hermanita...

-No te preocupes por ello, además; no es como si hubiera recorrido millas por ayudarte.- La peli rosa río levemente al escuchar al castaño con su típica voz de sarcasmo.- Y dime... ¿Cómo te a ido en la academia? Creo que olvidamos hablar de eso..., hace tiempo que no nos vemos y me da curiosidad por saber que fue de ti, supe que habías terminado la primaria y secundaria solamente...

La chica asintió y fue en ese entonces que empezó su pequeño relato de su preparatoria en aquella ciudad aún extraña hasta para el castaño.

-Sabes..., casi no puedo recordar esos días de mi infancia.- Dijo la peli rosa con cierta amargura pero que el castaño nunca pudo detectarlo.- Cuando mis padres se separaron pensé que "estaba bien", la verdad es que no me importaba demasiado; mi mente siempre había estado bloqueada desde que era niña incluyendo cuando los conocí a ustedes...., y justamente cuando me aleje de este lugar sentí por primera vez que olvidaba algo importante.

—....- Issei siguió guardando silencio. Conocía a la chica desde que era pequeña y claramente que no le gustaba que la interrumpiecen.— Déjame adivinar; la primera palabra empieza con "c" y termina con "a"

—Fufu la comida es la segunda cosa más importante de mi vida ¿Recuerdas los bollos de carne? Esos bollos que me invitaste cuando saque el primer lugar de matemáticas en primaria...

—¡Por supuesto!.- Dijo el chico; dejando aún lado su compostura de adulto, el chico se inclino mas e hizo un gesto de manos.— Nunca pude preguntarte si te gustó o no ese día.

Ambos chicos sonrieron. Habían vivido tantas cosas graciosas cuando conoció a la peli rosa e incluyendo la pequeña Izary; que por supuesto nunca faltaba aquella chica cabeza hueca que cometía una o dos cosas mal. Aquellos días fueron muy buenos para los tres en especial...

—Fue muy divertido verte picado por Izary..., pero volviendo al asunto principal.- Dijo la peli rosa dejando aún lado su felicidad por aquellos recuerdos.— La primera cosa que me arrepiento demasiado fue el jamás poder despedirme de ustedes, cuando mis padres decidieron separarse por fin..., fueron las únicas personas con las que jugué y aprecie en esos momentos de soledad.

La chica guardo unos segundos en silencio y agachando la cabeza continuo mientras su cabello color rosa le tapaba toda expresión de su rostro.

—Y la segunda...- El castaño que se encontraba aún a la expectativa, decidió levantarse y acercarse aún más, al llegar, decidió agacharse y posar su mano en la espalda de la chica..., parecía que estaba triste como la vez que la encontró hace más de dos horas.

—Es acaso por tu novio...- La peli rosa sacudió su cabeza en señal de negación

—P-pro-metes no enojarte...- El chico percibió cierta melancolía de parte de la chica; su corazón se aceleró por breves momentos y respondió con un "Lo prometo...".— ¿S-seguro...?

—Pero porque debería de enojarme...

—... Por traicionar a mi novio y pedirte que me beses.- El castaño pareció confundido al escuchar esto último pero esa confusión se estampó como si se tratase de una pared en seco.

Los labios de la chica se estamparon con los del castaño.
•••••

4000 palabras v: listo

PD: Estaré más activo ahora sí ya que mis materias estar por concluir ^^ me dedicaré a poner dos cap de leche materna y el CAP 1 de mi querida shuri x Issei violado ^^

Este fic será lento y largo ya que pienso hacerlo hasta llegar a 40 cap como máximo o tal vez 25..., depende mucho de que tanto me inspire pero ojo 🧐 no pienso tomarme el tiempo en dejar cabos sueltos en esto.

Next Cap
"Los sentimientos de Otome xc" y para los que piensen en una imagen de ella..., creo no hace falta decir que es la de "Otome Dori" xdxd



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