Quizá estoy empezando por el final... pero, !Qué narices!

Estoy enamorada, sí.

Tanto que estoy en esa fase de dar asco de lo pillada que estoy, y es que amigas...el amor cuando llega llega.

Tengo 31 años y hasta hace cuatro meses pensaba que no volvería a enamorarme de esa manera, pensaba que enamoramiento del pavo se termina a cierta edad, pues no. No podía estar más equivocada.

Conocí al que ahora es mi chico en Tinder, si... en Tinder. No es la primera vez que me abro una aplicación para renovar a mis follaamigos y me saco novio, tengo esa gracia divina de abrirme aplicaciones dos veces en mi vida y terminar en noviazgo. También pensaba que no me volvería a pasar, pero no sabía que el existía.

Hasta entonces he disfrutado de mi sexualidad de una manera normal, es decir... a rachas. He tenido épocas de auténtico desfase, de largos parones auto infringidos, de noviazgos inútiles, y todo vuelta a empezar una y otra vez. Ahora había vuelto a la época de desfase, pero con control, una ya no tiene 20 años, una tiene 31 y con docenas de filtros puestos, aunque luego no sirvan para nada.

Y hasta que llegó él a mediados de Julio, yo estuve cultivándome en estos menesteres. Y es que creo que todas las decisiones que tomé desde Marzo hasta el día que lo conocí, me fueron llevando a él poco a poco.

Pero antes os hablaré de mis historias ... que no tienen desperdicio.