ೃ࿔

ೃ࿔

El sonido de la puerta siendo abierta fue música para los oídos de Hoseok, no había regresado al departamento de Jungkook desde hace un mes. Se adentró un poco nervioso y observó que en la sala y en la cocina, no había nadie.

Había visto el mensaje de Jungkook diciendo que se iba a bañar, pero fue hace como quince minutos atrás y ahora ya debía haber salido.

—Quizás se fue a la tienda de convivencia —murmuró abriendo el refrigerador para tomar una botella de agua, beberla de a poco y luego tirarse en uno de los sillones.

Quedó mirando el techo y aspiró el aroma del perfume de Jungkook, el que llevaba usando desde hace años y que él le regaló cuando eran amigos.

Con su brazo cubriendo sus ojos, permaneció así unos minutos, se sentía aún fatigado y su cuerpo con menos energía. Concentrado en su relajación, no escuchó como Jungkook entraba a la pequeña sala y se quedó de pie observándolo. Hasta que le habló.

—Hoseok Hyung —su voz fue suave, un llamado despacio para no asustarlo.

—Mh… Llegaste Jungkook, ¿qué fuiste a comprar? —preguntó sin moverse.

—No fui a la tienda, estaba bañándome —y caminó hasta donde se hallaba acostado. —¿Te sientes bien? —lo palpó con su mano fría.

—Ya me irá pasando —respondió murmurando para evitar ronronear ante el tacto del menor.

Hoseok esperó algún comentario por parte de Jungkook, pero no sucedió y lentamente fue quitando el brazo de su rostro y abriendo sus párpados para enfocar la figura del joven delante suyo.

Hubiera no hacerlo hecho, no en el mal sentido, porque ahora le resultaría más difícil no ponerse nervioso.

Aún escurría agua por su cabello, tenía el rostro limpio y olía a su jabón de baño. Sus ojos se enfocaron en los del menor y brillaron emocionados, como trasmitiendo lo feliz que se hallaba por tenerlo ahí.

—Me parece un sueño que estés aquí, en mi departamento, en mi mueble, acostado justo a unos centímetros de mi —habló peinando el cabello de Hoseok con mucho cuidado. —Voy a estar pegado a ti como un koala, después de desayunar y conversar, es un aviso —le señaló el dedo índice y se agachó para besar su frente.

Hoseok solo pudo reírse y sonreír al sentir los fríos labios en su frente.

—Vamos —le agarró las manos y lo estiró para ponerse de pie. —Necesitas comer.

Y ambos fueron a la cocina sin soltar sus manos entrelazadas.

ೃ࿔

ೃ࿔

—¿Tu perdición? —murmuró sentándose en la cama.

—Siempre lo fue, es y será —se apoyó en la puerta y cruzó sus brazos para observarlo.

Hoseok palmeó el colchón para que se sentara a su lado, no era momento de ponerse tímidos, ya habían pasado esa etapa donde estar solos en un cuarto y con una cama, los ponía tontos y no sabían como actuar.

Caminó a paso lento y Hoseok juraba que lo hacía apropósito, mostrando lo seductor y varonil que era. Se sentó a su lado y acarició el dorso de su mano, como un niño haciendo figuras extrañas, hasta que sus dedos buscaron aferrarse a él y quedaron entrelazados.

—Me gusta que tu mano sea más pequeña —comentó llevándola a sus labios para besarla.

—Siempre te gustó ser más grande, aunque fueras menor.

—Nunca pareció importarte eso, no te quejaste jamás —le guiñó el ojo y sonrió pícaro.

Hoseok ocultó una sonrisa avergonzada y lamió sus labios intentando pensar unas palabras correctas para dar inicio a la conversación.

—Creo que si hubo un perdedor —rompió el silencio.

—Hyung, no… —Jungkook no quería una discusión.

—Fuimos nosotros, el resultado fue hacernos daño, cuando debíamos querernos y continuar —apretó la mano de Jungkook y le sonrió triste. —Lo siento por lo que dije ese día, realmente no quería llegar a este punto, solo no quería verme patético queriéndote demasiado y que fueras todo para mi.

—No eres patético —le corrigió Jungkook. —. Que tus sentimientos no te hagan creer eso, me siento afortunado en que me quieras tanto como yo lo hago, porque tu también eres mi todo.

El pasado los había dañado tanto, que temían que su pareja tomara ventaja de su vulnerabilidad, manipulándolos a su antojo y al final, dejándolos sin más. Mientras menos supieran cuan importantes eran en su vida, mejor.

—Somos unos tontos —la voz de Hoseok sonó apagada.

—Si y tardamos mucho en darnos cuenta que es difícil continuar sin el otro —le besó su mejilla.

—Eso es ser muy pegajoso —dijo riendo y dejándose besar. —No es normal que seamos así.

Porque muchos conocido les decían que cada pareja debía tener su espacio y ellos lo tenían, salían por su cuenta, pero no podían evitar quitarse las manos cuando estaban juntos.

—¿Quieres eso? —deteniéndose preguntó para mirarlo.

Se refería a dejarse de invadir su espacio personal y no ser tan pegajosos.

—Nop —respondió Hoseok y se giró para el besar el rostro de Jungkook. —Nosotros podemos ser lo más pegajosos que queramos —y con un beso en la punta de la nariz cerró sus ojos y permaneció quieto. —Es nuestra relación.

—Te quiero mucho —susurró Jungkook fregando sus labios contra los de Hoseok para fundirse en un beso lento y muy pasional.

Se besaron hasta sentir sus labios adormecidos e hinchados, pero no les importó, porque no querían parar.

ೃ࿔

ೃ࿔