Advertencias: Escenas Sexuales sin mucho detalle, pero están presentes y existen.

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—Hola —se inclinó y le dio un beso en los labios a Jungkook.

Respiraba agitado y le tomó más de un minuto poder regular su respiración.

—No era que vengas corriendo y peor por las escaleras —le dio un beso en la mejilla y encendió el auto. —Te podrías caer y golpear —miró por el espejo para poder salir del estacionamiento.

—A esta hora el ascensor es una lata de sardinas —agarró una botella de agua qué tenía Jungkook en la guantera y la bebió. —No me he caído en años, así que no debes preocuparte por eso.

Jungkook levantó la mano de la palanca de cambios y tomó la mano de Hoseok.

—Revisa mi bolso, ahí tengo la lista.

Hoseok se inclinó a los asientos traseros y agarró el bolso de su novio. Encontró el papel en uno de los bolsillos de los costados, leyó con curiosidad lo que había escrito. Dobló nuevamente el papel y lo guardó en su bolsillo, para dejar el bolso donde lo encontró.

—Busca la carta que te envié ayer —le dijo.

—¿La tienes aquí? —preguntó curioso. —Te imaginas que en un trabajo vean esa carta, qué vergüenza —negó.

—Nadie debe hurgar en mis cosas —se encogió de hombros y pisó el freno para esperar que el semáforo cambiara de color.

Hoseok buscó la dichosa carta y la encontró con mucha dificultad. Jungkook no ayudaba, estaba besando su cuello, mejillas y labios, entorpeciendo la concentración de su novio.

—Me parece increíble que te lo pintaste —acerca la hoja para ver bien los detalles del dibujo. —Se notan los pliegues —achicó sus ojos y siguió viendo.

—Falta poco para que lo veas —sonrió de lado sin apartar la mirada de la carretera.

Una hora y media después, Jungkook manejaba de regreso a su departamento. El día anterior había limpiado y ordenado todo, cambiado sábanas y colocado toallas limpias.

Jungkook se ofreció a preparar la cena, dejando tiempo de preparación a Hoseok, el baño duraría un poco más. Aunque ya anticipando el encuentro, el mayor había estado en una dieta a bases de fibra y abundante agua, para así facilitar su lavado y evitarse malos ratos en el sexo.

La comida quedó en la cocina, los platos en su lugar y el rastro de que alguien había estado ahí.

Todavía no comían, lo dejarían para después de enredarse entre las sábanas, porque el trabajo que hacían en ese momento los dejaría exhaustos.

El tiempo que se tomó Jungkook en contemplar la desnudez de su novio fue extensa, besó, lamió, mordió, acarició y tocó cada parte con una adoración desmedida. Hizo oídos sordos ante el llamando de Hoseok para que fueran un solo cuerpo, una sola mente.

Los pensamientos de Hoseok explotaron cuando la boca húmeda del menor besó su entrada, se percibía el hambre y la desesperación, porque Jungkook no paró hasta lograr que su novio acabara, fuerte, abundante y en un grito que decía su nombre.

Luego no fue capaz discernir cuando Jungkook lo aplastó con su cuerpo, lamió sus labios, chupó su cuello y entró en él. Una carne caliente y dura lo atravesó hasta la base, chocando sus geniales con la pelvis llena de vello oscuro.

Se ahogó en gemidos, en intentar respirar y agarrarse de la espalda de su novio.

Sus piernas se abrían más para recibir el cuerpo entero de Jungkook y que este pudiera fundirse en él.

Cambiaron de posición, con Hoseok arrodillado y sosteniéndose del cabezal de la cama y Jungkook cerniendo su cuerpo encima sin dejar de embestir en él. El menor apuró los movimientos, tratando de estar más profundo y llenar a su novio con su semen.

No podía suceder, porque tenía puesto un preservativo, que fue amarrado cuando se llenó y rápidamente colocó uno nuevo. Acostó de lado a Hoseok y se pegó a su cuerpo, buscando entre sus nalgas el ano y meterse su miembro en él.

El cuerpo de Hoseok era tibio, suave y exquisito.

Jungkook quedó satisfecho al quitar el plástico de su miembro y poder sentir la carne húmeda y resbaladiza de las paredes anales, apretándolo en cada choque de pelvis y nalgas. Gruñó como un animal salvaje y besó con dureza un pedazo de piel de la espalda, quedando roja y con rastros de saliva.

Hoseok también lo acompañó, apretando los ojos con fuerza, intentando detener las lágrimas ocasionadas por el placer. Quedaron agotados, dos rondas seguidas y sin esperar a una recuperación o minutos de descanso, los dejó cansados.

Jungkook se apartó lentamente de Hoseok y lo levantó en brazos para ir al baño. Preparó la tina con agua, jabón y una esencia relajante, metiendo ahí a su novio y ayudándole a limpiarse.

Le preguntó muchas veces si se sentía bien o lo había lastimado, siendo en ese momento consciente de su impulso y desenfreno sexual.

—Estoy bien —le sonrió.

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Holis, lo malo de hacer coincidir el tiempo del au es que ya no tengo capítulos de reserva.

No revisé mucho el famoso Smut que escribí, así que sorry si tiene faltas o vacíos incongruentes.

Aquellas personitas que leen este humilde trabajo, gracias, si pudieras darles una canasta navideña, lo haría jajaja. Es serio.