Capitulo 2 . Una gran pelea
Para muchas personas la secundaria puede ser la mejor etapa escolar de sus vidas, pero muy pocas personas recuerdan su primer día de clases. Kevin es una de esas pocas personas que nunca olvidará ni el más mínimo detalle de su primer día de clases en la secundaria.
Su día inició a las 6 de la mañana en el momento en el que su reloj despertador comenzó a emitir ese sonido tan molesto que indicaba que tenía que despertarse y levantarse para ir a la escuela, levantó sus brazos, emitió un bostezo y se estiró para después levantarse de su cama, después de ducharse intentó alcanzar la toalla con su mano, pero ésta se encontraba un poco retirada de su alcance, por lo que la movió con su mente y llego a su mano, después de secarse realizó el mismo truco con su ropa, terminó de vestirse y atrajo su mochila, utilizando una vez más sus poderes mentales. Tenía ya bastante control de sus habilidades mentales y cada vez las utilizaba más en su vida cotidiana pero siempre lo hacía con el debido cuidado para que nadie lo mirara.
Al llegar a la escuela se encontró con su amigo Carlos a quien no había visto en todo el verano, pues Carlos había pasado sus vacaciones en un campamento de verano militar ya que sus papás lo enviaron allá, para corregir su comportamiento, que por un tiempo había sido muy rebelde.
-¿Que ondas?, ¿cómo estás? - Saludó Kevin con ese vocabulario distintivo de los jóvenes añadiendo un saludo de puños.
-Bien, ¿qué rollo?, ¿Que me cuentas Kevin, como vas con tus poderes, lograste controlarlos?-
-Si, ya pude controlarlos, es genial puedo mover cualquier cosa que se encuentre cerca de mí y que no sea tan pesada, la última vez que estuve practicando logré levantar mi cama sin problema y ni siquiera me esforcé demasiado, cada vez logro levantar más peso, es como un musculo, entre más lo practico más fuerte se hace-.
-Qué bueno, además me doy cuenta que has estado ejercitándote, aprovechaste muy bien estos meses de vacaciones-.
-Si, así es y también yo me doy cuenta que te has puesto muy fuerte, creo que ese campamento te sentó bien-.
Estuvieron hablando por 10 minutos aprovechando que todavía no empezaba la primera clase, y fue así como se pusieron al día sobre sus acontecimientos pasados en el tiempo en el que no se miraron, cuando sonó el timbre y se dirigían a sus aulas se encontraron con Francisco el primo de Kevin, pero no fue un encuentro agradable pues Francisco no había cambiado en todos esos años, seguía siendo un brabucón pero ahora no solo lo era con su primo sino con todos los chicos de la secundaria. Francisco se había convertido en un atleta, era el capitán del equipo de basquetbol y era muy grande para su edad, además se juntaba con una bolita de brabucones de la cual era el líder.
-Hola primito ¿cómo has estado?, me da muuucho gusto que te hayas inscrito en esta escuela, de seguro mis amigos y yo nos divertiremos mucho contigo. -comentaba Francisco con un tonito sarcástico, pero Kevin en el momento en que su primo trataba intimidarlo, abrochó las agujetas de los zapatos de Francisco con su mente de modo en que quedaron sujetas una a la otra de cada zapato, nadie se dio cuenta y cuando Francisco quiso retirarse, al intentar dar un paso largo se des balanceó y cayó de panza hacia el suelo, como era de esperarse no faltaron las risas pues se encontraban en medio de los pasillos de la escuela a la hora en que los alumnos todavía no se reincorporaban a sus aulas, fue algo humillante y aunque no se explicaba cómo, él sabía que de algún modo Kevin tenía algo que ver con su ridícula caída, pero antes de levantarse, Kevin y Carlos ya se habían retirado del lugar y se dirigían a sus salones.
A Francisco no le quedo de otra más que levantarse en silencio pero en su mente sabía que tenía que vengarse de su primo.
Horas más tarde, cuando salieron al descanso, Francisco y sus secuaces abordaron a Kevin y Carlos formando un circulo alrededor de ellos en el que Francisco se introdujo para amenazar a Kevin y a Carlos.
-Hola, par de nenas, ¿Pensaron que podían burlarse de mí y salirse con la suya sin ninguna consecuencia?, ¿Pues qué creen?, ¡De mi nadie se burla!-
-¡Oye, tranquilo Francisco, nosotros no te hemos hecho nada, tú te caíste solo, con nosotros no te metas, además no somos unos debiluchos como a los que acostumbras intimidar, si te metes con nosotros te vas a arrepentir créeme! -Comentó Carlos.
-¡Así es, es mejor que tú y tus amiguitos se vayan porque esto se podría poner feo!-
-Vaya, vaya, quien diría que las nenas tienen pantalones -dijo Francisco con voz altanera- ¡Es mejor que se preparen porque a la hora de la salida los esperaremos afuera y entonces se arrepentirán de haber dicho eso!,
Hasta luego primita-
en eso Francisco le dio un pequeño empujoncito en el hombro a Kevin el cual consiguió moverlo solo un poquito.
Kevin sabía que Francisco no estaba jugando y que intentaría vengarse de él a como diera lugar, por lo que decidió que no huirían, enfrentarían a Francisco y le daría una lección para que no volviera a meterse con ellos, pero no podrían solos contra Francisco y sus amigos, por lo que se le ocurrió reclutar a unos cuantos chicos para emparejar el asunto.
Aprovechando el receso buscaron a los más grandes chicos de tercero y les ofrecieron un trato para que le ayudaran a enfrentar a Francisco y sus amigos.
Kevin les ofreció que les mostraría algo increíble que jamás antes habian visto, un truco de magia que los impresionaría y se quedarían con la boca abierta, y aunque tenían sus dudas ellos aceptaron pero con la condición de que hiciera su truco en ese momento y si no los sorprendía, no los iban a ayudar.
-Créanme, se van a sorprender y no se preocupen cuando estemos con Francisco, ustedes nada mas estarán de respaldo por si alguien se quiere meter en nuestra pelea, nos enfrentaremos Francisco y yo únicamente, pero, en cuanto alguien se meta, ustedes lo detienen y usaran la fuerza solo si es necesario-.
Parecía un trato justo así es que estrecharon sus manos en señal de aceptación e inmediatamente después Kevin se disponía a mostrarles el truco, aclarando que era solo un truco de magia y les hizo prometer que nadie más lo sabría.
Se dirigieron a la alberca de la escuela, la cual se encontraba cerrada por reparaciones, pero seguía llena de agua lo cual ayudaría a realizar su gran truco.
-¿Qué es lo que vas a hacer Kevin? ¿y por que vinimos a la alberca?- pregunto Carlos.
-Ya lo veras, solo procura que no se acerquen demasiado a la alberca para mantener el misterio, mantenlos a 5 metros y que no se muevan -contestó Kevin.
Carlos preparó el truco, les dijo que se mantuvieran a cinco metros de distancia aproximadamente de la alberca y que no distrajeran a Kevin por que podría perder su concentración. Después Kevin comento en voz alta:
-¡Prepárense porque este truco será el más grandioso que jamás sus ojos hayan visto!-.
Después se dirigió a la alberca que sin duda era muy profunda, pues se trataba de una alberca para clavadistas, al estar en la orilla, nadie sabía lo que intentaría hacer así que mantuvo por un minuto el suspenso al quedarse mirando directamente al agua, después cuando parecía que se ponía aburrido Kevin caminó hacia la alberca dando un paso largo hacia el agua, inmediatamente después su otro pie se dirigió al agua y se mantuvo parado encima del agua sin hundirse, todos se quedaron atónitos, uno de los chicos intentó acercarse pero Carlos no se lo permitió, lo detuvo poniéndose en frente y le dijo que debía mantenerse alejado para que el truco funcionara bien, Kevin continuó caminando sobre el agua lentamente hasta llegar a la otra orilla, los chicos se quedaron impresionados al igual que Carlos pues les pareció algo imposible de hacer, después, sin decir nada, Kevin se dirigió a la puerta y salió del salón de la alberca, los chicos se asomaron a la alberca y después corrieron a ver a Kevin.
-Oye ¿cómo hiciste eso Kevin?- Le preguntaban los chicos, a lo que él solo respondía que era solo un truco.
Al quedar todos impresionados, no les quedaba otra más que cumplir su promesa, ayudarían a Kevin a enfrentar a Francisco.
Kevin y Carlos eran de primer año, pero sus nuevos amigos eran de tercero y esto era muy conveniente porque Francisco y sus amigos eran de segundo. Ahora solo quedaba esperar a que terminaran las clases para hacerle frente a Francisco, ya las cosas estaban más equilibradas.
Cuando tuvo la oportunidad, Carlos le preguntó a Kevin ¿Cómo le había hecho para caminar sobre el agua? y Kevin le explicó que solo tuvo que concentrar su habilidad mental en sus pies para poder sostenerse sobre el agua. También le preguntó que si ¿por qué les había mostrado de esa forma sus habilidades? y Kevin le contó que les diría que fue solo un truco, en el que preparó la alberca con un cristal trasparente muy grueso, en el que pudo caminar sobre él y que no se notaba por que estaba ligeramente sumergido a un par de centímetros bajo el nivel del agua y que es por eso que no permitió que se acercaran demasiado a la alberca para que no lo notaran. Sin duda Kevin era muy inteligente, no por nada había pasado más de cinco años utilizando sus habilidades sin que nadie se diera cuenta.
Como estaba previsto, a Kevin y Carlos los estaban esperando fuera de la escuela siete brabucones, entre ellos se encontraba Francisco, pero lo que esos brabucones no esperaban, era que a los amigos inseparables los acompañaban cinco de los más fuertes alumnos de tercero.
-¡¿Qué paso Kevin?! ¿Trajiste a tus amigos para que peleen por ti?-Comentó Francisco con una voz un poco temerosa.
-Te equivocas, ellos solo vienen para asegurarse de que tus achichincles no interfieran en nuestra pelea. Seremos solo tú y yo, sin que nadie se meta, pero vamos al llano que se encuentra detrás de mi casa, ahí nadie nos verá y arreglaremos nuestras diferencias de una vez por todas-.
-Me doy cuenta que has cambiado mucho Kevin, por lo menos ya no eres el cobarde de siempre. Está bien, iremos al llano, esa será tu tumba- dijo Francisco, quien después de una risa burlona se dirigió al llano antes mencionado.
Cuando ya todos se encontraban en el llano, empezaron a formar un círculo alrededor de Francisco y Kevin, quienes disputarían la primera pelea de la secundaria, no había muchos espectadores, solo los que acompañaban a los rivales.
Ambos se pusieron en guardia y antes de empezar comentó Carlos:
-¡Ten cuidado Kevin, recuerda que tu primo no pelea limpio!-
-Lo sé -Contesto Kevin- Pero, si de eso se trata, también yo se pelear sucio-
-¡¿Vas a pelear o seguirás platicando con tu amiguita?! -dijo Francisco.
Y de repente Francisco soltó un puñetazo tan rápido que Kevin no pudo esquivarlo, pero el puñetazo no iba con mucha fuerza por lo que solo sacudió el rostro de kevin, después Kevin respondió con un par de puñetazos que cualquier boxeador hasta con poca experiencia podría reconocerlos como el "uno, dos", los cuales dieron en su objetivo (el rostro de Francisco), Francisco se sacudió un poco, pero seguía de pie, fue así como continuó la pelea por un par de minutos, dando y recibiendo puñetazos a diestra y siniestra además de una que otra patada por parte de los dos contrincantes, pero como era de esperarse Francisco empezó a usar sus malas jugadas, dando un cabezaso a Kevin justo cuando parecía que la pelea se miraba a favor del afectado, esto provocó que Kevin perdiera el equilibrio y callera al suelo de espaldas, pero cuando Francisco se acercaba para subirse sobre él y golpearlo, Kevin se recuperó y se levantó con una maniobra de karate que consiste en arrojar un poco sus piernas hacia atrás y después impulsarse con sus manos apoyadas en el suelo por detrás de la cabeza y al mismo tiempo arrojar con fuerza sus piernas hacia adelante, fue una maniobra increíble y Francisco no se la esperaba, por lo que se distrajo un poco y Kevin lo aprovecho para soltar una patada con media vuelta que se estrelló directamente en el pecho de Francisco.
Después de esa patada Francisco ya no se pudo reponer, pues cayó bruscamente hacia atrás y el golpe provoco que se le saliera el aire de los pulmones, Kevin esperaba a que se levantara, pero Francisco esforzándose para hablar, logró pronunciar unas palabras que dieron por terminada la pelea:
-¡Ya!, me rindo, tu ganas, me rindo-
En el rostro de Kevin se dibujó una sonrisa y alzó la mano en señal de victoria, <<Que bueno que terminó, si esto hubiera continuado así, ya no podría haber aguantado un solo golpe más, estoy exhausto>>, pensó Kevin.
La pelea había terminado y sus amigos empezaron a felicitarlo y Kevin solo les agradecía por estar ahí, después se acercó a Francisco y le ofreció su mano para ayudarlo a levantarse, a francisco no le quedaba de otra más que aceptar la ayuda, y así fue.
-¿Estás bien primo? -preguntó Kevin.
-Sí, -contestó Francisco- fue una excelente pelea, no pensé que fueras tan fuerte-.
Kevin sonrió y Francisco se dio la media vuelta y les hizo una señal a sus amigos con la cabeza indicando que ya era el momento de retirarse.
Para Francisco era un día que no habría querido volver a recordar, pero para Kevin, ese fue uno de los mejores días que había tenido y sin duda sería un día inolvidable, no solo por la gran pelea, sino porque ese día se ganó el respeto de su primo y la admiración de muchos chicos de la secundaria, porque era obvio, que el rumor se propagaría por toda la escuela.
Además Kevin estaba satisfecho consigo mismo porque no utilizó sus poderes mentales para darle una lección a Francisco como lo había hecho a sus siete años, sin duda era un gran logro de mucho orgullo.
Edan garcia
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