Nueve
Capítulo 9
Pyroquinesis
HyoIn había conocido a Min YoonGi cuando éste necesitaba vendedores que repartieran su droga por algunas calles de Seúl, HyoIn tomó el trabajo recibiendo decepcionantes propinas por su "empleo", se atrevió a robarle parte de esa mercancía a YoonGi vendiéndola por su cuenta a grupos de idiotas que querían más diversión o adolescentes que querían experimentar. Las ganancias las tomó para sí mismo y el final fue que el chico se enteró de ello dándole una advertencia clara.
Si volvía a verla la asesinaría por la marca en su ojo.
—¿Desde hace cuánto lo sabes? —HyoIn lo miraba con atención sintiendo curiosidad. Aquella fábrica abandonada servía como refugio para YoonGi y algunos de sus hombres.
El chico se apoyó del escritorio sacando un cigarrillo de su bolsillo.
—Desde que te conocí realmente—chasqueó sus dedos creando una pequeña llama de ellos encendiendo su cigarro dándole una calada. Sus ojos oscuros se posaron en la chica sentada en esa silla—Fue exactamente el día que casi pierdo mi ojo por ti.
La cicatriz en su ojo derecho había sido en medio de un forcejeo. La primera y última vez que HyoIn sostuvo una navaja.
—Pero no lo perdiste, no seas negativo.
Bufó con una sonrisita burlona. Dejó salir el humo de su boca observándola con diversión.
—¿Cuándo supiste de tu poder?
—Hace poco, dos días más o menos.
—Debo admitir que me impresionaste.
—Controlas el fuego.
—Algo que aprovecho cuando puedo, ¿Crees que tu amigo venga a buscarte? —da otra calada a su cigarro—Estoy aburrido y me gustaría devolverte la cicatriz con una quemadura mucho más grande.
—¿No te preguntas sobre tu origen? —se levantó de la silla. Las cortinas de la ventana de esa oficina dejaban ver parte del pasillo— ¿Esos hombres saben lo que eres?
—Saben que soy su jefe, que coloco el dinero en la mesa si hacen un buen trabajo y si son fieles a mí—se enderezó incorporándose—Nada más les interesa.
—Te da miedo que te vean como un monstruo, ¿No es así?
—Ya soy un monstruo, mocosa.
—Sabes a lo que me refiero—insistió—Tienes miedo y se nota por cómo actúas mientras hablas de esto, quieres convencerte de ello, pero no es así.
—Cierra la boca—advirtió.
—¿Cómo supiste con exactitud de este poder?
—Ya te lo dije—levantó una de sus cejas—Fue el día que me hiciste la cicatriz y huiste como la cobarde que eres—golpeó su frente con sus dedos. HyoIn tocó esa área quejándose—Será una pena lastimar ese lindo rostro—tomó su barbilla.
—¿Quieres que lo haga por ti?, un toque y puedo hacerlo.
—¿Así funciona?, ¿Debes tocarme para imitar mi poder?
—No lo imito, me apodero de él por unos segundos—apartó su mano con un ligero golpe—Hay más personas como tú y como yo, ¿No te interesa siquiera?
—No.
—¿Te quedarás así?
—¿Y qué demonios pretendes? —HyoIn retrocedió por instinto—¿Debo ser amigo tuyo por tener una habilidad como esos superhéroes?, no soy un héroe, HyoIn y tú tampoco, soy un traficante y tú eres una ladrona—apuntó.
A YoonGi le sorprendió que no le dijera nada, HyoIn se repitió esas palabras sintiendo que ese malestar en su interior crecía junto a un hoyo en su pecho. Era un sentimiento extraño que no sabía explicar, frunció el ceño pasando al enojo en segundos.
—Al menos cuando robo me aseguro de no ser atrapada como otros—las miradas se encontraron—La policía nunca me ha atrapado, aunque no puedo decir lo mismo de ti, ¿No? —sonrió burlonamente.
—No te funcionó mucho—le recordó—Porque al final te atrapé, pequeña ladrona.
—Haz lo que vayas a hacer de una maldita vez. Estarás haciéndome un enorme favor, vamos, hazlo.
La puerta de la oficina se abrió en ese momento, uno de los hombres de YoonGi interrumpió.
—Están aquí, señor.
—Bien, tu amigo llegó—acabó el cigarro arrojándolo al suelo pisándolo con su zapato—Tráelos.
El hombre salió de la vieja oficina. HyoIn tomó asiento de nuevo viendo a los chicos aparecer, JungKook la miró muy serio dejándole en claro que no estaba nada contento. YoonGi se cruzó de brazos apoyándose del escritorio, observó a los tres chicos identificando a NamJoon.
—No pensé que alguien se preocuparía por esta ladrona. Así que ustedes son sus guardaespaldas ahora.
—NamJoon dijo que HyoIn te robó algo—JungKook no supo bien lo que debía decir. Bastante incómodo se sentía con estar fuera del bosque, la molestia más la incomodidad no era una buena mezcla—Ella es...
—¿Inocente? —bufó rodando los ojos—Es muy típica esa respuesta.
—YoonGi es como nosotros, puede controlar el fuego—comentó la pelinegra sentada en esa silla como niña pequeña regañada por sus padres—Y tiene tanto miedo como nosotros.
—Así que son el grupo de superhéroes, ¿Qué pueden hacer ustedes?
—Cosas. Nosotros debemos irnos—Tae intentó tomar el brazo de HyoIn, YoonGi levantó su dedo apuntándolo en modo de advertencia.
—No dije que se podían ir.
—¿Nos llamaste para hablar sobre nosotros?
El chico miró a JungKook.
—La verdad es que no esperaba que viniera alguien—confesó—Pero ya que están aquí, tengo el derecho a preguntar.
—¿No se supone que no te interesaba?
Fulminó con la mirada a HyoIn.
—JungKook puede controlar la electricidad, TaeHyung el clima y yo la luz—respondió Nam—¿Cómo descubriste de lo que eras capaz?
—Gracias a esta ladrona—la señaló.
JungKook sin expresión alguna miró a la chica que evitaba verlo. La estaba intimidando sin darse cuenta.
—¿Has conocido a alguien más con esas habilidades? —la curiosidad comenzó a crecer en Nam—Estuvimos...investigando y...
—No me interesa el tema. Le advertí a esta chica que si aparecía de nuevo no tendría la misma suerte, no quiero que me pague, sólo quiero castigarla por lo que hizo.
—¿Qué te robó exactamente? —JungKook avanzó dos pasos.
—Droga—HyoIn respondió—Él me estaba robando.
—Era parte de tu trabajo.
—Pues no estaba recibiendo una buena paga por mi trabajo—enfrentó levantándose de la silla—Para la próxima vez asegúrate de cumplir lo que prometes, si volviera a repetirlo volvería a robarte.
—¡HyoIn! —JungKook jaló de su brazo reprochándole—Cállate—ordenó.
—Está acusándome de ser ladrona, sí, lo soy, pero lo hice porque necesitaba el dinero...
—Te dije que esta no es la manera—apretó su mano.
—Y yo te dije que tenía que sobrevivir—le devolvió el apretón. La chispa los lastimó a ambos haciendo que se soltaran, YoonGi se sorprendió ante aquello. Levantó una de sus cejas mostrándose aburrido.
—¿Terminaron de discutir los novios?
—Escucha, entendemos que ella te robó—Nam intentó buscar la manera de solucionarlo—Prometemos que no pasará de nuevo, nos ocuparemos de ella...
HyoIn bufó y tuvo que callarse por la mirada de advertencia de JungKook.
—Claramente no pasará.
—Deja que nos vayamos, por favor. Estamos...investigando sobre estos poderes y tal vez esa investigación pueda ayudarte.
—Sí, tal vez...—Tae intervino—Podamos ayudarte también, ¿No te preguntas la razón de esto?, tal vez HyoIn lo provocó, pero, ¿Por qué se activó?
Aquello lo dejó pensativo sin darse cuenta. Tomó una bocanada de aire admitiendo que tenían razón, si se preguntaba todo eso, sólo que su terquedad no le permitía ver más allá.
—No quiero verla de nuevo. Si se repite será la tercera vez y no lo pensaré dos veces.
—Gracias.
JungKook tomó la muñeca de la chica obligándola a caminar.
¿Por qué creen que están teniendo estas habilidades?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro