🥀🍁\\Capítulo 3\\🍁🥀
Los siguientes días no fueron fáciles para la familia y amigos cercanos de Jimin, entre su hogar y el hospital las horas pasan demasiado lentas.
Se ha movido de ciudad en ciudad, visitando los mejores hospitales de Corea, en estos momentos es cuando más se sorprende de lo que tienen, pues han sabido cubrir los gastos sin quedarse con las manos vacías, obviamente han recibido ayuda, Jimin agradece el amor y cariño de sus amigos, estos se han unido por la causa, poniendo su granito de arena para que cuenten con lo necesario.
El desagradable olor de las medicinas lo agota más que la cruel enfermedad que poco a poco va acabando con su fuerza. Ya ha perdido la cuenta de cuantos enfermeros ha visitado, algunos de ellos recomendados por otros, los cuales son afamados por su gran conocimiento, sin embargo todos le han dicho lo mismo.
Y con cada respuesta negativa su familia se va apagando más y le duele, le duele ver tanto sufrimiento a su alrededor, todo por su culpa.
O eso es lo que el omega piensa. Los hermosos ojos de Juwon han perdido brillo, la alegre personalidad de Dahyun ha sido reemplazada por tristeza y angustia, la deslumbrante sonrisa de Hoseok se ha desvanecido y todos a su alrededor parecen ser rodeados por un aura deprimente, para el pelinegro todo eso es más doloroso que la misma enfermedad.
Sus días son tan grises, no sabe si es un castigo o una prueba, pero cada mañana al despertar se encuentra con el desesperante sonido del aparato que mide su pulso, los sueros conectados a su cuerpo son incómodos y hasta molestos. Las personas van y vienen, unos sonrientes otros llorando, todo se está volviendo una horrible rutina, y simplemente se está cansado.
Ya ni el dormir es un medio de salida, pues cuando por fin se sumerge en el mundo de los sueños y se olvida de la cruel realidad que ahora es su vida, las fuertes arcadas y el dolor en su estómago lo hacen levantarse a tropezones para llegar a tiempo al baño y vomitar mientras se sostiene de la taza de baño y sus manos se vuelven puño.
Jamás imaginó que no querer darse por vencido sería tan doloroso y agotador.
A pesar de todo no han perdido la esperanza, incluso si las posibilidades son nulas. Sus terapias son de lo más dolorosas pero intenta resistirlo porque ellos aún conservan esa ilusión. Está cansado de escuchar palabras como: "vamos tu puedes" "Eres muy fuerte, saldrás de esa" " Para alguien que sobrevivió un accidente automovilístico y un coma de varios días esta enfermedad no es nada" "Sigue luchando Jimin.
¿Pero y qué tal si ya no quiere ser ese Jimin de acero que todos piensan que es?
─ P-por favor ─ solloza destrozado, han sido meses de sufrimiento y ya no lo soporto ─ estoy cansado ─ su voz sale como una súplica ─ quiero ir a casa ─ se rompe en llanto, hay más sollozos, pero no quiere ver, por eso sus manos cubren su rostro, mientras las gruesas y amargas lágrimas humedecen su fría piel.
Hoseok no quería ser testigo del sufrimiento de su amado esposo, comprendía que ya se había intentado de todo y si por él fuera lo seguiría haciendo, porque si existía aunque sea una esperanza, no importa lo diminuta que fuera él se aferraría a ella como a la vida misma. Pero al ver la manera tan destrozada en la que lloraba supo que estaba siendo egoísta y solo pensaba en él, porque su felicidad quizá sea el sufrimiento de la persona que más ama en este mundo. El nudo en su garganta es tan grande que no puede evitar sollozar como un niño pequeño, se siente destruido y se niega a un destino el cual por boca de muchos ya está decidido.
Sus hijos se acercan a la camilla, Dahyun no tarda en arrodillarse y recargar su cabeza sobre la cama, ambos lloran y se rompen igual a cuando eran unos cachorros en los brazos del omega el cual ahora se encuentra a su lado.
Y a Jimin le parte el alma todo esto, su corazón se encuentra destrozado y su pecho duele a horrores. Lo intentó todo, intentó no rendirse por ellos y por él mismo, para poder seguir disfrutando de las personas que más ama en este mundo, pero el agotamiento no solo es físico si no también emocional.
Su cuerpo ya no es igual de fuerte que hace 17 años, se ha debilitado y ahora lo tiene más que claro, su cabello ha caído y su delgadez es preocupante, las ojeras bajo sus ojos no es por falta de sueño, su extrema palidez le da una imagen deplorable.
Como no lastimarlos si se está consumiendo cada día más, los doctores fueron claros.
"Está desahuciado"
Hoseok camina hacia su esposo y con un profundo cariño y delicadeza toma su mano ─. Tranquilo amor, lo hiciste muy bien... ─ besa su mano.
Jimin sorbe su nariz y con su mano libre acaricia la rubia cabellera de su hija mientras que su mirada cálida cae sobre la de su hijo, las lágrimas están presentes y parece que no se detendrá.
─ Vamos a casa ─
Fue la frase que alivio el corazón del pelinegro.
El misterio que se traen las pequeñas risas y las manos en sus ojos lo ponen curioso. Camina siendo sostenido por Jin y Taehyung se encarga de que no vea la pequeña sorpresa que entre todos le han preparado.
Sus pasos son lentos pero seguro, puede escuchar cuchicheos y murmullos conforme va avanzando y se siente ansioso, ya quiere saber lo que se traen entre manos.
─ Cuidado con las gradas ─ indica Jin. Jimin las sube sin mucho problema, de pronto sus pasos se detienen y su sonrisa se hace más grande al sentir los diferentes aromas ya conocidos llegarle con fuerza a la nariz.
Se sentía tan ansioso e inquieto. Habían pasado exactamente tres semanas desde que abandonó el hospital y podría jurar que se ha sentido mejor, claramente no deja el tratamiento de lado, este le ayuda en demasía y le agradece porque gracias a él puede pasar sus últimos días con una sonrisa y no postrado en una cama, conectado a varios aparatos.
No quiere ni recordar esa odisea.
─ ¿Estás listo Minnie? ─ pregunta Taehyung buscando la manera de que la curiosidad en el omega más bajito aumente, y vaya que lo ha logrado, pues Jimin siente frenéticamente cual niño pequeño el cual está apuntó de abrir un regalo.
Era tan bonito volver a ver esa sonrisa, a todos les llenó de alegría, ver como su estado de ánimo mejoraba e incluso pareciera que su salud también lo hacía, tanto que parecía mentira que tuviera una enfermedad terminal.
─ ¡Taehyung necesito ver ya! ─ mencionó con impaciencia al ver que el omega se negaba a descubrir sus ojos, cuando en realidad solo le daba tiempo a los gemelos a arreglar el cartel, pues había notado que anteriormente lo tenían al revés, tuvo que lanzarles una mirada para que estos lo notarán.
Soobin y Yeonjun se las ingeniaron para poner bien el cartel, pues en efecto, las letras estaban para abajo.
─ Bien ─ todos se prepararon.
─ ¡Uno! ... ─ Haegi y Dahyun tomaron un buen poco de confeti.
─ ¡Dos! ... ─ Juwon estuvo listo con la música.
─ Y... ¡Tres! ─ las manos fueron alejadas y los ojos del omega se abrieron al mismo tiempo que las voces lo sorprendieron e hicieron que su corazón se acelerará y su respiración se entrecortara.
─ ¡Feliz cumpleaños! ─ gritaron todos al unísono.
A Jimin se le salieron unas cuantas lágrimas al ver cada uno de los detalles, el cartel tenía una foto antigua suya, fue de cuando aún conservaba su cabello Rubio , el pastel era de chocolate y fresas, justo como le gustaba, la mesa estaba cubierta de postres y bebidas, confeti de todos los colores hicieron brillar sus ojos y una alegre melodía para ambientar.
Todos habían pensado en él, se habían reunido y quizá hasta habían cancelado compromisos importantes solo para pasar su último cumpleaños a su lado.
─ Oye no llores, este día queremos verte sonreír y que comas hasta explotar ─ mencionó Tae sonriendo enternecido al ver las pequeñas lágrimas recorrer las mejillas de su amigo.
─ P-perdon... e-es que... ─ hipo, eso antes de que los brazos de su adorada hija lo rodearan en un cálido y amoroso abrazo, el omega correspondió el cariñoso gesto disfrutando de su agradable aroma a orquídeas que emanaba de su cuerpo.
─ Feliz cumpleaños papi, te adoro ─ fueron sus sinceras palabras.
Las risas no faltaron, vergonzosas anécdotas y recuerdos melancólicos, los postres fueron devorados y del pastel no quedó nada, hubo karaoke y risas burlonas por las notas desentonadas. Jimin observó todo a su alrededor con una amplia y completa sonrisa, porque así es como se sentía; agradecido y satisfecho, su corazón estaba en paz y sin arrepentimientos.
Considera que luchó lo más que pudo, vivió como si no hubiera un mañana y lo hizo lo mejor que pudo y ahora que ve tantas personas reunidas en su nombre, personas que ama y se quedarán con una parte de él, se da cuenta que valió la pena haber luchado, ahora lo agradece.
Sonríe mientras permanece sentado en un pequeño banquillo, ve a Dahyun al lado de su esposo, a Juwon acompañado de Haegi sonriendo dulcemente, a Hoseok charlando con Kook y Tae, a Jin y su familia comiendo y muy a gusto junto a Yeonjun, entonces trata de grabarse esa escena en su mente, está no sólo queda en su cabeza si no también en su corazón, a pesar de todo la vida le permitió conocer personas grandiosas.
Si le dieran la oportunidad pediría crear más recuerdos hermosos al lado de ellos, desea poder disfrutarlos un rato más, divertirse y sonreír mientras recuerdan el ayer. Puede sentir su vista cristalizarse, está a nada de llorar cuando una repentina voz atrapa su atención.
Su vista brillosa se dirige hacia un sonriente Hoseok quien está parado justo en el centro de la gran sala.
─ Hora de las palabras, ¿quien inicia? ─ a pesar de todo el alfa lucha por mantener esa sonrisa porque sabe la tranquilidad que siempre le ha transmitido a su esposo y aunque esté destrozado por dentro siempre se la mostrará, porque Jimin es el motivo de su sonrisa.
─ ¡Yo! ─ Dahyun levanta la mano al aire.
Camina hacia el frente, justo donde está el alfa, quien inmediatamente se hace a un lado dándole su espacio para que pueda expresarse.
─ Estoy muy feliz ─ comienza la omega manteniendo sus manos juntas sobre su regazo ─ estoy tan feliz y agradecido por bendecirme con un padre como tú ─ mira a Jimin y este siente que no podría resistir las lágrimas ─ papá partió cuando yo aún era una niña, te quedaste solo y con dos cachorros a la deriva. Aún recuerdo esas noches en las que intentabas ocultarme tu llanto, te guardaste para ti solo todo ese dolor y sufrimiento solo para no preocuparme más... ─ Jimin mordió su labio, su llanto se hizo presente al momento de ver las primeras lágrimas en el rostro de su pequeña ─ Papi te admiro mucho, jamás olvidaré esos juegos, esas risas y palabras cargadas de cariño ─ llevó su mano a su boca en un intento por controlar los sollozos ─ te amo Papi... gracias por enseñarme a no rendirme nunca.
Pudo escuchar un pequeño sollozo, se trataba de Juwon quien se quebró en llanto, pues las palabras de su hermana le habían tocado el alma.
El siguiente en ponerse de pie fue Taehyung, este sonreía con gran dificultad, el nudo en su garganta era enorme.
─ Mi minnie... no tuve hermanos de sangre, sin embargo la Diosa me bendijo con un amigo para ocupar ese lugar, siempre te admire por tu fuerza de voluntad y valentía. Siento que el destino fue demasiado cruel contigo o quizá eres demasiado para este mundo ─ mencionó con enojo, no se le hacía justo ─ siempre quise protegerte de todo mal, y me d-duele... ─ su voz se quebró ─ me duele no haberlo hecho ─ Jimin negó, todos han hecho más de lo que piensan en su vida ─ ¿recuerdas nuestros días de escuela? ─ cómo no hacerlo, esos tiempos cuando la vida no los había golpeado como hasta ahora, esos tiempos cuando su única preocupación era pasar una materia, esos tiempos cuando eran dos jovencitos con grandes sueños y metas ─ daría lo que fuera por volver a nuestros días de escuela Jimin ─ apretó el puño ─ te prometo que intentaría cuidarte mejor ─ mencionó el castaño, el cual comenzaba a tener algunos destellos blancos en su cabello como muestra de todos estos años en los que le ha tocado ver la injusticia de la vida.
Uno por uno se fue poniendo de pie, todos se desahogaron y algunos lloraron pues los sentimientos eran demasiado fuertes para poder contenerlos. El último en hablar fue Hoseok, este ya tenía los ojos rojos e hinchados pues había llorado un buen rato, su corazón dolía y se le oprimía al asimilar la cruda realidad.
Sin embargo se mantuvo firme.
─ Fue un día 13 de abril, hora 11:33 am, vestías un hermoso abrigo amarillo que combinaba perfectamente con tus rizos dorados. Ese día no me encontraba bien emocionalmente, cargaba con muchos problemas los cuales en ese momento me agobiaban, yo solo le pedí a la Diosa un motivo para seguir adelante, sin esas ganas enormes de tirar la toalla; entonces te puso en mi camino, desde el primer momento que mis ojos se posaron sobre tu inocente belleza supe que no eras sólo un cliente más, y aunque la tristeza en tus ojos quizá era más grande que la mía, sin necesidad de intentarlo me ayudaste más que cualquiera... tu no lo recuerdas y no te culpó mi amor, luego de eso no nos volvimos a encontrar en mucho tiempo, sin embargo yo no pude olvidarte ─ confesó el alfa con una sonrisa quebrada, recordando la vez que lo conoció.
Jimin se sintió verdaderamente mal y puede que en parte sus lágrimas sean debido a ello, por más que intentó por días, semanas, meses y hasta años jamás recordó ese día.
─ Jamás me arrepentiré de nada Jimin, me enamore de cada parte de ti, tu eres todo lo que está bien en este mundo, y si por mi fuera crearía un mundo solo para ti ─ soltó el alfa finalmente. Jimin no se resistió más y se levantó, a paso torpe corrió al lado de ese hombre que le había dado la mano, que le había ayudado en sus días grises iluminandolos con su sonrisa encantadora, que se quedó a su lado a pesar de todo.
Fue el abrazo más necesitado de todos ─ G-gracias, gracias... gracias ─ lloró de forma desgarradora, mientras que Hoby lo aferró a su cuerpo, negándose a la idea de dejarlo ir. Porque no era justo, todo esto era demasiado cruel y no quería aceptar que la persona entre sus brazos tendría que irse.
Era injusto.
La suave brisa chocaba suavemente contra su rostro, su nariz mantenía un tierno carmín producto al frío, el abrigo que lo mantenía cálido le quedaba demasiado grande debido a su preocupante delgadez, el turbante en su cabeza lo hacía ver hermoso y delicado incluso si su cabello haya caído inevitablemente.
Cada día se sentía más cansado, habían días en los que simplemente solo quería quedarse en cama y no salir hasta que llegue el final, pero también quería disfrutar sus últimos días admirando la naturaleza.
Los atardeceres siempre le han gustado, los colores en el cielo y el canto de las aves que van de paso hacia su destino, las luces en la ciudad y el viento fresco acariciarle el rostro.
Son cosas de las que no quiere perderse pues el tiempo lo tiene contado y quiere disfrutarlo lo más que pueda.
Se encuentra en la azotea de su casa, sentado en un cómodo sofá, pero unos pasos llaman su atención, cuando voltea se encuentra con sus hijos, ama demasiado verlos juntos.
─ Hola pequeños ─ les dice cariñosamente, porque no importa lo que pase o cuantos años tengan, para él siempre serán sus pequeños cachorros.
─ Veníamos a hacerte compañía, no nos gusta que estés solo ─ menciona Juwon acercándose a su padre, siendo seguido por su hermana mayor.
─ Solo salí por un poco de aire fresco ─ responde mientras da suaves palmaditas a cada lado suyo, invitando a sus hijos a sentarse a su lado; estos aceptan encantados y se acomodan a un lado de Jimin, agradeciendo que el sofá sea lo suficiente grande para alojar a tres personas.
Hay un silencio melancólico, ambos menores intentaban con todas sus fuerzas controlar sus aromas para no preocupar a su padre, pero este podía sentir sin necesidad de eso que sus hijos estaban tristes.
─ Prometanme que intentarán ser felices ─ habló repentinamente el omega capturando la completa atención de los menores ─ quiero que me lo prometan ─ volvió a pedir, no estaría tranquilo hasta escucharlo con sus propias palabras.
Dahyun trago duro y apretó el puño, mientras que Juwon solo mordió su labio negándose a llorar.
Era doloroso, dolía solo tener que esperar el final, dolía tener que resignarse, dolía tener que aceptar la cruel realidad de ya no poder hacer nada, eran momentos de agonía para ambos. Pero solo querían que su padre se sintiera agusto, que no tuviera nada que lo atormentara.
─ Lo prometo ─ mencionó la omega con dificultad.
Juwon era el próximo, los ojitos cansados de su padre se posaron sobre él, era como si le suplicara hablar y eso le partía el alma.
─ L-lo prometo ─ sollozo el joven alfa.
Ambos menores recargaron su cabeza sobre los hombros de su padre y con lágrimas en los ojos observaron el último atardecer que pasarían los tres juntos.
Porque dos días después Jimin partió de este mundo dejando un gran vacío en todo aquel que lo conoció.
Hoseok se arrodilló sobre el suave pasto de aquel lugar privado, sus ojos miraron con añoranza aquella fotografía que yacía sobre el pavimento de aquella vieja cruz.
En ella se puede admirar a un sonriente omega de hermosos cabellos rubios y brillantes, sus ojos lucen alegres y rebosantes de vida, su sonrisa contagiosa excelente para animarte en un día difícil.
Ya no hay lágrimas, ahora sólo puede recordar con una sonrisa a aquel omega con el cual pasó los mejores 17 años de su vida, 15 estando casados. No se arrepiente de nada, Jimin fue lo mejor que le pudo haber pasado, solo desea que en la otra vida el omega pueda encontrar la felicidad y ser feliz con aquel que tanto amo.
Acaricia con gran cariño la fotografía, justo en el área donde está su rostro y no puede evitar sonreír con melancolía. Los recuerdos son preciosos, en cada uno él está presente, porque muchas veces el omega fue el protagonista de sus alegrías. Extraña escuchar esa risa que lo caracterizaba, hay veces en la que cree oírla, esta había quedado grabada en cada rincón, las paredes guardan eco, y está llega como una dulce melodía cuando se siente solo.
─ Hola ─ el viento hace bailar el verde pasto ─ ha pasado algo de tiempo desde que vine por última vez ─ sonríe apenado ─ es solo que aún no me sentía listo para darte la cara sin llorar ─ el no quería derramar lágrimas, lo que deseaba era siempre mantener esa sonrisa que el omega tanto amó en vida.
Ahora se podría decir que su corazón está en paz, pues aún lo extraña igual o incluso más que ayer pero resignarse le ha ayudado mucho.
─ Pero aquí estoy cariño ─ deja el ramo de flores sobre la tumba ─ ¿Aún no sabes las buenas nuevas?, nuestro Juwon ya anunció su matrimonio con Haegi, Taehyung está que no cabe de la felicidad ─ se sentía bien hablarle de esa forma. De pronto la sonrisa que tenía se desvanece levemente ─ el hubiese querido que estuvieras con él en ese momento tan importante ─ suspira ─ pero no te pongas triste, sabe que en el fondo nunca lo vas a dejar solo, eso mismo le repite Dahyun siempre que tiene la oportunidad, por cierto, está por entrar a su cuarto mes de embarazo ¿puedes creerlo? Seré abuelo ─ mencionó emocionado.
─ Todos te extrañamos Jimin ─ su mirada sube al cielo ─ pero estamos feliz porque ya estás en un lugar mejor, ojalá hayas encontrado lo que buscabas.
Observó ambas tumbas y no pudo evitar sentirse pleno, pues habían cumplido su último deseo.
"Quiero ser enterrado al lado de Yoongi"
Y así se hizo, por supuesto que cumplió sin ningún problema su petición, respeto su decisión incluso después de haber partido.
El alfa se puso de pie y observó con profunda melancolía ambos sepulcros, no se siente mal porque Jimin le hizo sentir lo que nadie ha podido lograr, le permitió quedarse a su lado, lo bendijo con dos hermosos hijos que puede que no lleven su sangre los ama como si fueran propios, le enseñó a no dejarse vencer nunca y lo más importante lo que es el amor de verdad.
Esto es algo con lo que estuvo completamente de acuerdo.
─ Fuiste lo más hermoso que me ha pasado, siempre vivirás en mi memoria y viviré para recordarte ─ fueron las palabras de aquel alfa que iluminó los oscuros días del omega.
Y con una última mirada se dio la vuelta y comenzó a alejarse, dejando atrás a su primer amor.
Yoongi y Jimin, dos personas que nacieron para estar juntas pero que lastimosamente el destino se encargó de separar.
Min Yoongi.
1993-2021
28 años.
Jung Jimin.
1995-2038
43 años.
Fin.
¿Les gusto? 👉👈
A mi me dolió escribir este último capítulo. Se que muchas personas han pasado por lo mismo y no es mi intención ofender o dañar a nadie, se que el tema de cáncer es delicado para muchos, pido perdón de corazón si hise sentir mal a alguien.
Ya solo falta el extra, creo que lo estaré publicando hoy en la noche.
Muchas gracias🙏💕
31/08/21.
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