Jungkook caminaba hacía el Instituto con la cabeza llena de numerosas preguntas y pocas respuestas.

Se encontraba muy enojado con Chaeyoung por lo que pasó ayer.

¿Por qué Rosé no le había dicho que a Jimin le gustaba Jennie?

De haberlo sabido antes no hubiera permitido que Jimin se acercará a Jennie bajo ninguna circunstancia.

Él habría estado dispuesto a luchar hasta el final por su relación con la azabache.

¿Por que su “mejor amiga” no le había advertido?

Sus pensamientos fueron detenidos por un ligero roce es un hombro. Era Mark Tuan, su compañero de clase.

—Jungkook ¿Me puedo ir contigo?—preguntó Mark sonriente.

—Claro.

Y ambos azabaches se fueron.

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—¿Así que ayer conociste a un guapo chico de hoyuelos encantadores?—preguntó Lisa con un tono de picardía en su voz, mientras codeaba a Rosé.

La pelirroja se sonrojó.

—No es necesario que lo grites, Lalisa, si no le hubiera avisado a Nayeon que lo publique en el periódico escolar—susurro Rosé.

—Lo siento, pero rara vez me dices que hablaste o conociste un chico, es necesario expresar mi felicidad—bromeó la tailandesa.

—¿Y como va tu relación con Hobi?—preguntó Chaeyoung sonriente.

Lisa se sonrojó grandemente, mientras hacía extraños garabatos imaginarios con sus dedos en los lockers.

—Es mágico—fue lo único que respondió la rubia.

Rosé sonrió. Se encontraba muy feliz por su mejor amiga, se notaba lo enamorada que estaba de Hoseok.

—Rosíe, me enteré que tu y Taehyung.... ¿Termiron?—Lisa hizo una pausa—En realidad no tengo ni una mínima idea de lo que ustedes llegaron hacer, pero ¿Por que decidieron terminar con eso? Se notaba la emoción de ambos por ello.

—B-bueno, eso es algo difícil de explicar... En realidad nunca tuvimos una relación de noviazgo, simplemente pretendíamos darnos una oportunidad a cada uno de conquistarnos mutuamente—respondió Rosé algo decaída.

Rosé estaría mintiendo si denegará que sintió y siente algo por Taehyung, con los pequeños detalles y las hermosas palabras, el peliazul había tocado grandemente el corazón de Chaeyoung.

Pero sabía que la decisión de ambos era lo mejor.

—¿Y que es lo que realmente sientes por Tae?—interrogó Lisa generando un ligero escalofrío en Rosé.

—Y-yo, lo quiero y...me atrevería a decir que me gusta—respondió Chaeyoung cabizbaja, mientras sentía como sus mejillas se calentadaban.

—¿Y por que se refugian bajo la excusa de que es lo mejor para todos? ¡Por una gomita Rosé! Deberían ser un poco más egoístas y pensar más en ustedes, eso sin contar que Jungkook no representa a “todos”—hizo comillas en el aire—Por que está más que claro que Jeon es la principal causa de su separación—aseguró Lisa.

Rosé abrió los ojos como platos por la seguridad de su mejor amiga al decir aquello.

Sabía que Lalisa no traía ni una pizca de mentira en su boca.

—Niégamelo, Chaeyoung— volvió a decir Lalisa mientras miraba a Rosé acusadoramente.

—Tienes razón, Lisa.

—¿Y acaso Jungkook y Taehyung volvieron hacer amigos? O tan sólo...¿Jungkook se te declaró?

—N-no, pero el ambiente a estado menos denso desde entonces—se excusó la pelirroja.

—Deja tus obras de caridad de lado, Chaeyoung—Habló Lisa con el semblante serio—Seamos realistas y cuéntame ¿Te sentirías bien ver a Taehyung con otra chica?—preguntó Manoban con un tono un poco áspero.

—N-no.—respondió Rosé triste.

—¿Tu obra de caridad llenaría el vacío que te ocasionaría saber que tu pudiste estar con él y optaste por dejarlo ir simplemente por quedar bien con Jungkook?—Lisa estába siendo un poco dura con Rosé.

Pero Lalisa simplemente quería la felicidad de su mejor amiga sin lugar a dudas.

Por otro lado, Rosé sintió aquella pregunta cómo un trago extremadamente amargo.

—N-no—respondió Chaeyoung en un pequeño sollozo.

Lisa abrazó a su mejor amiga, mientras Rosé dejaba que el calor de Manoban la llenara.

—Voy hablar con Tae, le voy a decir lo que siento—manifestó Rosé sonriente, mientras se separaba del abrazo de su mejor amiga.

—Así se habla, Rosíe—felicitó Lisa.

La rubia se paró y empezó a dar saltitos de felicidad, ocasionando hermosas risas de parte de Rosé.

—Voy a buscarlo—Rosé tomó su mochila y empezó a correr en busca de Taehyung.

Logró escuchar un “suerte” por parte de Lisa y sonrió.

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Jisoo y Taehyung se encotraban desayunando Bibimbap, el clásico platillo que a la madre de Jisoo le quedaba realmente delicioso.

La señora Kim se lo había preparado a  Jisoo para el almuerzo, pero la menor tenía mucha hambre y no se pudo resistir a comer aquélla suculenta comida.

Así que terminó por ir al campus del Instituto, encontrándose de paso a Taehyung, a quién invitó a disgustar de aquella comida junto a ella.

En realidad su relación como amigos se había fortalecido mucho estos últimos días.

Taehyung a estado con ella constantemente desde aquella noche donde la abrazo y le dijo que la iba a proteger.

Desde entonces cada vez que oye su voz o se acerca a ella, el corazón de  Jisoo late con fuerza.

Pero aún no tenía muy en claro que era lo que sentía por él....

Jisoo sintió una potente mirada sobre ella, levantó la vista encontrándose con Tae, quien la miraba atento.

Ella se sonrojó.

Por otro lado, Taehyung miraba las delicadas facciones de la hermosa pelinegra frente a él.

El peliazul sonrió inconscientemente.

De pronto, una pregunta algo extraña llego a su mente...

¿Que era lo que él sentía por Jisoo?

Cuando él la miró llorando sintió como esa necesidad de progerla. Pero no como protegería a Lisa o a Jennie si no como....

Como lo hacía con Roséanne.

¿Sera posible?

¿En tan poco tiempo le empezó a gustar Jisoo?

Él necesitaba aclarar sus sentimientos, pero..¿Como podía hacer eso?

Y sí... ¿La besaba?

Taehyung no lo pensó mucho, y antes de arrepentirse asaltó los labios de la pelinegra.

Jisoo quedó estática al principio, pero después logró seguir el ritmo, haciendo que Taehyung sonriera en medio del beso.

El chico poso sus manos en las caderas de la pelinegra, haciendo que Jisoo agarrase el cuello de Taehyung profundizando el beso.

Ambos lo estaban disfrutado...

Luego se separaron lentamente y se sonrieron nerviosos....

»»——⍟——««

Rosé ya había buscando a Taehyung por todos lados y no lo encontraba.

Lo peor de todo es qué solo quedaban veinticinco minutos para entrar a lecciones.

De pronto se acordó que de vez en cuando el peliazul acudía al campus para relajarse y ver sus redes sociales antes de entrar a clase.

Sonrió y corrió en dirección al campus.

Al llegar buscó con la mirada a Tae.

—Bingo—exclamó al verlo sentado en las gradas junto a Jisoo.

Hiba caminar hacía ellos, pero paró en seco al ver a Taehyung besar se Jisoo.

Rosé parpadeo un par de veces, negándose a creer aquello.

—N-no, no, no, porfavor que esto sea mentira—sollozo Chaeyoung sintiendo sus ojos cristalizar.

Pero no era un pesadilla, era realidad.

Antes de que alguno de ellos notará su presencia, se alejó caminando lentamente.

Sentía como sus mejillas humedecian.

¿Pero que esperaba? T

Taehyung es un chico increíble y había estado enamorado de ella por mucho tiempo, y cuándo al fin se dio la oportunidad de estar juntos, ella se había rendido cobardemente.

Corrió hacía el comedor y se sentó en el pisó a llorar, escondiendo su cabeza en sus rodillas.

¿Por que todo en esta vida le salía tan mal?

Pobre bebé Rosíe, solo la hago a llorar.

Pero esto era necesario.
Lo siento.

Mil disculpas por no actualizar.