Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

46. Me enamoré de ella.

"Despierta... no creo que recuerdes lo que sucedió anoche"

Escuché su risa traviesa.
Le hice caso y estiré cada hueso de mi cuerpo para reacomodarlos, eso se sentía genial. Me sentía ligera como una pluma y tan fresca como una lechuga, no recordaba mucho lo que me había sucedido pero estaba agradecida.

—Al fin despiertas —oí esa voz que me ponía nerviosa. En ese momento recordé lo que había sucedido anoche y el calor subió hasta mis orejas, a cada parte de mi rostro. No podía ser verdad—. ¿Cómo dormiste?

—Por primera vez en años, puedo decir que "como un ángel" —lo miré y él se estaba acomodando la camiseta que había usado ayer—. No, por favor... quítatela —supliqué sentándome en la cama, Colby sonrió regalándome la primera sonrisa del día y se la quitó.

—¿Ahí? —llevó las manos a sus caderas y se miró—. No creí que te gustara ver esto.

—Si es un chiste por favor ríete, porque eso es lo más bello que he visto en toda mi vida —me cubrí con las sabanas hasta el pecho. Colby miró lo que había hecho y tomó del suelo mi ropa interior acercándose a la misma vez, a mi.

—¿Soy bello? —se sentó a mi lado.

—Lo eres —admití tomando mis pertenencias de su mano, pero fue más ágil y las alejó de mi alcance.

—¿Y mis "buenos días"?

—Buenos días, Lopez —lo abracé por el cuello, sus brazos acariciaron mi espalda desnuda con movimientos pausados—. Tenía miedo de que no estuvieras aquí cuando despertara —le susurré cerrando los ojos.

—No soy de los que se va, Devie —besó mi hombro—. Ya te lo dije.

—Lo sé.

Su piel era tan suave y relajante que me costó alejarme de su cuerpo cuando intentó separarme. Al lograrlo, me miró a los ojos y me besó de una forma diferente, cada vez que lo hacía me provocaba distintas emociones pero todas maravillosas.

—Me enamoré, ¿sabes cómo lo sé? Porque no quiero conocer a nadie más. A nadie.

—Eso está bien —tomé mis prendas de sus manos—. Porque me gusta proteger lo que me importa, lo que es mio. Y ahora eres mío.

—¿Soy tuyo?

—Ayer abusé de ti, así que eres mío —me puse la venda sintiendo su mirada en mis pechos—. ¿Algún problema?

—No, ninguno —sonrió—. Solo olvidas el detalle que yo fui quien abuso de ti.

—Eh, no lo repitas porque eso es machismo.

—¿Te gustaría que yo fuera un aliado feminista?

—Por supuesto, así no tendremos que discutir.

—Entonces no —se puso de pie y volvió a tomar su camiseta—. Quiero discutir contigo de vez en cuando. Por el control remoto, por ejemplo.

—Eres un peleador.

—A eso me dedico —se pasó la prenda por los hombros cubriendo ese hermoso torso.

No le respondí, en cambio, me puse de pie aún desnuda y me comencé a vestir al frente de él. Creí que seguiría haciendo sus cosas pero no lo hizo y se sentó a mirarme en silencio, llevando su dedo índice a su labio inferior.
Cuando acabé lo miré y este hombre me sonrió de lado de una forma muy distinta, una mezcla entre coqueto pero perverso. Quien sabe lo que estaba pensando.

—Me aseo y nos vamos —comenté caminando hacia el baño—. ¿Tú tienes mi teléfono?

—Está en mi auto.

—¿Dónde está tu auto?

—Aquí afuera, lo fui a buscar temprano —guardó silencio—. Podemos ir a desayunar afuera o en casa si quieres.

—¿No te molesta que nos vean juntos?

—Me importa un carajo lo que piensen los demás sobre nosotros, yo quiero salir contigo y voy a salir contigo todas las veces que me plazca.

—¿Eso mismo le vas a decir a Chris?

—Yo quiero acostarme con Devin y voy a acostarme con Devin todas las veces que me plazca —repitió.

—¿Se lo dirás así? —lavé mi rostro.

—Mm... ¿no? —estaba dudando y ese tono de voz me hizo reír, le tenía cierto temor a Chris.

—Cobarde.

—No lo soy.

—Entonces dile lo que piensas con la notable picardía que estás usando ahora conmigo —pasé la toalla por mi rostro y fui a él—. No tengas temor, no es mi padre y no somos adolescentes. Dos puntos a favor.

—¿Te pones delante de mi?

—Claro.

—Lo haré —tomó su teléfono del buró y se lo guardó en el bolsillo—. Entonces, ¿qué decides?

—Quiero desayunar en casa, no necesito buitres esperando para que cometa un error y me devoren viva.

—Esa es mi Devie —tomó mi mano, pero lo solté en un movimiento bruto como si me hubiese quemado—. ¿Qué sucede? —frunció el ceño.

—No, discúlpame —miré mi mano—. Solo que antes evitaba esa muestra de afecto en público, ya sabes...

—No digas su nombre —interrumpió—. Yo soy otra persona, por lo cual, haré las cosas bien contigo —me tendió la mano, lo miré y luego se la entregué—. Tal vez te resulte posesivo que la gente se tome de las manos en público, pero es una muestra de afecto muy común.

—Tal vez algún día me acostumbre —comenzamos a bajar las escaleras, sus dedos entrelazaban los mios como serpientes y no podía dejar de verlos.

Las escaleras se hacían eternas, no recordaba que hallan sido tantas la noche pasada, me resultaba ilógico.
Al llegar abajo, le devolví la llave al recepcionista y este nos miró sorprendido, supongo que era homofobico como todos los demás.
Colby acarició mis dedos cuando estaba comenzando a ponerme tensa por la mirada del homofobico y me sacó de ahí sin decir palabras.

Identifiqué el auto y Colby me abrió la puerta delantera, primera vez que subiría a su lado. Acepté la invitación y luego cerró la puerta suavemente asegurándose de que no me hubiera pillado nada.
Giró la parte delantera y subió a mi lado, miré la guantera buscando mi celular pero no estaba ahí. Estaba en en el estrecho pasadizo que existía entre los asientos, junto a unos caramelos. Tomé ambos.

—No tiene carga —lo guardé en mi bolsillo e intenté abrir uno de los caramelos—. ¿El camino será largo?

—La verdad, si —me miró—. Podríamos comprar algo en el camino si tienes hambre.

—Suena bien —le metí el caramelo en la boca y procedí a quitarle la envoltura al otro—. Mientras tengamos música, yo me anoto a viajar contigo siempre —me acomodé y Colby comenzó a andar por las calles hasta llegar a la carretera, yo hice mi parte encendiendo el reproductor de música.

Me gustaba mirar por la ventana, me recordaba cuando recorría todos esos kilómetros con mi patineta y jamás me cansaba, como me gustaría hacerlo de nuevo. Bajé el vidrio unos centímetros y el cabello de Colby se desordenó a pesar de tener una liga sujetandolo, se veía atractivo. Más aún cuando se puso los lentes de sol que tenía en la guantera.

"¿Estás ahí?"
Pensé para que me escuchara Danny.

"Siempre lo he estado"

"¿Por qué guardas silencio?"

"Porque yo te doy consejos cuando los necesitas o te doy ese empujón cuando más necesitas"

"Me hace pensar que te has marchado, al menos tocame la mano o una parte del cuerpo para saber que no me has dejado. No sé que haría sin ti"

"Lo haré"

Sonreí más tranquila y miré el paisaje, había una secuencia de carteles que me molestaba ver al lado de la carretera. Pero también habían locales de "Fast Food" y siempre recordaba que a Colby le gustaba parar a comer.
Miré la hora en el reproductor, iban a ser las doce del día y ya estaba comenzando a sentir hambre, mis tripas habían sonado. Lo miré y el auto se detuvo al frente de un local.

—¿Para comer o para llevar? —me preguntó acariciando mi rodilla.

—Llevar.

Se bajó tomando su billetera y se la guardó en el bolsillo, ¡si que se veía bien en esos pantalones! ¡demonios, era hipnótico! Incluso tenía mejores piernas que yo, que soy una mujer.

Esperé mientras cantaba la canción que sonaba en el reproductor y treinta minutos después salió de ese lugar con una bolsa. Me hizo un movimiento con las cejas y subió a mi lado entregandome la bolsa, la revisé sin perder mucho tiempo.

—¿Una ensalada? ¿es una broma? —le pregunté algo molesta.

—No lo es —me miró serio—. Un chico una vez me dijo "oye, no podía venir con las manos vacías. ¡Y que mejor manera si no es tirándote una indirecta de que estás gordo!"

—Aún me guardas rencor, ¿no es así, viejo? —abrí la fuente de plástico—. ¿Y no tiene palta? No, así no se puede —me giré e intenté abrir la puerta pero la risa de Colby estalló—. ¿De qué te ríes? ¿qué le ves de gracioso a todo esto?

—Era una broma, tu rostro es tan adorable que no se puede ver enojado —me frenó de salir—. Ni siquiera puedes arrugar la frente.

—Una ensalada sin palta es como una hamburguesa sin queso, estoy enojada.

—Te enojas por cosas tan simples.

—Es que tengo hambre y una ensalada no me llena —me crucé de brazos.

—Dentro de la bolsa hay otra fuente con pollo y papas fritas, deberías seguir buscando antes de hacerme un escándalo —la sacó y dejó la ensalada dentro—. Berrinchuda —tiró de mi nariz y seguimos por la carretera.

Abrí la fuente y comencé a comer, Colby solo abrió una bebida y de vez en cuando le daba un trago. Aunque no quisiera, le llevaba una papita a la boca y no me la negaba. Me gustaba hacerlo reír, llegué al limite de ponerle una papita en cada fosa nasal y como no podía quitar las manos del volante intentaba tomarlas con la lengua o los dientes, solo le tomé una foto con su celular.

Después de todo, también me comí la ensalada.

—¿No qué no te llenaba? —me miró.

—Me la comeré de todos modos, ya la pagaste y no la voy a perder —le hice un desprecio y Colby rió.

—No cariño, yo conozco la verdadera razón.

—¿Cuál es?

—La culpa —tomó de su bebida—. De haberte comido a un animal inocente.

—¿Cómo lo sabes?

—Soy observador, no creas que todo ese tiempo que pasé contigo no guardé pequeños detalles acerca de ti.

—No dejas de sorprenderme —cerré la fuente y la guardé de vuelta en la bolsa, aún tenía comida pero ya no tenía hambre. Colby me ofreció de su bebida y bebí un poco para poder pasar los alimentos, después la volví a dejar a un costado para que no se derramara—. Me gustaría poder conocer al menos la mitad de todas tus cualidades —me volví a acomodar.

—Solo debes saber que soy feliz cuando estoy contigo —tomó mi mano.

—Romántico —la besé y cerré los ojos dejandome llevar por la música, aún no veía algo que reconociera de la ciudad.

Ambos guardamos silencio, solo podía escuchar los consejos de Danny y conversar con ella internamente. Era tan lista que nunca se quedaba sin frases que me hacían pensar.

Minutos después, Colby me dijo que estabamos cerca y así fue, pude identificar el color de su casa muy diferente al de los demás. Estacionó lentamente, tomé la bolsa y Colby se bajó primero impidiendo que no bajara sin que me abriera.
Abrió la puerta, me tomó de la mano y no me soltó hasta que la cerró otra vez, me miró con una sonrisa. Me iba a soltar de su agarre pero no entiendo como sucedió, Colby puso ambas manos sobre el auto a cada lado de mi cabeza y acercó sus labios a los mios de un momento a otro.
En un movimiento rápido dejé caer la bolsa al suelo y llevé mis manos a su cuerpo, sus labios tenían un sabor muy dulce producto de toda la bebida que había tomado. Mi boca quería apoderarse de ese sabor, quería quitarselo todo.

Estaba disfrutandolo, realmente lo hacía. Pero como toda casualidad existe, mis oídos escucharon el sonido de aplausos no muy lejos de nosotros.
Me separé de Colby y pude ver a Chris aplaudiendo junto a esa mirada que denotaba seriedad absoluta.

—Bravo —añadió.

Yo solo pude sonreír y saludarlo, necesitaba que Colby actuara por primera vez. Ya no era un niño y si me quería tanto como yo lo quería, entonces tenía que demostrarlo.

—¿Me explicas que sucede antes de que te corte el don que Dios te dio? —juntó sus manos.

—Está bien —se separó de mi y en vez de ponerse detrás, se paró adelante de mi. Buen comienzo—. Ayer no volví a casa como te lo había dicho, en vez de eso fui a buscar a Devin ya que estaba seguro que no tendría como volver a casa a esa hora. Creí que lo deducirías —se encogió de hombros—. La encontré y las cosas se dieron como debían darse, pasamos la noche juntos.

"Se más imprudente y dile que tuvieron sexo, sexo sucio"

Lastima que solo yo puedo oírte —susurré entredientes.

—Entonces esa es la cosa Chris, sabes que yo la amo desde mucho antes. No sé porque te molesta que sea feliz, que la haga feliz como te lo prometí el día en que te enteraste que era Devin el chico nuevo en la empresa —caminó hacia él.

—¿Por qué me molesta? —lo miró fijamente achicando los ojos, era igual que mi padre cada vez que le presentaba un amigo—. Porque sé como eres, deberías recordar tus antiguas relaciones y reflexionar cual fue tu error en ese momento. Como fue que cambiaste de zapatos tan rápido.

Eso me hizo levantar las cejas y formar una "o" en mis labios, fue directo al grano ese hombre.

—¡Salseo! —grité apuntando a Chris, ambos me miraron con mirada asesina y yo preferí llevar ambas manos a mi boca como el emoji del monito.

—Mira, Chris —habló esta vez Colby—. Sé los errores que he tenido con el amor, he sido un idiota y lo acepto —levantó las manos—. Uno no nace sabiendo como mantener una relación y me dí cuenta muy tarde, pero esta vez te digo desde el fondo de mi corazón... —se quitó los lentes—. Que me enamoré de ella, me enamoré de su mentalidad, me enamoré de su forma de ser; con todo y su altanería, con todo y sus berrinches, con todo y su carácter agresivo. No le cambiaría nada, porque finalmente así me enamoré de ella la primera vez, con su indiferencia. Jamás fue linda persona conmigo —río—. No puedes hacerme dudar o al menos cambiar lo que siento hacía esta mujer, y si me quieres cortar ya-sabes-que, hazlo, de todos modos el amor es un sentimiento que no depende de cuantas veces se tienen relaciones. Es mucho más.

"¿Ahora estás segura de lo que sientes?"

No le respondí, no quería hacerlo cuando ella sabía la respuesta.
Chris lo miró, suspiró pasando una mano por su frente y al final sonrió volviendo a mirarlo.

—Eso quería escuchar —le tendió la mano, Colby se demoró un poco pero se la apretó y terminaron dándose un abrazo.

—No puede ser... —susurré imaginando como Danny debería estar mirándome.

"Le aplaudo"

Igual yo.

Me acerqué a ese par y giré alrededor de Chris, mirándolo detenidamente y oliéndolo por si no estaba pasado a alcohol o algo por el estilo.

—¿Seguro que estás bien? —llevé mis dedos a mi mandíbula.

—Dev, si él es capaz de decirme lo que siente por ti sin miedo, a diferencia de lo que no hicieron los sujetos que decían estar enamorados de ti... ¿entonces por qué no debería darle una oportunidad? El chico tiene pelotas.

—Cierto, siempre tenían que pasar la prueba contigo primero.

—Tu padre nunca se comportó como un buen sujeto, por eso yo me he encargado de ocupar su lugar.

—Lo has hecho bien ¿sabes? —sonreí—. Nunca te he dado las gracias por eso, nunca dejaste que me sucediera algo malo en ese entonces.

—Ven aquí —me hizo un gesto con las manos para que lo abrazara, no me demoré mucho en corresponderle.

—¿Seguro que lo aceptas? —le susurré.

—Claro, solo quería que me lo dijera ya que nunca lo hizo abiertamente pero siempre confié en él —me susurró de igual forma—. Y porque sé que puede llegar a ser aún más bobo con respecto al amor, es divertido verlo así.

—De alguna manera me lo esperaba —me alejé de él y no pude evitar sonreír al ver que lo hacía—. ¿Para que has venido?

—Venía a buscarte para que fuesemos a cumplir el servicio comunitario.

—¡Lo había olvidado! —me dí un golpe en la frente y Chris me sobó como lo hacía en los viejos tiempos—. Me cambio y nos vamos, ¿te parece?

—Te espero aquí —me guiñó un ojo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro