Veinte minutos agonizantes fue lo que duró la lucha entre ellos dos.

Quería entrar y golpearlo con mis propias manos, pero me contuve y comencé a hacer barra como los demás.
El dolor de estómago había desaparecido por el efecto de la pastilla que me había tomado y estaba más tranquila. Levi no parecía tener oportunidad... y nunca la tuvo, en realidad.

Colby le hizo la cuenta.
—¿Qué opinas de la estrella de Hollywood ahora? ¿eh? —se acercó a mi golpeando sus manos como si se quitara el polvo.

—Cállate —bufé y él me mostró su lengua bajando del ring. Quería golpearlo, quería hacerlo.

"Tranquila, solo es una lucha"

—¿Y tú donde estabas? —pregunté escuchando la voz de Danny otra vez.

"Me tomé unas vacaciones mientras tú disfrutabas con ese sujeto"

—¿Ahora me dirás que tú también lo odias?

"Tengo mis razones, al igual que las tiene Colby"

—No me digas —me crucé de brazos mirando como Levi se ponía de pie, bajaba del ring y salía por las puertas—. ¿Ahora a nadie le gusta las decisiones que tomo?

"Discrepo. Pero te diré que si necesitas una distracción, podrías elegir a Colby que incluso él te haría más feliz y eso sin recurrir a las drogas"

—Oye, yo elijo bien con quien quiero estar. No tienes derecho a opinar de lo que es mejor para mi, si lo he elegido a él es por algo —me bajé y senté en un lugar cercano—. Por desgracia no estas conmigo y me lamento mucho por ello, pero ¿qué más puedo hacer? Sino buscar consuelo en otras personas.

"Había otra persona antes que Levi y no le diste la oportunidad a él cuando se la merecía más que nadie. Levi debía estar atrás de la fila"

—¿Como te hago entender que Colby me ve como a un hermano más?

"Te abofetearía, ¿sabes? Pero no puedo porque no puedo tocar tu rostro"

—Déjame en paz —suspiré y levanté la mirada. Se encontraba Colby y Chris mirándome mientras uno de los dos le secreteaba cosas y el otro le respondía sin dejar de mirarme—. ¿Qué miran?

—Nada en particular —respondió Chris—. ¿Cómo estás?

—Espera... —miré a ambos lados dando pasos lentos hacia ellos—. ¿Me hablas a mi? —me apunté.

—No veo que alguien más este detrás de ti, señor Brooklyn.

—¿Tú también, Jericho? ¿con los apodos muy poco ingeniosos?

—Oye, sea como sea estoy del lado de este sujeto. —lo abrazó por los hombros.

—Traidor.

—Nunca fuimos amigos desde un principio —río.

—Y yo que te consideraba uno. ¿Qué te pasó viejo? —me crucé de brazos y él se encogió de hombros.

—Aún recuerdo los ataques por la espalda Daniel, aún recuerdo el ojo morado —se tocó.

—Ey, solo hice que te vieras más malote en público. Deberías agradecerme —seguí avanzando y me abrí paso entre ellos dos al igual que una diva, forzando a que Chris soltara a Colby.

—Está celoso —comentó Lopez con humor. Me giré a ellos pero ellos ya lo habían hecho, al parecer estaban felices. Demasiado como para hacerme bullying.

—¿Celoso? No, para nada —les sonreí—. Es más, les tengo un regalo —llevé mis manos a mi espalda y con una sonrisa levanté ambas manos dejándoles ver mi dedo medio.

Con las ganas de que se les borrara la sonrisa, no sucedió y en vez de eso, ambos se acercaron y besaron mis dedos igual que lo había hecho Lopez la otra noche.
La que estaba enojada ahí era yo y para no dejar que me vieran enojada decidí seguir mi camino en busca de Levi.

"Me alegra decir que ellos van a ser los únicos que podrán controlarte y devolverte la mano igual que el karma"

—Por favor, no quiero escuchar tu voz ahora —le dije relajada, no le iba a gritar—. Pero quiero que me digas si viste por donde se fue Levi.

"A mano derecha, esta caminando de vuelta a casa"

—¿Desde cuándo tan malhumorado? —comencé a correr.

"Tal vez estás aprendiendo a conocerlo como es realmente"

Hice una mueca y miré la calle cada vez que tenía que cruzar por si venía un vehículo, hasta que pude alcanzarlo.

—Lev, ¿qué sucede? —le sujeté el brazo, pero se soltó de un jalón—. No te comportes así, porque si tú estás de mal humor yo estoy de mal humor —le volví a sujetar el brazo y esta vez se detuvo girándose a mi, pero no me miró a la cara—. ¿Te molestó perder?

—No, solo... olvídalo —pasó su mano derecha por su rostro, tratando de quitar ese mal semblante—. Creo que mezclé un montón de cosas, discúlpame.

—Ya veo.

—No quise irme así como así —suspiró—. Soy un idiota.

—Descuida, de todos modos ya quería irme —tomé su mano y le sonreí de lado cuando por fin me miró—. ¿Compramos algo y comemos en mi departamento?

"Complaciente"
Se burló.

—Claro —sonrió él.

"Ojala te ahoges con lo que comas, espero compren pollo y el hueso se te quede atorado en la garganta"

—¿Pizza? —sugerí.

—Claro —pasó sus brazos por mis hombros y me apretó a su cuerpo.

"Espero que sea intolerante a la lactosa y termine en el hospital con una sonda"

—Shh —la hice callar—. ¿A domicilio o vamos al supermercado?

—Llegamos al departamento, llamo a la pizzería y la comemos en la tina.

—Pero yo no tengo tina.

—En mi departamento hay una.

—Genial.

"Piensas con el pene"

—Que te calles, por favor —susurré y luego sentí un frío sobre mi espalda, supongo que se había montado. Como todas las otras veces en que estábamos enojadas y ella subía en mi porque no tenía ni ganas para caminar.

"Te había extrañado"

—¿Con quien te habías ido?

"Con el ángel de Chris"

—Ey, picarona. ¿Cómo es? —reí y Levi me miró de reojo, intenté guardar silencio. Él sabía que conversaba con ella, pero este momento era entre Danny y yo.

"No entraré en detalles"

—Lo disfrutaste, lo sé.

"Es lindo Orlando, Florida."

—Espera... ¿estuviste en WrestleMania y no me hablaste? ¿no me apoyaste?

"Ibas a ser un desmadre, ¿qué podía decirte? «No Devin, no hagas eso» cuando claramente lo ibas a hacer de todos modos. Porque eres llevada a tus ideas"

—Buen punto.

"Pero siempre he estado contigo aunque no sea a través del habla. Pero me tienes y esa seguridad que sientes a veces soy yo"

—Ahora lo tendré en cuenta.

Seguimos caminando, esta vez Levi prefirió hacerlo y no tomar un taxi.
Estaba callado, pero su mirada decía muchas cosas sobre él y eso me intrigaba como nunca antes.
Tal vez, podía mostrar sus verdaderos colores muy pronto.

.

—Tengo hambre, ¿cuánto más se pueden demorar?

—Devin, llamé hace cinco segundos. ¿Siempre va a ser así? —río.

—Es que quiero ir a la bañera —hice un mojín y él me miró pícaro—. No es por lo que estás pensando, solo que hace mucho que no uso una.

—Ve a mi departamento, cuando llegue la pizza te sigo.

—¿No hay nadie?

—No y los fiesteros a cada lado están de vacaciones. Se fueron a Irlanda.

—Que sorpresa.

—Se van cuando ya no paso tiempo ahí, es más bien irónico —sacó las llaves de su bolsillo y me las entregó—. No uses todo el jabón.

—No cuentes con ello —salí corriendo, su risa se comenzó a escuchar y eso me alegró, me hizo sentir niña otra vez.

Abrí la puerta con la llave, por fin vería el departamento de Levi.
Empujé la puerta lentamente pensando que me encontraría con un desorden pero fue todo lo contrario, todo estaba más limpio que un espejo. Sus cosas eran mucho mejores que las mías, como si fuese millonario pero no sabía en que trabajaba.
Ignoré las ideas de mi cabeza, cerré la puerta detrás de mi y caminé recorriendo toda la zona hasta dar con el baño.

"Oh, wow."
Mis labios se quedaron abiertos, era increíble.

Me acerqué a la bañera y abrí ambos grifos: del agua caliente y la del agua fría para poder dejarla templada.

—No usaré mucho jabón —sonreí tomando la botella, no miré como este caía dentro y comencé a silvar hasta que se sintió más ligero—. Claro que no —volví a dejar la botella en su lugar, solo que esta vez vacía.

Faltaba para que se llenara la bañera, así que me senté sobre el retrete a esperar.

"Reitero, no debí haber llegado tan pronto."

—Tienes razón, pero fueron mis recuerdos los que te trajeron de nuevo —cerré los ojos, pudiendo imaginarla junto a mi.

"No es cierto, ni siquiera me recordabas.
Volví porque me preocupaba tu bienestar después de haber conversado con el hombre muerto"

—Desde ese momento todo se volvió más aburrido, fue como abrir los ojos.

"Los abriste... pero no completamente"

—No vuelvas con tus indirectas, no tengo ganas de actuar como Sherlock Holmes.

"Te arrepentirás luego, Devie. Y aún así estaré junto a ti"

Eso realmente me había hecho pensar, abrí mis ojos y lo medité por un largo tiempo. Mi vista estaba en una dirección pero no era capaz de mirar, era mi mente la que seguía indagando con frenesí.

—Amor, ya llegué —escuché la voz de Levi—. ¿Dónde est... ¡el agua! —corrió hacía la tina. Al intentar cerrarla, resvaló y cayó dentro pero aún así cerró ambas llaves—. ¿De qué te ríes? —me preguntó.

—Lo siento, eso fue... ¡maldición, totalmente épico! —reí más fuerte.

—Ja. Ja —se sentó y miró toda la espuma que se había formado al resbalar—. ¿Qué es toda esta espuma? Te dije que no lo usaras todo.

—Oye, tú las creaste al caer dentro. Yo no pensaba revolver el agua para que se viera así —me encogí de hombros—. Y si me dices "no" yo digo "si".

—¡Devin! —gritó pero solo pude reír—. Me las pagarás, ya verás.

—No creo que salgas de ahí —me senté más cerca de él, al borde de la bañera.

—¿Ah, no? Ven aquí —me tomó del brazo y me metió con todo y ropa, de la misma forma en que él había caído—. Ahora ambos estamos mojados.

—¡No! —escupí el agua que se había metido en mi boca y le dí unos golpes en el pecho—. ¡No es justo! —aún no podía abrir los ojos por el jabón.

—Es totalmente justo —río y limpió mis ojos, hasta que los pude abrir—. Querías meterte a la tina y ahora estamos dentro.

—Pero yo quería comer —chillé—. Dime que trajiste la pizza.

—Mm...

—Levi —dije en tono de advertencia—. Dime que ya la vinieron a dejar.

—No fue mi culpa, tu hiciste que cayera dentro de esta cosa —se excusó.

—¡Levi! —grité—. Te odio.

—No es cierto.

—Si, lo hago. Pero si quieres que no lo haga, sal de aquí y ve por la pizza.

—Vale —suspiró.