—Blanco es...

—¿Lo contrario del negro? ¿Como blanco y negro?—añadió él por ella.

—Más o menos—respondió—, pero me gusta pensar en cada color con los términos de sí mismo en lugar de relacionarlo con otros. Blanco...es el sonido de la nieve cayendo, es beber agua luego de haber masticado un chicle de menta. Es la música de un piano cuando no hay algún otro sonido y todos están escuchando con su debida atención. Blanco es la sensación fría que sientes al darle la vuelta a tu almohada, es meter tu mano en agua fría y el sentimiento de caminar entre la neblina. Es un ventilador muy cerca de tu cara, y también es respirar cuando la temperatura está bajo cero.

—Entonces el blanco es frío.

—Aveces—dijo ella—, pero como todos los colores, no es siempre una cosa u otra.

—¿Cómo ves los colores tan claro?—preguntó incrédulo—Hay tanto ahí.

Él sintió su brazo contra el suyo levantándose en un encogimiento de hombros.

—Creo que no parece difícil creciendo con ellos—dijo ella—. Los fui tomando de la gente que me rodea, supongo.

Él escuchaba atentamente mientras ella continuaba.

—De todos modos, el blanco es puro. Es una nevada fresca, sin huellas en ella y sin ningún espacio derretido, es impecable. La luz blanca es brillante y rígida. El aire frío es blanco; cuando lo respiras se siente tan limpio y refrescante. Blanco es el color que una novia lleva en su día de bodas, el blanco es claridad y nuevos comienzos.