vii
—Negro...
—Sé cual es el negro—la interrumpió—. Es el único color que he sido capaz de ver.
—Pero es más que eso—insistió ella—. Es la maravillosa sensación de ser muy pequeño cuando estás afuera en una noche clara y fría. Es un lienzo vacío, y es profundo e insondable, como si pudieras caer y nunca volver a salir. Negro es el cielo nocturno: frío y vacío, pero también hermoso y brillante de algún modo.
—Negro es el olor de la tinta en la página de una libreta, la suavidad de la seda y el sonido del silencio que a veces saboreas por la noche. Es un fondo de terciopelo donde las estrellas se muestran cuando cae la noche.
Él cerró sus ojos permitiéndose a sí mismo relajarse, disfrutando de esa sensación de pequeñez de la que ella había hablado. Y fue agradable, en realidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro