➪♥︎ Monday
Ambos cuerpos desnudos se encontraban debajo de las sábanas blancas, la luz comenzaba a asomarse en aquella habitación. Soobin y Yeonjun eran la envidia de muchas personas. Ya que, al ser la mejor pareja de la universidad tenían bastante popularidad, las chicas no entendían como alguien podría ser novio de un hermoso chico "playboy".
¿Y cómo era que estos dos estaban juntos?
Bueno, ellos siguen juntos todos los días.
Te invito a tomar asiento. Trae una taza de café con galletitas porque esta historia va para largo.
Sí, SooBin era el Playboy de la Universidad. Era alguien que con su sonrisa coqueta te hacía mojar las bragas inmediatamente, sus tatuajes en los dos brazos musculosos y esos ojos que te daban una mirada penetrante.
En cambio, Choi Yeonjun era todo lo contrario. Mientras SooBin transmitia terror, miedo y bragas mojadas. Yeonjun era una persona envidiosa, egocéntrica y competitiva. Ser el hijo del rector de la universidad, tenía ciertos privilegios.
1. Podía llegar tarde a clases.
2. Hacer o no su tarea.
3. Fumar, beber o drogarse dentro del campus.
4. Follar con Soobin en donde sea.
Bueno, así que se digan privilegios... No.
El rector Choi era alguien culto, responsable y confiaba en que su hijo no hiciera ninguna de esas cosas que hacen los jóvenes de hoy en día. Sin embargo, Yeonjun era todo menos culto y responsable. Se la pasaba ocasionando problemas sin sentido y cuidado con decirle a su padre, la amenaza que le decía a los profesores "No se meta donde no le importe o lo acusaré con mi padre"
Y solo así los profesores lo consentían. Preferían quedarse callados a ser despedidos.
Soobin y Yeonjun se conocieron en un castigo por parte de la profesora de literatura. Una persona que aparte de ser hostigante, era una metiche. Se metía donde no la llamaban.
Choi llevaba varias clases en no hacer su tarea, según él era porque no entendía absolutamente nada de lo que su profesora le decía o explicaba. Nunca llegaba temprano a clases, y había veces que no iba. Por lo tanto, la profesora lo asignó a un trabajo en parejas con nada más ni menos que, el chico playboy de la universidad.
Admitía que él era caliente, y que no pronto caería en sus redes. Sin embargo, el que cayó primero fue Yeonjun.
Soobin iba todas las tardes a casa de Yeonjun hacer todo menos la tarea. Ya se podrán imaginar que tanto hacían.
Con el pasar de los meses, Yeonjun comenzó a tener sentimientos hacia Soobin y estaba seguro de que él ppno correspondería a su amor. Sin embargo, le tomó por sorpresa saber que Soobin también sentía cosas por él.
Eran de mundos distintos, pero ambos querían olvidarse de esa mierda
—Te has enamorado de un chico malo, Junnie —dijo Soobin después de haber alcanzado el clímax. Agarró un cigarro y soltó el humo del cigarro cerca de la cara del pelirubio
—Lo sé... —Admitió Yeonjun tocando la mejilla de Soobin y quitándole el cigarro para inhalarlo —Y me encanta. No importa lo que hagas, para mí eres alguien único y te amo por como eres.
Y por primera vez, Soobin y Yeonjun hicieron el amor.
Actualidad
— Binnie... —musitó el pelirubio dejando leves caricias en el pecho desnudó de su novio.
—¿Mmm..?
—Últimamente he estado solo — Dijo con un adorable puchero que lo hacía verse tierno a los ojos de Soobin —No puedo evitar pensar en ti, y en las cosas buenas que me haces sentir.
Soobin sonrió con picardía.
—¿En serio? — Preguntó alzando su ceja. Se sentó en la cama de manera que Yeonjun se colocara ahorcadas sobre sus piernas —Lo siento por dejarte solo, pero tu papi nos ha dado problemas. Recuerdas que estoy en suspensión y que no debería estar rondando por la Universidad hasta dentro de una semana.
Yeonjun frunció su ceño.
Siempre era lo mismo con su padre. Nunca lo dejaba disfrutar de la vida con su novio, a donde él iba tenía que ir acompañado de un guardaespaldas o un sirviente. Ya estaba lo suficiente grandecito como para cuidarse, le tenía harto las estupideces de su padre y las charlas que solo lo aburrían en absoluto.
—Mi papá debería conseguir a alguien para meter... — Soobin no lo dejo terminar la palabra.
— Shshsh bebé, no digas groserías delante de mí — Soltó una sonrisa coqueta, de esas que te hacían tener un orgasmo en cuestión de segundos.
—¡Qué feo que seas así conmigo! —Dijo dando un leve golpe en el pecho de su amante —Además, te encanta que diga groserías.
—En eso tienes razón. Me encanta que lo digas, pero ¿Sabes qué me encanta más?
El pelirubio negó
—Follarte —Dijo con una voz sexy. Comenzó a dejar caricias en su espalda hasta llegar a su trasero. Apretando y tocando a su antojo las nalgas de su pelirubio —Tengo tu cuerpo, y lo manejo a mi antojo.
Soobin es de Yeonjun y Yeonjun es de Soobin.
— Ahh —Jadeó Yeonjun cuando el pelinegro comenzó a hacer fricción con sus miembros —Soy tuyo, todos los días.
Soobin se abalanzó contra su boca de manera salvaje, haciendo que el pelirubio emitiera un gemido ahogado. Sus labios se movían con frenesí, sus lenguas danzaban entre sí haciendo una guerra para ver quien ganaba. Sus manos inquietas se paseaban por el cuerpo del contrario memorizando los puntos débiles de cada uno.
He giving me that good shit
—¿Listo para una ronda más? —Preguntó el pelinegro, mientras desgarraba el envoltorio del condón
Yeonjun asintió.
—Duro, cariño—Murmuró sobre sus labios —Fóllame.
No se diga más
Soobin levantó a Yeonjun de sus piernas un poco en lo que se colocaba el condón. El pelirubio tomó el miembro de su novio y lo fue acercando a su entrada y a poco se dejó caer hasta tener todo el pene de su novio llenándolo .
Comenzó dando pequeños saltos. Su cabeza reposó en el hombro de su novio , mientras esté le ayudaba a impulsarlo.
— ¡Ahh...! ¡Mgh! —embestida— S-Soobin~ me... —embestida— llenas tan bien —Dijo Yeonjun soltando jadeos.
La posición favorita de Soobin era cuando Yeonjun lo cabalgaba.
¿Y quién no?
Ambos eran un mar de gemidos, el olor a sexo comenzó a sentirse y la sensación era cada vez mejor.
—Me aprietas tan bien, bebé. Tan bien...
—A-ahí...¡Mgh! —Soobin ya había encontrado el punto dulce de Yeonjun—¡Aah...!
Colocó sus manos en las caderas del pelirubio para aumentar las embestidas y que fueran más certeras y rápidas.
Paso sus manos hasta el trasero y comenzó dando pequeños azotes. Yeonjun de la sensación placentera que le daba su novio, por la inercia mordió su hombro. El pelinegro agarró el miembro de Yeonjun y comenzó a masturbarlo al ritmo de las embestidas.
Y es que yeon subía, bajaba, saltaba de todo hacía. Amaba tener el pene de su novio en su interior.
—S-Soo~ ...Aah ya casi.
—Juntos mi amor —Mientras el clímax los alcanzaba, Soobin se acercó a Yeonjun y comenzó a besarlo, callando todos los gemidos y jadeos que su lindo novio emitía.
El pelirubio llegó a su ansiado orgasmo, manchando sobre su abdomen. Mientras que su novio lo acostó en la cama dando varias embestidas certeras, hasta que al fin pudo liberarse dentro su interior.
Soobin salió del interior de Yeonjun, se dirigió al baño para retirarse el condón y depositarlo en el bote de basura.
Regreso con su lindo pelirubio y se acostó de nuevo con él, mientras ambos recuperaban el aliento. Yeonjun se acercó a su mesita de noche para sacar un cigarrillo y encenderlo. Le dio una cuántas caladas y se lo pasó a su novio.
— Mi amor, hoy es lunes —Murmuró con el cigarrillo entre sus dientes.
—¿Y?
Un momento
Es lunes, se acordó de su práctica de baile. Y ahora por culpa de su lindo novio, tendrá que reponer los minutos de atraso.
—¡Demonios! —Dijo mientras se levantaba de la cama para acercarse a su armario y colocarse su ropa —Esto es tu culpa, si no estuvieras tan jodidamente caliente no te habría rogado para que me follaras.
—Y bien que lo disfrutaste, bebé —Respondió Soobin mientras observaba la linda vista que le regalaba su novio —Además, no eres el único que llega tarde, apuesto qué no hay nadie en la academia.
Yeonjun bufó
— Me tengo que ir —Dijo calzándose sus converse —Cuando salgas, cierra la puerta y te llevas toda tu ropa. Aquí no es lavandería.
—Pues parece... —Yeonjun se acercó a la cama para darle un beso a Soobin.
—¿Te veré seguido? —Preguntó Yeonjun esperanzado
—Todos los días.
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