
𝟬𝟭𝟵. twelve years in the future
capítulo diecinueve
·˚• .✦ ──────────────────
Yamagawa Kenjiro sabía algo del futuro: era incierto. Nadie podía saber qué les depararía la vida, ni a qué se dedicarían, si se casarían, tendrían hijos, si morirían jóvenes… Y doce años eran bastantes.
Cuando se enteró que su amigo Takemicchi podía viajar en el tiempo se sintió muy curioso de saber qué le deparaba su destino, pero no quiso preguntarle por miedo a tener un futuro malo y quererlo evitar. Prefirió continuar con su vida, seguir siendo novio de Takashi, cursar la preparatoria y la universidad con complicaciones debido a su familia… Tuvo que separarse de su familia cuando no aceptaron lo que quería hacer, pero siempre tuvo apoyo de otras personas que lo querían y gracias a ellas es que tenía un gran futuro.
Con veintisiete años Kenjiro era el director de una organización sin fines de lucro que apoya a las personas que sufren discriminaciones e injusticias en toda Asia. Fue difícil para él tener que crearla desde cero con sus pocos recursos, pero tuvo apoyo y poco a poco creció logrando que muchos asiáticos tuvieran un lugar donde vivir, comida gratis y apoyo para sus estudios y apertura de negocios. Asimismo, la mayoría de las personas que eran beneficiarias de su organización terminaban donando cantidades de dinero como agradecimiento. Y ese era uno de sus ingresos que más les ayudaba.
Nunca creyó que el primero en casarse sería Pah-chin considerando su historial, pero estuvo muy feliz de saber que sería feliz y él sí podía comprometerse. Mientras comenzaba la recepción de su boda no pudo evitar soltar un par de lágrimas por el momento y Takashi tuvo que abrazarlo como consuelo, y es que le ponía triste saber que ellos dos nunca podrían hacerlo libremente en ese país. Si bien, su relación había tenido altos y bajos, seguían muy enamorados, y no poder hacer ese gran paso les dolía. Aunque Takashi siempre decía que no necesitaban un papel para declararse esposos.
—Uh… Gracias por venir hoy… —dijo la esposa de Pah con una sonrisa. Kenjiro seguía apoyado en el hombro de Takashi cómodamente.
—El cielo no está nublado y está… uh… soleado.
Kenjiro se rio entre dientes, viendo con diversión la escena de Pah estando nervioso en su boda. En cambio, Kazutora soltó una carcajada y gritó:
—¡¿Estás dando el pronóstico del tiempo?!
—¡¡Cállate!! ¡A Pah-chin se le secó el cerebro! ¡¿Okay?! —respondió también gritando Peyan. Takashi a su lado se rio.
—Peyan, siempre eres muy ruidoso —se burló. Kenjiro asintió, dándole la razón.
—¡¡Cállate Mitsuya!!
—Peyan no puede callarse —respondió Hakkai con voz monótona, aunque podía ver que se quería reír. Yuzuha a su lado soltó una risita.
—¡¡Ustedes son muy ruidosos!! —se quejó Smiley—. ¡Los voy a matar a todos!
—Hermano, ahora tú eres el más ruidoso —reprochó Angry tranquilamente.
Sin embargo, Pah-chin aún no terminaba de hablar, así que Draken en la mesa de al lado les recordó aquello. En ese momento Takemicchi llegó con ellos junto a Hina y Chifuyu insinuó que todos estaban siendo muy malos con el recién casado. Kenjiro siguió riendo.
—Oh, ya me imagino cómo serán en la boda de Takemicchi —murmuró con diversión para que solo pudiera oír Takashi. Él asintió al oírlo. Justo en ese momento Pah-chin anunció que irían a cortar el pastel, y Kazutora junto a Peyan se levantaron dispuestos a grabar todo; el primero miró a Kenjiro con una sonrisa antes de hablar.
—¡Vamos, Kenjiro!
No supo de dónde salió la idea pero no le desagradaba, así que no dudo en salir detrás de ellos con su teléfono en mano. Alistó la cámara apuntando a los recién casados, mirando de reojo a Takashi en la mesa que no dejaba de verlo; cuando su novio notó eso le guiñó un ojo, provocando un ligero rubor en las mejillas de Kenjiro. Kazutora comenzaba a gritar que cortaran el pastel y a Pah que demostrara quién era el hombre, al mismo tiempo que Peyan ordenaba que lo cortará rápido. El primero tras gritarle a Pah se giró hacia Kenjiro y lo vio con curiosidad.
—¿Te estás imaginando a ti mismo con Mitsuya? —insinuó en voz baja, sonriendo con complicidad. Kenjiro se rio avergonzado y negó con la cabeza.
—No seas idiota, no podemos casarnos —aunque intentó que su tono fuera divertido se pudo notar que eso le causaba tristeza. Kazutora sonrió de lado y le dio una palmada en la espalda.
—Ánimo. Son felices y eso es lo importante.
Kenjiro intentó sonreír y asintió, comenzando a filmar la escena. Le dolía y mucho, pero algo que lo consoló hace pocos años fue que en Shibuya se comenzaron a tramitar certificados conyugales que, aunque no eran una acta de matrimonio, en el país sabían que vivían juntos y eran pareja. Al menos era algo.
Al finalizar se regresó a su mesa, besando a Takashi rápidamente antes de sentarse a su lado. Peyan exclamó un quejido de asco.
—¡No se besen frente a los pobres, desconsiderados!
—Qué envidioso eres, Peyan —los defendió al instante Hakkai, poniendo los ojos en blanco. Kenjiro se rio.
—Cuando tu consigas pareja tendremos que soportar que se besen así que es algo justo —murmuró divertido Takashi, tomando la mano de Kenjiro por encima de la mesa a propósito y con la otra dándole un sorbo a su bebida. Todos se rieron por su comentario.
Pero eso no duró mucho ya que Pah-chin se quejó sobre el ruido que estaban haciendo en su mesa y la de al lado, teniéndose que callar a regañadientes. Aún así no duró mucho y Takashi comenzó una plática entretenida al salir del salón, informando que le estaba yendo bien en su reciente trabajo como diseñador de modas independiente. Kenjiro se sentía orgulloso de eso, incluso en su más reciente rueda de prensa para comunicar cómo le había ido a su organización en el primer semestre del año llevó un traje diseñado por Takashi y claramente lo promocionó diciendo que iba con un diseño de su pareja. Era curioso porque fue la primera vez que declaró en voz alta el nombre de Takashi, ya que había dicho que era gay y que estaba en una relación, más no su nombre; de antemano Takashi aceptó eso.
—Llega a mi nivel pronto y trabaja conmigo —le pidió con emoción Hakkai a Takashi, a lo cual él asintió. Pero Yuzuha a su lado rodó los ojos.
—Estás volviéndote muy arrogante.
—Déjalo ser por unos minutos, Yuzuha —habló divertido Kenjiro.
—¡Kenjiro, no has ido a comer a nuestro restaurante! —farfulló Smiley llegando a su lado y abrazándolo por los hombros. El pelinegro se rio, asintiendo.
—Lo sé, mi culpa. Prometo ir pronto.
—Debes entender que él es un hombre ocupado —dijo Angry con tacto, dándole una mirada a su hermano. Smiley se rio entre dientes.
—¿Qué tal si nos promocionas en la página de tu organización? Ya lo hiciste con Mitsuya, eh, ví el informe.
—Hay niveles, Smiley. Él es mi novio —le sacó el dedo del medio con diversión, y su amigo abrió la boca fingiendo sorpresa por su gesto.
—¡Traición! ¡Incluso en algunas imágenes de tu organización sale Hakkai!
—Pero él me pagó —tarareó el nombrado burlonamente. Smiley resopló, apartándose de Kenjiro.
—Entendí.
—Tal vez si haces una donación lo considere —le guiñó un ojo, yendo a tomar la mano de Takashi y alejándose de los demás. Smiley pareció considerarlo y a la lejanía le gritó:
—¡Después hablamos de eso!
Kenjiro alzó el pulgar afirmativamente.
—Hace bastante no nos juntábamos todos —susurró Takashi con nostalgia, sonriendo un poco. Kenjiro lo miró y asintió.
—Lo sé. Pero… Aún así no estamos todos.
Aún le dolía no saber nada de Mikey. A todos en realidad. Habían decidido no decirle nada a Takemicchi para no angustiarlo en su regreso del futuro, siendo en ese preciso momento porque recordaba que ese día fue cuando volvió y su mirada cambió, siendo el mismo que conoció hace tantos años.
Takashi parecía querer responder, pero fue interrumpido por Yuzuha al llegar a su lado y tomarlo del brazo, señalando hacía las escaleras.
—¡Hay que ir por el ramo, Ken!
—¡Oh!
Miró a Takashi para decirle algo, sólo que él ya lo miraba y sonreía con ternura, haciendo un gesto para que fuera. Kenjiro sonrió y asintió, yendo con Yuzuha. Estando en las escaleras la esposa de Pah-chin decía que lanzaría el ramo y varias chicas se amontonaron, mirando extraño a Kenjiro.
—¡Hina, tú te casarás en tres meses, no te robes el ramo de Ken! —dijo con diversión Yuzuha, causándole vergüenza al chico. Hina se rio.
—¡Es cierto!
—¡No es necesario que hagan eso…! —intentó explicar, pero cuando menos se dio cuenta habían lanzado el ramo y curiosamente cayó en sus manos—. Vaya, qué sorpresa.
—¡Ahhh, tienen que casarse ahora, Ken! —exclamó emocionada Hina, dando saltitos. Yuzuha asintió feliz.
—¡Se acerca otra boda! ¡Qué emocionante!
—Chicas, nosotros no podemos…
—Bueno, ahora debemos hacer una ceremonia linda para nosotros —Takashi llegó, pasando su brazo por su cintura y regalándole una enorme sonrisa. Kenjiro se ruborizó de nuevo, sin saber qué decir.
—S-Supongo…
—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que Kenjiro se ganó el ramo?! —gritó Chifuyu molesto, haciendo un pequeño puchero—. ¡Él ya tiene novio! ¡Eso deberían dejarlo para los solteros!
—¡Eso, eso!
—Todos ustedes son una bola de envidiosos —se burló Takashi, encogiéndose de hombros como si no le importara. Luego se giró hacia él con una radiante sonrisa—. ¡Hay que irnos, Ken!
—Por supuesto.
Pero antes de retirarse por completo Kenjiro se acercó a Takemicchi, poniendo sus labios cerca de su oído.
—Me alegra que volvieras, Takemicchi. Eres todo un héroe, eh —se alejó, guiñándole un ojo—. ¡Nos vemos mañana!
Yéndose de ahí la pareja no dejó de abrazarse hasta que se subieron al coche de Kenjiro y este fuera en el asiento del conductor junto a Takashi de copiloto. Al inicio no dijeron nada, dejando el ramo frente a ellos y comenzando a conducir hacia su departamento; normalmente no hablaban mientras alguno conducía para evitar distracciones, pero Kenjiro no pudo contenerse en hablar y miró a Takashi antes de hacerlo.
—Me debes una boda —murmuró con vergüenza. Mirándolo de reojo vio como él soltaba una carcajada.
—Cuando sea muy famoso y millonario haré la mejor boda de la historia, ¿qué dices?
—Me gusta la idea.
—Tal vez… No sea oficial, con alguien dándonos un papel que demuestre que somos esposos… Pero al menos podría ser algo pequeño con nuestros amigos como una cena…
—Mientras sea contigo no me importa si es en un basurero, Takashi —sonrió, aunque su vista seguía fija en el camino.
—Oh, tan dulce como siempre, Ken —se rio tímidamente y desvío la mirada a la ventana de su lado. Kenjiro supo que se había ruborizado e hizo ese gesto, conociéndolo muy bien. Puso su mano en la pierna de Takashi mientras que con la otra tomaba el volante, provocando que él se girara a verlo; Kenjiro lo miró brevemente y sonrió.
—Tú eres aún más dulce.
—¿De verdad? —alzó una ceja e hizo un gesto divertido.
Kenjiro se rio entre dientes comprendiendo en qué sentido lo decía, pero no dudo en asentir y acariciar su pierna con su mano lentamente hacia arriba.
—De verdad.
—¿Y te gustaría probarlo cuando lleguemos?
—Sólo no te quejes si mañana no puedes caminar cuando venga Takemicchi —se burló Kenjiro. Pudo oír como Takashi se reía.
—Supongo que tendré que sacrificarme.
♚
Al día siguiente Kenjiro y Takashi se levantaron temprano para ir a la oficina del segundo, ya que recibirán a Takemicchi, Hakkai y Yuzuha para ver lo del traje del primero. Fue una suerte que Kenjiro condujera, porque Takashi se la pasó todo el camino quejándose de que le dolían las caderas, ganándose varias burlas de su pareja. Era muy divertido de ver para el pelinegro.
Takemicchi llegó, sentándose en una silla justo en medio del lugar. Kenjiro se quedó a su lado parado en el teléfono, respondiendo algunos correos de su organización, a la par que escuchaba la conversación de Takashi y Takemicchi, donde el primero le contaba de cuando le hizo descuento a Hina por el vestido y ella no lo quería aceptar.
—Eso fue divertido —confesó Kenjiro riéndose suavemente, interrumpiendo su trabajo un poco. Takashi asintió a sus palabras, estando sentado en su escritorio y haciendo unos diseños.
—Así que esta es la oficina de Mitsuya, eh… —murmuró Takemicchi, admirando el lugar. El nombrado sonrió en respuesta.
—Curiosamente el dueño de este edificio es un conocido mío y la habitación del ático es barata así que la alquilé.
—Es que Takashi no quiere aceptar dinero mío para ayudarlo con un lugar mejor —reprochó en broma Kenjiro, a lo que Takemicchi se miró sorprendido por el comentario. El pelinegro sonrió y le palmeó el hombro a su amigo—. Pero lo entiendo. Yo haría lo mismo si fuera él. Ya se abrirá paso sólo.
—Claro, poco a poco —afirmó Takashi.
Kenjiro sonrió y volvió al teléfono. Takemicchi miró el vestido de Hina sorprendido, y entonces recordó que él no lo había visto debido a que recién volvía del pasado. De hecho, a Kenjiro le gustaba bastante y además Hina era una chica hermosa; ansiaba verla oficialmente con el vestido.
La puerta de la oficina se abrió y mostró a Hakkai y Yuzuha entrando con las cosas que les pidieron. Agradeció que pudieran ir solos, ya que en los planes originales él estaba incluído. Sólo que… sucedieron cosas. No pensaba mencionarlo hasta que Yuzuha se quejó de que los habían rodeado las fangirls de Hakkai de camino así que demoraron un poco más y luego miró a Kenjiro fijamente.
—¿Por qué no nos acompañaste al final, Kenjiro?
—Esto… —se rio avergonzado, rascándose la nuca y mirando de reojo a Takashi. Aprovechó que él comenzaba a acomodar la tela para el traje de Takemicchi y estaba distraído para decir la verdad—. Digamos que anoche Takashi tuvo un gran dolor en las caderas y no quería conducir hasta acá él sólo…
—¡¿Tuvieron sexo salvaje anoche?! —gritó Yuzuha, para nada discreta. Kenjiro apretó los labios cuando se percató que los tres chicos escucharon eso y dos los miraron con la boca abierta, mientras que él restante se ruborizaba hasta la médula.
—Bueno…
—¡Taka, con razón me dijiste que te trajera pastillas para el dolor! —exclamó entre risas Hakkai, dejándole el paquete al lado de la tela. Takashi le agradeció en voz baja, avergonzado.
—¿Era un premio por haber ganado el ramo? —se burló Yuzuha, llegando a un lado de Kenjiro y mirándolo con la ceja alzada. Lo primero que él hizo fue soltar una carcajada.
—Digamos que sí… Aunque el premio fue para él mayormente —rio entre dientes.
Takashi lo escuchó y no demoró en responder, viéndolo de reojo.
—Lo dices como sí tú no hubieras disfrutado mucho anoche.
Fue su turno de ruborizarse, aunque no negó nada, sólo desvío la mirada hacia una de las ventanas.
—Qué buen clima hace hoy —cambió de tema, arrancándoles varias risas a sus amigos. Takashi sólo negó con la cabeza, divertido, y rápidamente trazó el patrón para el traje de Takemicchi, yéndoselo a poner.
Entre tanto Kenjiro y Yuzuha comenzaron a platicar de otro tema mientras Hakkai se quejaba de Takemicchi porque se estaba moviendo mucho, ganándose un regaño de Takashi. La chica desvío el tema de conversación que tenía con Kenjiro y le habló a Takashi:
—Bueno, ¿acaso no eres increíble, Mitsuya? Realmente eres muy independiente. ¿Por qué es que no consigues empleo?
—Sí, bueno, son sólo trabajos ocasionales —respondió sin más, para después ver a Takemicchi—. Levanta las manos.
—Ya saben que es muy modesto —les explicó Kenjiro con una sonrisa, admirando a su novio mientras se concentraba en su trabajo—. Takashi, ¿sabías lo bien que te miras así?
Takashi se rio entre dientes y lo miró, luego volvió a ver a Takemicchi.
—No digas esto frente a los chicos porque se quejarán de nuestras muestras de afecto.
—Pf, bueno.
—Ustedes se irán a Francia pronto, ¿cierto? —decidió cambiar de tema nuevamente Takashi, mirando a los hermanos Shiba con una sonrisa—. ¡Vayan a visitar el “Sugoaku”! Es realmente bueno, ¿saben?
—Sé que tienen una reputación, ¡pero no hay forma de que coma el ramen de esos dos! —se quejó Hakkai riéndose. Yuzuha asintió a sus palabras, diciendo:
—Me gustaría una mascota así que preferiría pasar por la tienda de Chifuyu.
Kenjiro pensó en que él también quería adoptar a una mascota, ya que sentía que el departamento necesitaba una vida extra para distraerlos. Aunque también ayudaría cuando Takashi debe quedarse solo porque él tiene viajes a otros países de Asia, así se puede ir más tranquilo. Anotó mentalmente que hablaría con Takashi de ese tema después.
—Yo pasé por la tienda de Draken y me probé algunas motos. Realmente me trajo recuerdos… —platicó Hakkai con nostalgia. Kenjiro no pudo evitar suspirar y asintió. Extrañaba esas épocas.
Takashi siguió con el traje, pero Kenjiro pudo notar que también se puso nostálgico. Él no dudó en hablar:
—Hablando de eso, esto en serio me recuerda a aquel entonces cuando estaba creando el uniforme de la ToMan para ti, Takemicchi.
—Oh, sí —él estuvo de acuerdo, asintiendo.
—Las cosas nunca cambian, ¿huh?
—Sólo se vuelven mejores —intervinó Kenjiro, sonriente. Takashi asintió, sonriendo también.
Mientras tanto la plática siguió tranquila. Kenjiro recibió una llamada y tuvo que salirse de la oficina para atenderla. En esta le avisaban que debía ir a China de viaje y aunque la idea le agradaba, querían que estuviera por allá en la fecha que iban a abrir la cápsula del tiempo así que tuvo que negociar bastante para conseguir volver antes. Fue difícil, pero lo logró. Al finalizar esta y que todos se hubieran ido habló con Takashi, informándole la noticia y recomendando que debían adoptar a una mascota; Takashi se rio, diciendo que lo pensaría.
Después de eso el tiempo se pasó volando.
Cuando el 15 de marzo de 2006 enterraron cartas en una cápsula del tiempo y dijeron que en doce años volverían, Kenjiro creyó que faltaría mucho para eso. Pero de pronto el día llegó y al cumplir con los años predichos y algunos días después (en lo que Kenjiro y Hakkai llegaban del extranjero) debían ir al Santuario Musashi a descubrir qué fue lo que se dijo a sí mismo del futuro. Todo hecho la noche del 18 de marzo para que mientras leían sus cartas llegará el 19, un día especial. Ojalá hubiera pensado en ese día como uno feliz… Y más sabiendo que Mikey nunca llegaría.
Lo esperaron el resto de la noche y como era evidente no hubo rastro de él. Kenjiro en verdad deseaba esperarlo más con la esperanza de que apareciera con una sonrisa en el rostro y siendo el mismo Mikey de siempre, pero también sabía que no debía mentirse tanto a sí mismo y que sí en doce años no había enviado ni siquiera una señal de vida mucho menos aparecería ese día. Soltó un suspiro al oír a Draken decir que no había manera de evitarlo y que era mejor abrir la caja; Peyan después se quejó de lo frío que fue de su parte el haber olvidado ese día, aunque evidente después de llevar diez años sin saber algo de él.
—¡Vamos a abrirlo de una vez! ¡No puedo esperar a ver lo que he escrito! —dijo con emoción Pah-chin. Kenjiro se contagió de su entusiasmo, sonriendo un poco.
—Me pregunto qué es lo que puse… —murmuró Hakkai, para después mirarlos a ambos—. ¿Se acuerdan ustedes?
—No recuerdo en absoluto —confesó Takashi, encogiéndose de hombros. En cambio Kenjiro dudó en qué decir.
—Uh… Tengo una vaga idea, pero las palabras exactas no.
El primero en sacar lo suyo de la caja fue Chifuyu, que guardó un libro de aviones porque su sueño era ser piloto. Hakkai se burló diciendo que eso era estúpido, y cuando Chifuyu lo retó preguntando sobre qué tenía de bueno su sueño.
—No te sorprendas cuando lo veas, ¿de acuerdo? ¡Sin embargo, no lo recuerdo!
Al abrir su carta les leyó que él se preguntaba a sí mismo sí ya era un astronauta, sí había viajado a Marte y sobre sí había aire allá arriba, aunado a una pequeña roca lunar en una cajita. Kenjiro automáticamente comenzó a reírse, ganándose una mala mirada de Hakkai. Incluso Chifuyu se burló diciendo que ese era el nivel de los niños en la escuela primaria y Takashi le dijo que seguramente estaba muy triste teniendo en cuenta que nunca se esforzó por serlo.
—¡¿Entonces qué hay de ti, Taka?! —bramó Hakkai indignado—. ¡Muéstrame tu oscuro pasado! ¡Vamos!
Takashi sacó un peluche muy lindo y Kenjiro pudo reconocerlo, por lo que esbozó una sonrisa nostálgica. Quiso decir algo pero Hakkai le ganó, ya que se burló de Takashi insinuando que era del tipo que no podía dormir sin abrazar un peluche por las noches. Takashi le dijo idiota, comenzando a leer su carta.
—«A mi futuro yo… no pierdas tus objetivos originales…» —se detuvo un momento, ganándose la curiosidad de todos al ver que se ruborizó—. «Espero que sigas con Ken y sean felices…»
—¡Si supieran que el pobrecito Taka tiene dolores de cadera porque Kenjiro se aprovecha de él en las noches…! —exclamó Hakkai, lamentándose por su amigo. Claro que eso fue un comentario demasiado al aire, causando que todos comenzarán a reírse y Kenjiro se avergonzara al igual que Takashi.
—El peluche… —habló él, carraspeando para llamar la atención de todos y dispuesto a cambiar el tema—. Como nos criamos en la pobreza no pude comprar peluches para Luna y Mana, así que este fue el primer peluche que cosí para ellas. Gracias a esto me he interesado por la costura. Recuerdo vagamente haber soñado con conseguir trabajo en la elaboración de ropa. Estoy seguro que si no fuera tan pobre no estaría donde estoy ahora.
—Y eres el mejor diseñador, Takashi —Kenjiro se acercó para abrazarlo y le besó la mejilla. Su novio le sonrió con cariño.
—¿Qué hay de ti, Kenjiro? —preguntó Smiley curioso, tal vez para que ambos no siguieran demostrando su afecto. Aún así no le tomó importancia y se dedicó a abrir su carta.
«Yamagawa Kenjiro del futuro:
Me pregunto qué estarás haciendo ahora mismo en tu vida. Espero que hayas podido salirte de la casa, ser independiente y hacer algo que te guste. Aún mejor, que sigas con Takashi porque sabes que es nuestra vida entera y lo necesitamos para saber amar. Para el 2018 ¿ya se habrán aprobado los matrimonios del mismo sexo? ¿Ya se han casado? Espero que no. Utiliza esto que viene en la carta.
Ten una buena vida. Te la mereces»
Por suerte Kenjiro no leyó toda la carta sino estaría muriéndose de la vergüenza frente a sus amigos. Takashi la había leído porque estaba a su lado de chismoso, por lo que cuando se dispuso a abrir una pequeña cajita se llevó la gran sorpresa de que era un anillo de compromiso. Vaya, ni siquiera su yo de ese momento había tenido las agallas de darle un anillo a Takashi y se sorprendió de que doce años antes confiará plenamente en su relación.
Sin más, miró a Takashi que había estado presenciando todo y se hincó frente a él. Kenjiro respiró hondo, mostrando una sonrisa y extendiendo la cajita con el anillo.
—¿Me harías el honor de ser tu esposo algún día?
—¡Por supuesto que sí…!
Takashi respondió casi al instante, saltando sobre él para abrazarlo. Kenjiro se sintió amado y se dejó envolver, para que cuando se separaran colocarle el anillo suavemente. Su corazón iba a mil por hora, feliz de lo rápido que sucedió eso. Aunque recientemente nunca lo pensó, la idea había estado en su mente desde siempre… Tal vez el momento fue improvisado y algo extraño, ya que sus amigos miraban todo con una gran sorpresa que no podían cerrar la boca, pero no sé arrepintió; ese pequeño momento fue mágico.
—¡¿Cómo…?! ¡¿Cómo que le acabas de pedir matrimonio a Taka?! —gritó Hakkai con sorpresa.
Angry se cubrió los ojos cuando la pareja se besó y Smiley tenía una expresión difícil de leer, pero se veía divertido. Draken sonreía, Chifuyu comenzó a tomar fotografías del momento, Pah-chin comenzó a gritar sobre cómo debía ser la boda (pero no mejor que la suya) y Peyan le metió un puñetazo diciéndole que no les podía dar órdenes si su boda la costearon sus padres. Kenjiro y Takashi cuando dejaron de besarse vieron y escucharon todo, riéndose a montones de sus amigos.
—¡Debemos continuar si no se hará más noche! —los amenazó Draken con una risita, viendo a los gemelos Kawata.
Ambos asintieron, aunque Smiley fue el primero en sacar lo suyo de la caja y dejando ver una caja parecida a un tinte de cabello, comenzando a leer su carta.
—«¿Eres guapo ahora? Déjame recorrer con mis dedos tu cabello liso. ¿Eres anfitrión de un club ahora? ¡Más te vale que lo seas!» —se rio entre dientes—. Esto es el infierno.
—Has querido tener el cabello liso, ¿no es así, hermano mayor? —Angry después de decir eso leyó su carta, más no en voz alta y esbozó una pequeña sonrisa, sorprendiendo a todos.
—«Para Pah-chin —comenzó a leer Peyan—. Cuando fuiste a la correccional durante medio año me quedé con un gran agujero en el corazón. ¡No puedo esperar a que salgas para que podamos volver a hacer estupideces juntos! Firma Hiyashi Ryouhei. Posdata, ¡también he incluido tu revista porno favorita!».
Mientras que Pah-chin lloraba desconsolado le decía a Peyan que era el mejor y un verdadero amigo. El segundo se rio y le pidió devuelta la revista porno para que no la viera su esposa, pero Pah se rehusó y dijo que era su tesoro más valioso. Kenjiro no podía dejar de reír por sus ocurrencias, aún abrazando a Takashi por la cintura, hasta que la voz de Takemicchi hablándole a Draken interrumpió eso y este mostrará que dentro de su carta estaba la foto que tomaron el día de la disolución de ToMan, para después comenzar a leer su carta. Inició preguntándose por su futuro, incluso sí estaba casado o con hijos, pero cuando la siguiente fue acerca de sí aún seguía a Mikey como siempre todos se quedaron callados; confesó estar arrepentido de la disolución de ToMan y triste porque la pandilla lo era todo para él. Kenjiro se quedó sin palabras al oírlo, sintiéndose triste por lo que continuó.
—«Estábamos preocupados que incluso lloramos… Pero estoy muy seguro que Mikey fue el que más sufrió. Y así, dejó todo mi remordimiento en esta carta. Envejecer, establecerme, olvidar los sentimientos que tenía cuando era solo un niño, pero por favor nunca te olvides de esto… Siempre y para siempre, Emma siempre estará contigo»
Kenjiro tuvo que desviar la mirada de sus amigos para que no vieran que comenzaría a llorar. No había día que no pensara en Emma y en lo mucho que la extrañaba, así que podía imaginarse el pesar de Draken y que no era nada a comparación de él. Para su amigo Emma era el amor de su vida y la perdió, incluso antes de tenerla… Era muy difícil. La muerte en sí lo era.
Cuando Draken propuso leer la carta de Mikey supo que quería oírlo aunque le doliera. Extrañar a un amigo que no había muerto era más difícil porque sabía que él aún estaba en algún lado del planeta y por decisión propia no quiso estar con ellos. Siempre creyó que Mikey seguiría ahí, pero debió suponer que no.
Takemicchi se dedicó a leer la carta:
—«Para mi futuro yo, Sano Manjiro. En doce años me pregunto qué estaré haciendo, ni siquiera puedo decirlo. Pero sé con seguridad que Mitsuya se convertirá en un gran diseñador de modas, ¡tendrá una oficina de lujo y hará ropa elegante! ¡Qué puedo decir! Rey y Mitsuya ya son novios y se ven muy lindos juntos, así que puedo apostar que seguirán siendo pareja. Kenjiro debe estar haciendo algo para apoyar a las personas que sufren, tal vez trabajando para una organización benéfica o siendo el dueño; él puede comerse el mundo si quiere y yo confío en eso»
Soltó una risita, viendo a Mitsuya que tenía una expresión de sorpresa y curiosidad. Sabía que Mikey llevaba siendo su amigo más tiempo y debía dolerle más la situación, pero él había decidido eso y no podían juzgarlo. Agradeció sus palabras y se sintió orgulloso de cumplir sus expectativas, ya que Mikey siempre le decía que lo apoyaría en cualquier cosa, y aunque no estaba presente sentía su presencia cada que lo necesitaba. Abrazó con más fuerza a Takashi para demostrarle su apoyo mientras seguían escuchando la carta de Mikey. Él prácticamente predecía el futuro de todos, haciéndolo sonreír; cuando al finalizar dijo que la separación de ToMan no solo fue para el futuro de Takemicchi sino de los demás y de esta forma poder formarse como adultos para emprender un viaje con valores, quiso golpear a Mikey por no haber prometido eso para sí mismo. Incluso cuando él dijo después en la carta que al continuar su propio camino probablemente no se encontraría con ninguno de ellos, pero que sabía que lo iban a entender, quiso golpearlo el doble de fuerte.
—«Siempre estaremos conectados» —finalizó Takemicchi, sonriente.
Ojalá así hubiera seguido en esa línea temporal.
HOLA! este capítulo quedó muy largo, pero bueno, abarque todo un arco aquí jqsjjs así que bueno (y de hecho acorte algunas cosas que eran relleno) xd
por cierto, recién me di cuenta que estoy a nada de terminar el fic cuando vi que me quedaban solo dos arcos y estoy en shock, no estoy lista :(
en fin, espero que les haya gustado! no olviden votar, les tqm! <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro