—¡Oh por dios, Harry! —Exclamó la pequeña de ojos verdes pálido, moviendo sus manos para poder alejar a Harry de su espacio personal y lo que estaba ella preparando— ¡Me desconcentras, haz lo que falta en casa!

El muchacho de alocados rizos abultó su labio inferior en un puchero, bajando su mirada hacia la chica que a pesar de haber crecido considerablemente de lo que él recordaba seguía siendo pequeña a comparación suya. Sin embargo, al no obtener un cambio de opinión en la menor de los Malik él bufó sonoramente y dándole la espalda, se perdió lejos de la sala, yendo en dirección hacia el patio trasero donde su hermana y Doniya estaban decorando.

De pie en medio del gran patio, observó la grandiosa decoración que habían hecho ambas mujeres, porque sí, ya no eran sólo adolescentes, el tiempo había hecho un buen trabajo con ellas a juzgar por lo que él creía.

Suspirando encantado, sonrió de sólo pensar en cómo le gustaría a Zayn lo que le esperaba en casa. Sonrió, porque no había nada que más le gustase que Zayn sonriendo, siendo feliz y que demostrase su felicidad con un gran afecto, que tras los años se hizo presente y lo cierto, es que jamás le molestó.

—¡Eh, Harry ¿puedes ayudarme?! —Oyó apenas en lo que había sido un grito, pero que él oyó lejanamente a causa de su ensimismamiento, pero aquello no fue impedimento cuando la verdosa mirada esmeralda del rizado buscó la figura de Doniya junto al gran árbol, aquél que tenía más recuerdos que cualquier parte de su casa y sonrió por ello. — ¡Harry, no alcanzo, tú eres más alto! —Dando brincos ante los ojos de Harry él rió sonoramente cuando medio trotó hacia ella y realizó el pedido de la morena, que claro, poner las serpentinas a ese nivel del árbol era realmente alto para ella.

De aquél modo se quedó con ambas mayores ayudando en todo lo que él pudiera ser eficiente y por supuesto que lo fue, desde hace mucho tiempo notó lo bueno que podía ser en las manualidades y Gemma... precisamente Gemma, estaba aprovechándose de ello, pidiéndole más y más figuras con finos papeles de colores.

Trataba de concentrarse en lo que estaba haciendo, en todo lo que llegaba a sus manos para poder pasar por alto su ansiedad y emoción por lo que sucedería con su moreno, lamentablemente no lo había visto desde el día anterior y por mucho que pudo haberlo hecho en la mañana, se lo negaron sólo por el simple hecho de ayudar con los preparativos y darle finalmente, una sorpresa.

Apretando sus labios cuando terminó con las manualidades, se sintió frustrado cuando descubrió que todo estaba acabado y ya no podría tener algo en qué ocupar su tiempo hasta que Zayn llegara, pero es que ¡Cielos! Quedaban dos horas aún.

Estaba nervioso y no sólo por tener que verle y saludarlo, sino porque sabía que aquél día era realmente importante para Zayn. Había ido a rendir un importante examen a la universidad porque sí, Zayn lo había logrado tras un año de terapia con Elizabeth, Liam y Louis, ¡Él lo había logrado! Y Harry no podía sentirse más orgulloso de él a pesar de que aún había metas que superar.

No era que Zayn asistiera diariamente a la universidad, él tomaba sus clases en línea y en los exámenes importantes, se presentaba a rendirlos y a diferencias del resto de sus compañeros de carrera, sus exámenes eran revisados en el momento de ser acabado y aquél día, además de ser el cumpleaños número diecinueve de Zayn, ese examen le aseguraría pasar a su segundo año  con notables logros porque a pesar de ser como él era y como era ante los ojos del mundo, era el chico más inteligente de su generación.

—Oye Harry —Habló Gemma mientras lo zarandeaba desde su hombro, jalando su suéter de a un lado a otro para llamar la atención. Finalmente, cuando la mirada de su hermano se desvió a ella, sonrió soltándolo— Te he estado hablando hace minutos ¡Despistado! —Exclamó aquello último y obteniendo un bufido de fastidio del menor, prosiguió sin más— Tienes que ir a ducharte, se adelantó la llegaba de Zayn

Ante ello, desapareciendo en el acto para evitarse cualquier tipo de reacción de su hermano, dejó a Harry sentado en un de las sillas del patio para la decoración y el muchacho, antes de procesar la información, se levantó rápidamente y se adentró a su hogar, pasando por alto las figuras femeninas que rondaban por allí y subió las escaleras a trompicones.

Ya en la segunda planta, sólo se metió en el cuarto de baño y prosiguió a quitar su ropa, dejándola en el cesto de la ropa sucia. Así transcurrieron los minutos para Harry dándose una rápida ducha y sí, completamente solo sin ayuda de Anne, sin ayuda de Gemma.

A diferencia de Zayn, la recuperación de Harry tomó mucho más tiempo, su memoria luego del accidente del único hombre de los Malik tuvo algunas complicaciones en él, pero por supuesto, no fue impedimento para ningún especialista de L.B.C ayudar nuevamente cada proceso y claro, con la ayuda de Zayn.

Sus estudios como un chico normal no se hicieron esperar y para la sorpresa de muchos, Harry digirió rápidamente la información y sin algún problema en desarrollar cada ejercicio que se le ponía en frente, sin embargo su aprendizaje se había aplazado y a pesar de estar a punto –también– de cumplir los diecinueve, recién a sus veinte años podría comenzar su enseñanza superior.

Pero por el momento, sólo disfrutaba que Zayn estaba cumpliendo su sueño y siguiendo sus metas, estaba feliz y por cada buen momento que ambos compartían algunas dolorosas memorias dejaban de tener importancia para él, como aquella que aún sigue incrustada en su cabeza luego de medio año del accidente.

El pequeño cuerpo de Zayn estaba sobre la cama del mismo, abrazándose a sí mismo con su rostro escondido entre sus rodillas, hipando y sollozando como Harry nunca lo había visto, porque a pesar de saber a duras penas su problema de memoria, sabía que en su deteriorada memoria jamás había presenciado así a su chico, porque ningún dolor podría acercarse al que estaba sintiendo en su pecho.

Él completamente temeroso de lo que podría suceder, sólo caminó en dirección hacia el mayor en silencio, no quería llamar su atención y/o ahuyentarlo, él sólo quería acercarse a él y envolverlo en sus brazos, decirle que todo estaría bien si ambos se mantenían fuertes y juntos.

Y con ello, cuando sus rodillas rozaron el borde de la cama, se acomodó lentamente en la misma, acercándose con cuidado porque sí, Zayn lo sintió. Hecho que provocó que los sollozos se detuvieran y el moreno sin levantar su mirada, sólo se dejó hacer cuando los brazos de Harry lo rodearon en un fuerte abrazo, uno que no tardó ni un segundo en ser correspondido, y Zayn ocultando su rostro en el pecho de Harry, sollozó con fuerza. Aquél que con el tiempo,  se había convertido su lugar favorito.

No estaba ninguno seguro de cuánto tiempo había pasado con ambos envueltos en un abrazo. Harry se hallaba sentado en el regazo de Zayn, sus piernas a cada lado de la cadera del moreno y el mayor, aferrándose en el cuerpo sobre el suyo, queriendo perderse en el aroma de Harry, en su toque, en sus palabras y su mirada.

Por ello, cuando Zayn se calmó lentamente y descubrió su rostro del escondite en el pecho del ojiverde, alzó su mirada cristalina y mucho más clara, hacia la verdosa que lo observaba con cariño, con amor y a Zayn le encantaba, pero no... no se sentía capaz de sonreír. Sólo fue una mueca en sus labios que ni siquiera se asemejó a una sonrisa.

—¿P-Por qué y-yo? —Pregunto repentinamente Zayn, con un tono de voz que Styles no conocía en él, uno que no había escuchado porque allí..., allí sólo había dolor. Y Harry no pudo evitarlo, lo abrazó nuevamente con mucha más fuerza, pero Zayn no se detuvo— ¿Por qué y-yo no soy no-normal? —Y el menor, con su corazón encogido y lentamente rompiéndose por lo que estaba escuchando, sólo dijo lo que él creía correcto, lo que él creía de Zayn, porque su amor por el moreno era mucho más fuerte de lo que creía y muy a pesar de que estaba a duras penas comprendiendo la condición de Zayn no necesitaba saberlo completamente, porque sabía que su moreno, era especial.

—Y-Yo sólo quiero poder hablar con otras p-personas... sin s-sentir miedo, sin a-asustarme cu-cuando alguien s-se me acerca d-demasiado —La mirada de Harry se perdió en el respaldo de la cama mientras lo oía divagar y sin poder decirle que se detuviera, sólo lo escucho hasta el final y no supo cuánto daño estaba sintiendo, cuánto estaba siendo su corazón roto en el instante y cuando llegó a su límite, sintió como las lágrimas estaban empapando sus mejillas y perdiéndose en las ropas de Zayn y sólo explotó, porque amaba tanto a Malik como para no poder soportar un segundo más que él se tratase así.

—Detente... detente por favor —Lloriqueó Harry y fue allí cuando el moreno notó lo que había causado, aunque honestamente, no sabía por qué Harry estaba llorando. Pero fue inevitable sentir aquel dolor en su pecho cuando lo oyó y quiso poder retractarse, pero no podía... no podía porque era la verdad.

Harry sin detener sus lágrimas se alejó del abrazo de Zayn y por un instante, el mayor creyó que lo dejaría pero no, él sólo rompió el abrazo para que ambos pudieron observarse fijamente a los ojos y notara como la linda mirada de su chico favorito estaba repleta de dolor.

Él hipando y sorbiendo por su nariz, limpió sus mejillas con las mangas de su suéter y trató de calmarse para poder hablar, y de aquél modo carraspeó, luchando consigo mismo para que su voz no fallara, porque ya para él, era un problema tener tan intensa mirada sobre él.

—Yo no entiendo por qué quieres eso... ¿Por qué quieres ser como el resto de las personas? Yo no... yo no sé mucho de cómo es el resto, pero sé que eres mejor que cualquiera con el que he estado. Yo no recuerdo muchas cosas, pero sé que eres lo suficientemente especial para que yo te recuerde cada día —Su mirada se notaba perdida y sus labios se apretaron fuertemente cuando su barbilla tembló— Mamá dijo que muchas personas son malvadas, ¿Por qué quieres ser como el resto? ¿Quieres ser como ellos? Porque... porque sería muy triste, yo te quiero así, y-yo te a-amo... Y y-yo no entiendo muchas cosas, p-pero sé que si conoces personas y no comprenden como eres, no valen nada para que sigan e-en tu vida... y-yo creo que deberías vivir el momento, así como dice Doniya, conocerás personas que te comprenderán y con l-las que n-no necesitarás ser como el resto para encajar

Y Harry no sabía lo que estaban provocando sus palabras en el moreno, Zayn sabía que Harry era demasiado inexperto en muchos ámbitos y no porque él precisamente fuera experto en el tema, pero ambos eran demasiado nuevos en la vida de lo que podría ser para una persona normal. Estaban tomando terapias y aun conviviendo con chicos con problemas como ellos, pero apenas ambos estaban siendo introducidos en la sociedad –como decía Louis–, pero no pudo evitar sentirse mejor con las palabras de Harry, porque fue todo lo que necesitó para saber que iba por un buen camino y que tenía junto a él, a la persona más maravillosa que podría existir. Seguro el mundo tendría envidia de él.

Harry aun recordaba ese momento, pero comenzaba a superarlo cada vez que observaba a Zayn con todo el anhelo y el orgullo que sentía. Por fin en mucho tiempo, podía expresarse como siempre quiso, utilizar las palabras perfectas y desde entonces no ha dejado de darles palabras de aliento al moreno, incentivándolo a superar cada desafió y claro, Zayn también hacia lo mismo con él y era sorprendente, porque tras los años Zayn dejó de tartamudear, al menos en su entorno familiar, porque entre nuevas personas aquél hecho aún existía.

Y el menor de los Styles no podía sentirse más feliz aquél día, allí de pie frente al gran espejo de cuerpo completo de su cuarto notando la buena elección que había tenido en cuanto a su vestimenta..., sí, seguro a Zayn le gustaría muchísimo porque precisamente, ese suéter gris con ciertos toques verdes y rosas, era el que Zayn le había obsequiado en navidad y por fin, tendría tiempo para lucirlo.

Los suaves golpes en la madera de su puerta resonaron dentro de su cuarto, llamando la atención del menor para exclamar un "pase" cuando a los segundos, tras la puerta abierta, se vio a su hermana en el umbral sonriendo.

—¡Hey, luces muy lindo! —Entusiasmada, se adentró a la habitación y abrazó a su hermano como si fuera un pequeño oso de felpa— ¡Y te has puesto el suéter que Zayn te ha obsequiado, aww! —Con un notable sonrojo, Harry se alejó de la extraña de su hermana para terminar de arreglar su cabello y por última vez, presenciar su imagen. Sólo unos jeans ajustados a sus piernas de un lindo azul oscuro, sus clásicas Converse blancas, una camiseta azul marino y sobre este, su suéter gris una talla más grande que la suya, ¡Pero le gustaba mucho!

—¿Qué haces aquí, por cierto? —Murmuró el menor, peinando por última vez sus rizos con sus manos cuando Gemma sonrió socarrona.

—Pues... creo que el baño ha estado muy bueno porque sí que has tardado —Habló sin más la chica de ahora, cabellos turquesa pastel y lila en las puntas. Ella observaba sus uñas con una manicura reciente, bastante interesada— ¡Oh! Por cierto, Zayn está en la sala, preguntó por ti —

Fue algo de segundos cuando la mirada sorprendida de Harry frente al espejo se detuvo en su hermana a espaldas de él y tan rápido como pudo, salió de su cuarto, bajando de dos en dos, cada escalón. El entusiasmo en su cuerpo tocaba el cielo, ya quería él lanzarse a los brazos de su Zayn.

De aquél modo, cuando sus pies tocaron el firme piso del pasillo que daba a la sala, se detuvo por un instante para poder oír cualquier indicio de la voz de Zayn y cuando finalmente oyó la ronca voz del moreno, sus mejillas se colorearon y una gigantesca sonrisa se surcó en sus labios. Queriendo mantener la compostura, caminó hacia la sala y respiró calmadamente, porque no importaba si él cada día estaba con Zayn, tampoco que pasaran algunas noches juntos e incluso, si sólo unas pocas horas pasaron de no verlo, la emoción de encontrarlo nuevamente era real y siempre estaba allí, con él.

Por ello, cuando se adentró a la sala la reacción de Zayn fue inmediata, la amielada mirada se posó sobre él y no importaba si Yaser seguía hablándole de quién sabe qué, él sólo tenía ojos para Harry, para aquél chico que se robó su corazón hace mucho tiempo.

En los sillones individuales se encontraba Trish y Anne, y por supuesto que notaron cómo Zayn reaccionó y por ello, trataron de seguir la conversación que estaba teniendo el menor con su padre, queriendo darle espacio a ambos muchachos que no eran capaces de apartar sus miradas del otro.

Lentamente, Zayn se puso de pie y con lo que parecía ser anhelo en su mirada, se encaminó hacia el rizado que con sus brillantes ojos verdes lo cautivaba, lo enamorada un poco más si es que era posible. Y una vez justo allí de pie frente a él, llevó sus grandes manos hacia el rostro de Harry y lo observó como si fuera la más perfecta obra de arte, porque no importaba lo que la gente dijera, para él Harry siempre sería aquella obra de arte que todos debían presenciar, pero que al final era suyo... únicamente suyo.

El moreno en busca de algún beso, se inclinó hacia Harry, pero él sólo posó su mano sobre los labios de Zayn para evitar el contacto y no era porque no quisiera, la verdad es que se moría por sentir aquellos labios colisionando con los suyos, pero su saludo no podía esperar un segundo más.

Sonrió con gracia cuando la mirada confusa y algo incrédula de Zayn se posó sobre él ante su acción, pero rapidamente habló:

—Feliz cumpleaños, Zayn —Susurró y aún sin quitar la sonrisa plasmada en sus labios, pudo percatarse como el rostro del moreno se relajaba cada segundo— Estoy muy orgulloso de ti... —Y con ello, no pudo retener un segundo más su mano sobre los labios de Zayn, de pronto sin notarlo estaba siendo besado por el moreno, ambos fundiéndose en los brazos del otro, queriendo hacerse uno ante el íntimo contacto de sus labios y no les importaba que sus padres estuvieran allí, a esas alturas nada importaba más que su profundo amor.

Cuando ambos se separaron, notaron que sus padres no estaban allí, que sus voces se oían en el patio trasero y Harry rápidamente recordó que allí se celebraría el cumpleaños de su tan querido Zayn. Vaya, era un total despistado, pero es que cualquier podía olvidarse de asuntos importantes al tener frente suyo tal persona como lo era Zayn, estaba seguro.

—¡Oh, cierto! —Exclamó Harry, golpeándose suavemente su frente por ser tan bobo— Hay una sorpresa para ti allí afuera, debes venir conmigo —La sonrisa de Harry era genuina, algo que Zayn realmente apreciaba del menor y sí, podía quedarse a observarlo mucho tiempo, pero Harry estaba empeñada en jalarlo hacia el patio, pero no, Zayn se quedó de pie sin que el menor pudiese moverlo de su lugar y antes de que Harry reclamase, Zayn se adelantó.

—Harry, tengo algo muy importante que decirte —De este modo, obtuvo la mirada curiosa del ojiverde sobre el suyo, pero pudo distinguir el atisbo de miedo en la mirada cuando su rostro sólo se mantuvo serio— Oh, no, no. No es nada malo, sólo quería decirte que aprobé y yo... yo quería que fueras el primero en saber —Las risitas nerviosas de Harry se hicieron escuchar por toda la sala y lagrimeo un poco antes de volver a mantener la compostura, y tras largos mimos y besos, finalmente ambos partieron hacia el patio trasero donde los esperaban.

Honestamente Harry no se esperaba que Louis y Liam estuvieran allí, nunca se le fue informada la visita de ambos chicos a la celebración y por mucho que quiso correr hacia Liam luego de toda la larga ayuda que obtuvo de él, se calmó y dejó que Zayn viviese su día. Que las personas importantes para el moreno lo saludaran y finalmente, lo felicitaran por su logro cuando él informó al resto de ello.

Y fue en ese momento que Harry pudo darle sentido a un dicho que su madre siempre decía, porque siempre luego de la tempestad salía el sol y el sol para Harry estaba brillando en ese instante para él, porque todo lo que quiso estaba frente a él. Se sentía el chico más afortunado del mundo por tener aún a Zayn consigo, porque no sabría qué sería de él si lo perdía sin una vuelta atrás... quizás se iría con él. O se encargaría de cumplir los sueños de ambos para hacer sentir feliz a Zayn en donde sea que él estuviera, ¡Pero eso no importaba ahora! Tenía a Zayn allí mismo y no tenía planeado soltarlo por todo el día.

De aquél modo la tarde resultó ser excelente, todos compartiendo como la familia que eran porque sí, luego del incidente con Zayn ambas familias se habían unido y desde entonces cada celebración y/o festividad se hacían juntos, incluso en la residencia de los Malik se hallaban unas habitaciones adicionales para los Styles.

Anne nunca se había sentido tan completa, ella realmente estaba agradecida por la aparición de los Malik en su vida. No podía pedir más de lo que tenía.

Justamente, cuando se estaba cantando la canción de Feliz cumpleaños a Zayn, Harry cantó con todo lo que pudo, cantó con cariño y no pudo evitar pasar su mirada por cada persona que llenaba la mesa, si aquello era real felicidad, no quería perderla nunca.

(...)

—¿Zayn? —Susurró Harry, moviéndose incesablemente entre las mantas de la cama, Zayn por su parte estaba demasiado calmado, pero despierto y por ello solo tarareó una respuesta ante el llamado, pues sería en vano si asentía, las luces estaban completamente apagas y probablemente toda la familia estaría dormida ya. — Verás... yo uh... vi algo hace un mes... y bueno, en clases me han explicado algunas cosas... —Balbuceando y divagando, Zayn le oyó con confusión y centró su atención en las palabras del rizado, acercándose hacia el buro junto a la cama para encender la lámpara que iluminaba tenuemente los rostro de ambos y pudo el moreno percatarse, que el rostro de Harry estaba completamente rojo.

—¿Qué sucede? ¿Por qué tanto nerviosismo? —Preguntó entre flojas risas, no podía evitar reírse y antes de poder protegerse, un golpe cayó sobre él y se calló completamente.

—Ugh, que molesto eres —Farfullo el menor de ambos. Volteándose para darle la espalda al moreno, respiró hondamente, repitió la acción por unos segundos porque realmente quería proponerle algo serio a Zayn, pero ¡Era tan vergonzoso! Dándose ánimos y sintiéndose valiente, tomó el valor de sentarse sobre la cama y voltearse hacia el cuerpo del moreno junto a él que lo observaba con duda. Y sólo lo dijo... sólo habló como si fuera lo más normal que uno podía oír— Quiero hacer el amor contigo —Las palabras salieron demasiada serias, por un pequeño momento Zayn se intimidó bajo la mirada de Harry y tragó ruidosamente.

Por supuesto que Zayn sabía de qué hablaba, pero no era tan simple. Claro que él también quería, pero ambos eran inexpertos, ¿Y si salía mal? ¿y si lo lastimaba, o bobamente ambos se lastimaban? ¡Dios, era tan complicado!

Jugueteando con sus manos, volvió a observar a Harry que parecía tan impasible mientras él se estaba matando la cabeza por saber qué responder.

—C-Claro...—susurró y tan rápido como la respuesta salió de sus labios, Harry sonrió felizmente y antes de que el moreno hiciera cualquier movimiento, Harry se estaba inclinando hacia el buro en sentido de Zayn para abrir del pequeño cajón y de allí, sacar una botella de lo que Zayn desconocía el contenido— ¿Q-Qué es eso? —

—Oh... —Dijo Harry cuando se posicionó junto al mayor, aún sentado y en su antigua posición. Su mano apretó la botella y la alzó ante los ojos de Zayn— E-Esto es lu-lubricante... ¿Recuerdas a A-Allie, la chica pelirroja de mi curso? —Obteniendo un asentimiento, prosiguió— Me dijo que... que d-debía ocupar esto para que no... para que no doliera —mordiendo su labio incesablemente, su rostro estaba completamente rojo. Estaba realmente avergonzado, pero su vergüenza aumento considerablemente cuando Zayn comenzó a reír.

Queriendo discutir con Zayn por estar riéndose, fue interrumpido cuando los labios del mayor se encontraron con los suyos en un movimiento brusco, pero que al final se transformó en un contacto dulce, lento y delicioso. Ambos besándose con calma, como si el tiempo no fuera impedimento para ellos y de aquella forma, las manos de Zayn tomaron la cintura de Harry provocando que el chico volviese a recostarse en la cama y él, acomodarse entre las piernas del rizado.

Por supuesto que estaba nervioso, era un chico virgen y nunca había tenido toques de más con el rizado, era una relación más de mimos y cursilerías, la verdad es que le gustaba, pero sus sentimientos de nervios y miedo estaban naciendo en su pecho, pero no importaba... él quería tanto como Harry.

De aquella forma los besos dejaron de ser suaves y delicados, las manos de Harry estaban recorriendo el cuerpo delgado de Zayn y un sentimiento que ambos desconocían estaba surgiendo en sus vientres, esparciéndose por cada rincón de sus cuerpos. Los besos tomaron otro rumbo, sólo estaban dejándose llevar y hacían lo que era correcto, porque ciertamente ambos a escondidas habían visto quizás... quizás algunos vídeos y estaban tratando de imitar lo que allí habían visto.

De pronto las prendas de pijamas comenzaron a desaparecer, los jadeos se hicieron presentes y los suaves gemidos de Harry provocaban algo realmente detonante en Zayn. Y todo era demasiado dulce, demasiado de ellos... algo característico de ambos y cuando llegaron al tope final de su encuentro, cuando Harry estaba necesitando algo de lo que no estaba muy seguro, comprendieron el fin del contenido de la botella y sí, lo utilizaron.

Harry gimió con ganas cuando Zayn se adentró en él, no importaba lo mucho que el moreno le pidiese que fuese silencioso, Harry estaba haciendo todo lo contrario y para aquellos momentos todo comenzaba a ser irrelevante para Zayn, él solo quería envolverse entre los brazos de Harry, hacerse ambos unos y así todo comenzó.

Los movimientos eran certeros, los minutos transcurrían y ambos estaban sintiendo un gran cosquilleo en sus vientres y antes de poder detenerse sin saber de lo que se trataba, este pareció estallar y el cosquilleó se esparció por cada parte de sus cuerpos, específicamente en sus miembros y finalmente, tuvieron su primer orgasmo.

Y habían hecho el amor... y no pudo ser más especial, Harry estaba feliz de que hubiera sido él, porque si fuera posible lo querría siempre en su vida y por supuesto que Harry haría aquél hecho posible cueste lo que le guste... La historia de Zayn no era diferente, comenzaba a creer que si así era de bueno hacer el amor, no le molestaría hacerlo muchas veces más.

Y entre lo que fueron dulces risas entre ambos, Zayn se dejó caer agotado junto a Harry y de este modo, acariciándose el uno al otro y esparciendo castos besos, cayeron completamente dormidos. Porque esa era su historia, ellos siempre estarían juntos, no importaba donde ni en qué vidas, ellos se encontrarían siempre y serían felices donde sea, porque no importaban las discapacidades, no importaban los trastornos, no importaba quiénes eran, el amor siempre sería igual.

Aquella, era la historia de Harry, un chico que perdió la memoria tras un grave accidente y sigue recuperándose y también la de Zayn, un dulce muchacho autista abusado en su antigua escuela, provocando que perdiera su comunicación con todo el mundo, pero él estaba cambiando los estereotipos, él era un chico autista con grandes logros en los estudios, él no era igual al resto, él era mucho mejor.

Y ellos seguirían escribiendo su historia.

FIN