Meses después.

—¡Harry detente, corres muy rápido! —Safaa jadeaba fuertemente, posando su diestra sobre su pecho luego de detenerse a medio camino. Oía las carcajadas de Harry retumbar por todo el salón, llevaba al menos treinta minutos siguiéndolo por todo el primer piso para atraparlo, pero lamentablemente el rizado era demasiado rápido para ella.

—¡No, eres demasiado lenta! —Exclamó él de vuelta, su voz tomando un tono un poco agudo ante su respuesta. Y no muy lejos de ambos menores se encontraba Zayn observándolos, sentados en su posición de mariposa sobre el sofá.

Una resplandeciente sonrisa estaba plasmada en los labiales de Zayn, él aún no podía creer todo el tiempo que había transcurrido desde que le obsequió aquél libro que Harry llevaba a todas partes, su primer beso tanto para él como con el ojiverde.

Habían pasado los suficientes meses para perder la cuenta, pues aún le costaba el orden de los meses y tomar cuentas por lo que sólo lo dejaba en meses... Meses espectaculares y maravillosos, brillantes y repletos de alegría, algo que había perdido, pero que finalmente obtuvo una vez se hubiese instalado nada más y nada menos que Harry Styles en su vida.

—¿Qué lees Harry? —Preguntó Anne calmadamente una vez entrando a la cocina, notando sin poder evitar a su pequeño hijo sentado sobre los altos pisos con un gran libro sobre sus piernas. Él pasaba las páginas con calma y con una devoción que nunca había notado antes en su bebé. — ¿Harry? —Habló nuevamente, está vez alzando su voz para llamar la atención de su rizado hijo.

—¿Hm? —Reaccionó él, sin embargo sus ojos no se despegaron de las hojas.

—Qué qué estás leyendo —Repitió ella, alcanzando un vaso de la repisa para poder servirse algo de zumo.

—Oh... Humm, es un libro que muestra todas las mariposas que se conocen —Sus grandes ojos verdes de elevaron hacia su madre, un brillo particular brillaba en ellos y Anne lo notó con suma curiosidad, antes de siquiera preguntar algo más Harry se adelantó. — Me lo regaló Zaynee, en mi cumpleaños —Inconscientemente cerró el libro, pero no pudiendo reprimir sus ganas abrazó con fuerza el libro en su pecho. — cuando cumplí dieciséis

Anne sintió el zumo atorarse en su garganta a medio camino, fue en cuestión de segundos cuando el vaso resbaló de su mano estrellándose fuertemente contra las baldosas de la cocina. Tosía fuertemente, sentía su garganta escocer, de pronto su rostro se tornó en un rojo absoluto y junto a ella estaba Harry tratando de ayudarla, dándole aire con su mano.

—¡Mamá, mamá, respira! —La castaña llevó su mano hasta su pecho, en busca de aire comenzó a inhalar y exhalar hasta que lentamente volvió a la normalidad, sólo que para ese entonces unas vagas lágrimas se deslizaban por sus enrojecidas mejillas.

—¿Harry? —Susurró ella, con la voz rasposa.

—¿Sí, mami? —El labio inferior de Harry temblaba, para él no había nada más triste que ver a su madre llorar y de alguna forma sentía algo mucho más fuerte que él que lo llevaba a llorar cada vez que veía a su madre de aquél modo. Un pronunciado puchero adornaba los gruesos y rosados labios del menor de los Styles.

—Ven y abraza a mami, ¿sí? —Los delgados, pero fuertes brazos de Harry rodearon la cintura de su madre, ella en respuesta lo rodeo por los hombros para atraerlos hacia su cuerpo. Sus sollozos se intensificaron, pero aquella situación era diferente.

Había pasado más de dos semanas del cumpleaños de Harry, Anne siempre lo había observado con aquél libro, sin embargo nunca se detuvo a preguntar sobre aquél mismo, no quería romper la burbuja de su bebé, pero simplemente aquél día no pudo evitarlo. Sin embargo, de todo lo que pudo esperar nada se acercaba a lo que acababa de oír.

Harry, su pequeño bebé, su chiquillo especial había recordado un suceso que había sucedido hace muchísimos día ¡Y Dios mío! Se gritaba ella. Él sabía qué edad tenía, hace un año atrás el aún creía que iba a cumplir ocho años, ¡El estaba recordando más de lo que cualquiera se imaginó!

Por supuesto, que el ojimiel había vivido momentos similares con Harry, como aquella vez que luego de más de tres días el rizado le reclamó que quería volver a besarlo como en las películas, como en su cumpleaños. Pero jamás pasaban de inocentes besos y uno que otro mimo entre ambos.

Había sido Liam y Butcher quienes informaron el cambio oficial de Harry luego de un largo chequeo médico en la institución. Payne había sido el encargado de realizar terapias de memoria para Harry, desde juegos hasta canciones que debían ambos cantar cada día que el muchacho ponía un pie en L.B.C.

Zayn aún recordaba la reunión que le pidieron asistir, no entendía por qué la necesidad de que él estuviese allí, ni siquiera cuando ingresó a la oficina pudo hacerse una idea. Allí estaba Anne, Gemma y su madre con una gran sonrisa hacia él, detrás del escritorio estaba Liam con un señor de bata blanca y canosos cabellos. Todo era extraño, pero recordando quien le acompañaba pudo relajarse.

Louis estaba junto a él, abrazándolo por los hombros y regalándole una perfecta sonrisa, por muchas veces que Zayn quiso preguntar porqué de la reunión no lo logró, tampoco cuando le escribió una carta pudo, Louis no le quiso responder.

—Buenos días a todos —Saludo amablemente Liam, pero una vez que se detuvo en el menor de la oficina le sonrió ampliamente— Hey Zayn, que gusto verte, lo que diré te gustará muchísimo

Inexplicablemente el corazón de Zayn latió mucho más rápido que antes, no sabía el porqué de aquella reacción, pero de alguna forma siempre supo perfectamente que Liam jamás daba malas noticias, siempre se encargaba de darle razones para que su día fuera mucho mejor y estaba más que seguro que en ese momento no sería la excepción.

Antes de que comenzaran a dar la buena noticia –como Liam no dejó de repetir– Zayn se acomodó junto a su madre y por consiguiente, Louis se posicionó de pie junto detrás del cuarteto de personas que observaban con curiosidad a los profesionales.

—Aunque no lo crean —Habló Butcher dirigiéndose a ambas mujeres de llamativos ojos verdes— su deseo se está cumpliendo y no saben el honor que siento de por fin conocer a la persona que está haciendo realidad sus sueños —Anne y Gemma se observaron con confusión, estaban tan perdidas con lo que les decía Butcher que apenas podían seguirle el ritmo.

—Se refiere a Zayn, Anne —Prosiguió Liam al notar la confusión de la nombrada— Si no fuera por el estimulo de Zayn esto no estaría pasando

—Pero no entiendo —Interrumpió Gemma—

—Los chequeos de ayer en Harry dieron un significativo resultado —El hombre canoso tomó un sobre de color blanco sacando de aquél mismo unas pruebas tanto como una tomografía, mientras que Liam por su parte comenzaba a teclear sobre su laptop ya sobre el escritorio— Estás son las tomografía que tomamos a Harry hace un año —Aclaró el mayor, acomodando las dos tomografías frente a los Styles como el par de Malik's — Y estas otras dos son las de ayer

De igual forma, acomodó las dos nuevas pruebas a una distancia considerable de las más antiguas y era notorio para todos los presentes los cambios en las pruebas, en la que Zayn sabía que era la de hace un tiempo se notaba mucho más apagada, en cambio la nueva tenía muchos cambios. Donde en la antigua se encontraba oscuro, en la nueva estaba mucho más clara, como si una luz se hubiese encendido allí.

—Aquí lo verán mucho mejor —Carraspeó Liam luego de haber hablado. Una vez obtenida la atención de los presentes volteó su laptop en dirección a ellos, también con una tomografía, pero mucho más distinta. Más completa—

—Como pueden ver, las pruebas antiguas en Harry son mucho más oscuras. Por ejemplo, aquí —Explicó Butcher, señalando con su dedo el frente del cerebro donde se encontraban las partes más oscuras— se nota el problema, allí es donde se acumula la memoria y los recuerdos, aquél lugar se encuentra tan opaco por la pérdida de memoria, sin embargo en esta otra —señaló la más reciente, en el mismo lugar que había indicado en la otra— ya no está oscuro, es como si se hubiera vuelto a regenerar y esta misma es la prueba de que la memoria de Harry está volviendo a ser como la de una persona normal, sólo que deben tener paciencia, no pueden apresurarlo

Zayn oía con atención las palabras de hombre, pero aún así no podía comprender el porqué de su presencia, el porqué de estar ahí, ¿para qué necesitarlo? Pero también se encontraba feliz por aquél chico de ojos verdes que tanto le encantaba. Ahora podía recordarle cada día y no sólo por instantes.

—Y este muchachito de aquí —Prosiguió el médico, acercándose cuidadosamente a Zayn para no provocar ningún tipo de alteración, después de todo había sido informado de lo que padecía el moreno. — Es el responsable de los cambios de tu hijo, Anne. —

Trish, quien se había mantenido en completo silencio junto a Zayn apretó suavemente la mano de su hijo, tratando de transmitirle de alguna forma su emoción ya que por todo el tiempo había tomado un gran cariño hacia el rizado, incluso Anne había pasado a ser una gran amiga de la familia y tanto Gemma como Harry eran parte de la familia Malik.

Por otro lado, las manos de Anne sudaban y temblaban notoriamente, ella por su parte trataba de ocultarlas. De empuñarlas y ocultarlas de cualquier tipo de ojo sobre ella, sin embargo fue Gemma quien la notó y rápidamente la tomó de sus manos frotándolas.

El shock en Anne era de tal forma que apenas podía tragar saliva, sentía un nudo en su garganta y estómago, quería poder responder o llorar de felicidad, sin embargo todo se retuvo. Ella solo quería poder ir con su bebé y abrazarlo tan fuerte como se le fuera posible, pero antes poder agradecerle a Zayn por todo lo que ha hecho por su pequeño.

Se encontró tan perdida de lo que hablaba Butcher que debió ser Gemma quien la hiciera volver en sí, incluso había perdido el ritmo de gran parte de la conversación, pero para su suerte fue solo un relleno de agradecimiento al pequeño Zayn.

—Y bueno —Continuó el médico de Harry— Tras las pruebas y chequeos, estimamos que la memoria con todo el desarrollo que ha logrado Harry sea de veinticuatro horas, pero no sabemos qué será de ella a la hora de tomar sus siestas y/o dormir por las noches

Todo lo que Anne había reprimido simplemente explotó con la mención de aquellas palabras. Su bebé, ¡Su bebé! Sentía su pecho oprimirse fuertemente, las lágrimas rodaron sin fin por sus mejillas. Quería gritar, saltar, abrazar a quien fuese que se cruzase, por fin se estaba logrando un cambio en la memoria de Harry y todo se lo debía a Zayn, a un pequeño de hermosos sentimientos y de gran corazón que a pesar de saber lo que tenia se quedó con su hijo.

Corriendo su silla hacia atrás se puso de pie, rodeando las tres sillas restantes hasta llegar a un lado del moreno que se mantenía calmadamente sentado donde le habían dejado inicialmente.
La mujer mayor una vez frente a Zayn se acuclillo, alzando su rostro hacia a él y tomando cuidadosamente sus manos comenzó a darle suaves besos sobre ellas, pero con delicadeza, sin querer perturbar de alguna forma al menor.

—Gracias Zayn, gracias —Sollozó ella aún acuclillada, Zayn por su parte estaba anonadado. Quería que ella se pusiera de pie, quería poder secar aquellas lágrimas que empapaban su rostro. Pero sin embargo, sólo alzó su mano y acarició con delicadeza y cierto temor por largos cabellos de Anne. — Has hecho que la luz de nuestras vidas vuelva a brillar