—Oh, Dios santo, Louis ayúdame —Gimió angustiado Liam quien llevaba más de cinco minutos –literalmente– tratando de alcanzar a Harry. El pequeño rizado había ingreso a la sala de terapia moviéndose por todo el lugar, sin mantenerse por mucho tiempo en uno solo.

—¿Qué le pasa, porqué está así? —El ojiazul había cambiado de lugar junto a Zayn luego de la llegada de ambos, el pequeño moreno estaba acomodado en la camilla que minutos antes del receso ocupaba.

Ambos mayores trataban de seguir al escurridizo cuerpo de Harry, aquél reía cada vez que lograba despistar los agarres de ambos profesionales. Sus pálidas mejillas habían adoptado un fuerte color rojizo, su rostro tenía pequeños rastros de sudor, pero él no parecía querer detenerse.

—¡No lo sé! —Grito el terapeuta, extendiendo sus brazos hacia Harry quien por doceava vez desde que llegaron se le escapaba— Creo que ha consumido mucha azúcar. Su bolsa de dulces está completamente vacía, normalmente él olvida que la tiene, ¡Pero hoy se los ha comido todos de sopetón! 

—Demonios—Mascullo Louis. Por un segundo sintió cierta lástima por Liam quien la mayoría del tiempo cuidaba del pequeño ojiverde, veía a su amigo jalarse los cabellos a causa de la hiperactividad del niño. Y sí, agradecía tratar con Zayn, era un polo completamente opuesto a Harry.

Pero los polos opuestos se atraen, se recordó Tomlinson.   

—¡Harry! —Exclamó alzando uno o tres tonos de su voz, logrando por un segundo que el nombrado se detuviera y lo observase con expectación. — ¿Te gustan los chocolates? —

—¡Sí, sí, sí! —Contesto atropelladamente—

—Si cooperas con nosotros te daré todos los que quieras, ¿sí? —Los movimientos del muchacho de baja estatura y de bata blanca eran lentos, no planeaba alterar los sentidos del rizado provocando que volviese a saltar por toda la sala. Era sigiloso.

—¿Qué haces, idiota? —Mascullo en susurros Liam, quien por esos instantes había mantenido el silencio. —

—Shhh, Li —Lento y precavido, sin darle una mirada al terapeuta. — Harry, ven —

Las pupilas de los grandes ojos esmeraldas estaban completamente dilatados a causa de la elevada cantidad de azúcar, pero su rostro era neutro. Su alegría e entusiasmo se había esfumado en un parpadeo, más aún para el pequeño moreno sobre la camilla que todo aquél tiempo se mantuvo como espectador, analizando cada movimiento del menor de los cuatro allí.

Los gruesos y rosados labios de Harry se fruncieron, un dulce puchero se adueño de aquellos. El pequeño observaba a cada persona que estaba observándolo y no sabía quiénes eran, pero parecían de fiar, sin embargo las palabras de su madre se repetían una y otra vez en su cabeza.

"No hables con desconocidos, cielo"

Pero a pesar de la complicada situación que se estaba viviendo dentro de la sala para poder retener y consolar –ahora– a Harry, nadie notó como el silencioso muchacho había apretado el botón rojo de su "reloj tomador de tiempo" cuando el ambiente cambió de un momento a otro por el rizado, casi acorralado a un rincón del cuarto.

Los dulces y expresivos ojos verdes comenzaron a cristalizarse, por desgracia para ambos profesionales el efecto del azúcar consumido estaba dando un efecto contrario a la hiperactividad luego de que el pequeño perdiera su memoria. Liam sabía por experiencia que un momento nostálgico y asustadizo de Harry era mucho peor que cualquier crisis, a pesar de haberlas vivido el suficiente tiempo para saber cómo tratarlas él no podía controlarlas. El pequeño rizado era completamente impredecible con sus emociones.

—¿Harry? —Las temerosas gemas de Styles se movieron en dirección al dueño de aquella gruesa voz, dando de lleno con el rostro de Liam. El rostro amable y carismático del mayor logró bajar el nivel de nostalgia en él, pero sin embargo sus sentidos estaban alerta, simplemente no podía evitarlo.

—Quiero a mi mamá —Susurró en un hilo de voz, manteniendo sus labios fruncidos sin quitarle la mirada al castaño. Casi como si le rogara por favor le cumpliese sus palabras.

—Harry... yo soy amigo de tu madre, ella me ha dejado cuidándote, ¿sí? —Las palmas del terapeuta se alzaron en son de paz, pero no fue así como el rizado lo interpreto, su cuerpo había retrocedido asustado por aquél movimiento.

Louis se mantenía de pie, inmóvil casi como si fuera una estatua, era casi como en las películas cuando un animal salía de su hábitat natural y se encontraba en modo de ataque ante cualquier movimiento ajeno, solo que el ataque de Harry sería llorar y patalear por su madre, creía el castaño.

Sus azules por primera vez desde que habían ingresado Liam y Harry se dirigieron hacia Zayn, y como creía él estaba donde lo había dejado, pero se percató del cambio. Él llevaba el cronómetro en su mano y no pudo evitarlo, una sonrisa orgullosa se surcó en sus labios al caer en cuante del porqué lo utilizaba.

En el fondo sabía que Zayn tendría algo "bajo su manga", confiaba en él si es que Liam fracasaba.

—¡No, no, no, quiero a mamá! —La espalda apoyada del pequeño en la colorida pared de la sala se deslizo hasta encontrarse sentado sobre el suelo, sus brazos abrazaban sus piernas, atrayendo de estas hacia su pecho. Su rostro reposaba entre sus rodillas, de tal modo que se encontrase como un ovillo en aquél rincón.

—Oh, Dios, Harry... Soy Lili... —Los pasos de Liam eran lentos e inseguros, a pesar de que Harry tuviese su rostro escondido se movía como si el pequeño lo estuviese observando.

A una distancia de tres pasos Liam se detuvo, en aquél lugar comenzó a acuclillarse, pero cada llamado de atención que daba hacia el pequeño lo hacía gritar aún más por su madre, cada intento del castaño eran en vano y sus ideas se estaban acabando.

Pero dentro de la sala, en la esquina opuesta Zayn observaba la situación frente a sus ojos, pero en un segundo sus mieles se fijaron sobre los números que corrían y ya se encontraban en seis minutos. Algo dentro de él sabía que en cuatro minutos cualquier  descontrol por Harry podría suceder, al fin y al cabo él lo había presenciado. Sentía sus vellos de punta de solo recordarlo.

Guardando el objeto, apoyó sus palmas en la orilla de la camilla para deslizarse hasta que sus pies tocaron el suelo. Fue lento y sigiloso, ni siquiera Louis notó cómo había bajado de allí.

Sabía que el tiempo estaba corriendo, de alguna forma tenía la pequeña esperanza que si hablaba con Harry quizás su tiempo de memoria se alargaría y si no, estaba decidido a seguir intentándolo hasta poder cerrar la fisura que tenía su 'burbuja.'

Lentamente sus pies se movieron en dirección al cuerpo hecho un ovillo en el suelo, de aquél modo llamó la atención de ambos adultos quienes no despegaban su mirada de él y Liam había guardado completo silencio. No sabía el porqué, pero de pronto quiso alejarse de Harry y dejarle completo pase a Zayn, pero no sabía si debía o no, sin embargo cuando llevó su mirada a Louis comprendió que así debía ser.

Liam ya no obstruía su paso, pero Zayn estaba tan desesperado en plantarse frente a Harry y no perder más tiempo que sentía como su frente comenzaba a sudar. Quizás pudo haber tropezado, pero aún así no llamaría la atención que buscaba. Tenía miedo de alguna forma, porque sí, tenía miedo de fracasar... Pero quería ser optimista.

Sus pies se detuvieron frente al cuerpo de Harry y con lentitud, descendió hasta sentarse frente a él, cruzando sus piernas en modo indio. Su labio estaba apretaro entre sus dientes insistentemente, apenas llevaba una semana hablando escasas palabras y ahora debía utilizarlas con calma, ¡Pero no sabía cómo! 

Pero el sollozo proveniente del rizado le hizo armarse de valor... por él.

—H-Hola Harry... —susurró suavemente, Harry creyó confundirlo con un extraño canto cautivante, pero sólo se mantuvo en su posición. — mí mamá tampoco está aquí... pero Liam es bueno cuidándonos—su voz era en un tono tan bajo y lento que ni siquiera Louis podía oírlo, a pesar de que el silencio reinara en el lugar. Harry era el único con el privilegiado de oírlo.

—¿A t-ti..., también te cuida? —los temblores de Harry se detuvieron lentamente, pero su rostro oculto no daba resultado positivos para Zayn. Pero estaba conforme... a pesar de que apenas podía oír su voz.

—S-Si... —Los brazos de Harry alrededor de sus piernas aflojaron, de modo que él sin mucha prisa alzó su rostro. Su mirada estaba baja aún, sin darle la mirada al rostro de aquél desconocido que hablaba con él, pero su voz era tan gratificante que confió en él sin conocerle. —Humm... yo me l-llamo Zayn —

Una risita escapó de Harry cuando le oyó, en un segundo se preguntó cómo él lograría pronunciar aquél nombre, pero pensaba que no sería muy difícil si tan solo le enseñaran...

—¿Zyn? —Susurró temerosos de algún tipo de reprimenda, pero no obtuvo nada. En cambio, había sido Zayn quien se acercó aún más al rizado, hasta que existió distancia la distancia de un brazo. El rostro del moreno se encontraba ladeado hacia un costado, sus grandes ojos mieles observaban interesados al menor, casi como si fuera un pequeño minino. Podía incluso reconocerse una sonrisa en sus labios.

—Noo... —El menor, quien oyó tan cerca de nuevo la voz alzó su mirada de inmediato, cruzando miradas, pero sin querer quitarla se mantuvo allí. — Zayn —Pronunció nuevamente con lentitud—

—Za... ¡Zyn! — Exclamó impulsivamente, ganándose una poco audible risa del chico frente a él. — espera, es... ¿Zaynee? —Sus expresivas esmeraldas lo analizaron en busca de una respuesta, pero su preocupación fue en aumento cuando notó el rojo rostro del muchacho. — estás rojito ¡perdón! —sus dientes apresaron su labio inferior afligidamente, sus temerosas manos se alzaron para tomar inseguro el rostro de Zayn por sus mejillas para poder sentir la temperatura.

El pulso del moreno se aceleró en demasía, el cosquilleo que describió a Louis estalló en su vientre y en sus mejillas, en aquél lugar que él tocaba, pero sin poder detenerlo se esparció por cada lugar que el menor pasaba sus manos en busca de alguna complicación. Pero lo cierto es que el hecho de haberle llamado de tal modo provocó algo más que paz en sí mismo.

—E-Estoy bien... —balbuceo en medio de algún hechizo hipnotizante hacia los ojos verdes que lo observaban en completa preocupación. —

Sus grandes manos tomaron las adversas que recorrían su rostro que aún mantenía aquél tono carmesí, con suavidad las alejó no sin antes acariciarlas inconscientemente con sus pulgares hasta que las dejó sobre las rodillas del británico. Con una suave sonrisa comenzó a ponerse de pie frente a él, quién lo observaba como un pequeño adulador.

Su castaña mirada descendió hasta el cuerpo de Harry aún sobre el suelo, pero su mano se extendió en dirección de él para que fuese tomada. Por un instante un extraño sentimiento se embargó en Harry cuando le vio alejarse de él, quizás decepción, pero no estaba seguro. No creía saber el concepto de decepción como tal, pero la dolorosa opresión en su pecho era testigo.

Sin embargo, cuando la mano del moreno se poso frente a su rostro una radiante sonrisa se extendió en sus labios, comenzando a mostrarse la alegría plasmada en él. Con seguridad y dejando de lado el repentino dolor que había desaparecido tomó de aquella mano, la cual lo jaló hasta que ambos se encontraron de pie, observándose con intensidad. Viviendo su propio mundo de fantasías.

—Soy Zaynee... —El impulso de Harry fue bien recibido cuando los brazos del pequeño se envolvieron alrededor del delgado cuerpo de Zayn, el muchacho con lentitud y lejos de ser conocedor de tales gestos correspondió. — S-Solo para... ti—Susurró, sin saber si había sido escuchado, pero no preocupado de que fuese así.

Dentro de la cabeza de Harry su memoria se detuvo, no por haber retrocedido, sino porque algo dentro de él comenzó a escarbar en sus pocos recuerdos aquella mirada. Aquél nombre que resonaba en sus sentidos como si se tratase de una necesidad de suma importancia. Pero dentro de su burbuja personal en la compañía de Zayn se sumergió en la calidad de sus brazos y la dulce fragancia que desprendían sus ropas y su cabello.

Los brazos de Harry envolvieron con fuerza de a un segundo a otro al moreno, sus puños se envolvieron en los costados de sus ropas. Su rostro se escondió en la curvatura del hombro del mismo chico, su cuerpo estaba temblando.

—Yo sé... —susurró, amortiguando su voz por el contacto con el mayor. — ya sé quién eres, Zayn...

                 Pero nadie recordó que el reloj seguía corriendo

12 minutos...

15 minutos...

20 minutos...

[*]

Hooooola! <3
Como están? perdón por no haber actualizado cuando les prometí, el lunes me quede terminando un trabajo y el martes tuve muchas pruebas:( hoy por suerte no fui a clases y pude actualizar, pero apenas. El temporal y la lluvia bajan la luz y provoca que falle la internet, pero lo prometo es deuda.

AQUÍ TIENEN MOMENTOS ZARRY.

Yo los amo lol.

Bueno, quería comentarles que tengo dos proyectos (fanfic) en camino. Uno Larry que se subirá cuando termine Every Minute y el otro que será Narry será de 5 capítulos.

El Larry es de comedia y humor, no hay drama. Pero el Narry será... Interesante, si son de los que se interesan por esas cosas de signos zodiacales y astros, y no saben que piedras de energías usar ese fic será ideal.

Bueeeno, se cierra el muro de avisos por mi parte. Espero les haya gustado, gracias por todo, son increíbles:) <3