06.
Finalizando el receso Elizabeth se había adentrado hacia el patio en busca del moreno, a quien tomó suavemente por una de sus manos y le habló de alguna caricatura cualquier que ella creía que sería del agrado de Zayn mientras ambos caminaban al nivel ya conocido. El favorito a Zayn.
—¿Sabes qué, Zayn? Hoy habrá un nuevo compañero en la sala de recreación. ¿Qué opinas de hacer nuevos amigos además de Niall? —El pequeño desvió sus mieles a las paredes decoradas, sin dar respuesta a lo que la chica le había dicho, pero no porque no la hubiese oído, sino porque pensaba en la posibilidad de quién podría ser.
No conocía nadie además de Niall y a Harry, tampoco es como si recordara perfectamente la última vez que estuvo cerca de Harry o que él le haya hablado. Lentamente, al paso de los días había llegado al punto de preguntarse cómo es que era el tono de voz del rizado.
Los pasos sin embargo, no se detuvieron ni mucho menos una vez que ingresaron a la zona de la que ya había tomado cierto cariño. Zayn podía oír lo mucho que Elizabeth hablaba, pero él estaba lo suficientemente lejos como para comprender si quiera una de sus palabras.
Zayn estaba en otro mundo, uno donde su imaginación fluía y se repletaba de inocencia y diversión, sus pasos eran tan solo por inercia.
La particular tímida risa del moreno interrumpió completamente las palabras que Elizabeth lanzaba al aire. La mirada de la neuróloga se dirigió de lleno sobre el rostro de Zayn que mantenía su rostro inclinado, pero desde su posición era suficiente para poder detallar sus facciones.
Los ojos de la francesa de iluminaron de alegría cuando le oyó, jamás en el tiempo que llevaba la recuperación de Malik lo había oído, ni siquiera una palabra.
Pestañeando rápidamente no le quitó la mirada de encima, pero ya para aquél instante ambos se encontraban frente a las puertas corredizas del box donde Louis y Liam llevaban sus terapias.
Una emocionada sonrisa se había instalado en los labiales de la muchacha, Zayn por su parte no dejaba de reír silenciosamente con un notable tono carmín apoderándose de sus pómulos.
— ¡Elizabeth, Zayn! —El elevado tono de voz agudo de Louis los volvió a ambos nombrados al "mundo real", ambas miradas se dirigieron en dirección al joven médico de traje azul. Él sin embargo, no noto en ningún momento el ensimismamiento de ambos. - Pasen, los estaba esperando.
Tomlinson abrió por completo la puerta corrediza, haciéndose a un lado para que tanto Elizabeth como Zayn ingresaran a la sala. Zayn por su parte mantuvo nuevamente su mirada en el suelo, soltando sorpresivamente la mano de la francesa para esconder su nerviosismo en un común y tímido juego con sus dedos.
La confusión era notable en la neuróloga, pero no insistió pues, a pesar de que Zayn había perdido su contacto él se mantuvo tan cerca de ella como era normal.
— Bien, si quieres puedes volver al almuerzo, me haré cargo de él como siempre. —Liz -solo era llamada por sus colegas- solo asintió en positividad ante su compañero, después de todo era la típica rutina que se llevaba. Antes de siquiera dar un paso para retirarse observo a Liam a unos metros de ellos atendiendo a un pequeño niño de rebeldes rizos.
Aquél niño que se encontraba acostado sobre una camilla terapéutica y reía entre dientes cuando Liam masajeaba sus piernas, siendo aquello parte de la terapia que se les daba a los niños.
Estos recibían tanto de terapias físicas como recreativas de modo cerebral. Liam se encargaba de lo neurológico y cerebral, y Louis de lleno a lo físico. Sin embargo, había ciertos masajes de los que se encargaba Liam.
—Uh, ¿Él es Harry? —La voz de la francesa fue en un tono más bajo de lo normal, no quería llamar la atención del niño ni de su colega que parecía tan concentrado en su trabajo.
Zayn por su parte, al oír las palabras de la chica abrió sus ojos más del tamaño normal. Tan lentamente como se lo permitió alzó su mirada en busca del mencionado.
—Sí. —Asintió él, tomando una carpeta del mesón central donde comenzó a analizar los papeles sin perder la atención del tema con la chica. —Es bastante interesante trabajar con él, ¿sabes?
— Oh... ¿Él también es autista o algo así? —Louis solo atinó a negar suavemente con un movimiento de cabeza, manteniendo una graciosa sonrisa en sus labios aún sin dejar de analizar los papeles sobre sus manos.
— Ya veo, no sabes de él. Por un tiempo su caso anduvo en boca de todos aquí, incluso del director. —Ambos muchachos mantenían una interesante charla, pero allí junto a ellos se encontraba Zayn, oyendo cada una de sus palabras. Donde ya su mirada no estaba sobre Harry sino, en Louis.— Él es más que autismo, Liz. Quiero decir, él tiene memoria selectiva. Tuvo un accidente de pequeño y perdió por completo su memoria, a pesar de que han pasado siete años él solo recuerda cada día a su madre, escasamente a su hermana.
— ¿Me estás tomando el pelo? Pero él... —La mirada de la chica viajo rápidamente en dirección al rizado que jugaba con una conocida figura para ella... Oh, claro que lo era. De pronto, su mirada se desvió a Zayn quien miraba confuso a Louis. — Él... luce tan normal.
— Por supuesto, es normal. Pero digamos que en un minuto hablará contigo y puedes hablar muchas cosas con él por diez minutos, pero luego volverá a hablarte como si nunca hubieras estado allí. Su memoria recoge solo lo que su cerebro selecciona. —Alzando su azulada mirada observo a Zayn regalándole una dulce sonrisa. Cerrando su carpeta anteriormente analizada la dejó en su lugar inicial. — Bien Zayn, comencemos de una vez.
A pesar de que la francesa tenía la libertad de irse del box de ambos profesionales decidió quedarse, no podía evitar sentir la intriga recorriendo su cuerpo desde que notó que la vieja figura de Linterna Verde que Zayn había perdido una semana antes la tenía aquél curioso chico.
Había decidido irse a un rincón del metro cuadrado de la sala para no incomodar en el trabajo de sus amigos, simplemente observando los posibles comportamientos de Zayn. O incluso del otro niño de verdosa mirada.
— Ahora, Harry, me dirás si te duele cuando hago esto... —Las grandes manos de Liam masajearon y medio presionaron los laterales del cuello del nombrado, el cual rápidamente se encogió en su lugar ante el contacto dejando fluir una contagiosa risa de su parte.
— M-Me da cosquillas —Rió él, tratando de ocultar cualquier entrada a su cuello encogiéndose de hombros.
— Está bien, ahora haremos algo nuevo, ¿sí? —Suavemente Liam quitó sus manos del contacto contra la piel del pequeño niño de rizos, posicionándose frente a frente a él, solo que el menor se encontraba aún sentado sobre la camilla. — Vamos a relajarnos y a meditar, ¿Te gusta como suena, Harry?
El pequeño solo asintió entusiasta, el mayor por su parte se movió en dirección a la punta de la camilla indicándole a Harry que debía recostarse y cerrar los ojos, pero antes de siquiera disponerse a acomodarse en al dicha camilla o cerrar sus ojos, sus grandes ojos verdes capturaron la imagen de un muchacho de oscuros cabellos quien seguía las indicaciones del otro hombre, que no sabía exactamente quién era.
Sin tener una razón aparente su mirada observó a la figura a los pies de la camilla y luego a él, no sabía porque los asociaba, pero antes de cerrar finalmente sus ojos ambas miradas chocaron intensamente. Siendo el cuerpo de rizado el cual tembló en un escalofrío. Solo pude ver a él mismo chico en su cabeza luego de haber cerrado sus ojos. Dejándose hacer bajo los masajes de Liam en sus sienes.
—Bien, Harry. Relájate y no tengas miedo. Piensa en algo lindo, ¿sí? Ve a tu lugar feliz, yo estaré siempre contigo. —Un suspiro tembloroso se escapó de los labios del menor cuando asintió débilmente.
Liam, por su parte solo alzó su dedo pulgar en dirección a Louis para darle la señal, donde el muchacho de ojos azules le dio inicio al cronómetro. Era primera vez que probaban aquél método con Styles, Liam tenía una gran esperanza en que resultaría como estímulo para que su cerebro funcionara más de diez minutos.
Aquellas terapias se basaban en buscar la serenidad y la relajación, alejando todo tipo de malos pensamientos, la mayoría de los terapeutas de su área daban paradojas para que sus pacientes pensaran en ellas, pero Liam creía fervientemente que si le hacía ir a un pequeño mundo feliz a Harry y retenía más de diez minutos el progreso sería notorio.
Harry, en "su mundo feliz" como Liam le había llamado solo podía ver un fondo blanco con el logo de Linterna Verde en el fondo. El menor parecía haberse desconectado viajaban a su mente, donde el logo estaba incrustado en la pared. O al menos, creía que era una pared.
Lentamente, aquél lugar blanco comenzó a tomar color donde variadas mariposas volaron, sin embargo solo una se mantuvo revoloteando de a un lado a otro. Aquella de color amarillento y café, casi en un tono miel. La cual se poso sobre el logo que permanecía en el fondo.
Sintió su cuerpo temblar cuando nuevamente llegaron a él aquellos ojos mieles que vio antes de cerrar sus ojos, pero de pronto el lugar se había apagado volviéndose en un tono negro. Sus verdes se llenaron de miedo, pero aquél "apagón" como le denominó Harry solo duro unos segundos, volviendo a iluminarse, con la pequeña diferencia que ahora el logo se encontraba a sus pies y la mariposa sobre sus nariz.
De fondo a él lo que recordaba en un tono blanco comenzó a volverse borroso, me modo que él recordó cuando las televisiones pierden su programación y la pantalla se vuelve en un tono gris, tratando de volver a la programación normal.
Pero lejos de tomarle atención, llevó su diestra a tomar la mariposa que no huía de él, sino que solo movía sus alas y parecía que lo observaba. Harry estaba encantado.
—¡Harry, buenos días, hermanito! —La pantalla que anteriormente estaba en un tono gris ahora mostraba a una chica de cabello castaño, lo suficientemente largo para estar más debajo de sus hombros.— ¿Sabes qué día es hoy, pequeñín?—Y notó como la "pantalla" se movía de a un lado a otro, negando a la chica. Era como si él lo estuviera viviendo. Y... La chica era tan familiar. — ¡Hoy es día de películas y dulces de manzana! —La chica alzó sus brazos emocionada sin dejar de reír, de pronto notó como la imagen de ella se volvió borrosa, pero sin dejar de apreciar la silueta.
Como si su mirada se cristalizara.
—¡Sí! —Oyó como la voz que identificó como suya gritó de alegría, de pronto ya no enfocaba a la chica y podía notar como corría por la sala. — ¡Mamá, mamá, mamá! —Chilló emocionado, ahora la pantalla enfocando de lleno a su madre, fregando los platos en la cocina. —¡Mamá, adivina qué día es hoy! -Saltó entusiasta, y sin dejarle responder, prosiguió. — ¡Día de películas y dulces de manzanas!
Nuevamente perdió la visión de su madre, los movimientos bruscos volvieron, como si estuviera corriendo. Solo que una vez, antes de llegar a la sala se detuvo bruscamente frente al espejo de gran tamaño junto a la puerta del closet debajo de las escaleras.
Harry pudo observarse a sí mismo frente a la pantalla. Sin poder creerlo, bajó su mirada hasta su propia ropa comprobando que vestía exactamente igual a quien estaba frente a la pantalla.
Pero él... Él no recordaba que aquello hubiera pasado.
Sus piernas flaquearon, sus manos se dirigieron a su cabeza tomando fuertemente de ella. Sus rodillas golpearon con el suelo blanco decorado por el logo de linterna verde. Sus ojos se cerraron, un profundo dolor dio de lleno en su cabeza, justo al costado izquierdo.
Las voces se perdieron, pero cuando creyó que no vería más las imágenes volvieron a mostrarse en la pantalla, pero él no quería ver. No, no, no.
Le dolía mucho.
—¡Hey, tu no nos estás escuchando! — Lentamente abrió sus ojos, alzando su mirada hacia la pantalla. Allí pudo apreciar como desde lejos se le observaba a un par de chicas rubias, ocultando por su cuerpo a otro más que no podía divisar del todo.
—¡Y todo por esto! —Entrecerró sus ojos por los agudos gritos, pero notó como la "pantalla" se acercaba más al par que parecían gritarle a alguien más. Alguien que estaba sobre la banqueta, o eso podía deducir.
Cada vez se acercaba más y sus potentes ojos verdes observaban lo que pasaba en lo que se mostraba frente a él, de pronto, gracias a la pantalla pudo ver a un asustado chico. Él temblaba bajó los gritos de las rubias, él quería saltar a ayudarlo desde la pantalla, pero no. No podía.
Ellas tomaron desde sus manos la figura de Linterna Verde y Harry la reconoció.
—¡Es mío! —Gritó, sin ser escuchado. Pero desde el suelo y siendo opacado su grito, alguien más grito, pero utilizando su misma voz... ¿Otra vez?
—¡Hey, déjenlo en paz, lo están asustando! —Su cristalina mirada detallo al chico de ojos mieles que lo observaba desde abajo. —¡Váyanse de aquí! —Y no, no podía. No podía simplemente no apartar la mirada de él, pero la pantalla se movió en dirección a donde había sido arrojada la figura y pudo ver como una mano, muy conocida a la suya tomaba la figura y se la extendía a él moreno cuando volvió a él.
—Esto es tuyo—
— Pero... es mío... —Vio como aún aquella mano extendía la figura en su dirección, el castaño oscuro temblaba, pero estaba dispuesto a tomar la figura. Solo que ahora la pantalla era la que observaba la figura. Solo unos segundos más y dio media vuelta, alejándose del moreno.
—¡No, es de él! —Gritó tan fuerte que pudo sentir su garganta desgarrarse.
Volviendo en sí, su mirada verde volvió a abrirse encontrándose nuevamente en donde había estado con Liam. Estaba sentado y respiraba agitadamente, podía sentir el sudor corriendo por su frente. No sabía que había pasado, solo sentía las miradas tanto azules como cafés sobre él y no lo soportó.
Abrazó sus piernas, escondiendo su rostro entre ellas para comenzar a sollozar, le dolía tanto su cabeza. Hipaba allí mismo, pero Liam demoró en actuar, su boca aún estaba abierta del asombro y emoción.
—Dios mío, Harry. Mírame, pequeño —Liam tomó lugar sobre la camilla, tomando suavemente las manos que abrazaban las piernas del menor para separarlas. El rostro empapado el lágrimas se alzó siendo Liam quien dirigiera su mano para secar las lágrimas que se deslizaban por las rojizas mejillas de Harry.— Respira conmigo, cálmate. —El mayor inhaló de modo que Harry también le siguió, prosiguiendo a la exhalación hasta que logró luego de unos minutos que Harry se calmara.
—¿Qué viste ahí, Harry? —Delicadamente Liam comenzó a acariciar los rizos del menor, lejos de tomar atención de las atentas miradas del trío detrás de él. El nombrado se encogió de hombros, vagando su verdosa mirada por la sala hasta que se detuvo en él.
¡Era él, era él, era él!
El color rojizo volvió en la totalidad de su cuerpo y tan suave como pudo alejó al mayor de él, no quería ser grosero por lo que sólo lo alejó y bajó por completo de la camilla, no sin antes habiendo tomado la figura de acción a los pies de la cama.
Todos expectantes a sus movimientos, Zayn por su parte no entendía porque todos estaban sorprendidos, o porque Harry había llorado y había despertado tan asustado. Bueno, él literalmente no estaba comprendiendo porque Harry estaba caminando hacía él sin quitarle la mirada de encima.
Su mirada, como de costumbre bajó hacia sus pies, solo que no bastó más tiempo para que otro par de zapatos se posaran frente a los suyos. El nerviosismo era mayor, pero... ¡Se sentía tan bien!
— No sé quién eres... Pero estabas ahí, te vi. Eras tú... —La voz temblorosa era notoria, el trío de profesionales temía que el rizado rompiera en llanto ahí mismo, pero no podían intervenir. — Yo no sé... No sé porque cada vez que cierro los ojos te veo a ti... Yo —Temerosamente, Harry comenzó a morder sus labios. Pero sus verdes no podían apartarse de los mieles.— Esto es... tuyo.
Y allí, por segundo vez en la vida de Zayn oía las mismas líneas por segunda vez, pero ahora era diferente y no sabía por qué.
—Treinta y un malditos minutos... —Susurro Louis, sin poder creer lo que sucedía frente a su mirada.
*
¡Hola! Lamento no actualizar rápidamente. Esta semana estaré más libre de tiempo, así que si me da la cabeza subiré al menos dos capítulos más en el transcurso. ¡Gracias, gracias, gracias por los 400 leído!
No soy precisamente del tipo que pide votos, yo solo escribo porque me gusta y el hecho de que lean tantas personas me anima muchísimo <3
Aviso que esta historia tendrá como máximo 15 capítulos, será algo muy lindo y dulce, pero intenso.
Anyway, ¡hasta el otro capítulo!
Gracias por los que votan <3
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