#14♡♡♡
Capítulo final, dedicado a todas/os los grandiosos lectores. Gracias a cada uno de ustedes.
Sábado 14.
Eran finalmente el día de San Valentín, pero a pesar que las hijas mayores de la familia Malik tuvieran preparada su cita por su "enamorado", ellas no dudaron ni un segundo en cancelar. De igual modo sucedió con Gemma, y es que había algo mucho más importante que sus propios obsequios y buenos tratos.
Definitivamente Zayn y Harry eran más importantes.
La tarde anterior, luego del termino de sus clases las tres chicas se juntaron planeando como querrían que sucediera la cita entra sus hermanos, todo lucía realmente maravilloso una vez hablado, sin embargo llevarlo a cabo era otro tema muy distinto.
Y justo allí, en medio del patio trasero del hogar de Gemma las tres chicas intercambiaban miradas, de brazos cruzados y sus entrecejos fruncidos porque no estaba resultando como esperaba.
—No sé en qué estaban pensando cuando se les ocurrió tal idea —Murmuro Waliyha exasperada, cruzando sus brazos sobre su pecho.
—Cállate Waliyha, tú no has aportado en nada —Contraatacó Doniya, frunciendo sus labios molesta por la actitud de su hermana. Y bueno, Gemma..., ella sólo observaba.
Repentinamente y sin esperarlo, una guerra de palabras e insultos comenzó entre las morenas y Gemma seguía allí, observando con duda y en parte, extrañeza. Agradeciendo enormemente a su madre por no darle una hermana.
Sin embargo, no pudo evitar comenzar a pensar e imaginarse como le gustaría que fuese su cita ideal y en ello, integrando algunas cosas que a Harry le gustan realmente mucho. ¡Y bien! La luz de sus ideas se había encendido con muchas fuerzas.
—¡Esperen, esperen! —Exclamó la rubia, interrumpiendo tan rápido como pudo la discusión. Evitando que una verdadera pelea se llevara a cabo en su patio— ¡Tengo una idea! —Ambas morenas, casi a un movimiento de tomarse de los cabellos se separaron con lentitud. Comportándose, como si nunca hubiese ocurrido un entercado entre ambas. — ¿tienen luces? Quiero decir, como las de los árboles de navidad o cosas así, ¡ustedes deben tener! Su cultura es algo de ese tipo, deben de tener, ¿no? —
—No sé en qué mundo vives, Gemma, pero definitivamente no ocupamos luces de tipos así, además de en navidad —Respondió Doniya.
—Hey... pero mamá guarda unas luces muy lindas en formas de grandes esferas de papel, ¿sirven? —
—¡Sí, sí, sí! Es lo que busco —
(...)
Una costumbre se había instalado en las vidas de Anne y Trisha, no estaban disgustadas por supuesto, se pasaban buenos momento entre ambas y también, ayudaba a sus hijos de igual forma.
No llevaban mucho tiempo haciéndolo, pero estaba funcionando. Cada sábado ambas se juntaban en una casa en especial y llevaban a sus hijos, aquél sábado en especial terminó siendo la residencia de los Malik.
Pero mientras ellas disfrutaban de un buen té y bocadillos que eran robados por Safaa cada cierto tiempo, sus hijos estaban en la segunda planta compartiendo dulces momentos en la habitación del moreno.
Ambos muchachos se hallaban acomodados en la cama de Zayn, Harry apoyando su cabeza en el pecho de Zayn mientras el moreno, lo rodeaba con su brazo por los hombros. El par mantenía una particular conversación que conllevaba un insistente temas con flores comenzando por el rizado, pero claro, el moreno no le molesta responder.
—¿Zayn? —Inquirió el menor en un susurro, acurrucándose a un más al costado del nombrado cuando alzó su mirada. Sólo obteniendo una fabulosa imagen de la marcada mandíbula de Zayn y su puntiaguda nariz de perfil. Sin obtener una respuesta concisa, continúo. Después de todo, sabía que siempre sería escuchado por él— Uh... ¿H-Hay más flores..., pa-para mí? —
El de oscuros cabellos sonrió ante aquella pregunta. Aun manteniendo su mirada sobre el blanquecino techo de su cuarto, asintió en respuesta, un hecho que no pasó desapercibido por Harry. Pues, el chillido emocionado del rizado había sido suficiente para Zayn, sin embargo no tardó en sentir el peso completo del menor junto a él cuando se apartó de su abrazo y se hallaba hincado sobre la misma cama, junto al cuerpo de él.
—¡Quiero verlas! —Exclamó repleto de ilusión, posando sus delicadas manos sobre el plano vientre del moreno. Este posando finalmente sus gemas de tonos dorados sobre los esmeraldas.
Zayn negó
—¿Por qué no? —Los grandes ojos verdes que tanto encantaban a Zayn lo observaban con súplica y algo de dolor, él sin poder evitarlo se acomodó sobre su cama sentándose junto a Harry, él quedando más pequeño que el rizado. —Vamos Zy... sólo una. ¡Una! —
No quería arruinar la sorpresa, sin embargo una no haría mal, ¿verdad? Quería convencerse, pero las palabras de Doniya llegaban nuevamente a su cabeza pidiéndole que no tocara ninguna flor, que ella se encargaría, pero... Eran para Harry, él las había elegido, podría sacar al menos una si así lo quería.
Además, recordó que entre las siete flores faltantes había un par que se repetía en significado, no importaría si la tomaba.
Mordiendo su labio inferior con duda, observó un segundo más aquél lindo prado de tonalidades verdes y derrotado completamente, desvió su mirada hacia su regazo y asintió. La reacción fue inmediata, Harry se abrazó a él y sabiendo que no habría una negativa, dejó tiernos besos en la mejilla de Zayn.
— S-Solo una... —Susurró con dificultad aun teniendo los labios de su chico sobre su rostro—
Entre dulces risas del pequeño de ambos, dejó de besarlo –al menos por ese momento–, deshaciendo el agarre sobre sus hombros y pudiendo así, darle distancia. El moreno entendiendo el mensaje bajó de su cama, perdiéndose tan rápido de la vista de Harry cuando cruzó la puerta.
El muchacho de rizos, cayó de espaldas hacia la cama, revotando en el mismo proceso suavemente. Su mirada directamente sobre el blanquecino techo y una sonrisa que no se borraría en mucho tiempo.
A pesar de tener una memoria disfuncional en medio de un tratamiento, recordaba algunos detalles que se relacionaban con Zayn. Como aquella vez que el moreno le obsequio un lindo libro de mariposas que atesora con todo su ser y que haría siempre, que soñaba cada día despierto con poder leerle una de las páginas, poder decirle que una de las mariposas del libro le recodaba sus lindos ojos mieles.
Tan perdido en sus sentimientos enamorados hacia Malik, no notó ni en un segundo como el chico de sus sueños, el de sus pensamientos y sus visiones a futuro lo observaba con una sonrisa bajo el marco de la puerta, sosteniendo una flor..., como él se lo había pedido.
Harry no estaba del todo seguro cuán importante era Zayn en su vida, no sabía precisamente la función que cumplía el chico, pero estaba lo suficientemente seguro para saber que no quería perderlo de su vida, que quería llegar a ser tan grande como Gemma y que Zayn estuviera allí con él, siempre.
El moreno sin quitar su boba y tímida sonrisa, caminó hacia la cama a lentos pasos. Harry no parecía percatarse, parecía demasiado enfrascado en lo que sea que estuviera pensando y Zayn, él realmente esperaba que al traerlo nuevamente a la realidad, él aún recordara lo que estaba sucediendo, lo que le había pedido.
Él, rozando sus piernas con el borde de la cama, se sentó lentamente sin llamar la atención e incluso, cuando esta misma se hundió ante su peso, Harry seguía sin darle una mirada, pero él no se intimido ante ello y extendió una mano hacia los rizos del menor, enredando suavemente sus dedos entre aquellos sedosos resortes como solía llamarlos.
De pronto, un chillido asustado provino del rizado, que sin poder evitarlo dio un brinco extendido en la cama y asustado, alzando su mirada a quién le estaba tocando casi..., casi reaccionó mal, pero sus facciones se suavizaron considerablemente al recordar con mucho esfuerzo.
— ¡Zayn! —Chilló avergonzado, pero en un muy claro tono de reproche— No me asustes así nunca más —Las mejillas sonrojadas del muchacho daban una dulce imagen, pero los esmeraldas lo hacían darse cuenta el nivel de pánico que provocó en él. Definitivamente debe ser tan silencioso...
—Uh... yo lo-lo sien...siento —Balbuceo apenado, su mirada vagando por la totalidad de la extensión de su cuarto. Sus manos comenzaron un incesante jugueteo, costumbre de sus nervios, pero a la vez, sus dedos detallaron el largo tallo verde y por supuesto, olvidando por un instante porque la tenía en sus manos.
—Oh Zy —Respondió rápidamente, sintiéndose culpable y notando por supuesto, la linda flor en tonos violetas y con sus pétalos florecidos.
Con la culpa a flor de piel, se sentó rápidamente en posición de indio, pero Zayn no le dirigió la mirada. Sólo subió completamente a su cama y apoyó su espalda en el respaldo de la misma, extendiendo sus piernas. Aquella no era la posición que Zayn acostumbraba ocupar cuando quería que Harry descansara en su regazo, y claro, Harry lo notó.
Sin esperar un segundo y con su respiración irregular, gateó hacia Zayn acomodándose entre las piernas del mismo y con cuidado, extendió su mano hacia la bronceada mejilla del chico que tanto él quería. Pero lamentablemente, no obtuvo lo quería..., no obtuvo una mirada como él quería. Los mieles siguieron ocultos.
—Lo siento Zayn... —Murmuro con los labios apretados, inclinando su cuerpo en dirección al adverso. — No era mi intención, perdón Zy —Su mano aun haciendo contacto con la suave piel de Zayn, comenzó a acariciarle con lentitud, con miedo de hacer algo mal nuevamente. Pero finalmente, el rostro más lindo que jamás había visto, se alzó. Con unos lindos ojos y largas pestañas revoloteando con cada pestañeo, justo allí..., observándolo.
Sin pronunciar alguna palabra, el moreno solo extendió la flor entre sus manos hacia Harry a la altura de su pecho. No le tomó mucho tiempo al menor notar aquél hecho y con cuidado, pero con notable arrepentimiento..., tomó la flor cuidadosamente, esta vez, hincándose entre las piernas de Zayn.
—Es... es muy linda —Hablo suavemente, en busca de alguna sonrisa adversa, de algún gesto, pero fracasó. Apenado, bajó su mirada en busca de la nota que siempre solían tener las flores, pero no. Aquella no tenía— Uh... Zayn, está no tiene nota —Para Harry ver a su chico frente a él como una estatua era desesperante. Estaba al borde de las lágrimas, no podía solo soportar haber hecho mal, aun sabiendo vagamente cómo es verdaderamente Zayn— Oh Dios, por favor Zayn..., háblame. Lo siento tanto —
El moreno lo observaba extrañado, de alguna forma luego de haberlo asustado se había sentido mal consigo mismo. No estaba acostumbrado a reacciones tan duras de otro y a pesar de que esa no era la intención de Harry, él no pudo evitar reaccionar como tal. Pero a ese instante ya lo había olvidado.
Sólo estaba armándose de valor para querer hablar sin balbucear o tartamudear como siempre, quería darse ánimo a sí mismo, quería darse fuerzas para poder tener él la iniciativa de besarlo incesablemente y poder decirle con sus propias palabras el significado de la flor.
Sin embargo, cuando estuvo a punto de hacerlo oyó unos débiles sollozos provenientes del rizado y en medio de su desesperación personal, se inclinó hacia adelante y extendiendo sus manos tomó por los laterales del rostro a Harry, alzando de aquél para poder observarse finalmente.
Los lindos ojos verdes estaban empañados, pero aún sin derramar siquiera una gota. Y fue allí cuando Zayn reaccionó y actúo por un impulso, él solo se inclinó totalmente hasta los labios de Harry y junto sus labios como solía a ambos gustarles tanto.
En un modo de pedir disculpas por su extraño comportamiento, cada movimiento y cada tacto fueron repletos de cariño y dulzura, por poco temiendo que acabara dañándolo. Y aún, siendo torpes e inexpertos, se separaron ambos con sus mejillas totalmente sonrojadas, pero nuevamente Zayn tuvo la iniciativa cuando tomó a Harry del mentón con su diestra y conectaron miradas.
—Es un lirio... —Susurro, con un particular brillo en sus ojos al notar que por primera vez, sus palabras salían fluidas— el de tono malva...tiene un significado que uh..., me recuerda a ti —Con un sonrisa temerosa, dejó sus dedos vagando y delineando con amor la mandíbula de Harry. Él, con sus grandes esmeraldas le sonreía— Tus ojos me enloquecen..., Harry —
Nuevamente, ambos labios se encontraron. Ambos ojos obtuvieron como última mirada el perfecto rostro del otro, sonriéndose en medio del beso y sus brazos, envolviendo cariñosamente al otro. No queriendo separarse jamás de aquellos cálidos cuerpos.
(...)
Hace menos de quince minutos que Doniya y Waliyha había llegado a su hogar en busca de los adornos que necesitaban y también, las flores que estaban dentro de un lindo florero en el cuarto de la mayor.
Waliyha siguió otro rumbo buscando las luces y lámparas que Gemma les había pedido, mientras la rubia había partido al centro comercial en busca de algunos detalles faltantes.
Doniya por su parte subía las escaleras hacia su cuarto para tomar las flores, pero una vez allí notó la puerta abierta de la misma. Quizás pudo ser Safaa..., o quizás Zayn. No importaba de todas formas, por ello solo se adentró hacia el florero para tomar las siete flores que habían guardado ella y Zayn.
Sin embargo, cuando hizo el conteo de las mismas, estás solo era seis. Faltaba una y estaba lo suficientemente segura de lo que había anteriormente, pero a pesar de ello solo las tomó del florero y salió de su cuarto, pero justo allí, al final del pasillo antes de llegar a las escaleras estaba el cuarto de su hermano y tenía curiosidad, ¿y si él no la tomó?
Con seguridad, caminó hacia la puerta del cuarto de su hermano. Y una vez parada allí, frente a la madera entre abierta tomó el picaporte sin pedir permiso alguno, empujando la puerta. Sin embargo, lo que hallo dentro la hizo enrojecer completamente.
Justo sobre la cama, se hallaba su hermano sentado apoyándose en el respaldo y Harry sobre él, besándolo. Estaban ambos demasiado ocupados en notar a Doniya y ella, sabiendo que no era su incumbencia, pero aún shockeada por ver a su lindo hermanito en tales condiciones, salió despavorida de allí. Bajando tan rápido como pudo las escaleras.
(...)
La tarde luego de aquél acontecimiento siguió su curso con normalidad, apenas eran las cinco de la tarde y ambos chicos dormían sobre las mantas de la cama de Zayn. Ambos acurrucados y envueltos en los brazos del otro, pero no muy lejos de la residencia de los Malik estaban el trío de chicas ajustando los últimos detalles.
Waliyha realmente estaba preocupada por la absurda idea de su hermana al querer que todo se llevara a cabo llegando la noche, pero ella definitivamente se negaba. Zayn le temía enormemente a la oscuridad y por ello, hacía todo con más rapidez, queriendo que aún la luz del día las acompañara.
Ajustando los últimos detalles de las luces que Gemma le pidió poner, conectó de estas al interruptor que la chica le había alcanzado. Y finalmente, estaba lista su parte y la del par faltantes también.
Por supuesto que las luces no serían encendidas, aún les acompañaba la luz de la tarde y solo faltaba acomodar o idear algún plan con las flores, pero antes de siquiera hablar Gemma se adelantó. Básicamente, todo lo que estaba sucediendo allí estaba siendo por Gemma y la menor de las tres, lo agradecía.
—Creo que ya sé cómo podría ser la entrega de las flores... no hagamos un camino directo, ayudemos también. Zayn no sabe de esto, también será una sorpresa para él, ¿no? —Ambas morenas asintieron, y de aquél modo Gemma comenzó a explicar cómo podría ser la entrega y definitivamente era mucho mejor de lo que se imaginaban.
30 minutos después.
—Okay, yo iré primero por Zayn, luego tú vas por tu hermano. —Apresuró Doniya al decir, y sin obtener una aceptación solo tomó las llaves de su automóvil y partió hacia su hogar.
Esperaba al menos que esta vez los chicos no estuvieran besándose, porque realmente sería muy bochornoso para ambos y bueno, ella aún no superaba el hecho de que su hermano ya no parecía ser tan inocente como creía.
Siquiera, ¿cómo había aprendido a dar besos?... ¿cuándo fue el primero? Dios, su cabeza era un total lío de preguntas, pero eran lo suficiente bobas para reírse durante el camino y sin despegar su mirada del mismo.
Algunos semáforos y signos pares fueron suficientes para no tardar demasiado en llegar a su hogar, aún aparcado afuera estaba la camioneta de Anne y aquello fue suficiente para hacerla sentir satisfecha.
Tras unos minutos asegurando su auto, se encaminó hacia la puerta principal abriendo de ella y dando un rápido saludo a las mujeres allí comiendo algunas cosas, y claro, su hermana pequeña revoloteando de a un lado a otro hablando de sus caricaturas, ella subió las escaleras.
Con pasos lentos subió de ellas y de igual modo, se acercó hacia la puerta de Zayn que esta vez, se hallaba cerrada. Pero la diferencia, fue que Doniya tocó suavemente la puerta y a pesar del constante golpeteó no obtuvo respuesta.
Algo indecisa, abrió de ella, sin embargo lo que halló allí dentro solo la hizo sonreír de ternura. Ambos pequeños dormían plácidamente, pero no era tiempo de dormir. Eso estaba claro.
Con pasos apresurados se posicionó junto a la cama y con suaves toques, movió el hombro de su hermano que mantenía la cabeza de Harry apoyada en su pecho.
Un par de más toques y suaves zarandeos dieron con los movimientos del pequeño y poco a poco, este fuera abriendo sus ojos. Pestañeando repetidas veces y refregando sus ojos con sus puños, alzó su mirada a la persona que le había despertado y con un notable fastidio, frunció su entrecejo a Doniya.
Él sin importar la presencia, volvió a cerrar sus ojos y enterrar su nariz en los suaves rizos de Harry que olían a un rico aroma de arándanos.
—Ni se te ocurra seguir durmiendo —Mascullo la morena en susurros— Olvídate de la sorpresa que te ayude a hacer para Harry en ese caso —
Fingiendo fastidio y molestia, dio media vuelta caminando a lentos pasos hacia la puerta. Sabía que sería cuestión de tiempo para que su hermano se acercara a ella y partieran rumbo a donde sería.
No le tomó más de cinco minutos al pequeño deshacerse cuidadosamente del agarre de Harry y depositar un dulce beso en su frente para seguir apresuradamente a su hermana, la cual lo esperaba con una sonrisa victoriosa en el pasillo.
—Te encantará lo que tenemos preparado. A ti y a Harry, por supuesto —Sonriendo emocionada, tomó la mano de su hermano y lo jaló escaleras abajo.
Una vez allí caminó hacia la sala informándole a ambas mujeres de que saldría con Zayn y que claro, Gemma vendría por Harry y que Anne no se preocupara.
Emocionada y encantada por como posiblemente resultaría todo en casa de los Styles, sacó del ropero de la entrada bajo las escaleras una chaqueta para Zayn y ambos partieron, ella asegurándole el cinturón y finalmente tomando su rumbo.
(...)
Las manos de Zayn sudaban considerablemente. Sus hermanas no le habían dicho nada conciso y estaba nervioso, ¿Qué haría? ¿Qué debía hacer? ¿Y si lo arruinaba? Se preguntaba una y otra vez.
Doniya solo le había entregado una flor, aparentemente debería entregársela a Harry cuando él llegara, pero ¿cómo y cuándo? Lo único que sabía a simple vista es que lo que tenía entre sus manos era una peonia y que debía esperar a Harry justo en el gran árbol donde, claro, ambos habían vivido lindos momentos. Como aquella vez que Harry se tropezó con la raíz sobresaliente y él, limpio el dulce rostro de Harry de la tierra y el pasto.
Una tímida sonrisa se surcó en sus labios ante aquél recuerdo, pero a pesar de ello no entendía porque sus hermanas y Gemma había puesto tanta decoración entorno al árbol. No entendía la razón de la manta extendida en el suelo, ni mucho menos la gran cantidad de cojines apoyado al tronco del árbol, haciendo la visión de un respaldo.
Ugh, definitivamente estaba nervioso. No faltaba mucho para que anocheciera y él no era precisamente fan de la oscuridad. Sus movimientos eran demasiado constantes, de a un lado a otro, pero sin perder la posición que Doniya le dio. Tampoco era capaz de oír lo que sucedía dentro de la casa, pero estaba seguro que el trío de extrañas chicas se estaban movimiento de a un lado a otro.
Sin embargo, lo que realmente sucedía dentro de la casa era simplemente un misterio. Gemma hace no mucho había llegado con Harry y pidiéndole por favor que subiera las escaleras, él hizo lo pedido con pereza y con cierta tristeza, aparentemente Zayn no había estado con él al despertar de su siesta.
Recordaba vagamente que había dormido sobre su pecho, pero ¿por qué le dejo solo? Él extrañó sus caricias, extrañó su calor.
Y con sus ánimos destruidos, ingresó a su cuarto que ya se hallaba iluminado, pero no precisamente por la luz artificial.
Dando unos pasos de más notó como algunos frascos transparentes tenían una extraña iluminación, pero que aquellos mismos indicaban un camino en particular, que por supuesto, él no conocía.
Con duda y ciertamente temeroso, siguió el camino. Para solo hallarse frente a su cama que también contenía algunos pequeños frascos luminosos, pero justo en el centro de estos estaba una flor, con una nota.
Ilusionado y emocionado, tomó de aquella nota con una mano y con la otra, tomó la flor.
Es una peonia...
su color blanco significa
"soy afortunado de tenerte."
Una dulce ricita emocionada provino del de ojos esmeraldas, sin embargo cuando estuvo a punto de salir de su cuarto notó otra nota, pero que esta contenía otra letra. Una mucho más ordenada y redondeada, estaba de más para él que no era de su Zayn, pero aun así, leyó de ella.
Ve al cuarto de tu hermana
hay otra flor allí.
Suerte xx
Con su corazón golpeteando fuertemente, corrió hacia el cuarto de Gemma, claro que esquivó cada frasco. Realmente eran muy lindos y no tenía intenciones de arruinar alguna decoración, sin embargo cuando cruzó la puerta de la habitación de su hermana. Allí también se hallaba la misma decoración, solo que en colores predominaba la iluminación blanca.
Aferrándose a la linda flor blanca que aún tenía en su mano, caminó en dirección al escritorio donde se daba el camino de los frascos y justo en medio de los libros de estudio se encontraba repartido muchos brillos de distintos tonos, pero también la flor, que se veía salpicada de brillo.
Es un lirio,
me gusta su color blanco.
Significa, te quiero y confío en ti.
No lo olvides... por favor.
Otra flor te espera en
el cuarto de tu madre.
Iba a perder la cabeza y la capacidad de poder respirar si esto seguía así. Todo era demasiado lindo y perfecto, pero todavía cabía la posibilidad de que Harry perdiera su memoria. Aquél día no había vuelta a comenzar en ningún instante, había recordado absolutamente todo, e incluso cuando despertó de su siesta.
Incluso, cuando dio media vuelta, aun sujetando el par de flores sintió un mareo que le hizo detener su paso. De pronto, había olvidado donde quedaba el cuarto de su madre, pero debía llegar allí.
Deteniéndose bajo el marco dela puerta, respiró hondo y dio una mirada a cada puerta que lograba ver, pero no encontraba a dónde entrar y poder encontrar la que buscaba, sin embargo notó que una ya estaba abierta y dedujo que era la suya. Aquella que había recorrido.
Él haciendo un pequeño puchero con sus labios observó las dos puertas faltantes, y finalmente cuando se decidió se acercó a la del final del pasillo.
Apenas bajo la puerta podía ver unas tenues luces, por ello se apresuró y una vez frente a ella, acercó su mano temerosa. ¿Cómo era si quiera posible que olvidara dónde quedaba el cuarto de su madre? Apenas recordaba que pasaba la mayoría del tiempo allí, entonces no encontraba razón de olvidarlo.
Sin querer retrasarse un segundo más y probarse a sí mismo que aún no estaba todo perdido, abrió la puerta y efectivamente allí había otro camino con frascos, pero en muchos tonos azules. Y sonrió, sonrió de felicidad porque no se equivocó ni lo olvidó.
Por ello, sus pasos eran seguros y aliviados, pero cuando acabó su camino encontró una linda flor amarilla, muy similar a la anterior blanca que tenía. Recordaba ser llamada lirio, o algo así.
También es un lirio,
pero el amarillo significa
"amarte me hace feliz."
Porque yo lo hago...
Hay otra flor
en la sala.
Por suerte y para su gran alivio, no olvidó esta vez dónde se encontraba la sala. Por ello, tomando la flor amarilla entre las dos que ya tenía, salió del cuarto y bajó las escaleras.
Estaba nervioso y demasiado emocionado para detenerse a pensar un segundo, por lo que cuando tocó el firme piso de la entrada de su casa, caminó hacia la sala donde extrañamente se encontraba Doniya y Waliyha sonriendo, con la flor frente a ellas en la mesa de centro.
Dudoso y con el entrecejo fruncido, caminó hacia la mesa y tomó la flor, pero esta vez solo encontró la nota de Zayn, no otra indicación. Pero la leyó.
Es un tulipán,
este tono jaspeado significa
que tienes unos ojos preciosos.
Y antes de siquiera buscar por alguna parte la nota y/o alzar la mirada, oyó la amable voz de Waliyha.
—Ve a la cocina, está la última flor—La sonrisa de ambas chicas era genuina, sincera y demasiado dulce para que él desconfiara, por ello solo asintió.
Pasando de ella por el costado, caminó hacia la cocina, no sabía con qué se encontraría precisamente, estaba algo nervioso. Entonces, si era la última flor, ¿estaría Zayn allí? Pero, ¿por qué en la cocina?
Riéndose entre dientes, empujó la puerta que lo llevaba a la cocina, pero allí no encontró a Zayn. Ahí se encontraba su hermana sosteniendo entre sus manos la flor roja con la nota colgando del tallo.
Confundido, caminó hacia ella. Su hermana estaba parada delante de la puerta trasera que daba al patio de su hogar, pero no entendía. Él realmente prefería haber visto a Zayn y no es que su hermana no fuera lo mejor que veía, pero es que Zayn... Zayn era lo que él deseaba en ese momento.
Frunciendo sus labios dulcemente, miró a su hermana la cual esta le extendió la flor. Y sin poder decir algo al respecto, tomó la flor y con decepción, leyó la nota.
El tulipán rojo
significa "amor tierno."
Doniya dijo que nos describía,
yo no entendí...
Pero te quiero y es un amor tierno.
Riendo entre dientes, apenas entendiendo lo que quiso decir en la nota, volvió a alzar la mirada a su hermana la cual amplió mucho más su sonrisa.
—Waliyha te mintió, esta no es la última flor... —murmuró, sin saber cómo la decepción y tristeza desapreció de su hermano— si quieres ver la última flor, debes ir al patio y caminar hacia el árbol del centro —
—No —Negó rápidamente, meneando su cabeza de a un lado a otro— Allí está oscuro, no quiero —Esta vez, su mano apretó todas las flores que recolectó y mordió su labio inferior.
—Confía en mí, allí no está oscuro... además, hay una sorpresa —Juguetonamente, picó con su dedo índice el vientre de Harry obteniendo una risitas de su parte.
Pero el muchacho, resignado y ciertamente intrigado asintió un poco asustado. Gemma se hizo a un lado y abrió la puerta detrás de ella, para que su hermano siguiera el camino indicado.
Notó un par de frascos luminosos haciendo un pequeño camino que sin duda, quiso seguir. Pero cuando salió, la puerta se cerró firmemente provocando que un respingó proviniese de él.
Caminando lentamente notó como el camino de frascos se terminaba y solo quedaba un oscuro camino. Y que estando a punto de dar la media vuelta para correr a la puerta, quedo pasmado e impresionado.
En menos de un segundo unas luces iluminaron todo el patio. Había muchas luces enrolladas en las ramas del árbol central, pero toda la gran iluminación parecía salir de la parte que él no lograba ver del árbol, pero claro, no pasó desapercibido como algunas luces en forma de grandes esferas decoraban su patio. ¡Era hermoso!
Pero no pudo soportarlo un segundo más, la curiosidad y la emoción estaban sobrepasando cualquier límite que estaba imponiendo aquél día y a paso seguro, caminó hacia el árbol.
Todo era impresionante, las decoraciones sobre todo. Y cuando rodeó el árbol y llegó a donde la iluminación golpeaba mucho más fuerte, notó a alguien parada justo frente al árbol, pero estaba de espaldas a él. La persona parecía moverse incesablemente, pero por cada paso que daba la persona allí se le hacía conocida.
Estaba nervioso, tanto que sentía sus manos doloridas por apretarlas demasiados en puños. Dando una última respiración, se detuvo a unos pasos de la persona y extendiendo su mano hacia el hombro masculino, obtuvo lo que quería... que se volteara. Que le diera la cara... y no pudo ser más feliz.
Era Zayn y él le sonreía, y lo notó... ¡Él tenía la última flor!
Su mirada iba desde el rostro perfecto de Zayn aquella noche hacia la flor de tonos rosas... se sentía en medio de un cuento de aquellos de princesa, pero no le importaba si él terminaba siendo la princesa. Podía dejar de ser el príncipe si así el cuento lo quería, pero le sonaba mucho mejor que él fuera el príncipe de Zayn y el moreno el suyo.
Cuando el moreno le extendió la flor, él la tomó con ansiedad, no podía soportar más lo que estaba sucediendo y con demasiada rapidez, guío su mirada hacia la nota y finalmente, saltó en su propio lugar y sollozó un instante cuando se lanzó a los brazos de Zayn.
No podía creer que alguien tan magnífico hiciera tanto por él, ¿siquiera se lo merecía? Y a pesar de no tener respuesta a ello, quería estar por siempre con Zayn. En su vida y en todas donde se le diera la oportunidad.
Es una peonia rosa,
el significado me recordó a mí...
"Te quiero, pero soy demasiado tímido"
Para Zayn estaba siendo un día increíble, incluso él se emocionó cuando las luces se encendieron y dieron a conocer la sorpresa de la que su hermana hablaba. Sin duda era lo más impresionante y hermoso que había visto, claro, después de Harry.
No estaba aún seguro cuánto llevaba abrazando al menor, pero estaba seguro que no quería soltarle aún. Con mucho cariño dejó un par de besos en la mandíbula de Harry y separándose lentamente, ambos se sonrieron sin perder imagen del otro.
Definitivamente la iluminación del lugar daba la imagen más hermosa de Harry. Su rostro resaltaba con las dulces y suaves luces, sus ojos se notaban mucho más verdes, pero hacían resaltar aquél brillo que siempre él tenía cuando le miraba.
—Gracias Zayn —Lloriqueó Harry en sus brazos, apreciando la preciosa imagen que tenía de su chico— gracias por ser parte de mi vida —
Ambos se besaron en un casto beso en los labios, finalmente rompiendo cada contacto. De aquél modo, Zayn tomó la mano de Harry y entrelazó por primera vez sus dedos, sintiendo la exquisita calidez.
No habían palabras, sólo miradas y con ello, Zayn los encaminó hacia la manta tendida en el césped y ayudó a Harry a acomodar su espalda en la gran cantidad de cojines, que finalmente les halló uso.
Zayn apoyó su cabeza en el regazo de Harry, el menor acariciaba sus cabellos y de vez en cuando, delineaba la marcada mandíbula del moreno provocando de él, dulces sonrisa que no pasaban desapercibidas.
Eran jóvenes adolescentes con problemas de comunicación, con problemas de adaptación, pero aquél hecho no los hacia estúpidos ni mucho menos de aquél grupo en facetas infantiles. Ellos sólo eran jóvenes enamorados, que alejados de la verdadera realidad, de los conceptos y lo verdadero que existía, no sabían que lo estaban.
Aunque Harry no lo recordara, se imaginó más de una vez con Zayn estando juntos en el futuro. Había oído hablar a Gemma de la universidad, él también quería ir a esa universidad, quería estar eternamente con Zayn.
Crecer juntos, vivir cada pequeña cosa que los hacía feliz. A pesar de tener una memoria disfuncional, sabía que Zayn no era precisamente una persona que fuera capaz de comunicarse bien con el resto y si quedarse con él eternamente conllevaba ayudarlo, pues él lo haría con todo el gran amor que tenía por su chico.
Así paso el tiempo, ambos disfrutando del delicioso picadillo de frutas que hicieron sus hermanas con sus frutas favoritas, habían algunos chocolates que Zayn no dudó ni un segundo en darle a Harry de probar. Parecían un par de jóvenes normales...
Pero el día no era eterno, el frío comenzó a hacerse presente y a pesar de estar ambos acurrucados y arrocados entre una manta. Harry acomodado entre las piernas de Zayn, apoyando su espalda en el pecho del moreno, no alcanzaban a burlas las brisas.
Por ello, cuando creyeron que fue suficiente y acabaron todos sus dulces bocadillos, se levantaron de su lugar, sin saber que tres chicas se acercaban a dónde se encontraban con la sorpresa final.
Con sus manos entrelazadas ambos chicos dio la media vuelta en camino hacia la casa, sin embargo solo hallaron a sus hermanas de pie con una gran sonrisa observando sus manos unidas.
—Hey chicos —Bromeó Gemma, alzando sus cejas continuamente con el agarre de ambos— que lindos se ven, pero tenemos una sorpresa para ustedes, es mi favorita —
Confundidos y ya no pudiendo saber si eran suficientes sorpresa, Waliyha mostró una gran esfera de papel con algunos lindos detalles en plateado. Era muy bonito y definitivamente, llamó la atención de ambos muchachos.
—Bueno, es una lámpara de deseos. En Asia la ocupan mucho —Explicó Doniya, que rebuscando entre sus bolsillos sacó unos fósforos.
—Se enciende una mecha justo aquí —Indicó Gemma, apuntando el centro donde se hallaba una abertura— Ustedes piden un deseo y la dejan ir, perdiéndose en el cielo. ¿Qué dicen? —
Los chicos asintieron frenéticamente, Zayn extendió su mano para que se le fuese entregada y cuando la sostuvo desde la parte superior, Waliyha le pidió que la dejara quieta un segundo para encender la mecha.
Tanto Harry como Zayn sostenían la lámpara, Gemma les había pedido estrictamente que dijeran el deseo en silencio, que no fueran oídos por nadie y que al final la soltaran.
Y bien, allí estaba Zayn mirando fijamente a Harry mientras el rizado, observaba el cielo estrellado. Apenas había sido encendida la mecha y debían pedir el deseo, por ello cuando vio como Harry cerraba sus ojos y movía sus labios, él también lo hizo.
"Deseo estar por siempre con Zayn"
"No quiero separarme nunca de Harry"
Finalmente, en aquél preciso instante, ambos soltaron sus manos de la lámpara y esta comenzó a ascender en el cielo. Era hermoso a la vista de cualquiera, esta no dejaba de elevarse en la oscura noche y ambos jóvenes con una sonrisa enamorada, se observaron por lo que parecieron ser minutos.
Definitivamente, el mejor día de la vida de Harry y Zayn.
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