•|Narrador|•

El sol estaba en su máximo esplendor, un chico descansando tranquilamente dentro esto hasta que un rayo de sol entró por la ventana, pegando directamente en su rostro.

Hyunjin bufó y se estiró para tomar su teléfono y revisar la hora, de paso revisando si tenía algún mensaje de I.N, al no tener ninguno quitó la manta que cubría sus piernas y lentamente se puso de pie.

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Dos huevos y un par de salchichas era lo que se freía en el sarten que estaba colocado sobre el fuego de la estufa.

Hyunjin retiró el metal del fuego y se dispuso a comer lo antes preparado por él

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La chimenea se encontraba prendida, intentando amortiguar el frío del lugar. Truenos resonando de fondo y los relámpagos siendo visibles desde la ventana del lugar.

El pelinegro se sentó en el enorme sofá con una manta cubriendo su cuerpo y un libro en mano, abrió el objeto y comenzó a buscar una hoja en específico, al encontrarla comenzó a leer escuchando la lluvia caer.

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La lluvia caía fuertemente en aquel lugar, un bonito pelinegro salía al pórtico para admirar las gotas chocar contra el suelo, y de paso, checar si había señal alguna del menor.

Al no ver nada más que el agua caer, decidió volver adentro con una mueca en su rostro.

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El chico seguía leyendo tranquilamente, hasta que pareció escuchar un ruido proveniente del exterior, levantando la mirada en dirección a la puerta, pero no había nada...

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Hyunjin estaba sentando en la pequeña cama con un montón de libros rodeandole, al igual que hace una horas, pareció escuchar un ruido proveniente de afuera, levantó su mirada, pero en vez de esperar, salió nuevamente al pórtico, con una enorme manta roja sobre sus hombros.

La lluvia seguía callendo, solo que con menos intensidad que antes, Hyunjin dirigió su mirada al pequeño camino por el que I.N se había ido la noche anterior, pero este estaba solitario, lo único que lo acompañaba eran las gotas de lluvia.

Decidió volver adentro, apretando la enorme manta contra su cuerpo, para intentar amortiguar el frío que sentía.

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Los claxon de diferentes autos sonando en la carretera, la cual estaba infestada.

Dentro del auto color gris se encontraba Yeri en compañía de su hijo, quien enviaba algunos mensajes mientras su madrele regañaba.

Hyunjin
¿Dónde estás? ¿dónde te metiste?

- Si querías desaparecer está bien - le dijo la pelinegra al menor - pero hacerlo justo el día que viajariamos juntos no es correcto - Yeri apretó levemente en volante entre sus manos, mientras miraba a su hijo textear en su teléfono.

- No lo olvidé, es... - Yeri le interrumpió.

- No puedes obligarme - colocó su mano sobre el teléfono de Hyunjin - a dejar todo lo que hago por nuestra família - continuo la señora Hwang - tuve que manejar tres horas para ir a buscarte a estas vacaciones que decidiste tomar sin avisar - dijo volviendo su mano al volante del auto.

- Pareciera que nuestra família no es lo único que te mantiene ocupada - respondió el menor viendo fijamente hacía el frente.

- ¿Disculpa? - Yeri fruncio levemente el ceño - Hyunjin, no puedo... ¿Cuál es el problema contigo? - preguntó con un tono más suave.

Hyunjin volteó a ver a su madre, pensando en si debía decirlo o no - Es que... - dudó.

- ¿Qué cosa? - preguntó tranquilamente Yeri.

- Yo... - se quedó callado un segundo, negando con la cabeza - nada, nada, olvidalo - volvió su vista hacía el frente.

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El pelinegro estaba sentado frente al computador, tecleando rápidamente sobre el teclado.

Hyunjin
I.N, regresa.

Hyunjin lo pensó unos segundos antes de mandar el siguiente mensaje.

Hyunjin

I.N, regresa.
I.N, regresa.
I.N, regresa.
I.N, regresa.
I.N, regresa.

//Te han bloqueado temporalmente del sub-reditt "poseído por otro"//

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El chico se removió algo incómodo en la cama, desde hace unos minutos intentaba recuperar el sueño pero se le había hecho imposible, así que decidió despertarse finalmente, se sentó lentamente sobre la cama.

Cuando abrió los ojos comenzó a examinar lentamente sus manos.

- Agh, Changbin - gritó una voz desde las escaleras - pensé que ya te habías duchado - su madre se asomó por la puerta - Ay, santo cielo, vamos a perder nuestro vuelo.

Changbin simplemente dirigió su vista al frente mientras fruncia el ceño.

- Mueve el trasero Changbin - exclamó una voz masculina desde las escaleras.

Changbin rápidamente quitó la manta de sus piernas mientras se agachaba para recoger unos tenis.

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El cuerpo de un chico bajando por el techo era lo que se llegaba a ver desde la entrada de la casa, el muchacho al intentar mover sus manos terminó cayendo al suelo, rompiendo una parte del techo, la cual quedó colgando.

El peliplata se puso rápidamente de pie y admiro el desastre que había hecho, se dio la vuelta y comenzó a correr rápidamente en dirección (según) opuesta a la de su casa.

Comenzó a trotar por la calle mientras sacaba su teléfono del bolso de su pijama.

- Hola, ¿puedes recogerme? - le dijo a la otra persona - mi família irá a la isla Jeju de vacaciones, y si voy, mañana seré otra persona que no podrá volver.

- ¡Changbin! - gritó su padre cuando pasó frente al garage de su casa - ¿Que demonios haces? ¡Changbin regresa! - el señor Seo comenzó a caminar detrás de su "hijo" - ¡Changbin! - gritó por última vez antes de volver al auto.

- Está cerca del Namdaemun Market - dijo sin dejar de correr - Te espero fuera - soltó un jadeo - Oh por Dios, este chico no está en forma.

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El chico estaba sentando fuera del mercado en espera de la persona que pasaría a buscarlo, un auto negro pasó rápidamente por detrás de él, pero esta detuvo moviendo alguno.

- ¡Changbin! - gritó su madre mientras un auto de color beige pasaba junto al peli plateado.

- ¡Mierda! - exclamó el chico al ver a su madre.

El muchacho rápidamente se puso de pie y comenzó a correr junto al carro beige.

- ¡Hey, aquí estoy! - gritó el chico.

- ¡Changbin, ven! - gritó desesperada su madre corriendo tras él.

El auto siguió su camino como si no hubiera escuchado al peliplata.

- ¡Aquí! - dijo Changbin mientras corría junto al auto - ¡Desacelera pero no pares!

- ¿Q-qué dices? - Hyunjin fruncio el ceño sin despegar la vista del camino - ¡No te oigo!

La madre del menor seguía gritando mientras perseguía a su hijo, el cual perseguía a un auto.

- Ahg diablos - se escuchó al chico de fondo - ¡alto, alto, alto, alto! - gritó rápidamente.

El auto donde venía el pelinegro se detuvo rápidamente pero terminó rozando con un poste, el espejo del lado del conductor rompiéndose al golpe, cayendo directo en el suelo.

Changbin se acercó rápidamente al lugar de donde cayó el objeto y lo tomó mientras gritaba un "¡lo tengo!"

- Dios, Yeji me va a matar - dijo el pelinegro viendo el espejo en el suelo.

- ¡Changbin, vuelve ahora mismo! - gritaba la señora Seo.

- ¡Listo, acelera! - Changbin entró rápidamente al auto - ¡vamos, ahora! - exclamó al ver a su madre cerca del auto.

- Ok, ok, ok - dijo el pelinegro, acelerando rápidamente.

- ¿¡A donde te llevas a mi hijo!? - La señora Seo gritó detrás del auto.

El auto salió rápidamente del lugar, dejando atrás a una señora gritando desesperada cosas que su hijo ya no alcanzaba a escuchar.

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Holaaa, no se bn cuanto tiempo pasó desde la última actualización; pero igual no importa pq nadie lee esto.

Bno no tengo nada más q decir así q chau.

Espero les haya gustado, nos leemos dentro de 1n año ♡