Me desperté algo mareada, estaba tumbada en mi cama, trate de moverme pero sentía mi cuerpo pesado entonces recordé lo que había pasado.

-Mi hijo –situé mi mano en mi vientre

-Esta bien cielo –Claere estaba sentada a mi lado y me tomo la mano –todo esta bien.  Ahora tienes que permanecer en reposo ¿de acuerdo?

-Pero ¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?

-El doctor te sedo cielo.  Llevas tres días dormida, sin comer nada así que ahora mismo voy a mandar que te traigan algo rico de comer y un buen jugo de naranja para que repongas fuerzas –dicho esto Claere se levanto y salio de la habitación

Me incorpore un poco en la cama, me molestaba un poco el vientre, ¿seria eso algo malo? Era consciente de que había sangrado, pero no hasta que punto

-Ya estoy aquí cariño –Claere entraba en la habitación con una bandeja con comida y con una gran sonrisa – Todos se han puesto muy pesados cuando han oído que ya habías despertado. Pero necesitas descansar y nadie entrara en esta habitación asta que yo lo autorice.

-¿Alieth tambien pregunto por mi? -¿habría estado el preocupado por mi y por nuestro hijo? Lo cierto es que mientras sentía ese fuerte dolor solo deseaba tener su mano agarrando la mía.

-Si cielo el era el peor de todos  tuve que decirle que me dejara tranquila, cada vez que salía de esta habitación me perseguía haciéndome preguntas –me sonrió

-¿Claere?, tengo una ligera molestia en el vientre ¿crees que deba verme el doctor? –estaba preocupada ¿y si volvía a sangrar?

-¿Te duele mucho? –Claere parecía asustada –No te preocupes cariño voy a avisar a Louis que llame al doctor.  Mientras comete todo lo que hay en la bandeja.

Claere salio corriendo de la habitación, no había ninguna duda de que se sentía tan preocupada como yo.

Me comí todo lo que Claere me trajo, lo cierto es que tenia mucha hambre y todo me sabia delicioso. Trate de quitar la bandeja de la cama, pero no tenia fuerzas, supongo que seria lógico, había perdido sangre y estado días dormida sin comer.  Me removí un poco en la cama, no estaba cómoda.

-Cielo ya esta aquí el doctor –Claere abría la puerta y daba paso a el medico para que entrara en la habitación

-Buenos días majestad ¿Cómo se siente? –se acerco a mi y toco mi vientre concentrándose en el –Es normal que aun sienta molestias en el vientre, a estado a punto de sufrir un aborto.  Debe permanecer en reposo y comer en abundancia, trate de estar la mayor parte del tiempo acostada o sentada y beber mucho zumo de frutas.  En cuanto el dolor cese, indicara que ya puede dejar el reposo y comenzar poco a poco su vida con normalidad.

-De acuerdo doctor –le sonreí, a ese hombre le debía la vida de mi hijo y eso no lo olvidaría jamás –¿ni siquiera puedo caminar hasta el baño?

-Si, pero solo eso y es mejor que este acompañada. Vendré a visitarla cada día para ver como evoluciona. Si sigue mis instrucciones en unas semanas estará recuperada.

Pasaron dos semanas en las que permanecí encerrada en mi cuarto, solo Claere me hacia compañía y en alguna ocasión permitió que Orestes entrara, pero pocas veces.  Seguí todas las indicaciones del doctor que como dijo vino a verme día tras día.  Justo al cumplir las dos semanas el doctor me dio permiso para recuperar mi vida diaria así que pensé que comenzaría dando un paseo por el patio esa misma tarde.  Y mañana bajaría a desayunar con todos.

-¿Estas segura que te sientes bien?-Claere caminaba a mi lado por el patio del palacio, agarrándome del brazo. Me costaba caminar, así que íbamos despacio

-Si Claere me siento bien, tranquila –Se estaba volviendo demasiado protectora

-¿Claere? –Zircle me miraba asombrado, seguramente no esperaba verme caminando por los jardines -¿Qué tal te encuentras?

-Hola Zircle –le sonreí, parecía realmente preocupado por mi salud –Ya me encuentro mejor, el doctor me dio permiso para salir de la habitación

-Eso es bueno ¿Puedo acompañarte en el paseo?

-Claro, creo que a Claere le vendrá bien descansar un poco de mi –agarre el brazo que Zircle me tendía y sonreí a Claere en señal de que podía marcharse

Paseamos un rato en silencio, Zircle me sostenía con fuerza por el brazo, parecía que tuviera miedo de que en cualquier momento pudiera desplomarme

-Ciara, Alieth lo ha pasado muy mal –me miro con tristeza –Se siente culpable por lo ocurrido y piensa que tu tambien le culpas .

-¿Qué? Yo no le culpo Zircle –me detuve y le indique que necesitaba sentarme un poco, por lo que nos acercamos a un banco y tomamos asiento –El no hizo nada, discutimos, pero yo debí pensar mas en mi salud  debí descansar mas y no lo hice

-Tu tampoco eres culpable muchacha –el me tomo la mano y me la acaricio con mucha ternura –Estoy seguro que vas a ser una gran madre

-Y vos un gran abuelo –Su mirada se ilumino ante mis palabras y me abrazo,¡me abrazo!

-Disculpad no quería molestar padre –Alieth apareció justo a mi espalda, entonces me gire y el se quedo sin habla, pareció impresionado -¿Ciara?

-Si soy yo –me incorpore pero entonces me maree un poco y rápidamente Zircle me sostuvo con sus brazos

-¿Estas bien? –Alieth se acerco a mi y tomo mi mano entre las suyas

-No, creo que ya ha sido demasiado por hoy, necesito descansar –me sentía muy mareada –Zircle ¿Puedes llevarme a mi cuarto por favor?

-Padre –Alieth interrumpió la respuesta de su padre – Yo lo are

Rodeo mi cintura con uno de sus brazos y con el otro levanto mis piernas del suelo, me sentía cómoda entre sus brazos apoyada en su pecho, sentía su respiración tan cerca.  Camino por el palacio sin dejar de mirarme, podía sentir su mirada clavada en mi rostro, pero estaba demasiado mareada y permanecí todo el camino con los ojos cerrados.

Entro en mi habitación y me deposito con cuidado en la cama.

-Gracias –aun estaba cerca de mi rostro cuando abrí los ojos, me miro y vi que se disponía a decirme algo cuando de repente Claere entro en la habitación

-Te dije que era demasiado esfuerzo, pero eres muy cabezota- tanto Alieth como yo la observamos caminar por la habitación – Y tu ¿Qué haces aquí? Venga fuera ella necesita descansar.